La cesta de Caperucita Roja: Tarta de manzana como en los cuentos

La cesta de Caperucita Roja: Tarta de manzana como en los cuentos

Eva 19 abril, 2013

CAPÍTULO   5  Y FINAL

Aún no puedo creer que ya haya pasado una semana…Han sido unos días maravillosos, en los que he podido compartir mis dulces grandes secretos. Por un lado estoy muy feliz por haberos conocido y haber formado parte de un pequeño espacio de tiempo en vuestros días, y por otro me apena un poco el que todo haya sido tan fugaz…

Por eso creo que la mejor manera de despedirme de vosotros es con una tarta que es una de las favoritas de mi abuela. Ella solía hacerla muy a menudo cuando era más joven, y jamás podré olvidar aquella imagen de ella colocándolas en la repisa de la ventana con sus guantes de horno bordados a mano…Incluso antes de entrar en casa, corriendo camino a la puerta por el jardín, reconocías su olor, ese aroma a manzana y canela. Adoraba ir a verla y que me recibiera con su amplia sonrisa, revestida de arrugas en las que podías leer todo lo que había aprendido a lo largo de su vida.

Como siempre me ha dicho mi madre:

– Lo que haces con amor y cariño eres capaz de transmitirlo a quien se lo das -.

Sé de quien lo aprendió y por eso me lo enseñó a mi. No hay mejor manera de corresponder a la gente que aprecias, que con cariño, por eso os he dejado lo mejor de mi en pequeñas porciones dulces, para alegraros cada día y sacaros una sonrisa cuando más lo necesitéis.

Ha sido un auténtico placer y un gran honor estar con vosotros todos estos días. A partir de hoy formáis parte de mi historia y siempre tendréis un hueco en mi corazón.

¡Hasta siempre!

Caperucita Roja.

La receta de la masa es de Martha Stewart.

INGREDIENTES PARA UN MOLDE DE 11 CM DE DIÁMETRO:

PARA LA MASA:

  • 175 g de harina de trigo
  • 1/2 cucharadita de sal (1/2 Tsp)
  • 100 g de mantequilla sin sal fría y cortada en trozos pequeños
  • 30 g de agua muy fria

PARA EL RELLENO:

  • 2 manzanas Royal Gala o Fuji, podemos usar la que más nos guste siempre que sea dura, la manzana tipo Reineta no nos valdría.
  • 50 g de azúcar moreno
  • 1/2 cucharadita de canela (1/2 Tsp)
  • 1/8 cucharadita de jengibre recién rallado (1/8 Tsp)
  • 1/8 cucharadita de sal (1/8 Tsp)
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (1/2 Tsp)

ELABORACIÓN:

En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos la harina junto con la sal, mezclamos con ayuda de una espátula para integrar uno con otro.

Añadimos la mantequilla y mezclamos con utilizando la mariposa a la velocidad más baja durante unos 30 segundos. Obtendremos una mezcla arenosa que nos recordará a la masa sablée.

Si lo realizamos a mano, incorporamos la mantequilla e integramos todos los ingredientes con las manos.

Una vez que tengamos la masa arenosa, volvemos a poner en marcha e incorporamos el agua muy fría lo haremos poco a poco, en una secuencia lenta pero constante.

Observaremos que la masa se vuelve compacta.

No debemos mezclar demasiado, una vez observemos que toma cuerpo compacto, paramos la KA. Debe ser una masa compacta y nada quebradiza.

Si fuera necesario podríamos añadir un poco más de agua para que tome consistencia, en mi caso con las medidas que os dejo, no ha sido necesario.

Espolvoreamos ligeramente una superficie de trabajo y preparamos la masa.

Presionamos ligeramente para unirla y dividimos en dos partes. Formaremos 2 discos aplanados, cubriremos individualmente con film e introducimos en el frigorífico durante 2 horas.

Podemos dejar la masa preparada del día anterior y que repose toda la noche en el frío.

Transcurrido ese tiempo, montamos el pastel.

La manzana no queda con textura blanda, más bien podría decirse que incluso tras el horneado esta algo entera. Si preferís que quede completamente blanda, antes de rellenar el pastel podéis saltearla con un poco de mantequilla en una sartén, cuando estén listas añadís las especies y el azúcar y pasamos al molde.

Pelamos y troceamos las manzanas en cuadraditos pequeños, incorporamos en un bol. Añadimos el azúcar moreno, la canela, el jengibre, la sal y la vainilla.

Mezclamos para que la manzana vaya absorbiendo los sabores, reservamos.

Sacamos la masa del frío y dejamos que tome algo de temperatura durante unos 5 minutos.

Precalentamos el horno a 175º C con calor arriba y abajo.

Engrasamos ligeramente con mantequilla el molde que vayamos a utilizar, reservamos.

Espolvoreamos una superficie de trabajo y comenzamos a estirar los discos con ayuda de un rodillo. Estiraremos hasta dejar una masa fina.

Colocamos el primer disco, previamente estirado,sobre el molde y presionaremos ligeramente para ajustarlo.

En el segundo disco tenemos que hacer unos huecos para que salga el vapor durante el horneado, en mi caso he utilizado un cortador pequeño en forma de hoja.

Aquí podéis dejaros llevar por vuestra imaginación utilizando los cortadores pequeños que más os gusten o bien podemos realizar unos pequeños cortes para facilitarla salida de vapor, suelen realizarse 4 salidas.

Incorporamos la mezcla de manzanas y colocamos el otro disco de masa.

Retiramos el exceso de masa de los bordes, reservando un poco para sellarlo y darle la forma que prefiramos.

Con el excedente de masa, podemos cortar pequeñas hojas o flores y colocarlos en la superficie para decorar.

Pintamos con huevo batido y espolvoreamos con un poco de azúcar y canela, este último paso podemos omitirlo si así lo deseamos. Si queremos que solo quede una corteza brillante bastará con pintar.

Introducimos en el horno durante 50-60 minutos. La corteza tomará un color dorado.

Sabremos que está lista cuando observemos que la fruta burbujea y suelta un ligero almíbar.

Sacamos y dejamos enfriar completamente antes de servir.

He utilizado un molde desmontable, aunque podemos utilizar cualquier molde con altura que tengamos en casa, ya que es una tarta que no desmoldaremos si no que la cortaremos en el mismo recipiente que hemos horneado.

Y con esta dulce tarta despedimos este pequeño cuento en el que hemos descubierto y disfrutado de algunas de las delicias que forman parte de las meriendas con mi querida abuela.

Todas ellas han sido elaboraciones clásicas, pero sobre todo, recetas que nunca pueden faltar en nuestro recetario de repostería.

Me ha encantado compartirlas con todos vosotros y me alegra saber que cuando las elaboréis, una pequeña parte de mi estará en vuestros hogares.

¡Nos vemos!

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