Tarta panna cotta de lichis y coco
Esta tarta de panna cotta de lichis y coco viene para celebrar algo y ¡no es mi boda! Lo digo porque al verla es lo primero que nos pudiera parecer. Sí, ya ha pasado otro año más y mañana es mi cumpleaños.
Siempre me gusta celebrar este día con vosotros aunque sea de manera virtual. Bueno, me he adelantado un día, pero al caer en fin de semana no me quedaba más remedio. Hay que ver como pasan los años, yo no sé si será por la cantidad de cosas que hacemos cada día que nos deja la impresión de vivir en un mundo comprimido y acelerado.
El caso es que mañana andaremos de celebración y la tradición dice que hay que soplar las velas con todas las personas que quieres y aprecias. Por supuesto, vosotros no podíais faltar.
La tarta de hoy no necesita horno, si eso es, habéis leído bien no es debido a un golpe de calor. La base podemos hacerla tranquilamente en la cocina sin pasar calor, que bastante tenemos con el de la calle. Además, es sin gluten, de modo que podemos hacerla para un número mayor de personas.
Ando trabajando un poco más el tema de los lácteos, en algunos casos encuentro sustitutos que quedan muy bien aunque no en todos, aún. Y la repostería vegana, tenemos unos amigos que son veganos y me lo han comentado en más de una ocasión. He de reconocer que es un tipo de repostería algo más complicada al no poder utilizar huevos, ¡es mi sino! Pero seguiré con ello y lograré dar con recetas aptas para veganos y ricas, que es lo más importante.
El sabor de esta tarta viene muy marcado por dos ingredientes, el coco y los lichis. La base puede recordar a la masa del mazapán, solo que no tan densa. Es mucho más suave, con un aroma y sabor a coco que impregna todo el paladar.
El interior es suave, ligero, cremoso, refrescante… como es una panna cotta, vaya. En el sabor predominan los matices del lichi, la verdad que la combinación de ambos es todo un acierto. Y para rematar decoraremos con unos pétalos de rosas cristalizados, sí, esta semana me ha dado una vena un poco moña… pero qué le vamos a hacer, ¡cumplo un año más!
El caso es que vi este vídeo de Martha Stewart haciéndolo y, oye, que me entraron unas ganas que no veas de probar con ellos. Como ya tenía la tarta reposando en el frío, me fui a mi floristería a por rosas y me lié parte de la tarde con esto. Se tarda muy poco, pero entre que te pones a probar con unas flores, otras, fotos… pues se te va un rato muy entretenido.
Lo bueno es que puedes hacer un mogollón, dejarlas secar muy bien y guardarlas en un recipiente hermético. Seguro que en más de una ocasión nos salvarán de alguna que otra presentación. Por no decir el toque tan elegante que daremos a nuestros postres en casa, si tenemos invitados les enamoraremos al instante.
Ya veréis qué sencilla es de elaborar y lo agradecido que es el resultado.
Por mi parte voy a ir preparando las velas que mañana tendré que soplar unas cuantas… ¡Muchas gracias por estar otro año más a mi lado! Pasad y servios vosotros mismos 😉
INGREDIENTES PARA UN MOLDE RECTANGULAR DE 12×36 CM:
PARA LA BASE DE COCO Y ALMENDRA SIN GLUTEN:
- 160 g de coco rallado
- 95 g de almendra molida
- 85 g de leche condensada
- 10 g de agua
- pizca de sal
PARA LA PANNA COTTA DE LICHIS Y COCO:
- 300 g de nata líquida para montar
- 175 g de leche de coco
- 250 g de zumo de lichis*
- 40 g de azúcar
- 9 hojas de gelatina o cola de pescado
* Para hacer el zumo de lichis necesitaremos 300 g de lichis en almíbar + 100 g del almíbar
PARA LOS PÉTALOS DE ROSA CRISTALIZADOS:
- una rosa ecológica, libre de químicos y apta para uso comestible
- 1 clara de huevo a temperatura ambiente
- azúcar blanco granulado fino
ELABORACIÓN:
Comenzamos preparando la base de coco y almendra.
- En un bol mediano añadimos el coco rallado junto con la almendra molida y la sal, mezclamos con ayuda de una cuchara.
- Añadimos la leche condensada y comenzamos a integrar los ingredientes. Tendremos que trabajar un poco con las manos para lograr que los ingredientes se amalgamen. Si notamos que la mezcla queda granulosa, comenzaremos a añadir agua poco a poco e integrando a la vez. Tendremos que conseguir una masa que no se quiebre pero sin excedernos al hidratarla.
- Pasamos la masa al molde. Lo haremos en pequeñas porciones, iremos ajustando a este tanto la base como los laterales. Una vez que tengamos toda la mezcla repartida, nos ayudaremos de un vaso pequeño o mazo para nivelar la mezcla.
- Refrigeramos durante 2-3 horas.
Preparamos el zumo de lichis.
- En un procesador de alimentos añadimos los lichis junto con el almíbar. Procesamos hasta obtener una crema muy suave y fina.
- Colocamos un colador o tamiz sobre un bol y volcamos la crema para extraer todo el jugo. Nos quedará la pulpa en la malla, ¡no la tiréis! Podemos reservarla para mezclarla con yogur, añadirla en una ganache de chocolate blanco…
- Reservamos el zumo.
Preparamos la panna cotta de lichis y coco.
- En un cazo añadimos la nata junto con la leche de coco, el azúcar y el zumo de lichis. Dejamos a calor medio hasta que tome temperatura pero sin llegar a ebullición. Reservamos.
- En un bol amplio hidratamos las hojas de gelatina con agua muy fría. Dejamos en remojo alrededor de 15 minutos. Durante este tiempo dejaremos que la mezcla de nata reduzca su temperatura hasta alcanzar los 50ºC.
- Escurrimos muy bien la gelatina e incorporamos a la mezcla que teníamos reservada. Mezclamos muy bien con ayuda de unas varillas hasta disolverla por completo.
- Vertemos la mezcla de panna cotta sobre la masa que teníamos en el molde e introducimos en el frigorífico. Dejaremos un mínimo de 4 horas para que asiente, aunque lo ideal es dejarlo hasta el día siguiente.
Cristalizamos los pétalos de rosas.
- Lavamos muy bien los pétalos de rosas y secamos con papel absorbente.
- Batimos ligeramente una clara de huevo, reservamos.
- Vertemos azúcar, de grano más fino que el de mesa, en un plato hondo. Preparamos una rejilla donde dejaremos secar los pétalos.
- Podemos sujetar los pétalos con ayuda de unas pinzas o nuestras manos. Con ayuda de un pincel, destinado exclusivamente para uso alimentario, pintamos toda la superficie del pétalo por ambas caras. Escurrimos el posible exceso.
- Con ayuda de una cuchara, volcamos generosamente azúcar hasta cubrir el pétalo por completo.
- Colocamos sobre una rejilla y repetimos el proceso con el resto de pétalos.
- Si observamos que en algunas zonas el azúcar se ha disuelto por un exceso de clara, espolvorearemos un poco más de azúcar sobre ellos.
- Dejamos secar al aire durante toda la noche. Si la época del año es más fría, pueden tardar en secar de 24 a 72 horas.
- Una vez que estén secos, podemos guardar en un recipiente hermético durante varios meses. Se mantendrán en perfecto estado.
Decoramos la tarta de panna cotta.
- La tarta podemos consumirla directamente del frío o ligeramente atemperada.
- Disponemos unos pétalos de rosas cristalizados, espolvoreamos un poco de azúcar perlado y decoramos con un poco de paniculata.
Esta tarta de panna cotta es de lo mejorcito, junto con los helados, para hacer en esta época del año. Yo me voy a ir cortando otro trozo que veo que si me despisto me quedo sin nada…
¡Saludos de una señorita con un año más! XD
Eva
Comentarios