Frankfurter Kranz

Frankfurter Kranz

Eva 21 noviembre, 2020
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Seguro que ya os habréis dado cuenta de que últimamente estoy en modo “viejuno” total. Pero es que no lo puedo evitar, a mí estas cosas me fascinan. Me transmiten una elegancia, belleza y un gusto excepcional a la hora de transmitir el buen hacer que me deja totalmente enamorada. Esa búsqueda por la perfección y la exquisitez que llega a sobrepasar la línea de la distinción, logrando resultados extravagantes y recargados. Es por eso que cuando vi por primera vez el Frankfurter Kranz, me quedé fascinada.

Sé que muchos no lo veréis así, de hecho mi propia pareja al verlo me dijo que era una horterada impresionante, jajaja. Basta que me diga eso para que yo tenga más empeño en hacerlo. Entiendo perfectamente que la percepción de las cosas no es igual en todos nosotros. Donde yo veo belleza, otros pueden ver algo rancio y pasado de moda.

Frankfurter Kranz
Origen del Frankfurter Kranz.

No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del Frankfurter Kranz, pero sí se tiene conocimiento de que se originó en algún momento del alrededor de 1735, la receta conservada más antigua es de principios del siglo XX. Se trata de un dulce tradicional de Frankfurt, Alemania.

La palabra alemana kranz significa “corona“, algo que hace pensar que la vinculación o referencia aquí está directamente unida a la corona de Frankfurt queriendo recordar a Frankfurt am Main. Para llevarlo a cabo, el bizcocho, se hornea en un molde en forma de aro o anillo. La decoración exterior del pastel, de tonalidades doradas, unida a las cerezas rojas y brillantes que lo coronan, hace que se convierta en un símbolo de la realeza y sus joyas decorativas (rubíes).

Frankfurter Kranz

El gran Libro de la Comida Alemana describe el Frankfurter Kranz como un pastel con forma de corona que se compone de múltiples capas. Estas capas incluyen un relleno de crema de mantequilla. Además define el pastel como “realmente extravagante” y “un regalo especial para ocasiones muy elegantes”.

Todo el exterior del pastel se recubre con una capa de crema de mantequilla y almendras, avellanas o nueces picadas. Las mermeladas se utilizaban a menudo como relleno adicional y, mucho más aún, para acompañar una crema de mantequilla. También era muy habitual el uso de cerezas confitadas para la decoración. Otra opción para aplicar la cobertura exterior, sería disponer un glaseado de albaricoque y, sobre este, terminar con una capa de crema de mantequilla y frutos secos picados.

Frankfurter Kranz
Llevando a cabo el pastel.

Como ya supondréis, se trata de una receta muy sencilla de llevar a cabo. No tiene mayor complicación, a excepción de cortar el bizcocho recto… Debo reconocer que esto es algo que se me da francamente mal. Cuando tengo que cortar bizcochos para tartas no tengo mayor problema puesto que puedo utilizar una lira. Pero, cortar cosas sin tener una guía más que mi intuición, no se me da muy bien, jajaja.

Para cocer el bizcocho podemos usar cualquier molde que tengamos en casa, preferiblemente circular para seguir la línea original. Que, si queremos elaborarlo y no tenemos ninguno de este tipo, siempre podremos hornearlo en uno de otra forma.

Para elaborar el relleno prepararemos una mousseline o muselina, se trata de una crema elaborada con crema pastelera y mantequilla. Hay otras versiones que también incorporan merengue en ella (tal y como os dejé en esta Tarta Fraisier) y con un resultado maravilloso.

El montaje es muy sencillo; cortamos el bizcocho, rellenamos con mermelada, crema mousseline y cubrimos el exterior con esta misma crema y almendra picada. Como broche final, decoramos la parte superior con nata montada o la misma crema del relleno, y decoramos con cerezas confitadas.

Un verdadero manjar para disfrutar a media tarde… Os diría que como postre también va muy bien, pero es algo contundente y terminaríamos la velada rodando.

Receta Frankfurter Kranz

PARA EL BIZCOCHO:

  • 360 g de harina floja de repostería
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 225 g de azúcar
  • 5 huevos L
  • 7,5 g de impulsor químico
  • 40 g de licor de almendras
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

PARA LA MOUSSELINE:

  • 500 g de leche entera
  • 4 yemas de huevo L
  • 120 g de azúcar
  • 45 g de harina floja de repostería
  • 45 g de Maizena
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente + 50 g de azúcar glas

PARA DECORAR:

Elaboración

PRIMER DÍA

Preparamos el bizcocho para el Frankfurter Kranz.
  1. Engrasamos el molde de Bundt Kugelhopf con mantequilla, asegurándonos de que llegamos a todos los huecos, y espolvoreamos con harina retirando el exceso. Reservamos.
  2. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
  3. En un bol mediano tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal.
  4. En  el bol de la KitchenAid incorporamos la mantequilla, mezclamos a velocidad media hasta obtener una mezcla aireada, cremosa y blanquecina.
  5. Añadimos el azúcar, poco a poco, a medida que seguimos mezclando. Lo haremos hasta incorporar toda la cantidad.
  6. Comenzamos a añadir los huevos, lo haremos de uno en uno y mezclando bien tras cada adición hasta que se integren completamente.
  7. Medimos la cantidad de licor que vamos a utilizar (para ello he usado este precioso y monísimo vaso medidor), reservamos.
  8. Incorporamos los ingredientes secos alternando con los ingredientes líquidos, lo realizaremos en 3 tandas comenzando por los secos y terminando por estos también.
  9. No debemos sobre batir la mezcla, esto es muy importante para obtener un resultado esponjoso, mezclamos únicamente hasta que se integren los ingredientes.
  10. Vertemos la masa en el molde de Bundt Kugelhopf y golpeamos suavemente sobre una superficie de trabajo (con un paño de cocina debajo para no dañar la encimera) de este modo evitaremos que queden burbujas/huecos en el interior y favorecer que asiente la masa.
  11. Introducimos en el horno en la segunda posición comenzando por abajo durante 40-45 minutos. Si la superficie del bizcocho adquiere mucho color durante horneado, podemos cubrirlo con una lámina de papel de aluminio. Antes de sacarlo del horno comprobaremos que está bien cocido pinchando con un palillo, este debe salir limpio.
  12. Sacamos del horno y dejamos reposar 2-3 minutos en el molde. Transcurrido este tiempo, desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
  13. Una vez que haya enfriado, envolvemos muy bien con film y dejamos reposar hasta el día siguiente.

SEGUNDO DÍA

Preparamos la crema pastelera.
  1. En este enlace podréis ver cómo preparar la crema pastelera. Tan solo debéis tener en cuenta cuando leáis la receta las cantidades e ingredientes que os dejo en el listado de esta elaboración.
  2. Una vez que la tengáis lista, reservadla a temperatura ambiente cubierta con film a piel hasta que enfríe por completo.
Preparamos la mousseline.
  1. Añadimos la mantequilla en el bol de la KitchenAid y batimos a velocidad medio-alta.
  2. Añadimos el azúcar glas y seguimos batiendo. Debemos obtener una mantequilla esponjosa, blanca y muy aireada.
  3. Nos llevará alrededor de 10-12 minutos.
  4. Paramos la KA y con ayuda de una espátula de silicona bajamos la mantequilla de las paredes del bol.
  5. Retiramos el film de la crema y suavizamos con ayuda de una cuchara o unas varillas.
  6. Añadimos la crema pastelera a la mezcla de mantequilla, lo haremos poco a poco a la vez que vamos mezclando.
  7. Batimos a velocidad medio alta hasta obtener una consistencia suave y cremosa. Nos llevará alrededor de 4-5 minutos.
  8. Pasamos la mousseline a una manga pastelera.
  9. Reservamos.
Montamos el Frankfurter Kranz.
  1. Con ayuda de un cuchillo de sierra, cortamos el bundt cake en 3 partes. Procuraremos hacer cortes lo más recto posible (como podéis apreciar en el vídeo, no fue mi caso, jajaja)
  2. Humedecemos el bizcocho con un poco de sirope, este paso es facultativo.
  3. Disponemos una primera capa de mermelada de cerezas.
  4. Escudillamos la crema mousseline sobre esta, alisamos con ayuda de una pala.
  5. Colocamos el segundo corte del bizcocho y repetimos la misma operación que la vez anterior.
  6. Finalmente, colocamos la última parte de bizcocho.
Terminamos de decorar el Frankfurter Kranz.
  1. Cubrimos todo el exterior, incluido el agujero central, con la crema mousseline.
  2. Con ayuda de una pala, alisamos la superficie procurando retirar el excedente.
  3. En medida de lo posible, intentaremos dar la forma original de nuestro molde. Para ello, esculpiremos la crema siguiendo la forma del bundt cake.
  4. Cubrimos todo el exterior, incluido el agujero central, con la almendra picada tostada. A medida que vayamos disponiendo la almendra, presionaremos con suavidad para fijar las almendras a la crema.
  5. Refrigeramos durante 1-2 horas para que la crema tome firmeza.
  6. Decoramos la parte superior con pequeños montículos de nata montada (he utilizado la boquilla 2D de Wilton).
  7. Disponemos una cereza confitada/guinda sobre cada montículo de nata.
  8. Servimos.
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Notas

  • En mi caso he utilizado huevos L, en caso de usar huevos M usaremos 6 unidades.
  • Si no tenemos licor de almendras o no nos gusta, podemos sustituirlo por otro licor a nuestro gusto.
  • En mi caso he utilizado el molde de Bundt Kugelhopf , pero puede utilizarse cualquier de la gama de bundt cakes.
  • No es necesario dividir el proceso en dos días, pero este paso nos hará mucho más llevadera la elaboración.
    Frankfurter Kranz
  • El sirope es totalmente facultativo, en mi caso me gusta añadir un poco para aportar un extra de jugosidad. Sí debemos tener en cuenta que el uso de este, al disponer después la mermelada (si es casera), hará que esta se filtre al bizcocho. Para evitar esto, en caso de querer usar almíbar/sirope, podemos disponer una fina capa de mousseline, después la mermelada y, finalmente, la capa de mousseline tras y como os muestro en el vídeo.
  • La crema pastelera podemos hacerla el día anterior si lo deseamos.
  • La mermelada de cerezas se puede sustituir por mermelada de grosellas, arándanos, fresas o frambuesas.
  • Os recomiendo tostar previamente las almendras, de ese modo resaltaremos mucho más los sabores de este fruto seco a diferencia de si la utilizamos al natural.
  • La parte superior puede decorarse con nata montada o bien con mousseline. En mi caso he preferido hacerlo con nata, pero sentíos libres de usar la propia crema del relleno.
  • Podemos conservarlo refrigerado durante 3-4 días.
    Frankfurter Kranz

Sin lugar a dudas no se me ocurre mejor forma de disfrutar del fin de semana que con una porción de Frankfurter Kranz y un buen té o café. Es posible que con otro tipo de bebida, tal vez espiritosa, también vaya muy bien. Esto lo dejo a vuestra elección.

Y romper con las costumbres es algo que nos arrancará una sonrisa. Siempre es buen momento para sacar las perlas, los guantes largos y disfrutar de buenos momentos que rompan la rutina a la que estamos acostumbrados.

¡Os deseo un maravilloso fin de semana!

Un fuerte abrazo,
Eva

Fuentes: I like Germany, Wikipedia

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