Cheesecake de Cointreau y mousse de chocolate
Retomamos de nuevo la marcha tras una maravillosa semana sumidos en un cuento.
Hoy venimos con energía y dispuestos a endulzaros el día desde primera hora de la mañana.
El responsable de animar el primer día de la semana será esta Cheesecake de Cointreau y mousse de chocolate, una verdadera delicia y una terrible tentación…
Me enamore de esta receta en cuanto la vi, su presentación es sencilla y preciosa, no necesita mucho más para hacer que caigamos rendida a sus pies.
Lo único que he añadido algunos cambios que pensé que le vendrían bien.
En la base sustituí parte de crema de queso por crème fraîche, para añadir un poco de su sabor suave al igual que su textura y ligereza, y además elegí como compañero inseparable de la mousse, un ligero aroma a Cointreau…
El cheesecake por si solo ya es una auténtica maravilla, pero la cosa no queda ahí.
Cubrimos con una deliciosa mousse de chocolate, en mi caso me gusta mucho la proporción del 70%, es la que suelo utilizar normalmente.
La receta de la mousse, la cambié completamente de la original de la receta. Reduje la cantidad de huevo, azúcar (ya que considero que la base lleva suficiente gracias a la leche condensada), la cantidad de mantequilla y la de nata.
He realizado antes otras mousses y nunca había añadido mantequilla en ella, en esta ocasión lo hice para intentar igualar texturas, de modo que cuando nuestra cuchara recorriera su camino desde la mousse hacia la tarta de queso, encontrásemos el mismo tipo de textura y esponjosidad hasta el punto que pareciera solo una. Y así fue.
Por lo cual, al saborear esta mousse observaremos que es un poco más densa que una mousse normal.
El origen de la mousse remonta a un recetario del año 1755, “Les soupers de la cour” del cocinero francés Menon.
En el describía 3 tipos de mousses; de café, de chocolate y de azafrán, las cuales se hacían con nata batida a la que se podía añadir claras de huevo.
Se servían en unos vasitos de plata o vidrio que recomendaba guardar en hielo un par de horas hasta el momento de consumirlas o en un recipiente de hojalata específico para este uso.
El término francés “mousse” significa “espuma”, la cual toma su nombre gracias a la textura de diminutas burbujas de aire que le confiere el merengue (según el tipo de mousse que elaboremos) y la nata montada.
Un postre que va siendo un buen aliado tras la sobremesa, ya que lo consumimos recién salido del frio que además cuenta con dos magníficos protagonistas, ¿podrás resistirte?…
Nosotros no pudimos…Deseamos que los disfrutéis!!
Saludos,
Mr & Mrs Hudson.
La receta es una adaptación de Kwestias Maku.
INGREDIENTES PARA 2 TARTAS DE 11 CM DE DIÁMETRO:
PARA LA CHEESECAKE:
- 350 g de crema de queso
- 150 g de crème fraîche
- 1 y 1/2 cucharadas de harina de trigo (1 y 1/2 Tbsp)
- 265 g de leche condensada
- 1 huevo grande
- zumo de 1/2 limón
- 1 y 1/2 cucharada de Cointreau (1 y 1/2 Tbsp)
PARA LA MOUSSE DE CHOCOLATE:
- 40 grde azúcar granulado
- 2 yemas
- 1/2 cucharada de cacao en polvo sin azúcar tipo Valor (1/2 Tbsp)
- 200 ml de nata líquida para montar
- 30 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 125 g de chocolate negro 70%
PARA DECORAR:
- Chocolate rallado o virutas de chocolate negro
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando la base de Cheesecake.
Precalentamos el horno a 175º C calor arriba y abajo.
Engrasamos los moldes, a ser posible desmontables, con mantequilla y forramos con papel de horno. Reservamos.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos todos los ingredientes. Con ayuda de la mariposa mezclaremos a la velocidad más baja, lo haremos hasta que observemos que todos los ingredientes están completamente integrados.
Si lo hacemos a mano, nos ayudaremos de unas varillas eléctricas para integrar los ingredientes.
Obtendremos una mezcla muy líquida.
Una vez que tengamos una mezcla homogénea, repartimos entre los 2 moldes. Introducimos en el horno durante 45-50 minutos.
Para comprobar que está totalmente cuajado, podemos insertar un palillo en el centro del cheesecake, este deberá salir limpio.
Una vez que haya transcurrido ese tiempo, sacamos y dejamos enfriar completamente en el molde.
Preparamos la mousse de chocolate.
Preparamos la montura con la base de cheesecake para cuando tengamos la mousse lista. Desmoldamos las bases y retiramos el papel de los laterales.
Con ayuda de un nivelador de tartas o, si no tenemos, con un cuchillo muy afilado nivelaremos la superficie.
Para dar forma redonda a la mousse, he utilizado unas láminas de acetato. Cortamos al tamaño adecuado, recubrimos alrededor del cheesecake y unimos con celofán. Reservamos.
Comenzamos con la mousse.
Empezamos montando la nata.
En un bol, preferiblemente enfriado previamente, incorporamos la nata. Comenzamos a montar con ayuda de unas varillas eléctricas a la velocidad más baja.
Cuando comience a espumar, incorporamos la mitad del azúcar (20 gr) poco a poco. Seguimos montando y aumentaremos progresivamente la velocidad hasta llegar a la mitad de potencia. Montaremos hasta observar que toma una consistencia firme.
Debemos tender cuidado de no pasarnos a la hora de batir ya que corremos el riego de licuarla.
Una vez que esté lista, introduciremos en el frigorífico hasta el momento que vayamos a utilizarla.
Fundimos el chocolate e incorporamos la mantequilla. Mezclamos bien para integrar ambos ingredientes, reservamos.
Blanqueamos las yemas.
Colocamos un cazo con agua al calor.
En un recipiente resistente al calor, incorporamos las yemas junto con el azúcar restante (20 gr). Colocamos sobre el cazo con agua y comenzamos a batir con las varillas eléctricas.
El agua no debe llegar a hervir, ya que no queremos cocer las yemas, solo ayudarnos a disolver el azúcar. Batiremos hasta obtener una color blanquecino, observaremos que estas han aumentado su volumén.
Una vez que estén listas y con el bol aún sobre el calor, añadimos el cacao en polvo con ayuda de un colador para evitar la formación de grumos. Mezclamos hasta integrar completamente con las varillas.
Incorporamos el chocolate fundido que teníamos reservado, volvemos a mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.
Observaremos que la mezcla se vuelve más compacta.
Retiramos del calor.
Sacamos la nata del frio y terminamos de elaborar la mousse.
En un bol amplio incorporamos la mezcla de yemas y chocolate, añadimos una pequeña cantidad de nata montada y comenzamos a unir con ayuda de una espátula.
Lo haremos con movimientos suaves y envolventes, sin remover la mezcla ya que no la queremos licuar.
Una vez que esté integrada, añadimos otra pequeña cantidad de nata montada y repetimos la misma operación. Añadiremos la nata en 4 tandas y no añadiremos la siguiente hasta que esta última esté completamente integrada.
Una vez que esté lista, repartimos la mezcla en las dos bases previamente forradas con acetato. Intentaremos rellenar bien sin dejar huecos y alisaremos la superficie en medida de lo posible.
Introduciremos en el frio durante un mínimo de 4 horas.
Cuanto más fría esté la mousse, más sencillo será desmoldar. Podemos elaborarla con un día de antelación.
Transcurrido ese tiempo, procedemos a desmoldar.
Retiraremos el plástico con mucho cuidado.
Finalmente, decoramos con un poco de chocolate rallado o virutas de chocolate por la superficie y ya tenemos lista nuestra deliciosa y fresquita tarta.
Un postre suave e ideal tanto para aquellos que adoran las cheesecakes como para los amantes del chocolate…Deseamos que os guste.
¡Buen provecho!
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