La cesta de Caperucita Roja: Galletas de almendra con limón o moras

La cesta de Caperucita Roja: Galletas de almendra con limón o moras

Eva 18 abril, 2013

CAPÍTULO   4 

Seguimos compartiendo dulces secretos guardados durante años. En esta ocasión el toca el turno a un clásico entre los clásicos, galletas de almendra con aromas cítricos.

Un dulce que lleva el origen de su aparición a la época romana, pero en aquel momento no encontrábamos tanta variedad como podemos disfrutar hoy en día, tanto en formas como ingredientes. Ellos hacían unas obleas finas, planas, duras y “doblemente cocidas”.
Apareció en Roma alrededor del S. III a.C.  como si se tratase de un bizcocho muy fino, “bis coctum” en latín, literalmente “dos veces cocido”, haciendo alusión a su escasa humedad en comparación al pan o un bizcocho.
Para ablandarlas, los romanos, solían mojarlas en vino.

Esta misma característica, es la que daría lugar más adelante a la denominación onomatopéyica en inglés antiguo “craken”, haciendo referencia a su característico sonido crujiente.
Más adelante daría lugar a lo que hoy en día conocemos como “craker”.
A pesar de no satisfacer plenamente a los más golosos, tuvieron una gran aceptación debido a su fácil conservación en los hogares.

No se convirtió en un objetivo culinario hasta después de la Edad Media.

A partir de ese momento, surgieron ideas, creaciones, dando lugar a la inmensa variedad que hoy en día podemos degustar.
La galleta de almendra concretamente, es un tipo de pastel chino, uno de los dulces más comunes de Hong Kong, las cuales podemos encontrarlas rellenas o sin rellenar.
Como todas las creaciones del mundo de la repostería, estas cambian, se adaptan, se re-inventan…dando lugar a verdaderas maravillas como las que hoy podemos saborear.

De textura tierna, cítrica, con un cuerpo ligeramente desmigable a cada bocado y un sabor realmente excepcional.
Sencillas y perfectas para acompañar un delicioso té.

¿Queréis tomar asiento?

Las galletas de limón las vi y decidí realizarlas gracias a Liliach.

INGREDIENTES PARA 16-18 GALLETAS:

PARA LA MASA:

  • 150 g de mantequilla sin sal
  • 1 huevo L
  • 1 cucharada de ralladura de limón (1 Tbsp)
  • 200 g de almendras molidas 
  • 100 g de azúcar glas
  • 200 g de harina de trigo
  • 1 cucharada de zumo de limón 
  • 1 yema de huevo

PARA DECORAR:

  • 1 limón
  • mermelada de moras

ELABORACIÓN:

En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos la mantequilla junto con el huevo, mezclamos con ayuda de la mariposa a la velocidad más baja. Si lo hacemos a mano nos ayudaremos de unas varillas.

Quedará una textura como si se hubiera cortado.

Añadimos las almendras molidas, el azúcar glass, la harina y el zumo de limón, mezclamos todo hasta incorporar los ingredientes completamente.

Si estamos elaborandolo a mano, nos ayudaremos de una espátula o una cuchara de madera.

Incorporamos la ralladura de limón y volvemos a mezclar hasta homogeneizar la masa.

Sacamos del bol  presionamos la masa ligeramente con las manos.

Formaremos un cilindro alargado, cubriremos con film e introduciremos en el frigorífico durante 3 horas.

Una vez transcurrido ese tiempo, sacamos y comenzamos a preparar las galletas. Dividiremos el cilindro en 2 partes, una para las de limón y otras para las de moras.

Precalentamos el horno a 180º C con ambas placas. Preparamos 2 bandejas de horno y las forraremos con dos papeles de horno o una silpat y un papel, reservamos.

Comenzamos con las galletas de limón.

Cortamos el limón en rodajas lo más finas posibles, ya que de lo contrario cuando mordamos una, nos llevaremos la rodaja entera. Reservamos.

Cortaremos rodajas del grosor de un dedo más o menos, pensad que debe tener un diámetro suficiente como para que entre una rodaja de limón.

Daremos forma ligeramente, presionando si fuera necesario para ensanchar la galleta y colocamos sobre la bandeja de horno. Repetimos el proceso con el resto de masa reservada para este tipo.

Es una masa con la que debemos trabajar rápido ya que se ablanda muy facilmente con el calor de las manos. Debemos dejar algo de espacio entre ellas ya que durante el horneado ensanchan ligeramente.

Pintamos con yema de huevo la superficie de las galletas y colocamos una rodaja de limón.

Espolvoreamos con un poco de azúcar granulado e introducimos en el horno durante 15 minutos aproximadamente.

Aunque pensemos que al tomar el limón sin hervir previamente pueda aportar amargor, no es así, en mi caso no lo tuve claro hasta terminar de elaborarlas y probarlas. Solo percibiremos el sabor a limón natural.

Durante el horneado tomaran un ligero color dorado por los laterales.

Una vez listas, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Mientras se hornean podemos ir preparando las galletas de moras.

Cortamos rodajas del mismo grosor que las anteriores, pero esta vez daremos una forma ligeramente redondeada, presionaremos en el centro creando un hueco para poder rellenarlo posteriormente. Repetimos el proceso con el resto de la masa.

Estas galletas no las pintaremos con yema de huevo.

Rellenamos cada hueco con mermelada de moras.

Si ya hemos sacado las anteriores galletas, podemos introducir estas y hornear durante 15 minutos aproximadamente.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Unos de los dulces más clásicos y tradicionales que podemos preparar en casa para tomar a media tarde. Creo que no es necesario decir que mi querida abuela quedó fascinada…

Puede que no llamen especialmente la atención, porque es un dulce muy tradicional, pero su sabor es exquisitamente delicioso. Si lo probáis, vuestro sentido del gusto os lo agradecerá.

Para ver el inicio del cuento, podéis hacerlo aquí.

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