Pan de molde integral con limón confitado
Estoy segura que muchos de vosotros os alegraréis con la receta de hoy, digo seguro porque es una elaboración que me habéis pedido mucho, la receta de un pan de molde integral al 100 %. Bien, pues aquí lo tenéis. Un pan de molde integral con limón confitado y sésamo negro que os garantizo será uno de vuestros próximos panes de molde preferidos.
Es cierto que siempre solemos asociar los panes integrales a panes muy densos, duros, con una esponjosidad totalmente ausente… esto no es así. Tampoco digo que vayamos a lograr la misma ternura que si elaborásemos el pan con una harina blanca, pero os garantizo que el resultado os va a encantar.
¿Qué debemos tener en cuenta cuando trabajemos con una harina integral?
Hace un tiempo os dejé una receta de una hogaza de trigo e integral elaborado con masa madre. En ella os comentaba, además de la diferencia entre una harina de trigo y otra integral, los puntos que debemos tener en cuenta a la hora de panificar con esta variedad de harina; manipulado, hidratación, fermentación…
De modo que no dejéis de echarle un vistazo porque seguro os vendrá bien tener en cuenta muchos de los puntos de los que os hablo y favorecerá un mejor resultado final.
¿Qué diferencia notaré a la hora de trabajar con una masa 100% integral?
Su textura y acabado, será totalmente diferente de un pan elaborado con una harina refinada. La superficie será muy granulosa debido a la presencia de salvado por lo que a la hora de hacer la prueba de la membrana, será algo más “orientativo” que otra cosa. El salvado tiende a desgarrar la masa con mayor facilidad que si no estuviera presente, pero nos permitirá hacerla y apreciar ese característico velo.
El sabor de un pan integral… es cosa de otro mundo.
Un pan integral, en líneas generales, posee un sabor más intenso, característico, peculiar y delicioso que otro elaborado con harina refinada. Esto es así, siempre.
De modo que además de beneficiarnos de todos sus nutrientes, disfrutaremos de un pan con mucho sabor y una textura muy particular.
¿Hace falta añadirle aderezos para potenciar su sabor?
En absoluto. Esto ha sido un capricho mío, ya sabéis que siempre suelo añadir algún que otro ingrediente a las masas para aromatizar o personalizar un poco más la elaboración. Pero, por supuesto, se puede elaborar esta receta sin necesidad de añadir limón confitado o sésamo negro.
La tabla de Kitchen Kraft de Claudia & Julia.
INGREDIENTES PARA UN PAN DE MOLDE DE 1 KG APROX:
- 600 g de harina integral de trigo
- 307 g de agua
- 4 g de levadura seca de panadero
- 65 g de leche de coco enlatada* (la parte densa)
- 105 g de yogur griego sin azúcar
- 50 g de miel
- 35 g de limón confitado**
- 28 g de sésamo negro
- 8 g de sal
* Una leche de coco de este tipo, se puede encontrar en supermercados sin problemas.
** Enlace de la receta para hacer limón confitado.
PARA PINTAR:
- leche entera
- semillas variadas (yo utilicé sésamo blanco y negro)
ELABORACIÓN:
Preparamos la masa del pan de molde.
- En un bol grande añadimos la harina junto con el agua, la leche de coco y el yogurt griego, mezclamos con ayuda de una espátula.
- Incorporamos la levadura seca, mezclamos, añadimos la sal y volvemos a mezclar.
- Comenzaremos a amasar, debemos trabajar bien la masa para favorecer que los ingredientes se vayan amalgamando. Es importante no ser bruscos al trabajar porque compactaremos la masa y el resultado final no será tan esponjoso. Pasamos la masa a una superficie de trabajo y comenzamos a amasar realizando el amasado francés o bien en una amasadora con ayuda el gancho y siempre a velocidad 1.
- Trabajamos la masa poco a poco, observaremos como irá tomando cuerpo y se irá desarrollando. Amasamos 4 minutos y dejamos reposar 5-7 minutos, siempre tapando la masa para evitar que se reseque.
- La harina integral es una harina delicada y debemos trabajarla con mimo y cariño.
- Incorporamos la miel y volvemos a amasar hasta obtener una masa completamente homogénea.
- Cuando nuestra masa esté desarrollada, añadimos el limón confitado en trocitos junto con el sésamo negro. Lo haremos por tandas e integraremos los ingredientes en la masa con movimientos o plegados suaves hasta distribuirlas por toda la superficie de manera uniforme.
NOTA: Si no queremos utilizar leche de coco, podemos utilizar otra leche vegetal o incluso leche normal. Pero tened en cuenta la hidratación final porque la leche de coco que uso es la parte densa y una leche vegetal, sería líquida. Añadid de 40-50 g de agua menos y observar la masa. A medida que amaséis, añadid ese agua reservada poco a poco hasta que observéis una buena consistencia sin sobrepasar la hidratación final.
Hacemos la primera fermentación y/o en bloque.
- Engrasamos un bol e introducimos la masa en el interior, cubrimos con film y dejamos levar hasta que doble su volumen. Dependiendo de la temperatura que haga puede tardar de 2 a 4 horas sin problemas. En mi caso fueron algo menos de 2 horas y 50 minutos a 23ºC.
Preformamos el pan de molde.
- Enharinamos ligeramente una superficie de trabajo y volcamos la masa. Desgasificamos con la palma de la mano, suavemente.
- Dividimos la masa en 3 piezas iguales.
- Preformamos, tal y como os muestro en el vídeo.
- Tapamos, con un paño de algodón, y dejamos reposar 15 minutos.
Formamos el pan de molde y realizamos la segunda fermentación.
- Engrasamos el molde de 30 x 11 x 7 cm con mantequilla y harina* o engrasamos y forramos con papel de horno. Reservamos.
- Formamos cada pieza siguiendo el mismo proceso que utilizamos para formar. Una vez que formemos una pieza, introducimos en el molde con el sellado hacia abajo.
- Repetimos el proceso con el resto de piezas.
- Tapamos con film y dejamos levar hasta que doble su volumen. En mi caso tardó 2 horas a 24ºC.
* Deberemos retirar el exceso de harina golpeando el molde boca abajo.
Horneamos el pan de molde.
- Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Pintamos la superficie con leche y espolvoreamos la superficie con semillas. Introducimos durante 40-45 minutos comenzando por abajo en la segunda posición.
- Sacamos y dejamos reposar 2 minutos en el molde. Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
NOTAS:
- Si preferís podéis pincelar el pan con huevo batido y una pizca de sal para lograr un acabado más dorado y brillante.
- Este pan de molde no hace falta cubrirlo con papel de horno a mitad de cocción. Imagino que el uso de leche en lugar de huevo, retrasa el proceso de dorado en el exterior.
CONSERVACIÓN: Este pan de molde podemos guardarlo envuelto en film o en una bolsa hermética cerrado con una pinza zip. Se conserva en perfecto estado de 6-7 días.
Vuestros desayunos serán diferentes con este pan de molde integral con limón confitado. El olor que desprende el tostador mientras dora la superficie de las rebanadas para dejarlas doradas y ligeramente crujientes… es ¡espectacular! Casi que se pueden apreciar los matices cítricos.
Además que este tipo de pan de molde elaborado en casa conserva mucho mejor el calor durante más tiempo, además de su ternura. Vamos, que te da tiempo a untar la mantequilla (en esta ocasión una mantequilla francesa fabulosa regalo de un buen amigo), la mermelada y disfrutarla caliente aún. Cosa que con un pan de molde comprado… ¡ni de broma! No llegas a la segunda vez untando la mantequilla cuando ya notas que esta ni se funde… No hay color.
De modo que animaros a probarlo, que no os arrepentiréis 😉
¡Feliz comienzo de semana!
Un abrazo,
Eva
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