Rollos de Kale con salsa de macadamia y lima
Hoy os traigo estos rollos de Kale con salsa de macadamia y lima que puedo aseguraos os enamorarán, y lo harán tanto que cuando los probéis no tendréis palabras para expresar lo deliciosamente ricos que están.
Si sois amantes de las verduras, los sabores intensos, aromáticos, exóticos, frescos y las texturas crujientes, la receta de hoy es vuestra mejor elección para preparar en un futuro muy cercano. La primera sensación que invadió mi paladar al probarlos fue amor del puro y verdadero, pensé: “Dios mío!!! pero cómo puedo saborear tantos matices diferentes e intensos a la vez???”, fue como una explosión fascinante.
No se tratan de unos rollos de verduras cortadas en juliana sin más, los ingredientes están muy bien seleccionados para que al unirlos consigan crear esa bomba tan intensa de aromas y sabores que consiguen convertirse en un entrante francamente sensacional.
Para envolverlos he utilizado hojas de Kale, más conocida como berza o col rizada. Puesto que es un tipo de hoja muy firme necesitaremos escaldarla en agua hirviendo durante unos segundos para ablandar ligeramente su textura y hacerla más maleable, además de intensificar su color a un verde brillante. Mantendremos tan solo unos segundos en el agua porque no queremos que pierda sus propiedades.
Este tipo de col es muy rica en hierro y calcio y tiene propiedades antioxidantes. Además es una fuente de fibra, ácido fólico, proteínas, potasio (nos ayuda a reducir la presión arterial), cobre, manganeso, fósforo, tiamina, riboflavina y vitaminas A, C, K y B6.
Se cree que ayuda a combatir el cáncer a nivel molecular gracias a compuestos que contiene que actúan como protectores y ayuda a reducir los niveles de colesterol.
Posee luteína y zeaxantina, antioxidantes carotenoides que ayudan a reducir el riesgo de degeneración macular y cataratas. Es baja en calorías y tiene un alto poder saciante, lo que la convierte en un ingrediente perfecto para dietas de adelgazamiento.
El relleno lo componen varios ingredientes como la zanahoria, pimiento rojo, pepino, aguacate y cebolleta, junto con hierbas aromáticas, que serán clave para intensificar aromas y sabores, como la menta, albahaca y cilantro. Pero, además, he conocido un tipo de aderezo procedente de la cocina japonesa que he de reconocer me ha fascinado, el gomasio.
Se trata de una pasta elaborada a partir de sésamo negro tostado, aunque puede utilizarse otra variedad de sésamo, a la que se le añade un poco de sal y se maja en un mortero con movimientos suaves para no destrozar al semilla. Fascinante… de verdad. Qué gran aporte de sabor y cuán diferente es a todo aquello a lo que solemos degustar.
Y, para rizar más el rizo, acompañaremos estos increíbles rollos de Kale con una salsa de nueces de macadamia y lima. No sé si continuar o quedarme aquí sin más.
Que me gustan las verduras y los frutos secos ya lo habréis notado al igual que mi pasión por el pan y los dulces, pero es que cuanto más investigo y busco para conocer nuevas maneras de elaborar salsas de este tipo, más ingredientes nuevos y combinaciones fascinantes me encuentro. Todos, y absolutamente todos, los elementos que forman esta salsa son de diez. Os doy mi palabra, os va a encantar.
Cómo ingrediente poco habitual entre los de la lista encontraréis el mirin. Se trata de un condimento de la cocina japonesa con un sabor ligeramente dulce, es una especie de vino de arroz (similar al sake) con muy bajo contenido en alcohol. Es uno de los ingredientes clave e imprescindible para hacer la salsa teriyaki 😉
Hoy no solo os dejo una receta maravillosa que puede ser un entrante perfecto o una cena ligera, sino que además, os doy a conocer (a algunos de vosotros, porque seguramente que otros ya los conocíais!) dos ingredientes de la cocina japonesa. Que, por supuesto, utilizaremos en más de una ocasión a partir de ahora!
Vamos con la receta, que me tiene enamorada, la he sacado del libro de Amy Chaplin “At home in the whole food kitchen“, que recomiendo encarecidamente y debe ser un indispensable en vuestras estanterías. De verdad que es muy sencilla de hacer y lo más laborioso que encontraréis será cortar las verduras (por mi parte he de decir que es un aspecto que debo aprender y mejorar!). Paciencia y cariño os garantizarán un resultado estupendo.
Saludos,
Eva {Mrs Hudson}
INGREDIENTES PARA 12 ROLLOS DE KALE CON SALSA DE MACADAMIA Y LIMA:
- 12 hojas de Kale
- 1 aguacate
- 1 pepino
- 1 zanahoria
- 1/2 pimiento rojo grande
- 1 cebolleta
- 12 hojas de menta
- 12 hojas de albahaca
- hojas de cilantro (3-4 para cada rollo)
- brotes
- 1 cucharada de gomasio (receta a continuación)
PARA EL GOMASIO O SAL DE SÉSAMO:
- 95 g de sésamo negro (podemos sustituirlo por blanco si no tenemos)
- 1/4 cucharadita de sal marina
PARA LA SALSA DE MACADAMIA Y LIMA:
- 75 g de nueces de macadamia
- 1/2 cucharada de aceite de oliva
- 1/4 de cebolla de dados
- 2 dientes de ajo grandes laminados
- 10 g de jengibre fresco en dados
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharada de mirin
- 1/2 cucharada de soja
- 20-30 g de zumo de lima
- 60 g de agua
- ralladura de una lima
ELABORACIÓN:
Preparamos la salsa de macadamia y lima.
En una sartén pequeña añadimos la media cucharada de aceite de oliva y colocamos a calor medio, cuando tome un poco de temperatura añadimos la cebolla en dados junto con la sal y dejamos al calor alrededor de 6-7 minutos removiendo de ve en cuando. La cebolla deberá volverse transparente y tomar un ligero color dorado.
La tabla y el cuchillo de Pallarés son de Claudia & Julia.
Incorporamos el ajo laminado junto con el jengibre en dados, removemos y dejamos al calor unos 4-5 minutos. Retiramos del calor y reservamos.
En un procesador de alimentos añadimos las nueces de macadamia junto con el salteado de cebolla, el agua, mirin, soja, el zumo y ralladura de lima. Trituramos muy bien hasta obtener un pasta homogénea y lo más suave posible. Probamos y rectificamos de sal.
Vertemos en un bol, tapamos con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a utilizarlo.
Preparamos los rollos de Kale.
Lo primero que prepararemos será el gomasio. Se trata de una pasta elaborada a partir de sésamo negro, u otra variedad de sésamo, muy utilizada en la cocina japonesa para condimentar sus platos.
Las proporciones para elaborarlo suelen ser 7 cucharaditas de sésamo por 1 cucharadita de sal marina, aunque estas proporciones pueden variar según ciertas recetas.
En una sartén incorporamos el sésamo negro y dejamos a calor medio-bajo para que se vayan tostando y desprendiendo aromas. Deberemos moverlas de vez en cuando para favorecer que el tostado se uniforme en todas ellas y evitar que se doren en exceso.
Las vertemos en un mortero junto con la sal marina y procedemos a trabajarlas. Tradicionalmente se utiliza un mortero japonés que es estriado y permite trabajarlas sin machacarlas por completo. Como es probable que nosotros no dispongamos de uno, podremos utilizar uno tradicional.
Haremos movimientos circulares, como si trazásemos una espiral, en ambos sentidos. No debemos triturar las semillas, debemos abrirlas ejerciendo una presión suave para que al digerirlas nuestro organismo absorba todos los nutrientes.
Pasamos la mezcla a un frasco de cristal hermético o con tapadera. en este recipiente se mantiene mucho mejor conservando todos sus aromas y propiedades.
Escaldamos las hojas de Kale.
Preparamos una olla amplia con agua, colocamos a calor medio alto y dejamos hasta que llegue a ebullición.
Mientras lavamos las hojas de Kale en agua fría, escurrimos muy bien y dejamos en una fuente o plato. Preparamos un par de paños de algodón y colocamos sobre la encimera, los utilizaremos para secar las hojas de Kale tras el escaldado.
Una vez que el agua rompa a hervir introducimos las hojas de Kale de 3 en 3 y dejaremos solo 20 segundos, queremos ablandarlas ligeramente para poder darles forma y sacar un color verde intenso en las hojas. Retiramos del agua con ayuda unas pinzas y colocamos sobre el paño de algodón.
Repetimos el proceso con el resto de hojas. Reservamos.
Cortamos las verduras.
Cortamos todas las verduras en tiras; el pepino (sin piel), las zanahorias (previamente pelada), la cebolleta, pimiento rojo y aguacate.
Lavamos las hojas de cilantro, menta y albahaca. Escurrimos muy bien y reservamos.
La cesta es de Claudia & Julia.
Montamos los rollos de Kale.
Sobre una hoja de Kale colocamos en la parte central 3 tiras de aguacate y espolvoreamos con 1/4 cucharadita de gomasio. Acompañamos de 3 tiras de pepino, 4 de zanahoria, 4 de pimiento rojo, un poco de cebolleta, 3-4 hojas de cilantro, 1-2 hojas de albahaca, 1 hoja de menta y brotes.
Todas las cantidades se pueden variar al gusto o tamaño de la hoja.
Cubrimos con el extremo de hoja más cercano a nosotros y enrollamos sobre sí misma procurando ejercer presión para que se mantenga unido el relleno pero no demasiada o este saldrá por los lados.
Repetimos el proceso con el resto de hojas.
Servimos los rollitos…
A la hora de servirlos podemos optar por presentarlos enteros, cortados por la mitad o, cortados por la mitad, pero retirando además la parte exterior (más floreada) para que queden perfectos. Esto lo dejo a vuestro gusto y elección 😉
Acompañamos con la salsa de macadamia y lima y… disfrutad mucho de esta explosión de sabor, frescura y aromas que invadirán vuestro paladar!
¡Buen provecho!
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