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Costrada de Alcalá

Todos los que hayáis estado en Alcalá de Henares alguna vez o seáis de allí, conoceréis la receta que hoy voy a compartir con vosotros. Pero, antes de nada, avisaros que es una receta para aquellos que son “muy dulceros”. Esta receta de ligera, tiene poco. Hoy veremos cómo hacer la famosa Costrada de Alcalá, un dulce clásico y tradicional que podríamos catalogar como “postres viejunos”. Los adoro, ya lo sabéis.

Esto no tendría que ser ningún inconveniente porque ¿Cuántos postres viejunos hay por el mundo que aún seguimos disfrutando como el primer día que se inventaron? Miles, cientos de miles. Por eso no debemos permitir que jamás caigan en el olvido. Y ya no me refiero a este, que seguro nunca caerá, pero sí a otros como por ejemplo el banana-split (dios mío, toneladas he comido de pequeña), el tradicional postre pijama… 😀

Origen de la Costrada de Alcalá.

La Costrada de Alcalá de Henares es uno de los dulces tradicionales y emblemáticos de esta ciudad junto con las Rosquillas de Alcalá y las Almendras garrapiñadas. Como podéis ver los de Alcalá viven muy bien.

De hecho, las tres elaboraciones están unidos a la historia de Alcalá a través de la famosa confitería Salinas que abrió sus puertas en el año 1846, en la Plaza de Cervantes, y la confitería El Postre abierta en el año 1926. A día de hoy ambas confiterías están cerradas, aunque su recuerdo perdura en la infancia de muchos alcalaínos.

La Costrada de Alcalá es una milhojas de hojaldre con dos tipos de relleno; crema pastelera y merengue. El postre se corona con almendra picada tostada y azúcar glas. Un dulce muy sencillo y tradicional, pero que ha ido abriéndose camino a lo largo de los años. Hoy en día se puede encontrar en la mayoría de los restaurantes de la ciudad.

Origen disputado.

El origen de la costrada era considerado, por los alcalaínos, una creación por igual de ambas pastelerías, Salinas y El Postre. Aunque tal vez tuviera más peso la pastelería Salinas debido a su antigüedad. Como dato curioso, la pastelería Salinas, era proveedor de la Casa Real.

Se dice que la hija del fundador de la pastelería “El Postre”, Marival Gómez, fue quién introdujo la costrada en Alcalá a partir de una receta que les dio una amiga de la familia tras haberlo tomado en una boda en Zaragoza.

Tradicionalmente, la costrada de Alcalá se elabora en un formato grande y no individual.

Se cuecen planchas de hojaldre que, posteriormente se rellenan con crema pastelera y merengue. A la hora de disponer los rellenos, lo más común es crema en la base y merengue en la parte superior. Pero tal vez os lo encontréis con un orden diferente.

Después se cubren las planchas con merengue, del mismo modo que si cubriésemos una tarta, se espolvorea con almendra, azúcar glas y se hornea durante unos minutos. De este modo tostamos las almendras y secamos el merengue exterior.

En mi caso he decidido llevarlos a cabo en un formato individual y con una presentación algo distinta, pero siguiendo la línea clásica y tradicional. En cualquier caso, ya sea a lo grande o en porciones pequeñas, tenéis que animaros a hacerla en casa.

En la elaboración os dejo cómo hacer la costrada desde cero, es decir, hojaldre incluido. Es una masa que no necesita levado, pero si es algo laboriosa. Con esto me refiero al laminado, que si nos paramos a pensar, tampoco es mucho.

Si esto os echa para atrás, siempre podéis utilizar hojaldre comprado. en ese caso, la receta se simplifica mucho y os quedará un postre de fin de semana sensacional.

Ingredientes para 8 unidades

PARA EL HOJALDRE: Con medio kilo de masa, podemos hacer 4 costradas (3 capas de hojaldre cada una) PARA LA CREMA PASTELERA: PARA EL MERENGUE: PARA DECORAR:

Elaboración

PRIMER DÍA (LA NOCHE ANTERIOR)
Preparamos la masa para el hojaldre.
  1. En el bol de la amasadora añadimos la harina, previamente tamizada, junto con el agua, el azúcar, la miel y la sal. Amasamos con el gancho a velocidad 1 y dejamos hasta que obtengamos una masa casi desarrollada. Nos llevará alrededor  de 5-7 minutos.
  2. Añadimos la mantequilla y volvemos a amasar hasta que se integre por completo y obtengamos una masa homogénea y lisa.
  3. Sacamos la masa del bol, formamos un disco, envolvemos muy bien en film e introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Preparamos la crema pastelera.
  1. En este enlace podréis ver cómo hacer crema pastelera.
  2. Una vez que haya enfriado, la refrigeramos (cubierta con film a piel para evitar que se encostre) hasta el día siguiente.
SEGUNDO DÍA
Estiramos la masa.
  1. Sacamos la masa del frío y procedemos a estirarla enseguida.
  2. Espolvoreamos ligeramente una superficie de trabajo con harina y estiramos la masa. La medida no debe ser exacta, alrededor de 45 x 20 cm.
  3. Reservamos a un lado.
Preparamos la mantequilla.
  1. Preparamos dos láminas de teflón y colocamos la mantequilla sobre una de ellas. Cubrimos con la otra lámina y comenzamos a golpearla con ayuda de un rodillo para aplanarla.
  2. Aplanaremos dando forma cuadrada, o en medida de lo posible, de unos 20 cm de lado (o el ancho que hayamos dado a nuestra masa).
  3. Colocamos la placa de mantequilla en el centro de la masa, de modo que el ancho de la mantequilla y el de la masa sea el mismo.
  4. Plegamos los extremos de la masa sobre la mantequilla llevando cada uno de ellos hasta el centro. Sellamos bien la unión de ambos pliegues tanto en el centro como en los laterales. La masa debe quedar completamente sellada por cada uno de sus lados.
Hojaldramos la masa.
  1. Para ver cómo hojaldrar la masa, realizando un pliegue doble y tres sencillos, podéis hacerlo en este post. En el os explico con todo detalle el proceso, además de acompañarlo de un vídeo.
Realizamos el último estirado para formar las capas de hojaldre.
  1. Sacamos nuestra masa del frío y procedemos a estirarla.
  2. Espolvoreamos ligeramente con harina la superficie de trabajo y estiramos la masa. Daremos unas dimensiones de 100 x 25 cm aproximadamente (puede que incluso un poco más), su grosor será 0,2 mm. Si la masa no os cupiera en la mesa de trabajo, cortadla por la mitad y estiradlas por separado.
  3. A medida que estiréis la masa, recordad levantad de vez en cuando la masa de la superficie de trabajo para asegurar que no se adhiere a esta y espolvorear un poco de harina si fuera necesario.
  4. Para lograr que la masa sea tan fina, en el último estirado, podéis utilizar la máquina de pasta. Después volvemos a cortar un poco los extremos y procedemos a cortar las piezas.
  5. Una vez que tengamos las medidas en nuestra masa, cortaremos una tira de cada lateral para igualar la masa y dejar las capas hojaldradas “visibles”.
  6. Dividimos la pieza en rectángulos de 15 x 8 cm. En total cortaremos 24 piezas para elaborar 8 costradas.
  7. Colocamos sobre una bandeja perforada forrada con papel de horno y pinchamos la superficie para evitar que suban durante la cocción.
  8. Colocamos otro papel de horno sobre el hojaldre y, sobre este, una bandeja. De este modo nos aseguramos que lo poco que crezca, lo haga de manera uniforme.
Horneamos.
  1. Precalentamos el horno a 200ºC (mínimo 20 minutos antes de hornear).
  2. Introducimos en el horno a media altura y horneamos durante 18 minutos.
  3. Sacamos, colocamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  4. Repetimos el mismo proceso con los siguientes hojaldres.
Preparamos el merengue.
  1. Incorporamos el agua y el azúcar en un cazo. Colocamos a calor medio.
  2. Utilizaremos un termómetro de cocina para conocer la temperatura del almíbar. Cuando llegue a 118ºC (el llamado punto de hebra del almíbar) retiraremos para incorporarlo a las claras semi-montadas.
  3. Añadimos las claras en un bol resistente al calor y comenzamos a montarlas.
  4. Montaremos las claras hasta que estén bastante firmes, pero no demasiado o secas.
  5. El almíbar estará listo en lo que tardamos en llegar a este punto.
  6. Incorporamos el almíbar en un hilo fino y continuo sobre las claras montadas y batiendo a la vez.
  7. Continuaremos hasta lograr una consistencia firme. Nos quedará un merengue muy brillante.
  8. Colocamos el bol sobre un cazo con agua a calor bajo, seguimos montando durante 3-4 minutos. Obtendremos un merengue de consistencia muy firme.
  9. Dejamos reposar durante 2 minutos antes de utilizarlo.
Montamos la costrada de Alcalá.
  1. Introducimos la crema pastelera en una manga con boquilla lisa de 1 cm de diámetro. Reservamos.
  2. Introducimos el merengue suizo en una manga con una boquilla Saint Honoré de 18 mm. Reservamos.
  3. Cogemos uno de los rectángulos de hojaldre horneados. Escudillamos la crema pastelera por la superficie.
  4. Colocamos otro rectángulo de hojaldre sobre la crema.
  5. Sobre este, escudillamos el merengue por toda la superficie.
  6. Cogemos el último rectángulo de hojaldre y extendemos un poco de merengue con ayuda de una espátula cubriendo toda la superficie con una capa muy fina de merengue.
  7. Espolvoreamos la superficie con almendra tostada.
  8. Colocamos este rectángulo de hojaldre sobre el merengue y espolvoreamos la superficie con azúcar glas.
  9. Repetimos el mismo proceso con el resto de piezas de hojaldre.

Notas

Si queréis disfrutar de un postre fácil y espectacular, no dejéis de hacer esta Costrada de Alcalá. Es imposible fallar con un dulce así a la hora de acompañar el café. Milhojas con crema, merengue y almendra... ¿Quién puede decir que no a eso? ¿Quién? Es impensable. Eso sí, os recomiendo que la comida no sea muy pesada, más bien ligera. De lo contrario esto será imposible de comer hasta la merienda o incluso cena. ¡Os deseo que tengáis un maravilloso fin de semana! Nos vemos el lunes :) Un abrazo, Eva Fuentes: Dream Alcalá Este post contiene enlaces afiliados.
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