Pain de Beaucaire
¡Buenos días! Hoy amanecemos con un pan sobre la mesa, recién hecho, de olor magnífico, textura suave, tierna… El mejor acompañante para nuestras mermeladas caseras. Pain de Beaucaire.
En mi caso, he comenzado el día con un par de rebanadas de este exquisito pan acompañadas de una mermelada de uvas, que hace poco os dejé la receta. Y es que el mundo de las masas con masa madre se ha apoderado de mí. Ningún pan elaborado con un mínimo de cariño y dedicación podrá superar a estos elaborados en casa.
Requieren algo de tiempo, varios amasados, ¡pero los resultados lo merecen! Los desayunos, comidas, meriendas…no tienen nada que ver, sin contar con la satisfacción personal que reportan.
Este pan característico por su presencia con un pequeño desgarro es originario de la orilla del Ródano, Beaucaire, donde en una de las ferias más grandes de Europa popularizó un pan especial en el S. XV. Se trataba de un pan cuyos tiempos de fabricación y levado se ajustaban a una jornada de 8 horas.
Un pan realmente sencillo e increíblemente delicioso. Os animo a empezar en el camino de hacer panes en casa y de crear vuestra propia masa madre.
Saludos,
Mrs Hudson.
La receta la he visto y disfrutado gracias a Miss Migas con Locura.
INGREDIENTES PARA 2 PANES:
PARA EL POOLISH:
- 55 g de harina de fuerza
- 5 g de harina de Centeno integral
- 60 g de agua
- 20 g de masa madre al 100% de hidratación
PARA LA MASA FINAL:
- 455 g de harina de trigo común
- 245 g de agua
- 10 g de sal
- todo el poolish
PARA UNIR:
- 10 g de harina de trigo
- 50 g de agua
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando el poolish que se prepara la noche anterior.
En un bol incorporamos todos los ingredientes del poolish, mezclamos y cubrimos con un film. Lo dejamos fermentar entre 8 y 12 horas a temperatura ambiente.
A la mañana siguiente, en un bol amplio añadimos el agua y deshacemos el poolish en ella. Incorporamos la harina y mezclamos hasta que estén integrados todos los ingredientes. Dejamos reposar cubierto con un paño 20 minutos. Durante este tiempo se producirá la autólisis.
Transcurrido ese tiempo añadimos la sal y amasamos trabajando bien la masa durante unos minutos, alrededor de 5-7 minutos, obteniendo así una masa con un gluten semi-desarrollado.
Engrasamos un bol con aceite, tapamos con papel film y dejamos crecer hasta que doble su tamaño, aproximadamente alrededor de 1 hora.
Una vez pasado ese tiempo, enharinamos una superficie de trabajo y desgasificamos la masa. Estiramos la masa con ayuda de un rodillo y le damos forma de rectángulo.
Vamos a proceder a plegar ese rectángulo en 3 partes, doblamos la parte superior hacia el centro y la parte inferior hacia el centro también, de tal modo que nos quedarán plegados uno encima del otro.
Cubrimos con un paño y dejamos reposar 15 minutos.
Mientras preparamos el pegamento mezclando la harina con el agua, disolvemos.
Una vez haya transcurrido el tiempo de reposo, con ayuda de un pincel de repostería pintamos con el pegamento la parte superior de la masa. Cortamos en 2 trozos y colocamos un trozo encima del otro, uniéndolos por el lado que dispusimos el pegamento.
Volvemos a cortar la masa en dos partes, en esta ocasión he realizado el corte longitudinalmente para obtener 2 barras.
Colocaremos las masas en una couche enharinada (yo no tengo, por lo que coloqué sobre una bandeja de horno papel de horno, encima coloqué un mantel grueso individual el cual me permitía darle forma) colocamos las barras y dejamos que fermenten durante 2-2´30 horas.
Precalentamos el horno a 250ºC con ambas placas.
Vamos a hornear con vapor por lo que necesitaremos agua hirviendo y una bandeja para colocar debajo de la bandeja donde horneamos el pan.
Preparamos un cazo con agua y lo ponemos a hervir.
Pasamos nuestros panes a una bandeja de horno previamente forrada con 2 papeles de hornear, los colocaremos dándoles un giro de 90º, por lo que la zona de unión entre ellos quedará hacia arriba que tras el horneado será por donde se abrirá.
Vertimos el agua hirviendo sobre la bandeja que hemos colocado en el suelo del horno, colocamos la bandeja con los panes justo en la siguiente posición que nos permite insertarla (segunda empezando por abajo), cerramos la puerta y bajamos la temperatura a 230º C.
A los 15 minutos de horneado abrimos el horno ligeramente durante unos 30 segundos para que salga el vapor, mucho cuidado y no acercaros a la puerta ya que el vapor puede quemaros.
Continuamos la cocción durante 15 minutos más aproximadamente o hasta que al golpearlos por abajo suenen huecos.
Una vez transcurrido el tiempo de horneado, dejamos reposar en el horno 2 minutos con la puerta abierta, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Un pan realmente delicioso, muy recomendable de hacer sobretodo si se trata de vuestros primeros panes ya que aporta una gran satisfacción, tanto en sabor como visualmente.
Buen provecho!!
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