Cómo hacer el postre pijama clásico
Hoy vengo con un clásico entre los clásicos. Casi que se puede catalogar como “el rey de los postres viejunos“, no solo por su presentación, sino también por los elementos utilizados para prepararlo. Pero creo, más bien afirmo, que en estas recetas tan “pasadas de moda” reside un punto de glamour que no debemos dejar en el olvido. Es cierto que no es el top de los postres (al menos hoy en día), pero tiene su encanto. Hoy comparto con vosotros cómo hacer el Postre Pijama Clásico.
Antes de continuar, debo reconocer una cosa… A mí no me gustaba nada, pero nada este postre. Me parecía una combinación espantosa. Estoy hablando de cuando era pequeña. Yo veía a mis padres comerlo y no lo podía entender… Pensaba, ¿por qué? ¿por qué comen ese postre y no se piden otra cosa? Melocotón en almíbar con nata y guindas rojas… No puede haber nada peor para finalizar una comida en familia. Nada.
Bien, pues estas cosas cambian cuando te haces mayor. ¡Qué digo mayor! Cuando alcanzas la madurez y empiezas a disfrutar de las buenas cosas de la vida. Tus papilas gustativas se abren a un mundo nuevo de posibilidades. Cuando antes odiabas la ensalada campera, ahora mueres por un plato. O las lentejas, los torreznos… El paladar de los niños no está hecho para las cosas buenas de la vida. Como este postre pijama.
Esto es así lo queramos ver o no. Donde antes veía horror, ahora veo disfrute. Qué cosas.
Origen del Postre Pijama.
Por lo visto, la creación de este postre surgió de la mano de Paco Perellada propietario del Restaurante 7 Portes de Barcelona, fundado como cafetería en el año 1836.
Fue en el verano del año 1951 cuando los clientes del restaurante, marineros de la VI Flota Americana, pedían a la hora del postre un “Pêche Melba“. Este era un postre muy famoso de origen parisino de finales del siglo XIX creado por el cocinero francés Auguste Escoffier para dedicárselo a la cantante de ópera australiana Nellie Melba. Este que se compone por un melocotón en almíbar casero y helado decorado con azúcar glas. Con el tiempo, el azúcar, se sustituyó por nata montada. Además es habitual acompañarlo con un coulis de frambuesas.
Fue en ese momento cuando la imaginación del propietario se puso manos a la obra. Él quería complacer a sus asiduos clientes y, tras preguntarles qué llevaba este postre, improvisó un postre. Este se componía de helado, fruta en almíbar, flan y nata montada.
Parece ser que el postre gustó mucho y lo pusieron en la carta. Lo denominaron “pijmelba” y, por acomodación al idioma, con el tiempo pasó a llamarse “pijama“. Con el tiempo pasó a ser uno de los postres estrella de todas las zonas turísticas de España e incluso llegando a ser habitual en todos los bares con menú gracias a su fácil elaboración y maravilloso resultado.
Llevando a cabo en casa el postre pijama.
La verdad que hacer este postre no tiene ningún misterio… Creo que es una de las cosas más fáciles que podemos preparar después de levantar la tapa a un yogur. Es por esa razón que, dentro de lo sencillo que es, vamos a intentar llevarlo a cabo haciendo en casa todas las elaboraciones posibles.
Para mí hay dos elementos que mejoran mucho el postre si los hacemos caseros; el flan y el helado. El resultado toma otro color si dedicamos unos minutos a hacer estas dos recetas en casa.
El helado más tradicional para llevar a cabo el postre pijama es el de sabor vainilla, que es justo el que os enseño a preparar. Pero, en caso de que prefiráis otro sabor, tan solo tenéis que variarlo. En el apartado notas os dejo algunas opciones, pero en el blog tenéis un montón de recetas de helado a las que podéis echar un vistazo.
Por otro lado, veremos cómo hacer flan de huevo casero con una receta muy sencilla y unos resultados impresionantes. El resultado es un flan súper cremoso y suave que se deshace en el paladar tras cada cucharada. Lo único que necesita esta elaboración son 24 horas de reposo en el frigorífico… Pero la espera ¡merece la pena con creces!
Si ya queréis ir un poco más allá, podéis hacer el melocotón en almíbar en casa. Ahora estamos en plena temporada y podemos preparar mucha cantidad para embotar y disfrutar el resto del año.
El resto de la elaboración es tan sencilla como montar nata y decorar. Bueno, y la mejor parte, disfrutar de este postre tan estupendo 😉
Receta postre pijama clásico
PARA EL CARAMELO DEL FLAN:
- 100 g de azúcar
- 1 cucharada de agua
PARA EL FLAN DE HUEVO (8 unidades):
- 4 huevos L
- 2 yemas de huevo L
- 750 ml de leche entera
- 175 g de azúcar
- 2 cucharaditas de vainilla o media vaina de vainilla
PARA LA NATA MONTADA (para 4 unidades):
- 200 g de nata líquida para montar
- 2 cucharadas de azúcar glas
PARA ACOMPAÑAR (para 4 unidades):
- 8 rodajas de piña pequeñas ó 4 rodajas de piña grande
- 4 mitades de melocotón en almíbar
- 16 cerezas en almíbar o guindas confitadas (en este post podéis ver cómo hacerlas en casa)
- 8 bolas de helado de vainilla (receta en el enlace) + fideos de colores o sprinkles
- 8 barquillos caseros (receta en el enlace)
- adornos para helados
Elaboración
PRIMER DÍA
Preparamos el caramelo para los flanes.
- En un cazo añadimos el azúcar junto con el agua.
- Colocamos a calor medio y dejamos, sin remover, hasta que comience a burbujear. Si lo hacemos antes, el azúcar se apelmazará y será muy difícil disolverlo.
- Una vez que empiece a burbujear, podemos removerlo con ayuda de una cuchara en caso de que sea necesario.
- Dejaremos al calor hasta que alcance un color dorado, pero no muy oscuro. De lo contrario corremos el riesgo de que se queme y, en ese caso, el resultado será un caramelo amargo.
- Retiramos del calor y vertemos el caramelo en las flaneras (las mías son de 8 cm de diámetro).
- Reservamos.
Preparamos los flanes de huevo.
- Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
- En un cazo, vertemos la leche y añadimos la vainilla. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a una suave y muy ligera ebullición. Apagamos el fuego y retiramos del calor.
- En un bol mediano, añadimos los huevos junto con las yemas y el azúcar. Mezclamos con ayuda de unas varillas, pero procurando no introducir aire. Debemos remover con suavidad para disolver el azúcar.
- Vertemos la leche templada sobre la mezcla de huevos y removemos con suavidad con las varillas. recordad que NO debemos batir, sino mezclar con suavidad. Debemos integrar los ingredientes sin introducir aire en la mezcla para evitar que salgan agujeros en el flan.
- Colocamos las flaneras en una bandeja de horno.
- Con ayuda de un cazo (el mío es este de Buyer que me tiene in love!!), repartimos la mezcla en las flaneras.
- Tapamos la superficie de los flanes con papel de aluminio e introducimos en el horno a media altura.
- Vertemos agua hirviendo en la bandeja hasta alcanzar la mitad de las flaneras.
- Cerramos el horno y cocemos durante 60 minutos.
- Antes de sacar los flanes del horno, comprobaremos que están hechos. Retiramos el papel de aluminio y pinchamos con ayuda de un cuchillo, este debe salir limpio.
- Sacamos los flanes del horno, con mucho cuidado e no quemaros con el agua y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
- Una vez que estén fríos, refrigeramos durante 24 horas.
SEGUNDO DÍA
Preparamos la nata montada.
- Antes de disponernos a montar la nata debemos asegurarnos de dos cosas:
- La nata debe estar al menos 24 horas en el frío
- El bol donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la nata.
- Vertemos la nata en el bol frío y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
- Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
- Batimos hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla o haremos mantequilla…
- Introducimos en una manga pastelera con una boquilla estrellada (en mi caso he usado la 6B de Wilton) y refrigeramos hasta el momento que vayamos a utilizarla.
Montamos el postre pijama.
- Preparamos el recipiente o plato donde vamos a presentar el postre.
- Pasamos un cuchillo por los laterales, entre el flan y la flanera, colocamos boca abajo e introducimos de nuevo el cuchillo por un lateral para romper el vacío. Dejamos que el caramelo caiga sobre el flan.
- En caso de que nos guste con más caramelo, podemos verter un poco (hecho previamente) sobre él.
- Acompañamos con rodajas de piña cortadas por la mitad, melocotón en almíbar (en mi caso cortado en gajos), dos bolas de helado de vainilla y nata montada.
- Terminamos de decorar con unas cerezas confitadas, fideos/sprinkles de colores sobre el helado, un par de barquillos caseros y un adorno para helado.
- Servimos enseguida.
Notas para un postre pijama perfecto
- Cuando hagamos el caramelo debemos vigilarlo en el momento en el que empieza a tomar una tonalidad dorada. Justo tras empezar a burbujear. Son pocos segundos los que nos separan de un caramelo dulce y maravilloso, a otro excesivamente dorado y con sabor amargo. Esto nos estropeara el flan...
- He utilizado flaneras de 8 cm de diámetro, pero se pueden usar con otro tamaño ajustando la cantidad a repartir en las flaneras.
- Podemos utilizar extracto de vainilla o bien media vaina natural de vainilla.
- Es importante no batir la mezcla, sino remover para evitar incorporar aire. Esto puede ocasionar que el flan salga con agujeros en los laterales.
- Otro punto importante para evitar estos agujeros, es no cocinar el flan a una temperatura elevada. De lo contrario la mezcla puede llegar a ebullición y generar estos agujeros mientras se cuecen los flanes.
- En mi caso he cocinado los flanes en el horno, pero se pueden hacer al baño maria en el interior de una olla grande.
- El helado para el postre pijama puede ser caseros o comprado. Quedan mucho más ricos en el primer caso, pero si no tenéis heladera (yo utilizo esta de KitchenAid) o ganas de hacerlo, podéis usarlos comprados.
- En mi caso he usado helado de vainilla, pero podéis acompañarlo con la variedad de helado que deseéis. Como por ejemplo helado de chocolate,helado de plátano y avellana, helado de lemon curd, helado de beurre noisette...
- Si no queréis hacer los barquillos en casa, podéis usarlos comprados. O bien presentarlos con algún tipo de galleta de barquillo.
- He utilizado para acompañar el postre piña y melocotón en almíbar, que son las frutas clásicas que acompañan el postre pijama. Pero, si no os gustan o preferís cambiarlas, podéis usar otras frutas a vuestro gusto.
- Los flanes pueden conservarse refrigerados durante 4-5 días.
Sin lugar a dudas este postre pijama sería una elaboración para sorprender... Más que por lo novedoso, ¡justo por lo contrario! Presentar un postre que en su momento fue lo más, pero que ahora goza de ser algo pasado de moda. Lo que viene siendo un postre viejuno.
Yo no sé porqué razón veo un encanto especial en estas cosas... De hecho, esa es la razón por la que decidí hacer esta nueva sección en el blog y de ese modo intentar ayudar un poco para que estas recetas no queden en el olvido.
Por supuesto, si os animáis a hacerlo, me encantaría saber qué tal os ha ido y ¡qué os ha parecido! Os deseo una semana maravillosa.
Un abrazo,
Eva
Fuentes: Qvo, Algunas tontadas
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