Knäckebröd con pesto de berros y ensalada

Seguro que recordáis los panes suecos crujientes Knäckebröd que os dejé hace unas semanas. Os comentaba que compartiría con vosotros una manera de presentarlos y/o disfrutarlos. Bien, pues hoy os dejo estas tostas de Knäckebröd con pesto de berros y ensalada. No os imagináis lo fácil, sencillo y rápido que es disfrutar de un picoteo o incluso cena con pocos ingredientes, pudiendo dejar todo preparado con antelación.

Esta variedad de pan aguanta en perfecto estado durante varios días si lo conservamos en una bolsa tipo zip. Podremos preservar su maravillosa textura crujiente y su increíble y aromático sabor. De hecho, si podéis, el día que os animéis a prepararlo haced bastante cantidad para poder disfrutarlo durante varias ocasiones.

Pesto de berros, eneldo y cacahuetes.

Si hay una salsa, aderezo o acompañamiento versátil que llene nuestros platos de sabor y color, ese es el pesto. En el blog tengo varios tipos, además del clásico y maravilloso pesto de albahaca, como “pesto de rúcula, albahaca y almendras“, “pesto de salvia y avellanas” y otro de “kale“. Y no me cabe duda de que seguiré probando con ingredientes nuevos porque hay una combinación infinita de elementos que darán lugar a pestos espectaculares.

Hoy os dejo una nueva versión elaborada con berros, eneldo y cacahuetes. Últimamente me he aficionado mucho al eneldo, tiene un sabor con mucha personalidad y una frescura especial. Es raro el día que no tengo esta hierba aromática en mi frigorífico. Al final, ha pasado a ser un elemento indispensable en mi nevera y el día que me faltan me siento rara. Es como si nos quedásemos sin sal o aceite en casa, algo similar.

Nasturtium officinale, agrón, berro o mastuerzo de agua.

Los berros, esa planta que no es bien recibida por todo el mundo debido a su particular sabor, es otro de mis brotes preferidos justo por esa razón. Su sabor ligeramente picante me fascina.

Se trata de una planta acuática perenne originaria de Europa y Asia central muy común en arroyos, torrentes de aguas claras y pantanos. Es considerado uno de los vegetales más antiguos consumido por el ser humano. Actualmente se encuentra muy extendido por todo el mundo y es muy habitual su uso, sobre todo en ensaladas.

Es considerada una hierba medicinal desde hace mucho tiempo. Alrededor del año 400 AC, Hipócrates, instaló el primer hospital en la Isla de Kos cerca de un riachuelo para asegurar que los pacientes pudieran consumir berros frescos. En el año 1700, Nicholas Culpeper (autor de El Herbolario Culpeper) creía que el berro podía depurar la sangre. Actualmente se han encontrado más de 15 vitaminas esenciales y minerales en esta planta. Una de ellas la vitamina K que limita el daño neuronal.

Posee Gluconasturtiin, un componente glucosinolato que le da el sabor pimentoso, existente en las hojas y los troncos. Proveen isotiocianato del Phenethyl, que se ha probado que inhibe carcinógenos.

El berro es una fuente natural de hierro, calcio, yodo, ácido fólico y ácidos grasos Omega-3, además de vitaminas A y C. Debido a su contenido relativamente significante en vitamina C, se sugirió su consumo por el cirujano militar inglés John Woodall (1570-1643) junto con otras plantas como un remedio natural para el escorbuto.

Montamos nuestras tosta.

Cuantos días andamos con el tiempo justo o llegamos a casa cansados y con pocas ganas de trastear en la cocina… Bien, pues si os dejáis todo preparado con antelación, disfrutar de un picoteo o cena sencilla os llevará poco menos de 5 minutos.

Tan solo tendremos que coger nuestro pan knäckebröd (o cualquiera de los que he sugerido abajo en el apartado NOTAS), untar una fina capa de crème fraîche, otra más generosa de pesto de berros y decorar a nuestro gusto. En mi caso pepino, cebolla morada, melocotón, garbanzos cocidos, berros, hierbas aromáticas y semillas de nigella. Fácil, rápido, saludable y absolutamente delicioso 😉