Huevos a la flamenca

Elaboración

Preparamos la salsa de tomate.

1. Lava los tomates y realizar un corte de cruz en la base de cada uno de ellos.
2. Llena una olla mediana con agua y colócala a calor medio alto.
3. Una vez que rompa a hervir, introduce los tomates con cuidado y blanquea (escalda) durante 3-4 minutos.
4. Retira del calor, cuela los tomates y deja a un lado para que enfríen.
5. Una vez que podamos manipular los tomates sin quemarnos, pélalos y corta en trozos. Coloca en una olla mediana.
6. Añade el ajo troceado junto con el chorro de aceite de oliva y el azúcar.
7. Cocina a calor medio bajo durante 45 minutos removiendo de vez en cuando.
8. Procesa la salsa de tomate en un procesador de alimentos o con una batidora de mano. Añade la sal, mezcla y prueba. Rectifica de sal en caso de ser necesario.
9. Reservamos.

Hierve los guisantes.

1. Llena una olla mediana con agua y coloca a calor medio alto.
2. Una vez que rompa a hervir, añade la sal junto con los guisantes.
3. Hiérvelos hasta que estén tiernos, nos llevará alrededor de 25-30 minutos.
4. Retiramos del calor, colamos y reservamos hasta el momento de su uso.

Freímos las patatas.

1. Lava las patatas con agua fría y sécalas con papel de cocina. Pela y córtalas en cuadrados pequeños.
2. Vierte aceite de oliva en una sartén, suficiente cantidad como para que las patatas queden cubiertas.
3. Calienta el aceite a calor medio alto, este debe alcanzar la temperatura de 175º-180ºC y no humear.
4. Añade las patatas a la sartén y fríe, moviendo de vez en cuando, hasta que estén doradas.
5. Saca las patatas de la sartén con una espumadera y coloca en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Sala al gusto.

Preparamos el sofrito.

1. Troceamos el ajo y la cebolla finamente. Reservamos.
2. Vertemos el aceite de oliva en una sartén grande y colocamos a calor medio-bajo.
3. Cuando tenga temperatura, añadimos la cebolla junto con el ajo y cocinamos a calor medio-bajo durante 25 minutos. Deberá adquirir una textura semi-transparente.
4. Añadimos el chorizo cortado en rodajas junto con los dos tipos de pimentón. Mezclamos bien para distribuir de manera uniforme.
   
5. Incorporamos la salsa de tomate junto con un poco de sal. Mezclamos bien y cocinamos durante 3-4 minutos más.
6. Añadimos los guisantes y mezclamos de nuevo.
   
7. Finalmente añadimos las patatas fritas y mezclamos para distribuir de manera uniforme.

Horneamos.

1. Precalienta el horno a 190ºC con calor arriba y abajo.
2. Repartimos la mezcla en 2 ó 3 cazuelas de barro, dependerá del tamaño de estas.
3. Hacemos un hueco con una cuchara y vertemos una clara en cada uno de ellos.
4. Introducimos en el horno y dejamos hasta que la clara cuaje, alrededor de 10-12 minutos.
5. Sacamos del horno y colocamos las cazuelas sobre una rejilla.
6. Colocamos una yema sobre cada clara, salamos al gusto y servimos enseguida.
   

Notas

• No es obligatorio utilizar salsa de tomate casera para hacer los huevos a la flamenca, pero ya sabéis que sí lo recomiendo. Podéis utilizar tomates enlatados si lo preferís, pero el resultado no será igual.
• La salsa de tomate que os dejo es la que suelo hacer en casa para algunas elaboraciones. Pero sentíos libres de usar vuestra propia salsa de tomate casera.
• Si os sobra salsa de tomate, no os preocupéis. Se puede congelar en un recipiente hermético y se conserva en perfecto estado.
• Tengo otra salsa de tomate casera en el blog, podéis echarle un vistazo en la receta de empanada gallega. Ambas dan muy buenos resultados.
• Debemos cocinar la cebolla a calor medio bajo porque buscamos que adquiera una textura tierna y translúcida. De modo que procurar no subir la temperatura o de lo contrario obtendremos una cebolla dorada o tostada.
• En el mercado podemos encontrar muchos tipos de patatas, algunas de ellas son mejores para freír y otras para cocer. En este caso, lo ideal, es utilizar patatas semitardías, en lugar de patatas nuevas o viejas.
  
• Para elaborar los huevos a la flamenca, las patatas siempre suelen cortarse en cuadraditos. Nunca en formato alargado o tipo chip.
• Mientras freímos las patatas no debemos moverlas con mucha frecuencia, de lo contrario se volverán más blandas y no quedarán tan crujientes.
• Los guisantes que utilicemos pueden ser frescos o congelados, pero nunca los que vienen en conserva. La razón es que tienen una textura mucho más blanda y su sabor no es comparable.
• Ya sabéis que me gustan las yemas líquidas... Tal y como so dejé en la receta de los khachapuri. Por esa razón horneo la elaboración con la clara y, nada más sacarlo del horno, vierto la yema. De ese modo logramos que tenga una textura líquida y perfecta.
• Si no queréis utilizar el horno, podéis cocinar los huevos colocando la cazuela en el fuego a calor medio.
• El chorizo se puede sustituir por jamón serrano, el resultado será maravilloso igualmente.
  

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• Guisantes
• Patata
• Pimentón dulce
• Pimentón picante