Tarta de crema de almendras y albaricoques
Creo que es el primer año que, en estas fechas, sigo publicando. Pero cómo os dije, no quería hacer un descanso hasta septiembre sin dejaros esta receta puesto que está elaborada con frutos y flores de temporada. Porque, ¿en qué otro momento vamos a poder hacer esta Tarta de crema de almendras y albaricoques si no es en verano? No puedo dejarla esperando hasta el año que viene… ¡Sería horrible por mi parte privaros de ella! Es cierto que si tenemos los albaricoques en almíbar hechos, podemos hacerla cuando queramos. Pero no quería arriesgarme a que no la pudierais hacer.
Por otro lado, siento mucho el pequeño descontrol que he tenido en las últimas publicaciones durante las últimas semanas… Hay situaciones en la vida que nos rompen nuestra rutina y no nos queda más remedio que amoldarnos a ellas. En septiembre volverá el ritmo normal con las publicaciones semanales tal y como he ido haciendo con anterioridad.
La tarta de hoy llega en un día especial al blog, porque ¡hoy es mi cumpleaños! Creo que va a ser cierto el dicho que dice que el tiempo pasa volando cuando uno lo pasa bien. Porque a mí los años se me pasan a toda velocidad.
Este cumpleaños llega, además, con cambio en las decenas, jajajaja. Ay dios mío, y yo que pensé que nunca pasaría por crisis de edad… En fin, disfrutaremos de cada momento al máximo que es lo bueno que tiene ¡seguir cumpliendo años!
Llevando a cabo la tarta de crema de almendras y albaricoques.
Llevo mucho tiempo queriendo hacer una tarta con albaricoques con una decoración superior tal y como la que he elaborado hoy. Pero, he tenido que esperar a la temporada de este fruto. Que, os digo una cosa, tras hacer mis primeros albaricoques en almíbar os puedo garantizar que haré muchas más elaboraciones a lo largo del año con esta conserva.
De hecho, me estoy planteando hacerme con una buena despensa de distintas frutas y verduras en conserva. No solo es una manera maravillosa de conservar los ingredientes, sino también de adelantar (según qué ingrediente) partes de algunas elaboraciones.
Cuando comencé a “diseñar” esta tarta, quería que tuviera una base muy ligera. Es cierto que una masa sablée o sucrée, le iría muy bien, Pero buscaba algo más ligero y crocante. De modo que enseguida recordé esta tarta de masa filo y mousse de cerezas y fue la elección ganadora. La masa filo es una base que nos ayuda a sostener todo el relleno, pero sin usar un elemento que nos llene en exceso.
Para elegir el relleno tenía varias opciones, pero que fuera acorde tanto a la base como a los albaricoques, creo que no podía haber una mejor opción que la crema de almendras. Puede ser que la haya, ¡no digo que no! Pero para mí fue perfecta.
Finalmente, la decoración no podía ser otra cosa que albaricoques. Es cierto que antes de hacerla, pensé en ponerlos frescos. Pero creo que tanto el sabor, como la textura y el acabado no iban a ser ni parecidos. Por esa razón fue que me animé a ¡hacerlos en almíbar! Para poder usarlos para esta tarta 😀
La decoración final.
Una tarta como esta no necesita de mucho más para estar lista y bonita. Pero siempre se puede hacer algo que la mejore un poquito. Como dar brilli-brilli a los albaricoques, ¿o no? 😉
Una vez que saqué la tarta del horno, estando aún caliente, pincelé todos los albaricoques con un brillo hecho con sirope de Bourbon y mermelada de albaricoque. En mi caso quise aromatizarlo con Bourbon, pero por supuesto este licor puede omitirse o bien utilizar cualquier otro licor. Veía una combinación ganadora con los elementos; albaricoque, almendra y Bourbon.
Además, espolvoree los bordes de masa filo con azúcar glas, para darle profundidad visualmente, y terminé con unas flores y pequeños ramilletes de lavanda fresca por la superficie.
Ya sabéis que respecto a la decoración, no hay límites. Dejad volar vuestra imaginación.
Receta tarta de crema de almendras y albaricoques
Para una tarta de 24,5 cm de diámetro
PARA LA BASE:
- 8 láminas de masa filo
- 75 g de mantequilla sin sal, fundida y enfriada o ghee (receta en el enlace)
PARA LA CREMA DE ALMENDRAS:
- 50 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 60 g de almendra molida
- 50 g de azúcar glas
- 1 huevo M
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
PARA DECORAR:
- 15-16 albaricoques en almíbar (receta en el enlace)
- lavanda fresca
- azúcar glas
PARA EL BRILLO:
- 3 cucharadas de mermelada de albaricoque
- 5-6 cucharadas de sirope de Bourbon (receta a continuación)
PARA EL SIROPE DE BOURBON:
- 100 g de agua
- 125 g de azúcar
- Bourbon al gusto
Elaboración
Comenzamos preparando la crema de almendra.
- En un bol añadimos la mantequilla junto con el azúcar glas y mezclamos con ayuda de una pala. Lo haremos hasta que ambos ingredientes se integren por completo.
- Añadimos el huevo y mezclamos con ayuda de una varillas hasta homogeneizar por completo.
- Incorporamos la almendra molida y mezclamos de nuevo hasta lograr una mezcla homogénea.
- Introducimos dentro de una manga pastelera y refrigeramos hasta el momento de su uso.
Preparamos el almíbar.
- Añadimos todos los ingredientes en un cazo a excepción del licor. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
- Una vez que rompa a hervir, apagamos el fuego y dejamos que enfríe por completo.
- Introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo, añadimos el licor, cerramos y agitamos para mezclar bien.
- Reservamos a temperatura ambiente.
Preparamos la base de masa filo.
- Colocamos una silpat sobre una bandeja perforada. Sobre estos, colocamos un aro de pastelería de 24,5 cm de diámetro. Reservamos.
- En caso de que vayamos a pintar con mantequilla fundida en lugar de mantequilla clarificada, tendréis que fundirla y dejarla enfriar antes de usarla.
- Procedemos a montar las capas de masa filo, lo haremos sobre una superficie de trabajo limpia.
- Pincelamos una lámina de masa filo y colocamos otra sobre esta, pincelamos de nuevo.
- Colocamos sobre el aro de pastelería y ajustamos bien. Con ayuda de unas tijeras, cortamos el excedente procurando dar forma redondeada.
- Pincelamos de nuevo la masa filo. En esta ocasión pincelaremos dos láminas por separado y, sobre cada una de ellas, colocamos otra lámina de masa filo. Pincelamos de nuevo.
- Con ayuda de unas tijeras, cortamos tiras con un ancho un poco superior a la altura del aro.
- Colocamos estas tiras por la parte interior del aro, rodeando este varias veces. Con este paso lograremos crear un efecto "laminado".
- Finalmente, pincelamos otras dos láminas de masa filo, del mismo modo que hemos hecho la vez anterior, y colocamos sobre todas las capas que hemos creado. Este paso nos servirá para evitar que la crema de almendras se filtre entre las capas que hemos colocado en los laterales durante la cocción.
- Cortamos el excedente de masa filo con ayuda de unas tijeras.
- Reservamos.
Rellenamos y horneamos la tarta de crema de almendras y albaricoques.
- Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
- Escudillamos la crema de almendras sobre la base de masa filo.
- Con ayuda de una pala, alisamos la superficie.
- Cortamos los albaricoques en almíbar en cuartos y colocamos sobre la crema de almendras. Para decorarla he ido alternando la posición de los albaricoques cada vez que creaba una nueva fila.
- Introducimos en el horno a media altura y cocemos durante 50-55 minutos. La crema de almendra debe estar cocida y los albaricoques tendrán un aspecto tostado en las puntas.
- Sacamos y colocamos, con la propia bandeja perforada y silpat, sobre una rejilla.
Barnizamos con el sirope y dejamos enfriar.
- En un cazo añadimos la mermelada de albaricoque junto con el almíbar y mezclamos.
- Calentamos durante unos segundos para que adquiera una consistencia muy líquida.
- Según sacamos la tarta del horno, con ayuda de un pincel de repostería, pincelamos la superficie de todos los albaricoques con el brillo.
- Dejamos enfriar por completo.
Decoramos la tarta.
- Retiramos el aro con mucho cuidado.
- Espolvoreamos los bordes con azúcar glas.
- Decoramos la superficie con lavanda fresca.
- Servimos acompañando con una bola de helado de vainilla o caramelo.
Notas
- La base de masa filo le va muy bien al relleno porque ayuda a que sea ligera, además de aportar un punto crocante. Si lo prefieres, puedes hacer una base de masa sablée o sucrée (como esta).
- El ghee, a diferencia de la mantequilla fundida, posee un sabor mucho más aromático (que recuerda a frutos secos) aportando así un matiz fantástico.
- Lo ideal es refrigerar durante 30-45 minutos la crema de almendra para poder manipularla mejor. sobre todo en épocas de calor. De ese modo podremos escudillarla sin problemas.
- He utilizado albaricoques en almíbar, pero también podemos usar melocotones si lo preferís.
- El almíbar se puede aromatizar con licores o incluso infusionando en él flores de lavanda.
- La decoración es totalmente facultativa y se pueden cortar los albaricoques del modo que más os gusten. Os he dejado esta sugerencia, pero llevad a cabo la que más os guste.
- Decidí usar lavanda fresca para hacer uso de una flor de temporada. Pero si la hacemos en otro momento del año, podemos usar cualquier otra variedad de flor e incluso pétalos de flores comestibles.
- Se puede mantener refrigerada durante 4-5 días.
Con esta tarta de crema de almendras y albaricoques soplo las velas con vosotros y ¡os doy las gracias por estar un cumpleaños más a mi lado! Por mi parte deciros que haré un pequeño descanso en el blog para poder adelantar trabajo y organizar las futuras publicaciones que volverán a partir de septiembre.
A pesar de que el verano ya está empezado, os deseo que tengáis una etapa estival maravillosa y que las disfrutéis, dentro de lo posible, todo lo que podáis. Cuidaros mucho y ¡nos vemos a la vuelta!
¡Os mando un beso muy grande!
Eva
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