Cómo hacer huevos chinos de té – Tea Eggs

Eva 16 marzo, 2016

Hoy os traigo una elaboración extremadamente sencilla pero increíblemente llamativa, vamos a aprender cómo hacer huevos chinos de té – Tea Eggs.

Esta receta es una de las que llevaba en la libreta de pendientes desde hace ni sé cuánto tiempo… y no sé porqué he tardado tanto tiempo en hacerla porque no solo es fácil de elaborar, sino que además su sabor es sorprendente, ¡para bien!

Los huevos de té o huevos marmolados de té, como también se les conoce, son una elaboración tradicional de China y es muy habitual encontrarlos por la calle en puestos de vendedores ambulantes. Suelen tomarse a modo de snack, ligeramente templados o a temperatura ambiente, aunque también se sirven de acompañamiento en innumerables platos. Con el paso del tiempo se han creado variaciones de la receta, muy similares, y se han extendido a lo largo de Asia.

En el norte de China los huevos de té simbolizan “pepitas de oro”, que representaría la prosperidad, y se consumen para la fiesta del Año Nuevo Chino.

El proceso de elaboración de los huevos de té es muy sencillo solo que requiere un poco de tacto en uno de sus pasos. Se les da una pequeña cocción para cuajar ligeramente la clara que está en contacto con la cáscara, sacamos del agua y golpeamos con el canto de una cuchara para quebrar toda la superficie y crear ese aspecto craquelado. Volvemos a introducir los huevos en el agua de la cocción acompañado de salsa de soja, té negro y varias especias (comúnmente se utilizan anís estrellado, canela, clavo de olor, hinojo y pimienta de Sichuan) para dejarlo a una cocción muy lenta durante casi una hora. Esta cocción tan lenta y suave permite que el líquido vaya filtrándose poco a poco y creando un dibujo marmolado en la superficie de la clara. Además de aromatizarlo y otorgarle un maravilloso aroma y sabor.

Una vez finalizada la cocción es recomendable dejar que maceren en el líquido durante toda la noche, no solo por el marmolado sino también por el sabor y los aromas.

Por lo que he podido leer, existe un método de elaboración algo más rápido pero que omite el aspecto tan atractivo exterior. Para ello se lleva a cabo una cocción de los huevos tal y como hacemos normalmente, después se les retira la cáscara y se introducen en la mezcal de té y soja con especias para darles una breve cocción y después dejarles infusionar. El aspecto exterior sería oscuro en su totalidad y de sabor y aroma algo menos acentuado que elaborándolos con el método tradicional.

El interior del huevo (la clara) será blanco, con el aspecto marmolado exterior, y la yema tendrá una fina capa de color grisaceo y el resto de un color amarillo. El sabor estará condicionado por el tipo de té, las especias, la soja… pero, sobre todo, por el tiempo de macerado. Yo os recomiendo que, si podéis, los dejéis toda la noche.

El resultado final combina el sabor del huevo pero realzado gracias a las especias y con pequeñas notas saladas, una delicia más sorprendente de lo que esperaba!

Si queréis sorprender en casa con un ingrediente tan versátil como es el huevo, esta elaboración puede ser una buena opción 😉

Saludos,
Eva {Mrs Hudson}

INGREDIENTES PARA 6 HUEVOS DE TÉ:

Receta de Steamy Kitchen.

6 huevos L
125 g de salsa de soja
2 estrellas de anís
2 cucharadas soperas de té negro o dos bolsitas de té
1 palo de canela
la piel de una naranja
1 cucharada de pimienta de Sichuan
1 cucharadita de azúcar moscabado

ELABORACIÓN:

Lavamos los huevos, reservamos.

En una olla mediana introducimos los huevos y llenamos de agua hasta cubrir los huevos por completo. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición.

Mientras preparamos un bol mediano con agua muy fría, reservamos.

Una vez que rompa a hervir, contabilizamos 3 minutos. Pasado este tiempo, retiramos del calor y sacamos los huevos con una espumadera para llevarlos al bol de agua fría.

No tiramos el agua que hay en la olla.

Ahora procederemos a crear ese craquelado exterior que después nos servirá de patrón para crear el dibujo marmolado en la clara del huevo.

Con el canto de una cuchara golpearemos la cáscara del huevo, debemos hacerlo con cuidado y delicadeza pero sin ser demasiado suave. Lo ideal es un golpe seco pero controlado.

Os recomiendo que para coger el punto de fuerza correcto a ejercer sobre el huevo, empecéis con golpes más suaves, de modo que podáis observar y controlar cuanta presión soporta la cáscara.

Si golpeamos demasiado fuerte el huevo se partirá por la mitad (lo sé de buena mano porque perdí uno por el camino…)

La cascara debe quedar chascada pero adherida al huevo, no separada. Es posible que algún pedacito pequeño salte y se separe, no pasa nada.

Una vez que tengamos todos los huevos con el craquelado exterior, volvemos a colocar en la cacerola con el agua inicial y añadimos la soja, el té negro, las especias, la cáscara de naranja y la cucharadita de azúcar. Colocamos a fuego bajo, debe tener una pequeña ebullición, y dejamos 50 minutos. No cubriremos la olla mientras cocinamos, la cantidad de agua que se evaporará será prácticamente inapreciable.

Una vez que finalice el tiempo de cocción, tapamos y dejamos reposar un mínimo de 5 horas. Lo ideal es dejarlos reposar toda la noche. Cuanto más tiempo repose en el líquido de cocción, mejor sabor y aroma tendrá.

Al día siguiente escurrimos bien y retiramos la cáscara con cuidado para evitar llevarnos ninguna parte de la clara adherida a esta.

Ya los tenemos listos para servir y sorprender en casa.

Más adelante os mostraré platos con los que acompañarlos pero de momento siempre serán un buen acompañamiento para ensaladas, verduras o consumirlos tal cuál.

¡Buen provecho!

CONSERVACIÓN: Pueden guardarse en un recipiente hermético durante 3-4 días.