Donuts de remolacha y chocolate
Los donuts es un tipo de dulce que nos chifla a todos. Además creo que nos remontan a nuestra infancia… envueltos en papel marrón de resma, ya sean de azúcar o de chocolate fondant (los mejores). Si está bien hecho y con textura suave y esponjosa, es una verdadera maravilla. Hoy traigo una nueva receta pero con un ingrediente particular… donuts de remolacha y chocolate.
Seguro que más de uno de vosotros ha pensado ¿remolacha? ¿por qué remolacha? Y aquí he de reconocer, una vez más, que me chifla la remolacha. La he probado en infinidad de elaboraciones y masas; éclairs, tarta, bizcocho, pizza… ¡cómo no iba a probar en donut!
De modo que me puse con ellos. Para los que no sois muy fan de esta hortaliza, comentar acerca de ellos que el sabor a remolacha pasa totalmente desapercibido. Quizás si tenéis un detector ultrasónico en el paladar, cómo mi hijo (es capaz de saber qué ingrediente ha estado en contacto directo con un champiñón o una cebolla), entonces tal vez sí. Pero de no poseer este poder, solo apreciaréis el evidente color que nos deja en la masa.
¿Qué me gusta de esta elaboración?
Muchas cosas. Entre ellas es que…
- Aprendemos a dar color, ya sea a masas o coberturas, sin necesidad de utilizar colorantes. Podemos lograrlo con ingredientes naturales consiguiendo una tonalidad muy viva y sin aportar prácticamente sabor.
- Introducimos elementos vegetales en elaboraciones que les encanta a los niños sin que se den cuenta.
- Controlamos la cantidad de azúcar y levadura logrando que sea una elaboración mucho más saludable de lo que pudiera ser al comprarla hecha.
- Podemos comerlos recién hechos de verdad.
El resultado es una merienda fabulosa, además que con la llegada del frío y las lluvias, está fenomenal elaborar estet ipo de recetas en casa. El interior del donut queda con un color rosa intenso muy potente, el exterior se nos dorará un poco (perdiendo color) al freírlos. Esto será inevitable…
La cobertura de chocolate tiene un acabado muy brillante que recuerda a los fondant, con textura suave al morder y ligeramente azucarado. La cobertura rosa la elaboraremos con el agua de la cocción de las remolachas, así lograremos un color rosa natural.
La decoración siempre podemos hacerla acorde a lo que dispongamos en casa, dejarlos sin nada si lo preferís a excepción de las coberturas, o bien con lo que os sugiero.
¿Se pueden hornear en lugar de freír?
Igual se os pasa por la cabeza la idea de hornearlos… nunca me ha dado por ahí. Entonces, considero, que no sería un donut. Se trataría de una masa tierna con forma circular y una cobertura. Quizás la idea de querer hacerlo de este modo es que resulten más ligeros, en cuanto a valor energético se refiere, pero insisto en que no sería lo mismo. Además, son minis 😉
La cantidad de donuts dependerá siempre del tamaño de cortador que utilicéis. Los agujeros, en mi casa siempre se fríen. Les rechifla ir cogiéndolos según los saco de la sartén, aún quemándose ¡la yema de los dedos! y si alguno sobrevive al siguiente paso, los cubren de chocolate.
INGREDIENTES PARA 16-18 MINI DONUTS DE REMOLACHA:
PARA LA MASA:
- 280 g de harina de fuerza
- 125 g de agua de cocción de las remolachas
- 47 g de remolacha cocida triturada
- 2 yemas de huevo L
- 30 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 1,2 g de levadura seca de panadero
- 20 g de azúcar blanco granulado
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
PARA LA COBERTURA DE CHOCOLATE:
- 20 g de chocolate negro
- 13 g de mantequilla
- 55 g de azúcar glas
- 8-15 g de agua caliente
PARA LA COBERTURA ROSA:
- 30 g de agua de la cocción de las remolachas
- 100 g de azúcar glas
- 22 g de mantequilla
PARA DECORAR:
- frambuesas amarillas o rojas
- azúcar perlado
- flores de hibisco
ELABORACIÓN:
Preparamos la masa de los donuts de remolacha.
- En el bol de la amasadora añadimos la harina junto con el azúcar, y la sal, mezclamos con ayuda de una espátula de silicona.
- Incorporamos el agua de la cocción de las remolachas junto con las yemas, la vainilla y la remolacha cocida triturada. Mezclamos con ayuda del gancho, a velocidad 1, hasta obtener una masa homogénea.
- Añadimos la levadura y continuamos amasando a la velocidad más baja durante unos 6-8 minutos. Deberemos obtener una masa desarrollada y elástica. En ese momento añadimos la mantequilla y amasamos durante 4-5 minutos más. El resultado debe ser una masa suave, elástica pero ligeramente pegajosa al tacto.
- Engrasamos un bol con aceite, boleamos la masa e introducimos en él. Cubrimos con film y dejamos levar 2 horas a temperatura ambiente.
- Transcurrido ese tiempo, introducimos el bol en el frigorífico y dejamos alrededor de 2 y ½ – 3 horas. Pasado este tiempo la masa debe haber duplicado su tamaño.
Formamos los donuts.
- Espolvoreamos ligeramente la superficie de trabajo con harina y estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta dejarla con algo menos de 1 cm de grosor. Es importante procurar manipular la masa lo menos posible y trabajar con ella fría, nos facilitará la labor a la hora de trabajar.
- Cortamos los donuts. Para la parte exterior he utilizado un cortador de 7 cm de diámetro y para el agujero interior uno de 3 cm de diámetro.
Los agujeros podemos reservarlo y freírlos, quedan muy ricos, o mezclarlos con los retales de masa para hacer más donuts.
- Una vez que estén cortados, colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno.
- Unimos los retales de masa, boleamos y estiramos de nuevo. Es muy probable que en este punto la masa oponga algo de resistencia, es debido a que el gluten está tenso tras haber manipulado la masa. Tapadla con un paño y dejadla reposar unos 10 minutos antes de continuar estirándola.
- Una vez que tengamos todos los donuts cortados, tapamos con film o un paño de algodón y dejamos levar durante 40-60 minutos, dependerá de la temperatura exterior. Deben doblar su tamaño.
Freímos los donuts.
- Calentamos el aceite en un sartén amplia. Debe haber suficiente para que cubra la mitad de la masa del donut.
- Una vez que haya alcanzado los 180ºC, iremos incorporando los donuts en la sartén. Freiremos durante unos 30 segundos aproximadamente por cada lado o hasta que observemos que toman un ligero color dorado.
- Sacamos y dejamos escurrir en papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
Preparamos las coberturas para los donuts.
Para la cobertura rosa.
- En un bol añadimos el azúcar junto con el agua de la cocción de las remolachas, mezclamos hasta homogeneizar.
- Incorporamos la mantequilla fundida y mezclamos de nuevo hasta integrar por completo.
- Dejamos reposar 2-3 minutos para que la mantequilla solidifique un poco antes de bañar los donuts, de lo contrario la cobertura nos quedaría demasiado líquida.
No dejéis reposar demasiado porque entonces se volvería demasiado densa.
Preparamos la cobertura de chocolate.
- En un cazo al baño maria colocamos el chocolate troceado junto con la mantequilla, dejamos hasta que se fundan por completo.
- Retiramos del calor y añadimos el azúcar glas, mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea. Esta nos quedará algo densa, no os preocupeis.
- Incorporamos un poco de agua caliente y mezclamos. Debemos obtener una densidad que no sea muy líquida pero tampoco muy densa, para que nos permita bañar los donuts sin que se quede el chocolate amontonado en algunas partes. Por esa razón la cantidad de agua es orientativo, debéis observar la consistencia de la mezcla.
NOTA: A medida que la cobertura enfría, se solidifica. Si no habéis terminado de bañar todos los donuts, añadís unas gotas de agua caliente, removéis bien y de nuevo tendrá la consistencia correcta.
Bañamos los donuts.
- Introducimos un lado del donut en el bol, de chocolate o cobertura rosa, sacamos con cuidado dejando que escurra el exceso y colocamos sobre una rejilla.
- Seguidamente, de lo contrario secará la cobertura y no se quedarán adheridos los ingredientes, decoramos con lo que prefiramos. En mi caso frambuesas amarillas y hojas de hibisco o azúcar perlado.
- Continuamos bañando y decorando el resto de donuts y agujeros.
CONSERVACIÓN: Lo ideal es consumirlos el mismo día que los elaboramos, es el momento en que serán más tiernos. En caso de que nos sobre alguno, podremos guardarlos en un recipiente hermético o una campana de cristal.
No sé porqué razón siempre elaboramos más donuts en casa cuando llega el otoño, imagino que la llegada del frío nos invita más a elaborar este tipo de dulces en casa. Además que es una receta en la que los niños pueden ayudarnos mucho y les resulta bastante divertido. Por no hablar de la gran cantidad de decoraciones que pueden colocar… seguro que terminan pareciendo más un árbol de Navidad que ¡otra cosa!
Aviso que no podréis comeos solo uno, ni dos… sino, ya me lo diréis 😉
Saludos,
Eva
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