Tarta Caja de Fresas con namelaka de yuzu

Elaboración

Preparamos la masa de galleta de miel y vainilla.

1. En un cazo añadimos la miel junto con los dos tipos de azúcar. Colocamos a calor medio bajo y, removiendo de vez en cuando, dejamos que los ingredientes se fundan e integren por completo.
2. Retiramos del calor y reservamos.
3. En el bol de la KitchenAid añadimos la mantequilla, con ayuda de la pala comenzamos a batir a velocidad 1. Integramos la melaza que hemos preparado en un chorro continuo. Mezclamos a velocidad 1 con ayuda de la pala hasta obtener una mezcla homogénea.
4. Incorporamos los huevos, lo haremos de uno en uno y esperaremos a añadir el segundo cuando el primero se haya integrado.
5. Añadimos la vainilla junto con la sal y volvemos a mezclar.
6. Comenzamos a integrar la harina poco a poco. Mezclamos hasta que se integre por completo y volvemos a añadir más cantidad. Realizaremos este paso hasta añadir la totalidad de la harina.
7. Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo limpia y amasamos un poco con las manos.
8. Aplanamos ligeramente y envolvemos con film o introducimos dentro de una bolsa para congelar.
9. Dejamos reposar a temperatura ambiente durante 2-3 horas.

Estiramos la masa de galletas.

1. Estiramos la masa entre dos láminas de teflón. Le daremos un grosor de 6 mm con ayuda de un rodillo ajustable. Es posible que no entre toda la masa en la bandeja, de modo que cortamos un trozo y estiramos por separado.
2. Refrigeramos durante 3-4 horas o bien hasta el día siguiente.

Cortamos las galletas.

1. Para formar la caja de fresas, necesitamos crear tablones para cubrir os laterales. En mi caso corté dos rectángulos de 19'5 x 5 cm y otros dos rectángulos de 15 x 5 cm. Estas son las medidas de mi bizcocho, recordad que si el vuestro queda con otras diferentes, debéis ajustar las medidas al tamaño del bizcocho.
2. Por otro lado, cortaremos 8 pequeños tablones de forma rectangular con las medidas de 6'5 cm x 2 cm.
3. Siempre que tengáis que mover las galletas, una vez cortadas, os aconsejo que estén frías para evitar que pierdan la forma.
4. Para texturizar los tablones y crear un efecto "más real", crearemos líneas en cada tablón con ayuda de un cuchillo. En el vídeo os muestro cómo hacerlo.
5. Si lo deseáis, también podéis crear pequeños tornillos en los tablones grandes que sujetan los tablones pequeños.
6. Refrigeramos durante 2 horas.

Horneamos.

1. Precalentamos el horno a 165ºC con calor arriba y abajo.
2. Horneamos directamente del frigorífico. Colocamos a media altura y dejamos durante 15 minutos, debemos vigilar que no se doren en exceso.
3. Sacamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
4. Una vez que tengamos cocidas todas las galletas, dejamos reposar a temperatura ambiente durante 14-16 horas en un lugar fresco y seco, a ser posible.

Terminamos de decorar las galletas.

1. Una vez que hayan enfriado por completo, pincelamos la superficie de todas las galletas con cacao en polvo. Con ello conseguiremos dar aspecto de profundidad.
2. Para unir las pequeñas tablas de madera a los más grandes, usaremos chocolate. En mi caso he usado 20 g de chocolate negro. Podéis usar otra variedad, si lo deseáis.
3. Fundimos el chocolate y disponemos pequeñas cantidades sobre los tablones pequeños, recordad ajustar antes para que encajen perfectamente.
4. Colocamos el tablón más grande sobre ellos y presionamos con suavidad.
5. Repetimos el mismo proceso con el resto de piezas.
6. Dejamos que endurezca por completo.
   

Preparamos la mezcla de yemas del bizcocho.

1. En una sartén añadimos el aceite de girasol y colocamos a calor medio. Dejamos que adquiera temperatura, pero sin que llegue a humear.
2. Una vez llegado este punto, incorporamos la harina y mezclamos con ayuda de una cuchara de madera. Removemos hasta que ambos ingredientes se integren por completo resultando en una pasta densa y quebradiza de color rubio.
3. Volcamos a un bol de cristal y dejamos enfriar por completo.
4. Una vez que haya enfriado, volcamos la mezcla de harina en un bol amplio. Vertemos la leche y mezclamos con ayuda de unas varillas.
5. Incorporamos las yemas y volvemos a mezclar, lograremos una textura más fluida.
6. Añadimos la pizca de sal junto con la levadura en polvo y la vainilla, mezclamos de nuevo hasta homogeneizar.
7. Reservamos.

Preparamos las claras para el bizcocho.

1. Forramos una bandeja rectangular de 25 x 38 x 2,5 cm con papel de horno, reservamos.
2. En el bol de la KitchenAid incorporamos las claras y comenzamos a montar con las varillas.
3. Una vez que comiencen a espumar, añadimos 1/3 del total del azúcar. Comenzamos a aumentar la velocidad de manera progresiva hasta alcanzar una velocidad media alta.
4. Añadimos el resto de azúcar en dos tandas más.
5. Montaremos las claras hasta lograr picos suaves, no buscamos picos firmes. Podréis ver la consistencia en el vídeo.

Unimos la mezcla de yemas con el merengue.

1. Comenzamos a añadir el merengue, lo haremos por tandas y con movimientos suaves y envolventes. En mi caso me he ayudado de unas varillas, es muy fácil que ambas mezclas se integren bien si trabajamos la masa con cariño y sin remover con fuerza.

Volcamos en el molde y horneamos.

1. Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Recordad precalentarlo previamente a comenzar a elaborar el bizcocho.
2. Volcamos la mezcla en la bandeja de hornear y alisamos la superficie con una espátula o rasqueta.
3. Introduce en el horno a media altura y hornea durante 15 minutos.
4. Sacamos, desmoldamos y dejamos templar, casi enfriar, sobre una rejilla.
5. Una vez que haya enfriado, cortamos los extremos con ayuda de un cuchillo.
6. Dividimos la pieza en dos partes iguales. En mi caso resultaron 2 rectángulos de 19 x 15 cm, aproximadamente.
7. Envuelve con film, de manera individual, y reserva.

Preparamos la crema namelaka de yuzu.

1. Hidrata la gelatina en agua muy fría 20 minutos antes de trabajar con ella.
2. En un cazo, incorporamos la leche junto con la glucosa. Colocamos a calor medio alto y dejamos que llegue a ebullición.
3. Una vez que rompa a hervir, apagamos el calor e incorporamos la gelatina escurrida y previamente hidratada. Mezclamos con las varillas hasta homogeneizar por completo.
4. Vertemos 1/3 parte de la mezcla sobre el chocolate fundido, removemos bien con las varillas para homogeneizar. La mezcla puede espesar, esto es normal, no os preocupéis.
5. Incorporamos otra pequeña cantidad y volvemos a mezclar. Repite este paso hasta integrar toda la cantidad de leche.
6. Una vez que toda la cantidad de leche esté incorporada, mezclamos con la varilla hasta que su temperatura se reduzca a 40ºC.
7. Incorporamos la pasta de yuzu y mezclamos de nuevo hasta homogeneizar.
8. Batimos con la batidora de mano para favorecer que se integre perfectamente.
9. Finalmente, incorporamos la nata para montar fría y batimos con la batidora de mano para emulsionar.
10. Cubrimos con film a piel y refrigeramos durante 12-24 horas para que estabilice.
11. Esta crema se puede usar directamente sacada del frío, no es necesario batirla o montarla.

Montamos la tarta.

1. Colocamos sobre un stand de tartas giratorio un antideslizante y, sobre este, una base para tartas de tamaño ligeramente superior al bizcocho. Tened en cuenta que luego colocaremos las galletas... Yo no lo tuve en cuenta, no cometáis este error. En mi caso corté a mano una base de tartas redondo para ajustarlo a este tamaño.
2. Colocamos uno de los bizcochos sobre la base de tartas.
3. Extendemos una capa fina de mermelada de fresas y sobre esta escudillamos una capa de namelaka de yuzu.
4. Con cuidado, colocamos el otro bizcocho sobre el relleno y ajustamos delicadamente.
5. Extendemos sobre este otra capa de mermelada de fresas y escudillamos la namelaka de yuzu.

Decoramos el exterior de la tarta.

1. Para colocar los tablones de madera (galleta) que formarán la caja, necesitamos unirlos al bizcocho. Para ello escudillamos unos pequeños montoncitos en los tablones de galleta (tal y como os muestro en el vídeo) y colocamos en los laterales de la tarta. Ajustamos con cuidado.
2. Una vez que estén todos colocados, si hace calor, os aconsejo refrigerar la tarta durante un par de horas antes de colocar las fresas.
3. Lavamos muy bien las fresas y secamos con papel de cocina.
4. Colocamos las fresas sobre la superficie de la namelaka, simularemos una caja de fresas.
5. Finalmente, decoramos con margaritas y ramitas de tomillo fresco si lo deseamos.
6. Servimos o mantenemos refrigerada hasta el momento de su consumo.
   

Notas

• La miel y azúcar mascabado se puede sustituir por melaza si lo deseáis.
• Esta masa queda más firme tras la cocción, la razón es que necesitamos que sea así para que la caja se mantenga estable y aguante bien la humedad del relleno y el frigorífico.
• Si no tenemos una bandeja de hornear con las dimensiones que os detallo, podemos escudillar la masa sobre una bandeja para darle forma y cocerlo. En este post podéis ver cómo hacerlo.
• El bizcocho es muy elástico, de modo que no es necesario enrollarlo en caliente para evitar que se agriete.
• No omitáis el paso de cocinar la harina con el aceite, gracias a este proceso logramos obtener un bizcocho de estas características.
• El creador de la receta, aconseja dar unos cortes superficiales y longitudinales sobre la parte superior y al comienzo del lateral que vamos a enrollar para evitar que se agriete. En mi caso no lo hice y el resultado fue muy bueno, pero podéis hacerlo si lo deseáis.
• Si excedemos el tiempo de cocción del horno, corremos el riesgo de secar el bizcocho. Esto no solo influirá en textura, sino que obtendremos un producto seco que se agrietará/rajará con facilidad al enrollarlo.
• El tamaño de la bandeja o grosor del bizcocho, si lo escudillamos, influirá directamente en el tiempo final de cocción de este.
• Si hacemos el bizcocho uno o dos días antes, lo mantendremos refrigerado y envuelto en film. Podéis guardarlo una vez que esté cortado, para que ocupe menos espacio en el frigorífico.
• La pasta de yuzu puede sustituirse por cualquier otra variedad de pasta concentrada; naranja, limón... Procura usar sabores que vayan bien con las fresas. También se puede omitir la pasta concentrada de frutas y hacer directamente la namelaka de chocolate blanco.
• Os recomiendo usar fresas en lugar de fresones puesto que los primeros, tienen menor tamaño y resultan más estéticos.
• Si lo deseáis, podéis crear una caja de frutas variada; fresas, cerezas, frambuesas, arándanos, moras, grosellas... En lugar de una caja solo de fresas.
• Las margaritas y ramitas de tomillo son totalmente facultativas, pero sí aportan un toque decorativo muy campestre :)
• La tarta se puede conservar en el frigorífico, una vez montada, durante 3-4 días.
  

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