Zeppole di San Giuseppe

Zeppole di San Giuseppe

Eva 15 octubre, 2023
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Hay recetas tan sencillas que parece mentira que el resultado pueda ser tan excepcional. Entre este tipo de recetas, podemos encontrar los Zeppole di San Giuseppe. Piezas llevadas a cabo con masa choux, rellenas de crema pastelera y coronada con una cereza de Amarena. Tres sencillos elementos que dan lugar a una pieza de pastelería fabulosa.

A la hora de llevar a cabo esta elaboración, encontré dos formas de cocinarlas; fritas y horneadas. En mi caso, opté por hornearlas puesto que en mi casa, casi nadie come dulces y, al final, gran parte lo consumo yo. Los productos horneados siempre toleran mejor el paso de los días que aquellos que están fritos. Pero no me cabe la menor duda de que su versión frita, como las frutas de sartén, debe ser excepcional.

Origen Zeppole di San Giuseppe.

El Zeppole di San Giuseppe se trata de un postre tradicional napolitano que es habitual consumir en los días cercanos al 19 de marzo. Tradicionalmente son considerados postres para el Día del Padre. Ciertamente, no es el día del padre y aún queda mucho para ello. Pero, soy de la opinión de que no debemos privarnos de manjares como este bajo ningún concepto. Cualquier día es bueno para disfrutar una de estas maravillas.

No será la primera vez que, en mi casa, comemos Roscón de Reyes en agosto o septiembre… Y saben a gloria.

Como sucede con gran parte de los postres y elaboraciones que han dejado huella a lo largo de la historia de la pastelería, el origen de los zeppoles también se encuentra envuelto en diversas leyendas remontando a tradiciones muy antiguas. De hecho, se cree que este dulce tiene sus raíces en el año 500 a.C., durante las celebraciones de las Liberalia en Roma. Estas festividades tenían lugar el 17 de marzo y estaban dedicadas a honrar a Baco y Sileno, deidades asociadas con el vino y el trigo.

Zepolle di San Giuseppe

Las Liberalia eran una ocasión para dar gracias a estas deidades por su influencia en la producción de vino y trigo, dos elementos fundamentales en la vida romana. Durante estas celebraciones, se llevaban a cabo rituales que incluían beber grandes cantidades de vino, así como el consumo de alimentos especiales, como las “tortitas de trigo fritas en manteca de cerdo caliente“. Estas festividades tenían un carácter lúdico y a menudo implicaban bailes, música y diversión.

La fecha del 17 de marzo coincidía con el inicio de la primavera en el calendario romano, lo que añadía un significado simbólico a estas festividades al marcar el renacimiento de la naturaleza.

Otras fuentes relacionan la creación de los zeppoles con los ritos de purificación agrícola.

Esta festividad se celebraba en las regiones del sur el día 19 de marzo y en ella se conmemoraba el final del invierno y la llegada de la primavera. Era tradición encender hogueras y compartir una especie de tortita con forma de serpiente enrollada sobre sí misma (de ahí su similitud con la forma de un donut) y cubierta con miel.

Sin embargo, una leyenda cristiana atribuye la creación de los zeppoles a la huida de la Sagrada Familia a Egipto. En ella se cuenta que, San José, además de su trabajo como carpintero, se convirtió en un vendedor ambulante de tortitas dulces para poder sustentar a María y Jesús. De esta leyenda parece surgir la conexión entre los zeppoles y la festividad en honor al santo, así como la tradición de los zeppolari callejeros de Nápoles.

Pasquale Pintauro, pastelero que regentaba un establecimiento histórico en Nápoles, “La confitería Pintauro“, muy conocida por su tradición de hacer zeppoles y siendo un lugar emblemático para degustar este delicioso pastel. Hasta la aparición de su local, se solían montar pequeñas banquetas frente a sus tiendas, donde freían y servían zeppoles directamente a los transeúntes en la calle.

Goethe, en su visita en Nápoles a finales de 1700, escribió: ” Hoy era también la fiesta de San José, patrón de todos los frittaroli, es decir, vendedores de masa frita… En los umbrales de las casas , se colocaron grandes cacerolas sobre los hogares de forma improvisada. Un niño trabajaba la masa, otro la manipulaba y hacía rosquillas que echaba al aceite hirviendo, un tercero, cerca de la sartén, sacaba con una brocheta pequeña las rosquillas que poco a poco se iban cociendo y, con otra brocheta, se las pasaba a un cuarto niño. quien los ofrecía a los transeúntes …”.

El nombre “zeppola” probablemente deriva del término “serpula”, que significa serpiente.

Otros, sin embargo, sostienen que el nombre deriva de zeppa, del latín cippus, que en Nápoles se identifica con el tope de madera que se coloca para corregir defectos de medición en los muebles. Sin duda, una referencia a la profesión de San José.

Se encuentran otras teorías que vinculan el zeppole con el címbala(m), un barco fluvial con fondo plano y extremo redondeado similar a la forma de un donut. Con el tiempo, a través de una serie de modificaciones lingüísticas, cymbala se convirtió en zippula, dando lugar al término zeppola.

Otra hipótesis relaciona su raíz etimológica a saeptula , de saepio , faja , término que designaba genéricamente a los objetos de forma redonda. También existe una referencia a Zi’ Paolo, nombre del supuesto freidor napolitan, al que algunos consideran el inventor de la zeppola callejera.

Zepolle di San Giuseppe

Pero la historia de zeppole di San Giuseppe comenzó, oficialmente, en el año 1837.

El postre comenzó a tomar la forma, con la que hoy en día conocemos, alrededor del 1700. Es posible que fueran las monjas de Splendore y Croce de Lucca o las de San Basilio del Monasterio de San Gregorio Armeno quienes preparaban este postre conventual.

Fue cuando el gastrónomo napolitano Ippolito Cavalcanti, duque de Buonvicino, incluyó la primera receta oficial en lengua napolitana en uno de sus tratados de cocina, “Cocina Teórico – Práctica“. Algunos ingredientes que se incluían la elaboración eran harina, agua, un poco de licor de anís, Marsala, sal, azúcar y aceite para freír.

Aunque parece ser que la primera receta de la actual pasta napolitana zeppole es obra del famoso Pintauro, legendario “creador” de la Sfogliatellanapolitana.

Pintauro se basó en la antigua versión romana y siguiendo los consejos de Cavalcanti, creó el actual zeppole. Una masa enriquecida con huevos, manteca de cerdo y aromatizada que, posteriormente, se procedía a la doble fritura, primero en aceite y luego en manteca de cerdo. Después se rellenaba con crema y se decoraba con una jugosa cereza negra o cereza de Amarena.

Zepolle di San Giuseppe

En la actualidad, se puede encontrar la variedad que os dejo, su versión horneada.

Más ligera que la original, pero en la que seguramente perdamos parte de su esencia. El decano de la pastelería artesanal napolitana, Mario Scaturchio, afirma; “¡La verdadera zeppola di San Giuseppe sólo se fríe!“. Según el famoso pastelero napolitano, el zeppoledebe freírse exclusivamente en manteca de cerdo.

Los Zeppole di San Giuseppe son, indudablemente, parte de la tradición napolitana, pero también se preparan en otras zonas de Italia. Como en Salento, donde se fríen o se hornean y se rellenan con crema o chocolate. En Sicilia predominan los sabores más cítricos, en la masa se usa un añadido de harina de arroz y suelen cubrirse con una cobertura de miel de naranja. En Calabria, por otro lado, se prepara una zeppola con un relleno de ricota, azúcar, canela y ralladura de limón. Muy similar al de la sfogliatella.

Como os comentaba al comienzo, no he sido fiel seguidora del proceso tradicional. En mi caso he optado por la versión horneada, pero si lo deseáis, podéis seguir el proceso tal y como os detallo solo que en lugar de hornear, debéis freír los zeppoles.

Receta Zeppole di San Giuseppe

MASA CHOUX:

  • 125 g de leche entera
  • 125 g de agua
  • 140 g de harina de fuerza (W=200), tamizada
  • 114 g de mantequilla sin sal, temperatura ambiente
  • 4 g de sal
  • 1/2 cucharadita de azúcar
  • ralladura de medio limón
  • 3-4 huevos L

CREMA PASTELERA:

  • 500 g de leche entera
  • 170 g de nata líquida para montar
  • 6 yemas de huevo L
  • 110 g de azúcar
  • 53 g de Maizena
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla

DECORACIÓN:

  • azúcar glas
  • cerezas Amarena o cerezas Marrasquino (receta en este enlace)

MATERIAL QUE NECESITAREMOS Y VISIBLE EN EL VÍDEO:

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Elaboración

Prepara la pasta choux.
  1. Precalienta el horno a 185ºC con aire.
  2. En un cazo añade el agua junto con la leche, la sal, el azúcar, la ralladura de limón y la mantequilla. Coloca a calor medio y deja hasta llegar a ebullición.
  3. Una vez que la mezcla haya hervido, retira del calor e incorpora la harina de golpe. Remueve con ayuda de una cuchara de madera a un ritmo rápido y continuo.
  4. Obtendrás una bola de masa compacta que tendrás que desecar. Vuelve a colocar a calor medio y continua removiendo mientras desecas la masa.
  5. Notarás que la masa se agarra a la base durante este proceso, lleva a cabo este paso durante 2 minutos sin dejar de remover o mezclar en ningún momento. El grado de secado de la masa influirá directamente en la cantidad de huevos que esta admita.
  6. Pasa la masa a un bol amplio y deja templar durante 2-3 minutos.
  7. Añade el primer huevo y mezcla hasta homogeneizar, de este modo también favoreces que la masa coja aire influyendo en lo que pueda subir la masa, posteriormente, durante la cocción.
  8. Añade el siguiente huevo y mezcla hasta integrar por completo.
  9. A partir del tercer huevo, en lugar de añadirlo entero, lo integrarás previamente batido. De ese modo podrás añadirlo poco a poco a la masa sin excederte y estropear la consistencia final de la masa. La consistencia debe ser como se ve en el vídeo y os explico en las notas.
  10. NOTA: La cantidad final de huevo variará entre 3-4 huevos L.
Escudilla y hornea.
  1. Prepara una manga pastelera con una boquilla estrellada, en mi caso he utilizado la boquilla S/F18.
  2. Escudilla la masa en una bandeja perforada previamente forrada con papel de horno. Para evitar que el papel de horno se mueva, unta con un poco de masa cada esquina de la bandeja y adhiere el papel.
  3. Forma círculos de unos 8 cm de diámetro, aproximadamente. Si lo deseas, puedes dibujar círculos en el papel para poder guiarte. Recuerda que la parte pintada debe estar en la parte inferior del papel, no donde escudillas la masa.
    Zepolle di San Giuseppe
  4. Sobre este círculo de masa choux, escudilla otro círculo. En caso de que te queden picos de masa, puedes bajarlo humedeciéndote las yemas de los dedos con agua.
  5. Hornea, colocando la bandeja a media altura, durante 25-30 minutos.
  6. Terminado el tiempo de horneado, apaga el horno y deja reposar en su interior con la puerta entreabierta de 15-20 minutos.
  7. Saca y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Preparamos la crema pastelera.
  1. En una olla mediana vierte la leche junto con la nata y la vainilla. Coloca a calor medio y deja hasta que alcance una ebullición suave.
  2. Mientras, en un bol amplio bate las yemas junto con el azúcar y la Maizena, previamente tamizada, hasta homogeneizar por completo.
  3. Una vez que la leche haya llegado a ebullición, vierte un poco sobre la mezcla de las yemas.
  4. Bate rápido con las varillas para templar las yemas y evitar que esta cuaje formando grumos.
  5. Incorpora el resto de la leche poco a poco y mezclando muy bien a la vez.
  6. Vuelca la mezcla en la olla de nuevo y coloca a calor medio-suave sin dejar de remover. Observarás que la textura se irá volviendo más densa, pero tardará un poco. Paciencia.
  7. Una vez que la crema tenga una textura cremosa, retira del calor.
  8. Vierte en una bandeja/fuente (cuanto más amplia, mejor porque enfriará antes).
  9. Cubre con film transparente a piel, para evitar que encostre, y deja enfriar por completo a temperatura ambiente.
Rellena los zeppole.
  1. Bate la crema pastelera con una varilla para suavizar la textura.
  2. Introduce en una manga pastelera con boquilla estrellada, en mi caso he usado la boquilla BS118.
  3. Rellena con un poco de crema el interior de los zeppole. Puedes hacerlo por la parte superior o bien por la base. Si los agujeros se han cerrado, abre un hueco con la boquilla.
  4. Espolvorea la superficie de los bollos con azúcar glas.
  5. Termina de decorar los zeppole con un poco de crema pastelera escudillada en la parte central y decorando con una cereza de Amarena. En mi caso, he usado una cereza confitada estilo Marrasquino que hice y os mostré cómo hacer en esta receta.
  6. Servimos.
    Zepolle di San Giuseppe

Notas

  • Es importante secar la pasta choux en el fuego una vez que la tengamos cocinada. Nos llevará un par de minutos. Cuanto mejor grado de secado logremos, más cantidad de huevo admitirá.
  • A partir del tercer huevo, recordad añadirlo poco a poco para no exceder el enriquecimiento de la masa. Si nos excedemos en la cantidad de huevo, la masa será más fluido y no aguantará la forma tras el escudillado. Si os pasa esto, podéis reutilizar esa masa para hacer buñuelos.
  • La cocción de la pasta choux se puede hacer con aire, como os muestro en esta receta, o bien con calor arriba y abajo. En caso de hacerlo del segundo modo, podéis seguir el proceso de esta receta.
  • El tiempo de cocción final, dependerá del tamaño de los zeppole. Si los hacéis más pequeños, necesitarán menor tiempo de horneado.
    Zepolle di San Giuseppe
  • No olvidéis dejar secar la pasta choux en el horno durante unos minutos tras la cocción, siempre con la puerta entreabierta.
  • Algunas recetas fríen los zeppole en lugar de hornearlos. En mi caso he preferido seguir este proceso de elaboración, pero podéis freírlos si lo preferís.
  • En mi web os muestro varias formas de hacer crema pastelera. En esta ocasión decidí hacer la crema pastelera que hice para el Flan Pâtissier, pero si lo deseáis, podéis hacer la crema pastelera tradicional (receta en este enlace).
  • No olvidéis templar las yemas para evitar que cuajen y se formen grumos.
  • Sed pacientes cuando estéis haciendo la crema pastelera, tarda un poco en cuajar y adquirir consistencia. No os sintáis tentados en aumentar el calor porque corréis el riesgo de que alguna parte de la base se queme y pase el sabor a la crema.
  • Se pueden conservar refrigerados durante 2-3 días.
    Zepolle di San Giuseppe

Sé que ya sabéis lo que os voy a decir... Sí, efectivamente, tenéis que probar esta delicia napolitana. Os prometo que es maravilloso disfrutar de un Zeppole di San Giuseppe con tu café recién hecho. Eso, eso es calidad de vida.

Un bocado cremoso, jugoso, con el dulzor justo y unos aromas que envuelven el paladar. O embrujan. Porque no puedes parar de mirarlo y disfrutarlo, olvidando todo lo que hay a tu alrededor. Por supuesto, en algún momento, probaré el formato tradicional, frito. Pero espero que mi familia ¡se anime a acompañarme! Que cuidan mucho la "línea".

¡Os deseo un maravilloso domingo!

Por cierto, os recuerdo que todos mis vídeos podéis verlos en mi canal de YouTube. Si os animáis a suscribiros y activar la campanita, os estaré ¡eternamente agradecida!

Un abrazo inmenso,
Eva

Fuentes: Italian Traditions, La Màdia, Gazetta del Gusto

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