{Toscakaka}
Después de una gran pausa en el blog, estamos de vuelta. Me hubiera encantado poder decir que ha sido tras haber disfrutado unas maravillosas vacaciones o que hemos hecho una pequeño break para descansar y desconectar un poco… Pero más bien ha sido por tener gran cantidad de cosas por hacer. Algunos proyectos fantásticos que ansío poder compartir con vosotros, preparar nuevos talleres y… ¡una obra en la cocina que me la quería perder!
Es la peor parte sin duda, toda la casa patas arriba, llena de polvo y un salón que pasó a ser salón-comedor-cocina. Teníamos una mesa montada, pegada a los dos sofás y junto una gran montaña de muebles, cajas, encimeras… en la que estaba todo lo eléctrico necesario para arrancar el día: cafetera, tostador y microondas. Claro que he de reconocer que no sentaba igual de bien que en otras ocasiones ya que desayunábamos los 3 bien juntitos en el sofá, en una micro mesa y rodeados de mil cosas que te parabas a pensar… ¿en realidad uso todo esto?
No hay nada mejor que hacer una obra en la cocina para darte cuenta de todo lo que tienes en los armarios y, sobretodo, valorar si de verdad ¡lo vas a usar en alguna ocasión! Menos mal que ya ha pasado todo y volvemos a nuestra vida tranquila y con los muebles en su sitio.
Para retomar la marcha en la cocina os he preparado un dulce escandinavo, Toscakaka. No sé si sabréis que uno de mis lugares preferidos del mundo son los países nórdicos, me tienen absolutamente enamorada. El entorno, la gente, la comida… ¡me encantan!
¿Por qué he elegido esta receta? No solo porque es un dulce espectacular del que estoy segura disfrutaréis muchísimo cuando lo probéis, sino que además, con el quiero informaros (a pesar de que ya lo hice por las redes sociales) del nuevo taller online que hemos sacado “Masas y repostería escandinava”.
Cuando comencé con la idea de talleres de repostería del mundo, sabía que esté sería uno de los que os traería y ¡por fin le tenemos aquí! Más abajo os dejaré un pequeño trailer que siempre nos gusta hacer para anunciar el taller.
Hemos disfrutado mucho haciéndolo y esperamos de corazón que os guste. Su cocina está llena de aromas, ternura y mucho sabor. Ingredientes que despertarán vuestro paladar y además le sacarán una amplia sonrisa. Por lo que no se me ocurrió mejor receta que esta para anunciarlo, un pastel muy esponjoso con aroma a vainilla acompañado de un praliné de almendras… ¡absolutamente sensacional!
Espero que os guste y lo disfrutéis.
Saludos,
Mrs Hudson.
Receta de Signe Johansen, Scandilicious baking.
INGREDIENTES PARA UN MOLDE DE 23 CM DE DIÁMETRO:
PARA EL BIZCOCHO:
- 3 huevos L
- 150 g de azúcar granulado
- 165 g de harina de trigo
- 1 Tsp de levadura química tipo Royal
- 1/4 Tsp de sal
- 1/2 Tsp de extracto de vainilla
- 75 g de mantequilla derretida y enfriada
- 75 g de buttermilk
PARA EL PRALINE DE ALMENDRAS:
- 125 g de mantequilla
- 125 g de azúcar moscabado
- 150 g de almendra laminada
- 50 g de leche entera
- 3/4 Tsp de sal
- 1/2 Tsp de extracto de vainilla
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando el bizcocho.
Precalentamos el horno a 170º C con calor arriba y abajo.
Preparamos el molde, engrasamos y forramos de papel de horno. Si nuestro molde es desmontable, para asegurarnos que no se filtre nada de masa por la unión, forraremos con dos láminas de papel de aluminio por la base.
Preparamos el buttermilk. En un vaso incorporamos la leche junto con unas gotas de zumo de limón, dejamos reposar durante 5 minutos para que se corte.
De este modo obtendremos un buttermilk casero.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos los huevos junto con el azúcar y la vainilla. Batimos con la varilla, comenzaremos en velocidad 1 y aumentaremos de manera gradual sin llegar a la velocidad máxima. Lo haremos hasta observar que están esponjosos, con volumen y de color blanquecino.
Si batimos a mano lo haremos enérgicamente con unas varillas manuales hasta obtener estos resultados (necesitaremos tener un buen brazo 😉 )
En un bol pequeño mezclamos la harina junto la sal y la levadura química, integramos los ingredientes secos con ayuda de una espátula.
Añadimos la mantequilla fundida, el buttermilk y la mezcla de ingredientes secos de manera gradual y alternándolos. Comenzando siempre por la harina y terminando por ella, de modo que los ingredientes líquidos los añadiremos en dos tandas y los secos en tres. Para integrar estos ingredientes utilizaremos la pala a la velocidad más baja y solamente mezclaremos hasta que los ingredientes se hayan integrado, no más. De este modo no bajaremos los huevos montados y no sobre-mezclaremos la masa.
Vertimos la masa en el molde, golpeamos un par de veces muy suavemente sobre la superficie de trabajo para expulsar las posibles burbujas de aire e introducimos en el horno durante 30-35 minutos o hasta que tenga un color dorado en la superficie y el centro del bizcocho sea firme al tacto.
En los últimos 15 minutos de horneado preparamos el praline de almendras.
En una sartén mediana añadimos todos los ingredientes del praline a excepción de las almendras laminadas. Colocamos a calor medio y dejamos que se fundan. Una vez en este punto incorporamos las almendras y mezclamos con ayuda de una espátula o cuchara de madera. Dejamos a calor medio durante 5-7 minutos removiendo de vez en cuando.
Deberá reducir ligeramente y tomar aspecto de caramelo líquido. Si terminamos de hacerlo antes de el tiempo de cocción del bizcocho, retiramos del calor hasta el momento de usarlo.
Una vez tengamos el bizcocho listo, sacamos del horno, disponemos todo el praline por la superficie de este y volvemos a introducir en el horno. Subimos la temperatura a 200º C y dejamos durante 4-5 minutos, observaremos que la mezcla de praline burbujea.
Sacamos y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar.
Para disfrutarlo podemos acompañarlo de algunas frutas, créme fraîche o sencillamente tal cual está!
¡Buen provecho!
¡Aquí tenéis un pequeño vídeo del nuevo taller!
Comentarios