Runebergin Torttu – Pastel de Runeberg
La receta que hoy comparto con vosotros llegó a mí de manera inesperada. Hace unos pocos días, una chica que me sigue por Instagram me recomendó esta receta, Runebergin Torttuo Pastel de Runeberg. Me dijo que como me gustaba tanto la gastronomía finlandesa, que seguramente me gustaría conocer este dulce originario de Finlandia. Y la verdad que ¡me encantó! De modo que te doy las gracias de corazón por haberme hecho llegar esta maravilla de pastel.
He de reconocer que en cuanto vi el comentario, me faltó tiempo para buscar información sobre ellos. Su apariencia es bastante sencilla, pero con una decoración muy particular. Esto fue algo que francamente me enamoró, sumado a todos los ingredientes que forman parte de él. Es una explosión de aromas y sabores increíble. Con una fuerte personalidad finlandesa.
Por cierto, antes de continuar quería compartir con vosotros que ¡mi blog cumple hoy 7 años! Ahí es poco, madre mía. La verdad que no me lo puedo creer, quién me iba a decir a mí que iba a convertir una pasión en mi día a día. La verdad que estoy muy feliz por ello y espero que sean muchos años más 😉
Gracias por estar a mi lado todos estos años, sois una parte muy importante de todo esto y os estoy eternamente agradecida. ¡Gracias!
Origen del Runebergin Torttu o Pastel de Runeberg.
El pastel de Runeberg, Runebergintorttu en finlandés o Runebergstårta en sueco es un pastel tradicional de la gastronomía finlandesa y que debe su nombre al famoso poeta finlandés Johan Ludvig Runeberg (5 de febrero 1804 – 6 de mayo 1877). Fue uno de los poetas más importantes de toda Escandinavia.
Por lo visto, estos pasteles, fueron inventados por su mujer Fredrika Runeberg. Escritora y una de las pioneras de la novela histórica finlandesa.
Runeberg, su mujer y 8 hijos, vivían en Porvoo, una pequeña y preciosa población costera situada a 50 km de Helsinki. Se dice que la familia Runeberg solían tener una economía muy ajustada, pero Fredrika sabía apañárselas muy bien para arreglárselas en casa y satisfacer el goloso paladar de su marido, además de sobrellevar sus períodos de mal humor.
Elaboró un pastel con lo que tenía en casa. Utilizó harina, pan rallado del día anterior humedecido con ponche (Punsch), galletas majadas, almendras y lo decoró con una mermelada de frambuesas procedentes de su jardín. Desde aquel momento, este pastel, se convirtió en el desayuno preferido y diario del poeta.
Cada 5 de febrero Finlandia celebra este día, nacimiento del poeta, consumiendo este pastel. La receta se encuentra en el libro de recetas de Fredrika Runeberg de la década de 1850, pero probablemente está adaptada de una receta creada por el panadero de Porvoo Lars Astenius en la década de 1840.
Johan Ludvig Runeberg.
En el año 1846 Runeberg compuso un poema que describía la Guerra de Finlandia, en la que Suecia perdió lo que hoy es Finlandia en favor del Imperio Ruso. Su mayor éxito es el poema “Fänrik Stål” (Vänrikki Stoolin tarinat, en finlandés), traducido al castellano como “Los relatos del Alférez Ståhl”. Este poema ayudo a moldear la identidad finlandesa.
El objetivo de Runeberg era agitar el espíritu patriótico finlandés. Por ello es considerado el Primer Gran Finlandés y se convirtió en nuestro “poeta nacional”.
El primer capitulo de Fänrik Stål es la letra del himno nacional de Finlandia, “Maamme” (Nuestra tierra). Una canción que se hizo muy popular hasta convertirse en el himno de Finlandia. Según la leyenda, Fredrik Pacius, amigo de Runeberg, compuso la música para el poema en quince minutos.
Todas las obras de Runeberg expresan el espíritu patriótico de sus paisanos. Su poesía suele compararse con la de los grandes autores románticos europeos.
Elaborando la receta.
La receta es sencillamente espectacular, además de ser muy fácil de llevar a cabo. En mi caso he seguido la receta de Desserts for Breakfast cambiando alguna cosilla, pero muy poco.
De todas las recetas que he mirado, siempre se suele utilizar migas de galletas de jengibre o pan de jengibre. Es probable que no lo tengáis en casa… en ese caso podéis hacerlas siguiendo esta receta, comprarlas hechas o bien utilizando pan rallado tal y como hizo la autora de la receta. En tal caso si os recomendaría añadir un poco de jengibre en polvo a la masa para aportar ese aroma y sabor tan peculiar.
El formato original es un cilindro de 6-7 cm de diámetro (aproximadamente), pero por supuesto siempre podremos adaptarlo a los moldes que tengamos en casa. En mi caso hice más cantidad de masa de la que podía hornear en la bandeja. Por lo que utilicé unos moldes de brioches de 10 cm de diámetro y 2 moldes rectangulares de 8 x 15 x 5 cm.
Ingredientes 17 unidades
Receta adaptada de Desserts for Breakfast
PARA EL BIZCOCHO:
- 280 g de harina de fuerza W=200 (podemos utilizar una harina panadera)
- 90 g de galletas de jengibre majadas o pulverizadas
- 60 g de almendras molidas
- 3 huevos L
- 125 g de leche entera
- 200 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 80 g de azúcar
- 130 g de azúcar mascabado oscuro
- 2 cucharadas de melaza
- 110 g de zumo de naranja recién exprimido
- ralladura de una naranja
- 15 vainas de cardamomo majadas
- 1 cucharadita de extracto de almendras dulce natural
- 2 cucharaditas de levadura química o impulsor
- 1 cucharadita de sal
PARA EL SIROPE:
- 115 g de agua
- 115 g de azúcar
- 2 cucharadas de ron
PARA LA GLASA:
- 75 g de azúcar glas
- 12 g de leche
- unas gotas de extracto de almendras dulce natural
PARA DECORAR:
- mermelada de frambuesa
Elaboración
Preparamos el almíbar.
- Añadimos el agua y el azúcar en un cazo. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
- Una vez que rompa a hervir, apagamos el fuego y dejamos que enfríe por completo.
- Introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo, añadimos ron al gusto, cerramos y agitamos para mezclar bien.
- Reservamos a temperatura ambiente.
Preparamos el bizcocho.
- Engrasamos una bandeja de muffins (en mi caso utilicé la que veis en la imagen de Ikea, pero he encontrado este por Amazon que es de altura y formato similar) con mantequilla, espolvoreamos con harina y volteamos para retirar el exceso. Además utilicé 3 moldes de brioche y dos moldes rectangulares de 8 x 15 x 5 cm.
- Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Tamizamos la harina en un bol y añadimos la almendra molida junto con la levadura química, las galletas de jengibre trituradas, la ralladura de naranja, el cardamomo majado (vainas retiradas) y la sal. Mezclamos con ayuda de una espátula y reservamos.
- En otro bol mezclamos la leche junto con el zumo de naranja, el extracto de almendra y la melaza. Mezclamos muy bien con unas varillas y reservamos.
- En el bol de la KitchenAid añadimos la mantequilla junto con los dos tipos de azúcar.
- Mezclamos a velocidad media con la pala hasta que adquiera una textura cremosa y aireada. En mi caso la dejé durante 10 minutos. La textura nos recordará mucho a un SMBC.
- Comenzamos a integrar los huevos de 1 en 1 y mezclando a la vez a velocidad 1. No añadiremos el siguiente hasta que se haya integrado por completo en la mezcla.
- Una vez que tengamos los huevos integrados, comenzamos a añadir los ingredientes secos y los líquidos a la vez que mezclamos. Añadimos una pequeña cantidad de ingredientes secos, una vez que se hayan integrado, añadimos un poco de ingredientes líquidos.
- Repetimos este proceso hasta haber añadido la totalidad de los dos ingredientes. Recordad no sobre-batir la mezcla, tan solo mezclar hasta que se hayan integrado. De lo contrario el resultado será mucho más compacto y no tan esponjoso.
- Repartimos la mezcla en los moldes llenando solo 3/4 partes de estos. Alisamos la superficie con ayuda de una cuchara e introducimos en el horno.
- Para el molde de muffins, hornearemos en una primera tanda durante 20-22 minutos. Para el resto de moldes, los horneamos en una segunda tanda durante 25 minutos.
- Antes de sacar los moldes del horno, pinchad con un palillo los bizcochos. Este debe salir seco y sin restos adheridos.
- Sacamos del horno, dejamos reposar durante 2 minutos en el molde y desmoldamos sobre una rejilla.
Empapamos con el almíbar.
- Bajo la rejilla, colocad una bandeja o fuente para recoger el excedente de almíbar.
- Con ayuda de un biberón, empapamos los bizcochos con el almíbar mientras aún están calientes.
- Sed generosos.
- Dejamos enfriar completamente sobre las rejillas.
Preparamos la glasa.
- En un bol mezclamos el azúcar glas junto con la leche y el extracto de almendras.
- En mi caso esta es la consistencia que me gusta para decorar los pasteles, pero ajustarlo a vuestro gusto.
- Introducimos la glasa en una manga pastelera para evitar que se reseque.
Decoramos los pasteles.
- Introducimos la mermelada de frambuesa en una manga pastelera. Reservamos.
- Cortamos la punta de la manga con la glasa, no hagáis un corte muy grande, y escudillamos un cordón alrededor del borde de cada pastel. En mi caso escudillé dos veces los cordones para darle mayor grosor.
- Cortamos la punta de la manga con la mermelada, en este caso podemos hacer un corte algo mayor, y rellenamos el interior de cada círculo de glasa.
- Los pasteles rectangulares podéis decorarlos como más os gusten.
- Servimos.
Notas
- La harina que he utilizado tiene un poco más de fuerza que una harina panadera. En este caso no he utilizado harina floja de repostería, seguí los pasos de la receta que os enlazo arriba.
- Es importante obtener una mezcla muy cremosa y aireada batiendo la mantequilla con el azúcar.
- Si no tenéis pan o galletas de jengibre, podéis utilizar pan rallado con un poco de jengibre en polvo.
- El almíbar de este pastel se elabora con ron, pero podéis omitir el alcohol si lo deseáis.
- Para decorarlo siempre se utiliza glasa y mermelada de frambuesa. En caso de que no os guste o no podáis consumirla, sustituirla por la mermelada que prefiráis.
- Podéis conservarlos refrigerada durante 10 días o bien en una campana de cristal durante 4-5 días.
Runebergin torttu o pastel de Runeberg, ha sido para mí un nuevo descubrimiento de la gastronomía de los países Escandinavos. Si ya adoraba su cultura, países, gastronomía, gente... ¡Ahora lo hago un poco más!
Me encantan los aromas de sus dulces gracias a las especias que utilizan. Su pastelería suele ser (ojo, no siempre) bastante sencilla, pero posee un encanto que pocas otras tienen. A mí me enamora... mucho.
De hecho no veo el día de poder volver y estar allí disfrutando de sus maravillosos paisajes, su gente tan encantadora y amable (cuando estuve allí todo el mundo fue increíble con nosotros) y su gastronomía. Me gusta, me gusta todo. Y espero tener la suerte de volver pronto.
Hasta entonces, no dejaré de preparar sus maravillas en casa.
¡Os deseo un maravilloso comienzo de semana!
Un abrazo,
Eva
Fuentes:Finland.fi, El blog de Finlandia, Visit Porvoo
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