Sopa de tupinambo con pesto y chips de daikon
Hacía mucho tiempo que no os dejaba una sopa o crema. Ya sabéis que todas las semanas suelo hacerlas en casa y, además de preparar algunas que nos gustan mucho, me gusta probar otras versiones nuevas. La receta de hoy está basada en una de Ottolenghi de su libro The Nopi Cookbook, tenía muchas ganas de probarla y al fin lo he hecho. Una sopa de tupinambo con pesto y chips de daikon basada en su famosa sopa de alcachofas de Jerusalén con pesto de espinacas y avellanas.
Que os voy a decir de este hombre que no sepáis ya… Para mí es toda una inspiración. Adoro su cocina, su manera de trabajar y combinar sabores, además de la increíble originalidad de sus platos. Siempre es un referente en mi cocina y, sus libros, son los primeros que miro cuando quiero hacer cosas diferentes en casa.
Tupinambo o alcachofas de Jerusalén.
Hace unas semanas compré varios ingredientes en la frutería que se salen algo de lo habitual, y entre ellos cogí tupinambos o también conocidas como alcachofas de Jerusalén. Tenía muchas ganas de probarlas puesto que ya le tenía echado el ojo a esta sopa hace mucho tiempo.
¿Qué es el tupinambo?
Se trata de un tubérculo comestible, helianthus tuberosus, originario de América del Norte. Su interior es de color blanco con un exterior que puede tener tonalidades que varían del marrón al morado. Recibe otros nombres como aguaturma, castaña de tierra, batata de caña, criadilla de agua, girasol de Canadá…
Llegó a Europa en el s. XVII, cultivándose las primeras plantaciones en París en el año 1613. Fue un alimento muy consumido hasta que la patata lo dejó en un segundo plano. Su textura es muy similar al de la patata y su sabor recuerda mucho al de la alcachofa, pero con notas dulces.
Se trata de un alimento, de modo que hace que sea un ingrediente perfecto para personas que padecen reumatismo y retención de líquidos. Regula la cantidad de azúcar en sangre, es rico en fibra y minerales. Tiene un efecto saciante y es un maravilloso regulador intestinal gracias a la presencia de inulina.
¿Qué es la inulina?
Se trata de una fibra prebiótica soluble en agua que podemos encontrar en las cebollas, ajos, espárragos, tupinambos y muchos otros ingredientes. Estos prebióticos indigeribles, alimentan a los probióticos que, a su vez, benefician la producción de bacterias beneficiosas de nuestro cuerpo formando la microbiota o flora intestinal. La inulina se convierte en ácidos grasos de cadena corta (SFCAs), producto de la fermentación de prebióticos, para después transformarse en cetonas saludables que alimentan sus tejidos. Además también pueden nutrir las células del intestino grueso y producir hormonas que controlan el apetito.
Estas bacterias benéficas, ayudan a la digestión y la absorción de los alimentos desempeñando un rol importante en la función inmunológica además de ayudar a prevenir el cáncer de colon.
Preparando la sopa de tupinambo.
A la hora de preparar la sopa tan solo necesitaréis dedicarle atención durante los primeros minutos. Pochamos algunos ingredientes para finalizar con la cocción conjunta de todos. De esos platos agradecidos que, casi, casi, se hacen solos. En mi caso he optado por elaborarla con un caldo Dashi, que podéis ver cómo hacer en este post, pero puede elaborarse con cualquier otro tipo de caldo. Es muy sencilla de llevar a cabo y podréis disfrutar de un primer plato estupendo.
A la hora de presentarla podéis hacerlo con aquello que más os guste. Su sabor es muy agradable, fresco y suave, por lo que se convierte en un plato muy versátil a la hora de combinarlo con otros elementos.
En mi caso decidí hacer un pesto de berros con un poco de eneldo, salvia y avellanas para decorar la superficie. Además de utilizar berros frescos y chips de daikon.
La sopa puede consumirse tanto caliente como fría, por lo que es ideal para consumir en cualquier momento del año.
Ingredientes para 6 raciones
PARA LA SOPA:
- 700 g de tupinambo o alcachofas de Jerusalén
- 1 cebolla dulce grande
- 2 puerros medianos
- 2 dientes de ajo grandes
- 565 g de caldo Dashi (receta aquí)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 265 g de vino blanco dulce
- 250 g de leche de coco
- sal al gusto
PARA EL PESTO DE BERROS Y AVELLANAS:
- 60 g de berros
- 8 g de eneldo fresco
- 5 g de salvia fresca
- 18 g de jengibre fresco
- 90 g de aceite de oliva
- 40 g de aceite de avellanas
- 100 g de Parmesano
- 75 g de avellanas tostadas
- 8 g de ajo fresco
- sal de trufa blanca al gusto
- shichimi togarashi al gusto
PARA DECORAR:
- berros frescos
- eneldo
- aceite de avellanas + pesto de berros
- chips de Daikon
- sal negra
PARA LOS CHIPS DE DAIKON:
- un trozo de rábano Daikon
- aceite de oliva
- sal en escamas
Elaboración
Preparamos el pesto de berros y avellanas.
- Lavamos los berros, la salvia y el eneldo con agua fría, secamos con cuidado. Retiramos los tallos anchos del eneldo y nos quedamos solo las hojas.
- En un procesador de alimentos añadimos los berros junto con el eneldo, la salvia y los dos tipos de aceite. Procesamos bien hasta obtener una pasta de color verde intenso.
- Añadimos las avellanas junto el Parmesano, el jengibre fresco troceado y el ajo. Volvemos a procesar hasta obtener una mezcla homogénea.
- Probamos y rectificamos de sal en caso de ser necesario. En mi caso añadí sal de trufa blanca.
- Añadimos una pizca de shichimi y mezclamos.
- Vertemos la mezcla en un recipiente hermético, cubrimos con aceite de oliva y refrigeramos hasta el momento de su uso.
Preparamos la sopa de tupinambo.
- Pelamos los tupinambos y cortamos en rodajas muy finas. Este paso es importante puesto que este ingrediente tarda mucho en cocinarse.
- Lavamos los puerros muy bien con agua fría y cortamos en rodajas. Reservamos.
- En una olla mediana vertemos el aceite de oliva y colocamos a calor medio.
- Una vez que tenga temperatura, añadimos la cebolla dulce finamente troceada y cocinamos durante 2-3 minutos removiendo de vez en cuando.
- Añadimos los puerros junto con el ajo y cocinamos durante 5-6 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Incorporamos los tupinambos junto con un poco de sal y cocinamos durante 15 minutos. Removeremos de vez en cuando para evitar que se adhieran a la base.
- Vertemos el vino blanco dulce y cocinamos durante 3-4 minutos. Este debe reducirse a 1/4 aproximadamente.
- Añadimos el caldo Dashi junto con la leche de coco y subimos a calor medio alto. Una vez que rompa a hervir, reducimos a calor bajo, con la tapadera, pero sin cubrir del todo. Cocinamos durante 55-60 minutos.
- Removeremos de vez en cuando y, al final de la cocción, comprobaremos si los tupinambos están tiernos.
- Retiramos del calor y procesamos con una batidora de mano o bien en un procesador de alimentos.
- Removemos y dejamos reposar 10-12 minutos.
Preparamos los chips de Daikon.
- Cortamos un trozo de Daikon, la cantidad que deseemos, y pelamos.
- Lavamos con agua fría y secamos con papel de cocina.
- Con ayuda de una mandolina y utilizando el corte más fino, cortamos el daikon. Iremos colocando las rodajas sobre papel absorbente de cocina. La razón es que se trata de un ingrediente que contiene mucha agua y nos interesa "secarlo" un poco antes de freírlo.
- Una vez que tengamos todo el rábano cortado, vertemos en una sartén pequeña un dedo de aceite de oliva, más o menos, y colocamos a calor medio alto.
- Disponemos rodajas de daikon en el aceite y freímos durante 30-40 segundos por cada lado. O hasta que adquieran una tonalidad dorada.
- Sacamos con cuidado y colocamos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
- Repetimos con todas las rodajas de daikon.
Servimos.
- Mezclamos 1-2 cucharadas de pesto con un poco de aceite de avellanas. De este modo conseguiremos aligerarlo, reservamos.
- Repartimos la sopa en platos o cuencos individuales, a nuestra elección.
- Disponemos un poco de pesto de avellanas por la superficie.
- Decoramos con chips de daikon, berros, eneldo y sal negra.
- Servimos enseguida.
Notas
- El tupinambo o alcachofas de Jerusalén necesitan mucho tiempo de cocción, por lo que os recomiendo cortarlas lo más finas posible para no prolongar demasiado el cocinado.
- Podéis sustituir el caldo Dashi por otra variedad de caldo como verduras, pollo... A vuestro gusto y elección.
- Recordad secar las rodajas de Daikon antes de freírlas. De ese modo evitaremos que salte cuando las estamos friendo.
- La leche de coco le aporta un sabor especial además de una textura muy cremosa. Pero se puede cambiar por leche entera de vaca si lo deseáis o incluso otra variedad de leche vegetal.
- El pesto puede ser esta variedad que os dejo u otra cualquiera, incluso la tradicional elaborada solo con albahaca y piñones. En el blog también podéis encontrar un pesto de rúcula, albahaca y almendras, pesto de salvia y avellanas, pesto de berros y cacahuetes y otro de kale.
- La decoración es totalmente a vuestra elección, en mi caso os he dejado esta sugerencia, pero sentíos libres de cambiarla.
- La sopa se puede congelar en un recipiente hermético o mantenerla refrigerada durante 3 días.
Esta sopa de tupinambo con pesto y chips de daikon se ha convertido sin lugar a dudas en otra de nuestras preferidas. Siempre he sido una loca de las sopas y cremas, me encantan y no puedo parar de hacerlas en casa. Pero, si hay algo que me gusta hacer es poder combinar la consistencia ligera de esta con elementos sólidos o crujientes en su decoración.
Me encanta disfrutar de cada cucharada y encontrar diferentes texturas y contrastes. Por esa razón siempre acompaño cada plato con un cuenco lleno de los toppings elegidos para ¡poder ir añadiendo más!
Os deseo que tengáis un maravilloso comienzo de semana.
Un abrazo,
Eva
Fuentes: Mercola, Ecoagricultor
Este post contiene enlaces afiliados.
Comentarios