Cous Cous de coliflor con anacardos y dátiles

¿A cuántos de vosotros no os gusta la coliflor? Seguro que a unos cuantos… Pero claro también es cierto que influye mucho la manera que lo cocinemos para que sea mejor o peor recibido. Cierto es que una coliflor cocida tal cual puede no gustar demasiado, mejora con mahonesa, bechamel, aceite y vinagre… Pero aún así hay ocasiones que ni con esas conseguimos que sea bien agradecida por nuestro paladar.

Bien, pues este cous cous de coliflor con anacardos y dátiles derrumbará muchos de esos muros, ¡estoy segura! La presencia, la textura y la inmensidad de aromas que envuelven el plato hará cambiar de opinión a más de uno de vosotros.

He de reconocer que, por mi parte, llevaba camino ganado puesto que a mi me chifla la coliflor pero en casa al enano… como que no. Vi una receta en este blog que es una maravilla, me gusta mucho su trabajo y comparte recetas realmente buenas, y me animé a probarla. Tuvo una aceptación bastante considerable, de hecho miraban al plato como si fuera otra cosa y a mí me dio por decir que era coliflor… A partir de ahí le he hecho muchas más veces pero, además, he ido ajustándola un poco a mi gusto en cuanto a cantidades y especias.

Ahora que la tengo más que testada y comprobada, os la dejo para que también podáis disfrutarla y, en caso de que tengáis reacios a esta verdura en casa, puedan darle otra oportunidad.

Este falso cous cous de coliflor también puede elaborarse con brócoli si se desea, seguro que está igual de bueno solo que tendremos que reducir el tiempo de cocción a unos 3-4 minutos. El resultado de este plato es muy sorprendente tanto en sabor como en textura, los anacardos y dátiles dan ese punto crujiente y dulce que hace que el conjunto sea de quitarse el sombrero.

Por supuesto las especias las podéis variar si alguna de ellas no os gusta, lo que sí recomiendo es que no omitáis el comino que es quien le da ese carácter árabe tan sabroso y aromático.

Para presentarlo, y salirnos un poco de lo habitual, opté por unas hojas de lombarda simulando un cuenco. Es un poco laborioso sacar las hojas de la lombarda enteras… alguna de ellas se nos quebrará pero no pasa nada, siempre puede valer para la base y colocar sobre esta la que nos salga entera. Queda muy llamativo a la vez de dar una presencia muy fresca, y ya me dio por ponerle unos claveles chinos comestibles que vi cuando fui a comprar y me dijeron; “¡llévanos a casa!”-. No les pude ignorar, soy muy blanda.

En pocos minutos tendremos un primer plato o una cena riquísima, diferente, saludable y ligera, en caso de que estéis cuidando la línea con esto de la llegada del buen tiempo.

Saludos,
Eva {Mrs Hudson}

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:

• 1 coliflor grande (una vez rallada pesará 800 g aprox)
• 2 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva
• 80 g de leche de coco
• 2 cucharaditas de Za´atar
• 1 y 1/2 cucharadita de comino molido
• 1 cucharadita de jengibre en polvo
• 7 g de cilantro fresco, solo las hojas
• 65 g de anacardos
• 3 dátiles Medjoul
• sal marina y pimienta molida al gusto

PARA PRESENTAR:

• 3 hojas de lombarda por persona
• claveles chinos para decorar

ELABORACIÓN:

Comenzamos limpiando la coliflor.

Retiramos las hojas exteriores con ayuda de un cuchillo afilado, una vez que hayamos quitado todas lavamos la coliflor y secamos con papel absorbente.

A la hora de rallar la coliflor podemos hacerlo de dos maneras:

• con un rallador de agujero amplio (los de 4 caras tienen diferentes tamaños)
• con un procesador de alimentos

En mi caso os dejaré como hacerlo con un rallador que es un utensilio que todos tenemos en casa. El procesador es algo más rápido, limpio, pero debemos tener cuidado al procesarlo para no hacer puré la coliflor. Tendríamos que dar pequeños toques a la máquina durante unos 10-12 segundos.

Para hacerlo con el rallador necesitaremos un bol amplio para recoger toda la coliflor que iremos rallando.

Cortamos la coliflor en trozos de modo que nos resulte más sencillo manipularla y rallamos por una de las caras de agujero más amplio, pero no enorme.

Rallaremos toda la parte de la cabeza dejándonos el tallo.

Nos llevará unos minutos rallar toda la coliflor de modo que, paciencia. Además saltarán pequeños trozos por la encimera, suelo… pero el esfuerzo merecerá la pena.

Preparamos los aderezos.

En un mortero majamos los anacardos ligeramente, reservamos. Deshuesamos los dátiles y troceamos, reservamos.

Picamos finamente el cilantro fresco, reservamos.

Cocinamos el cous cous de coliflor.

En una sartén amplia añadimos el aceite y colocamos a calor medio alto, incorporamos la coliflor rallada junto con las especias, la sal y cocinamos alrededor de 2 minutos.

Añadimos la leche de coco, mezclamos bien y cocinamos durante 6-7 minutos. Deberemos obtener una textura tierna pero ligeramente crujiente, no debe quedar muy blanda, de lo contrario obtendríamos una pasta.

Retiramos del calor e incorporamos el cilantro picado junto con los anacardos y los dátiles.

Dejamos templar mientras preparamos los boles de lombarda.

Para sacar las hojas de lombarda enteras y sin que se nos rompan, tendremos que armarnos de paciencia. Son hojas que están muy prietas y si tiramos de ellas, las partiremos. Lo ideal es cortar la hoja desde la base del tronco y comenzar a deslizar los dedos con cuidado bajo ella, de ese modo iremos levantando la hoja sin dañarla.

Si queréis también tenéis la opción de presentarlo sobre hojas de radicchio que son más fáciles de separar 😉

Una vez que tengamos las hojas listas las lavamos bien y secamos con papel absorbente.

Montamos los platos.

Para hacer los boles necesitaremos unas 3 hojas por persona, montaremos una sobre otra de manera que simule el exterior de una col.

Rellenamos con el cous cous de coliflor y decoramos con unos claveles chinos comestibles.

Seguro que nunca la coliflor os pudo llamar tanto la atención, o sí, pero para aquellos que son reacios a comerla esta receta se merece una oportunidad. De hecho es algo complicado saber qué es si no lo sabes antes. Eso sí, se la comerán a dos carrillos mientras te dicen “No sé qué es pero ¡está riquísimo!”.

¡A disfrutar se ha dicho!