Tarta de chocolate y remolacha sin gluten
Hacía bastante tiempo que no elaboraba un dulce con mucho chocolate y pensé que para qué íbamos a dejarlo pasar más tiempo. El último empujón para decirme a hacerlo fue al ver esta maravillosa tarta en el blog de “The White Ramekins“. Fue amor a primera vista.
No solo por la cantidad indecente de chocolate, su maravillosa presentación, su elegante puesta en escena… sino porque además llevaba una de las combinaciones que más me gustan en un dulce, remolacha y chocolate. Aprovechando además que tenía remolacha fresca en casa me puse manos a la obra y elaboré esta tarta de chocolate y remolacha sin gluten.
Me gustó mucho la idea de no añadir harina de trigo como solemos hacer habitualmente y cambiar este ingrediente por otro apto para un mayor número de personas. En la elaboración utiliza harina de amaranto, es un tipo de harina con mucha fibra y un alto nivel nutricional que además es apta para celíacos puesto que proviene de la propia moltura de este grano que está libre de gluten. Tiene un índice de proteína mucho mayor que el trigo, entre un 15-18%, y es más rico en lisina un aminoácido esencial para la alimentación del ser humano.
En mi caso no disponía de este tipo de harina en casa así que decidí sustituirla por harina de maíz morado. Hace unos meses me la dieron para probarla y tan solo la probé en la elaboración de unos éclairs, para mi gusto quedaron demasiado oscuros y decidí que más adelante haría más pruebas. No dude en incorporarla en esta tarta, estaba segura que los resultados serían buenos tanto en aspecto como en sabor, y así fue.
La harina de maíz morada es una antigua materia prima del Imperio Inca. Comúnmente el maíz morado se utilizada para preparar una bebida llamada “Chicha morada” que se hace una decocción junto con cáscara de piña, membrillo y especias como la canela y el clavo de olor. Y también es utilizado para preparar un postre llamado “mazamorra morada”.
Es una harina de intenso color y gran sabor, posee gran cantidad de antioxidantes y propiedades anti-inflamatorias además de promover la formación de colágeno. Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares debido a la presencia de polifenoles que disminuyen la presión sanguínea, siendo buena para personas hipertensas, e inhibe el crecimiento anormal de células. Ayuda a suprimir enzimas del cuerpo que contribuyen a sintetizar ácidos grasos ayudando a prevenir la diabetes y la obesidad.
Se trata de un ingrediente que debemos tener presente en nuestra dieta para consumirlo de vez en cuando por la cantidad de beneficios que nos aporta además de ser muy versátil puesto que resulta fácil integrarlo en diferentes elaboraciones.
El resultado es una tarta de sabor maravilloso en el que predomina el intenso aroma a chocolate. Su textura recuerda a un fudge, no es cremosa pero tampoco dura, se encuentra en un punto intermedio. Para rematar la decoración quise ser fiel a la cobertura junto con los fragmentos de chocolate, pero para hacer constancia de uno de sus dos ingredientes principales decoré al parte superior de la tarta con pétalos de remolacha. Un punto crujiente y lleno de sabor para acompañar esta lujuria de chocolate.
Por supuesto espero que os animéis con ella, es muy fácil, riquísima y perfecta para sacarnos una sonrisa en este día gris.
Saludos,
Mrs Hudson.
INGREDIENTES PARA UN MOLDE DE 25 CM DE DIÁMETRO:
- 300 g de puré de remolacha
- 350 g de chocolate negro 70% Valor
- 150 g de mantequilla
- 6 huevos M
- 100 g de harina morada de maíz
- 200 g de azúcar moscabado oscuro
- 2 cucharaditas de cacao en polvo sin azúcar Valor
- 1 cucharadita de pasta o extracto de vainilla
- pizca de sal
PARA EL PURÉ DE REMOLACHA:
- 350 g de remolacha fresca
PARA EL GANACHÉ DE CHOCOLATE:
- 100 g de nata líquida para montar
- 100 g de chocolate con leche
PARA LA DECORACIÓN DE CHOCOLATE:
- 40-50 g de chocolate negro 70%
- cacao en polvo para decorar
PARA LOS PÉTALOS DE REMOLACHA:
- 1 remolacha fresca laminada con mandolina
- deshidratador
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando el puré de remolacha.
Si usamos remolacha fresca tendremos que cocerla hasta que esté tierna. Dejamos enfriar antes de utilizarla.
También podéis utilizar remolacha cocida si os resulta más sencillo o no encontráis remolacha fresca en vuestra frutería.
Una vez que esté fría, introducimos en un procesador de alimentos y trituramos, reservamos.
Preparamos la mezcla de la tarta.
Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
En un bol mediano añadimos el chocolate negro troceado junto con la mantequilla cortada en cubos, colocamos al baño maria a calor medio-bajo hasta que se fundan por completo. Reservamos.
Recordad que el agua del cazo no debe tocar el bol.
En el bol de La Kitchen Aid añadimos los huevos junto con el azúcar, la vainilla, la pizca de sal y la harina morada de maíz, mezclamos con ayuda de la pala hasta integrar por completo. Vertemos la mezcla de chocolate poco a poco a medida que vamos mezclando.
Una vez que hemos incorporado todo el chocolate añadimos 300 g de puré de remolacha, mezclamos solo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Volcamos la mezcla en el molde*, cubrimos con papel de aluminio e introducimos en el horno durante 1 y 1/2 horas aproximadamente. Retiramos el papel de aluminio, sacamos del horno y dejamos enfriar por completo en el molde. Una vez frío refrigeramos durante toda al noche.
* He utilizado este molde desmontable con base de cristal antiadherente y cinturón de silicona antigoteo perfecto para este tipo de elaboraciones.
Preparamos los pétalos de remolacha.
Para la elaboración de esta tarta os bastará con una remolacha solo, pero ya que ponemos el deshidratador en marcha podemos aprovechar y deshidratar 3-4 piezas o secar otras frutas y/o verduras.
Con ayuda de una mandolina cortamos láminas usando el corte más fino y con cuchilla lisa. En caso de hacerlo por la tarde/noche colocamos en el deshidratador a 70ºC durante unas 5 horas, reducimos el calor a 35ºC y dejamos unas 7 horas.
Si comenzáis a hacerlo por el día es probable que en unas 7 horas a 70ºC estén listas. Reservamos.
Preparamos los fragmentos de chocolate.
Fundimos 40-50 g de chocolate negro 70% (personalmente es el que más me gusta pero podéis variarlo si lo preferís), con ayuda de una cuchara vertemos el chocolate sobre una hoja de papel de horno y extendemos con una cuchara. Dejamos enfriar completamente.
Para acelerar el proceso podemos introducir el papel con el chocolate en el frigorífico y en unos 15 minutos estará frío.
Sacamos y enrollamos el papel con el chocolate, al realizar este paso crearemos pequeños fragmentos de chocolate que nos servirán para la decoración de la tarta. Si vamos a tardar un poco en decorar la tarta esperaremos a realizar este paso último paso justo en el momento del montaje.
Preparamos la cobertura de ganache
Al día siguiente sacamos la tarta del frío, desmoldamos y dejamos a temperatura ambiente mientras elaboramos la cobertura.
En un bol mediano vertemos la nata líquida y colocamos al baño maria a calor medio. Mientras troceamos el chocolate.
Una vez que observemos que la nata está caliente, sin llegar a ebullición, añadimos el chocolate troceado y removemos con ayuda de una cuchara hasta conseguir una mezcla homogénea. Retiramos del calor y atemperamos ligeramente en un bol nuevo.
Vertemos sobre la tarta, nos ayudaremos con la parte inferior de una cuchara para poder distribuirlo por toda la superficie. Realizaremos movimientos circulares de modo que la superficie tenga un bonito acabado y caiga un poco por los laterales.
Decoramos con fragmentos de chocolate negro, espolvoreamos con un poco de cacao en polvo y finalmente decoramos con pétalos de remolacha.
Una tarta maravillosa y perfecta para los amantes del chocolate 😉
¡Buen provecho!
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