Pan Grian con masa madre

Pan Grian con masa madre

Eva 6 marzo, 2021
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No os lo vais a creer, pero tenía en mente hacer este pan desde 2014, parece mentira que hayan tenido que pasar casi 7 años para hacerlo. Pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no? El caso es que llevo toda la semana haciendo pan y, por alguna razón, me acordé de este pan que es una creación de Josep Pascual. El caso es que dije, ¡basta ya de procrastinar!, y decidí hacerlo (debería hacerlo con muchas cosas más… Pero por algo se empieza). De modo que aquí os dejo mi Pan Grian.

Originariamente, su autor, lo denomina pan sol. En mi caso quería adaptar el nombre a lo que me transmitía al verlo, tal y cómo me ha pasado con muchos otros panes que he creado y os he dejado en el blog; Pan Hveiti, Flechtkottbröt, Pan Shibari… Muchas veces, cuando llevo a cabo un pan o una elaboración, siento que debo darle un nombre que cuente algo sobre él.

Considero que todos los seres vivos y todas las cosas, tienen algo que contar o transmitir. Creo que es algo importante, casi al mismo nivel de lo que estamos creando y mostrando. De modo que me puse a buscar información para poder darle un nombre adecuado.

Pan Grian con masa madre
El origen de su nombre: Pan Grian.

Es cierto que este pan tiene una gran similitud con la forma del sol. También podría ser una estrella, una flor o incluso un pulpo. Porqué no. Pero la idea original me gustaba bastante.

El aspecto exterior me transporta a la civilización celta. El color, la forma, las curvas que dibujan las líneas, sus texturas, los dibujos… Me traslada directamente a esa cultura y etapa de la historia que, en sus primeras fases, pertenece a la Edad de Bronce, pero que en su segunda mitad ya pertenece a la Edad de Hierro.

Una élite que surge de los intercambios comerciales entre el norte y el mundo mediterráneo, que recibe influencias culturales que dan lugar hacia el siglo VIII a.C. a una sociedad de príncipes que son enterrados en grandes tumbas monumentales en los que se encontraron objetos de una calidad artística excepcional.

En el siglo IV a.C. se provocan migraciones que exportan su cultura por toda Europa y conforman la Céltica clásica, llega desde Galacia en Turquía a los celtas de Iberia, además de llegar a las Islas Británicas.

Algo era considerado celta si era Lateniense (cultura de La Tène), sin embargo culturas como la celtíbera no presentan rasgos latenienses en la misma medida que los galos, por ejemplo.

En la actualidad se considera que la Céltica antigua no sólo tenía un área principal y varias derivadas sino que cada una de ellas, surgiendo de un origen común, presenta características distintas;  la hispana, la insular, la centroeuropea, la de la Península Itálica y la de los Gálatas de Anatolia.

El celtismo relacionaba druida con celta, ese vínculo es cierto, pero no único.

Esta palabra nos hace ver a los druidas como magos, brujos o hechiceros en nuestras mentes (influenciados por las aventuras de Asterix y Obelis, seguramente). Trabajando siempre en pócimas y brebajes curativos o poderosos. Pero en realidad eran filósofos y teólogos que, gracias a su exigente educación, adquirieron un gran prestigio en la antigua Galia.

Los druidas dominan el arte adivinatorio así como todas las ciencias. Los reyes no pueden tomar decisiones sin su consentimiento.

“Se les considera como los hombres más justos. A menudo reflexionan acerca de los astros y su movimiento, del tamaño del mundo y de la Tierra, del poder de los dioses inmortales y sus aptitudes; transmiten a la juventud todo este saber.

Con estas palabras de admiración se refería a los druidas galos uno de los mayores sabios de la Antigüedad, el filósofo Posidonio de Apamea.

Puede haber celtas y no haber druidas. Solo existe constancia de ellos en Britania y en la Galia. Posteriormente la literatura celta irlandesa nos los hace ver en la isla, por lo que entendemos que puede ser un proceso insular que se extendió a la Galia.

Pan Grian con masa madre
Uno de los cambios más importantes del viejo paradigma, y en el que se sustenta la nueva concepción de la Céltica, su lengua.

Se suponía que la lengua y la cultura viajaron con los celtas a medida que se expandían desde su hogar ancestral centroeuropeo, y no fue del todo así.

John T. Koch defiende la idea de que las lenguas celtas se originaron como una rama de las lenguas indoeuropeas no en Europa del Este, desde donde irradiaban hacia el oeste, sino que surgieron en Iberia (la moderna España y Portugal) entre los celtíberos y pueblos vecinos como una combinación de lenguas paleo hispánicas proto indoeuropeas y nativas no indoeuropeas (relacionadas con el vascuence), con cierta influencia fenicia.

Desde allí, se extendieron hacia el este que, posteriormente, fue la Galia (la moderna Francia, Alemania y sus alrededores), donde las primeras formas de las lenguas itálicas y germánicas ya se habrían desarrollado independientemente de las proto indoeuropeas.

Y estaréis pensando… ¿A qué viene todo este rollo?

Pues lleváis razón. Pero quiero haceros llegar al corazón el motivo que me ha hecho darle este nombre, pan Grian, y no podía hacerlo de otro modo que introduciéndoos un poco en su historia.

“Grian” significa “Sol” en gaélico escocés.

Una lengua indoeuropea de la rama celta, miembro de las lenguas goidélicas o gaélicas, que llegó a Escocia alrededor del siglo V cuando los escotos de etnia celta y provenientes del norte de Irlanda se asentaron en la costa occidental. Estos llevaron una variedad del irlandés antiguo que sustituyó a la antigua lengua de los pictos hablada en la zona hasta aquel momento. De ahí su similitud con el gaélico hablado en Irlanda y la Isla de Man.

Su cultura, sus costumbres, su “magia”… Se esculpen y toman forma en  la apariencia de este pan grian. De ahí que os haga llegar un poco sobre ellos para que podáis entender, de manera más cercana y exacta, la razón por la que he elegido esta palabra y esta civilización.

INGREDIENTES% PANADEROMASA MADRERESTOTOTAL
Harina Multicereali9,55 % 57,5 g 57,5 g
Harina de fuerza73,85 %445 g 445 g
Harina de centeno16,6%100 g100 g
Agua67,6 %57,5 g350 g407,5 g
 Sal1,8%11 g11 g

Receta pan Grian

MASA MADRE:

  • 115 g de masa madre hidratada al 100% y refrescada con harina de fuerza W=290

Aquí tenéis un paso a paso de como elaborar Masa Madre o, si preferís elaborarlo con agua de fruta fermentada, podéis seguir este paso a paso.

PARA LA MASA:

  • 445 g de harina de trigo fuerza, W=200
  • 100 g de centeno integral
  • 115 g de masa madre hidratada al 100%
  • 350 g de agua
  • 11 g de sal

PARA DECORAR:

  • sésamo negro
  • harina

MATERIAL QUE NECESITAREMOS:

Elaboración

PRIMER DÍA

Preparamos la masa del pan Grian.
  1. En un bol grande añadimos las harinas junto con el agua, mezclamos con las manos (en mi caso con la KitchenAid durante 4 minutos) hasta obtener una masa homogénea. Cubrimos con un gorro de ducha y hacemos autolisis durante 60 minutos.
  2. Añadimos la masa madre y amasamos con el gancho a velocidad 1 durante 5 minutos. En caso de hacerlo con las manos, amasaremos y plegaremos hasta integrar por completo la masa madre en la masa.
  3. Cubrimos el bol y dejamos reposar durante 15 minutos.
  4. Incorporamos la sal. Plegamos con suavidad para distribuirla e integrarla en la masa.
  5. Pasamos a una superficie de trabajo limpia, sin nada de harina, y terminamos de amasar a mano en caso de que hayamos hecho la primera parte en amasadora.
  6. Combinaremos amasado con reposos. Amasamos 5 minutos y dejamos reposar 10 minutos. En total haremos 3 amasados.
  7. Para comprobar el estado de la malla de gluten, debemos hacerlo siempre tras un reposo.
  8. Una vez que la masa tenga un buen desarrollo del gluten, procedemos a realizar la fermentación en bloque.
Hacemos la primera fermentación.
  1. Preparamos un recipiente hermético amplio o un bol grande, engrasamos con aceite ligeramente e introducimos la masa en su interior. Tapamos.
  2. Dejaremos una fermentación en bloque de 4 horas a una temperatura controlada, en mi caso, de 26,5ºC. Dejamos reposar hasta que crezca 1/3 de su volumen.
  3. En este punto, refrigeramos durante 12-13 horas a 4ºC.

SEGUNDO DÍA

Atemperamos la masa y formamos el pan.
  1. Dependiendo de la temperatura exterior, atemperamos la masa 1-2 horas antes de formarlo. En caso de que la masa no hubiera duplicado, dejamos hasta que lo haga.
  2. Cortamos una porción de masa de 100 g, será la pieza central.
  3. Pesamos el resto de masa y dividimos en 10 piezas iguales, en mi caso de 87 g/pieza.
  4. Espolvoreamos ligeramente con harina una superficie de trabajo y comenzamos a formar las piezas. Tendrán un formato alargado, de modo que procedemos a formarlas del mismo modo que haríamos una barra.
  5. Una vez que tengamos todas las piezas formadas, cubrimos la pieza central con las semillas.
  6. Pulverizamos con agua y cubrimos con el sésamo negro.
  7. Colocamos papel de horno sobre una bandeja y disponemos la pieza central (la de las semillas) en el centro.
  8. Colocamos el resto de piezas alrededor de la pieza central del mismo modo que si fueran rayos de sol.
  9. Retiramos momentáneamente la pieza central y unimos los extremos de las piezas alargadas. Presionaremos suavemente.
  10. Pulverizamos el centro con agua y volvemos a disponer la pieza con semillas en el centro.
  11. Giramos todas las piezas alargadas de modo que se dispongan una al lado de la otra, esta parte la veremos mejor en el vídeo.
  12. Cubrimos con film y dejamos que haga la segunda fermentación, en mi caso 3 horas a 26ºC. Debe crecer un 30-35% con respecto a su volumen inicial.
    Pan Grian con masa madre
Horneamos el pan Grian.
  1. Precalentamos el horno a 215ºC* con calor arriba y abajo. Colocamos la bandeja, piedra o chapón de acero en la parte más baja del horno y un recipiente/bandeja con piedras volcánicas que colocaremos dentro desde que encendemos el horno, de este modo ellas también tomarán temperatura. Podemos colocarlas bajo la placa que horneamos o bien justo en un lateral de esta, dejando espacio para el pan. Lo ideal es precalentar  de 20 a 30 minutos antes. En el caso de que uséis piedra os recomiendo estar cerca de la hora de precalentado.
  2. Cinco minutos antes de introducir el pan en el horno calentamos agua (algo más de la mitad de una taza), podemos hacerlo en el microondas.
  3. Espolvoreamos con harina todo el pan a excepción de la pieza central. Con ayuda de una plantilla, decoramos la pieza de semillas (este último paso es opcional).
  4. Realizamos cortes en las piezas alargadas.
  5. Introducimos el pan en el horno ayudándonos con una tabla/bandeja (deslizando el pan sobre el chapón) y vertemos el agua hirviendo sobre el recipiente con piedras, cerramos la puerta. Debemos procurar hacerlo con la mayor brevedad posible para no perder la temperatura interior del horno.
  6. Reducimos la temperatura a 215ºC y dejamos 20 minutos con calor solo abajo, apagamos la placa superior*. Apagando el calor de arriba favorecemos la expansión del pan y evitamos que la corteza selle antes de tiempo. Obtendremos un pan con gran volumen.
  7. Después de estos 20 primeros minutos, abrimos la puerta ligeramente para liberar todo el vapor del interior con mucho cuidado de no quemaros, sacamos la bandeja/recipiente con piedras y cerramos de nuevo la puerta.
Terminamos la cocción.
  1. Bajamos la temperatura a 210ºC y encendemos la placa superior. Dejamos 10 minutos. Reducimos el calor a 200ºC y dejamos 10 minutos más.
  2. Finalmente encendemos el aire a 190ºC y terminamos con 10 minutos. De este modo favoreceremos el secado del pan y mejoraremos la corteza. En total el tiempo de horneado son 50 minutos.
  3. Una vez que terminemos la cocción, apagamos el horno y dejamos unos minutos dentro del horno con la puerta entreabierta para ayudar a formar la corteza, 15 minutos aprox.
  4. Sacamos la hogaza de pan del horno y dejamos enfriar completamente en un rejilla antes de abrirlo.

CONSERVACIÓN:

  • Este tipo de pan aguanta perfectamente tierno entre 1-2 días. Al ser muy fino, aguanta menos tiempo tierno y esponjoso.
    Pan Grian con masa madre

Notas para elaborar el Pan Grian

  • La hidratación final del pan, también dependerá del tipo de harina que utilicéis. Si posee mayor o menor fuerza/proteínas, esta puede variar unos gramos hacia arriba o abajo.
  • Usad siempre una harina de condiciones similares o iguales a la receta que vais a seguir para lograr los mismos resultados. O lo más parecido posible.
  • Las harinas se pueden adaptar y modificar, tan solo debemos tener presente con lo que estamos trabajando y ajustarlo acorde a sus necesidades.
  • El centeno es un tipo de cereal que nos deja masas muy pegajosas, además de dificultar el desarrollo del gluten. Tenedlo presente.
  • En caso de querer omitir el centeno, deberéis reducir de manera considerable la hidratación puesto que este cereal posee mayor capacidad de absorción que otras harinas.
    Pan Grian con masa madre
  • Respetad los tiempos de reposo, fermentación y cuidad mucho el proceso de manipulado.
  • Este pan debemos llevarlo a una fermentación casi extrema puesto que la pieza central no lo vamos a greñar, pero no queremos que se nos agriete durante la cocción. Es por esa razón que debemos controlar mucho la fermentación final.
  • Si vuestro horno no permite apagar la placa superior, lo ideal es que durante los primeros 15 minutos apaguéis el horno por completo y no abráis la puerta durante ese tiempo. Transcurridos esos minutos, sacamos el recipiente del vapor. Encendemos el horno y continuamos horneando con las pautas que os doy a partir del minuto quince.
  • El sésamo negro puedo sustituirse por semillas de amapola o cualquier otra variedad de semillas que sea de vuestro gusto.
    Pan Grian con masa madre

Si os gusta hacer pan e ir un poco más allá en cuanto a formados, no dudéis en hacer esta Pan Grian.

El resultado, dadas las harinas utilizadas y su hidratación, no será una miga súper alveolada. Pero que esto no os engañe. No obtener un pan de grandes alveolos, no está unido a que nuestro pan sea denso y difícil de masticar o comer. su miga es increíblemente tierna y esponjosa, por no hablar de su aroma y sabor.

El centeno es un cereal que, a pesar de dificultar un poco el proceso de panificación (en cuanto a amasado y manipulado) nos regala panes de increíble aroma y sabor, con una coloración en la miga impresionante. Mi consejo es que os animéis a probarlo y me contéis qué tal os ha ido.

¡Os deseo un maravilloso fin de semana!

Un abrazo,
Eva

Fuentes:Céltica, Historia National Geographic

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