Pastel de higos asados, miel y requesón a la canela
Siempre me han gustado los sabores clásicos, aquellos que al saborearlos nos recuerdan a nuestra infancia y casi podemos disfrutar de ellos como si lo hiciésemos por primera vez.
Recuerdo cuando era pequeña la cantidad de veces que mi madre nos daba requesón con miel para merendar, ese sabor sencillo, dulce y que nos trae la sensación de estar en casa.
Es el mismo sentimiento que me invade cuando tomo queso con higos, son sabores que siempre relaciono con el campo, la familia y las tardes soleadas.
Por lo que me decidí a reunir estos sabores en un pastel y de este modo poder disfrutar de estos maravillosos aromas a la vez que revivimos fantásticos recuerdos.
La base es un masa sablée solo que en esta ocasión le he dado un toque de canela, es una base ideal para este tipo de tartas. El relleno es una crema pastelera con un ligero aroma a canela acompañada de un poco de requesón, higos asados, miel y pistachos…sencillamente magnífico!
Elegí pistachos para dar un ligero toque salado además de una nota de color, pero podéis sustituirlo por nueces si queréis o incluso cualquier otro fruto seco que consideréis oportuno.
Los higos nos aportan muchos nutrientes beneficiosos para nuestro organismo, por lo que convierten el pastel en un postre muy saludable ya que son ricos en “cradina”, un fermento digestivo, además de un alto contenido en fibra.
También son ricos en ácidos orgánicos, sales e hidratos de carbono, por lo que no solo disfrutamos al saborearlo si no que además nos aporta energía que proviene de azúcares no refinados.
Un pastel perfecto para un desayuno o merienda que además de disfrutarlo nos ayudará a comenzar o terminar el día repletos de vitalidad!
Esperamos que os animés con ella ahora que aún estamos en temporada de higos y si vuestra infancia estuvo acompañada de elementos como el que os dejo hoy, que también reviváis bonitos recuerdos!
Saludos,
Mrs Hudson.
INGREDIENTES PARA UN MOLDE RECTANGULAR DE 12×36 CM:
PARA LA MASA SABLÉE CON AROMA DE CANELA:
Para esta receta he utilizado 300 gr de masa ya elaborada. Siempre que la hago realizo más cantidad ya que se puede congelar y tendría la base preparada para otra futura elaboración. Tendríamos para realizar 2 pasteles.
- 300 g de harina de repostería
- 150 g de mantequilla
- 70 g de azúcar moreno
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharadita de canela (1 Tsp)
- una pizca de sal
- 1 y 1/2 cucharada de agua helada (1 y 1/2 Tbsp)
- 1 clara de huevo para pintar
PARA LA CREMA PASTELERA DE CANELA:
- 250 ml de leche
- 1 cucharadita de pasta de vainilla o una vaina abierta en sentido longitudinal (1 Tsp)
- 2 yemas de huevo
- 60 g de azúcar
- 1 y 1/2 cucharadas de harina (1 y 1/2 Tbsp)
- 1 y 1/2 cucharadas de maicena (1 y 1/2 Tbsp)
- 1/2 cucharadita de canela (1/2 Tsp)
PARA LOS HIGOS ASADOS:
- 10 higos cortados en cuartos
- miel
PARA DECORAR:
- 70-100 g de requesón
- miel
- pistachos
- azúcar glas
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando la masa sablée con aroma a canela.
Como os he comentado un poco más arriba, siempre hago mayor cantidad de masa sablée, ya que en muchas ocasiones me salva a la hora de realizar recetas de último momento. Se puede congelar envuelto en film y tarda muy poco tiempo en descongelarse.
Rallamos la mantequilla para poder trabajarla mejor. Una vez lista, añadimos la harina y trabajamos con la yema de los dedos hasta conseguir una textura arenosa.
Añadimos el azúcar moreno, la canela, la sal y las yemas de huevo, unificamos los ingredientes hasta obtener una masa arenosa. Añadimos el agua helada y volvemos a trabajar hasta que esta se absorba. Debemos obtener una masa ligeramente compacta, nos queda algo quebradiza.
Si observamos que la masa queda demasiado quebradiza, le añadiremos un poco más de agua para que nos quede más maleable.
Hacemos un disco, forramos con film e introducimos en el frigorífico durante 1 hora.
Transcurrido este tiempo procedemos a preparar la masa y hornearla.
Precalentamos el horno a 175º C con ambas placas.
Espolvoreamos ligeramente una superficie de trabajo con harina y con ayuda de un rodillo estiramos la masa. Debemos dejarla fina.
Pasamos la plancha al molde y presionamos con la yema de los dedos para ajustarla a este, de momento no debemos preocuparnos por los bordes, simplemente la ajustamos.
Una vez tengamos la masa colocada, pasaremos el rodillo por la superficie del molde. De este modo retiramos el excedente de masa y la superficie de los bordes queda completamente lisa.
Cubrimos con papel de hornear y disponemos encima pesos o legumbres (de este modo evitaremos que la masa se hinche). Introducimos en el horno durante 20 minutos.
Transcurrido este tiempo sacamos, retiramos las legumbres y el papel, pintamos con clara de huevo y volvemos a introducir en el horno durante 15 minutos más.
La clara de huevo nos ayudará a formar una capa que evite que la masa absorba la humedad y se reblandezca en exceso. La masa tomará un ligero color dorado.
Una vez terminado el tiempo de cocción, sacamos y dejamos enfriar completamente dentro del molde.
Preparamos la crema pastelera a la canela.
La elaboración de la crema pastelera podéis verla aquí, lo único que debéis añadir es la canela en el mismo momento en el que incorporáis el azúcar, la maicena y la harina a las yemas.
Para esta crema he utilizado pasta de vainilla en lugar de extractos o una vainilla.
Una vez lista dejamos enfriar completamente.
Preparamos los higos asados.
Precalentamos el horno a 175º C con ambas placas. forramos una bandeja con papel de horno y reservamos.
Lavamos y secamos los higos. Cortamos cada uno de ellos en cuartos y colocamos en la bandeja que teníamos reservada.
Rociamos generosamente con miel e introducimos en el horno durante 6-8 minutos.
No debemos pasarnos de tiempo de cocción ya que de lo contrario quedarían extremadamente blandos.
Sacamos y dejamos enfriar completamente antes de montar el pastel.
Comenzamos a montar.
Montaremos la tarta justo en el momento que la vayamos a servir.
Rellenamos la base de masa sablée que teníamos reservada con la crema pastelera, nos ayudamos de una espátula para repartirla uniformemente.
Un rato antes de montar el pastel debemos poner a escurrir el requesón ya que este contiene demasiada agua y nos quedaría la superficie con una ligera capa de suero. Colocamos el requesón en un colador y dejamos escurrir unos minutos antes de utilizarlo.
Disponemos el requesón sobre la superficie y colocamos los higos.
Espolvoreamos con los pistachos troceados y rociamos con miel.
Finalmente espolvoreamos con un poco de azúcar glass y ya la tendremos lista.
Un pastel con un aire rústico y sabores que nos remontan tiempo atrás, perfecta para disfrutarla en cualquier momento del día. Esperamos que os guste.
Buen provecho!!
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