Macarons de mascarpone y membrillo
Y es que no hay combinación que se le resista a los macarons. Llevo varios días probando diferentes sabores, texturas…y es que le queda todo bien!!
Es un dulce “muy agradecido”, a nada que le dediques un poco de tiempo, cariño y paciencia, sales de la cocina enormemente satisfecha. Esta vez poco más tengo que deciros solo que…los probéis, animaros con ellos si es que aún no lo habéis hecho ya que merece la pena.
Que tengáis un feliz lunes!
Saludos,
Mr & Mrs Hudson.
En esta ocasión decidí probar con una receta con sabor a otoño combinando dos ingredientes que por si solos están riquísimos, el queso con membrillo, y he de decir que el resultado era como me esperaba…inmejorable.
Cuento con la suerte de poder disfrutar de membrillos frescos cada año, gracias a la “gran maestra” que me inspiro y enseño esta gran pasión por el mundo de la cocina, especialmente la repostería, mi madre. Cada año sobre el mes de Noviembre, recogemos membrillos de su Membrillero, ese maravilloso árbol que nos abastece para todo el año, y ella siempre prepara una maravillosa carne de membrillo. Podemos disfrutar de ella durante todo el año, y este año cuando llegue la época os traeré esta riquísima receta para que podáis hacerla en casa, ya que no tiene nada que ver con el que podemos comprar en un supermercado. Los membrillos frescos son fáciles de conseguir en un mercado de los de toda la vida.
Estos días, el Sr Hudson y yo, hemos estado haciendo pruebas para conseguir una concha con la superficie lisa, sin grumos, y podemos decir que esa parte está superada. ¿Con qué problemas nos hemos encontrado? El “pie”. Nunca había tenido problemas en este sentido, siempre se me había formado correctamente y quitando las primeras veces que empecé a trastear con esta receta, nunca había sido un problema.
Pues bien llegamos a la excepción que confirma la regla, ese día llegó. Evidentemente si me había pasado en esta ocasión, era más que probable que volviera a ocurrir, por lo que hice pruebas de temperatura, tiempo de espera de secado, incluso varias pruebas de batido a la hora de incorporar la mezcla almendra/azúcar glass. También dimos con la solución.
Así que me encuentro haciendo un tutorial o paso a paso, para que podáis tener respuestas ante los problemas que pudieran surgir a la hora de elaborar vuestros macarons.
Prometo tenerlo muy pronto para que ponernos manos a la obra con ellos ya no nos cause auténtico terror y pensar que estamos perdiendo tiempo e ingredientes intentando hacerlos.
La receta de hoy no llega a tener la superficie totalmente lisa como los últimos que hemos elaborado, pero la concha por dentro y el pie podemos decir que están aprobados
De momento os dejo con esta receta y su delicioso sabor.
Los macarons los elaboramos como hemos hecho anteriormente, os dejo la receta aquí, aunque proximamente os dejaré una receta más detallada y que aseguro que no falla. La variante en esta ocasión es el colorante en pasta, le damos un ligero tono con amarillo. yo he utilizado el color yema de huevo y le he añadido unas gotitas de aroma de limón.
Ingredientes para elaborar la crema de mascarpone:
- Membrillo, a ser posible casero
- 100 gr mascarpone
- 1 cucharada de crème fraîche
- 3 cucharadas de azúcar granulado
- unas gotas de vainilla
Elaboración:
En un bol incorporamos el queso mascarpone junto con el azúcar y la vainilla, mezclamos hasta homogeneizar todos los ingredientes y obtener una textura suave. Añadimos la nata y volvemos a batir hasta mezclar todos los ingredientes.
Procedemos a rellenar nuestros macarons.
Disponemos sobre una concha una pequeña cantidad de relleno de mascarpone y un trozo fino de membrillo, cubrimos con otra concha. Repetimos la operación con todos los macarons.
Aquí os dejo otra maravillosa combinación para elaborar vuestros macarons, deseo que os guste!!
Recordad los consejos para su mantenimiento:
Lo ideal para que madure su sabor es una vez terminados introducirlos en la nevera durante 36 horas, después podéis guardarlos en una cajita hermética.
Si queréis que duren más tiempo podéis mantenerlos en la nevera hasta un par de semanas. Eso si, no olvidéis sacarlos 2 horas antes de servirlos, aunque en verano debido al calor con 1 hora será más que suficiente.
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