Soft Pretzels

Soft Pretzels

Eva 26 abril, 2013

Llegamos por fin al fin de semana y he pensado que no estaría mal daros alguna idea para acompañar el aperitivo del sábado o el domingo, para picar a media tarde o incluso en la cena si es algo más informal.
Pensé en estos pretzels, ya que son sencillos, deliciosos…y llevaba mucho tiempo detrás de ellos, lo cual conlleva a unas grandísimas ganas de hacerlos!!

En casa gustan mucho los pretzels que conocemos comúnmente, de textura dura, tamaño muy pequeño y los cuales solemos poner para acompañar algo para picar.
Pero nunca había probado esta variedad, “soft pretzels”, blanditos, tiernos…y con ese sabor tan característico.

Por lo que me decidí ponerme con ellos y así también comparto alguna receta salada que últimamente las tengo un poco de lado.

Existen numerosos relatos sobre el origen de pretzels, así como el origen del nombre, la mayoría coinciden en que tienen antecedentes cristianos y fueron inventados por los monjes.

Su nacimiento ocurre en Baviera,  Alemania, aunque también es bastante popular en Alsacia, América del Norte y Australia.
Su nombre proviene de la palabra alemana “Brezel o Breze”, que deriva del latín “bracellus”, que significa “brazo pequeño” debiendo su nombre a su forma que recuerda a dos brazos entrelazados.

En  Alemania hay historias que dicen que los pretzels eran una invención de panaderos desesperados mantenidos como rehenes por dignatarios locales. Antiguamente era utilizado como emblema de los panaderos y de sus gremios en las zonas del sur de Alemania. Es un tipo de pan salado que forma parte de la comida típica del país.

Su origen parece estar relacionado con las festividades celtas que se realizaban al inicio de la primavera, cuando el sol transita por la constelación de Aries,  por lo que su característica forma representaría los cuernos de este animal zodiacal.

Los romanos los llamaron “panis tordus”. Alrededor del 610 dC, los monjes benedictinos los adoptaron para entregarlos como premio a los niños que realizaban sus tareas escolares y aprendían sus oraciones. Ellos explicaban que los “brezel” representaban los brazos de un niño realizando sus plegarias y los llamaron “brachiola o pretiola”.

Su representación más antigua aparece en el “Hortus Deliciarum”, realizado en 1190. En una de las miniaturas del códice aparece la escena de un banquete en el que participan la reina Ester y su esposo el rey persa Asuero/Jerjes, sobre la mesa se observa un brezel a la derecha del rey.

En la tradición católica del sur de Alemania se utilizaban los “palmbrezel” para adornar las palmas que se llevaban a bendecir a la iglesia el Domingo de Ramos (Palmsonntag).

Dentro de la Iglesia Católica, se considera que tienen un significado religioso, elaborados de manera sencilla con sólo harina y agua se podían comer durante la Cuaresma, época en la que a los cristianos se les prohibió comer huevos, manteca de cerdo, o productos lácteos como la leche y la mantequilla.
Con el paso del tiempo, se les asoció tanto con la Cuaresma como la Pascua. Los pretzels se escondían en la mañana de Pascua al igual que se esconden los huevos hoy en día.

Se dice que la forma con huecos tenían un propósito práctico: los panaderos podían colgarlos en barras.

Como todo lo que disfrutamos hoy en día, el paso del tiempo les ha otorgado innumerables variedades que abarcan desde su sencilla aparición salada, hasta creaciones más originales haciéndose hueco también en el mundo dulce.
Las posibilidades de todo lo que llega a nuestras manos son infinitas…hoy os dejo una de sus dos variantes en plena naturaleza, ya queda de vuestra mano el como combinarlas, disfrutarlas y sobretodo saborearlas…
¡Deseamos que os gusten!

Saludos,
Mrs Hudson.

La receta la vi en Smells like home.

INGREDIENTES PARA 14 PRETZELS PEQUEÑOS:

PARA LA MASA:

  • 30 g de mantequilla ablandada
  • 1 y 1/8 cucharadita de levadura seca instantánea (1 y 1/8 Tsp)
  • 1/2 cucharada de azúcar granulado (1/2 Tbsp)
  • 1 cucharaditas de sal (1 Tsp)
  • 180 g de agua caliente, a unos 40º C aproximadamente
  • 315 g de harina de trigo

PARA HERVIR LA MASA:

  • 700 g de agua 
  • 46 g de bicarbonato de sodio 

PARA DECORAR:

  • 1 yema de huevo grande + 1 cucharada de agua 
  • sal Kosher o sal gorda

ELABORACIÓN:

En el bol de la Kitchen Aid incorporamos el agua junto con el azúcar, la levadura y la sal. Mezclamos con ayuda de una espátula hasta integrarlos completamente.

Añadimos la harina y con ayuda del gancho comenzamos a mezclar a la velocidad más baja hasta obtener una masa compacta. Paramos, retiramos la masa del gancho e incorporamos la mantequilla, volvemos a mezclar a la velocidad más baja durante 4 minutos.

Paramos de nuevo, retiramos de nuevo la masa del gancho y volvemos a mezclar a velocidad media durante 4-5 minutos.

Obtendremos una masa muy suave y lisa, además observaremos que se encorda en el gancho y a penas de adhiere a las paredes del bol.

Pasamos la masa a un bol ligeramente engrasado y cubrimos con film. Dejamos reposar durante 50-60 minutos en un lugar cálido o hasta que este haya doblado su tamaño.

Una vez que haya transcurrido este tiempo, prepararemos una olla amplia. Incorporamos los 700 g de agua junto con el bicarbonato. Colocamos al calor mientras que preparamos la masa, esta debe llegar a ebullición.

Precalentamos el horno a 220º C con calor arria y abajo. Preparamos dos bandejas y forramos con dos papeles de horno o una silpat y un papel de hornear, reservamos.

Desgasificamos la masa sobre una zona de trabajo limpia y ligeramente engrasada, dividimos esta en 14 porciones iguales o lo más similares posibles.

Con cada pequeña porción, formaremos un cordón de unos 35-40 cm de largo y daremos la forma característica de los pretzels.

Primero cruzamos una sobre otra y después trenzamos, unimos las puntas ligeramente a la parte inferior de la masa. Repetimos el proceso con el resto de porciones.

Para que no se nos reseque la masa, podemos cubrir con un paño los pretzels que tenemos listos. Si no vamos a consumirlos todos, podemos congelarlos justo después de darles la forma.

Una vez tengamos el agua hirviendo, introduciremos los pretzels de 2 en 2 y dejaremos cocer durante 30 segundos. Sacamos con una espumadera, escurrimos bien y dejamos sobre la bandeja de horno que teníamos reservada.

Sé que la primera vez que lo leáis os puede parecer rarísimo el hecho de “hervir masa” antes de hornearla, observaréis que esta sale con más volumen y aparentemente más compacta. Al cocerlos adquieren una cubierta ligeramente crujiente y una masa más compacta.

Cuando los saquemos para utilizarlos tras el congelado, debemos hervirlos igualmente antes de hornearlos sin necesidad de descongelarlos previamente. Herviremos durante 45 segundos y hornearemos de la misma manera que si fueran frescos, es probable que necesiten 1 minuto más de horneado, antes de sacarlos comprobaremos que están listos insertando un palillo.

Una vez tengamos todos listos, pintamos con yema de huevo batida con agua y espolvoreamos con sal Kosher o en su defecto sal gorda.

Introducimos en el horno durante 10-12 minutos o hasta que observemos que toman un bonito color dorado.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla durante 5-7 minutos antes de consumirlos.

Si realizáis pretzels de mayor tamaño aumentar el tiempo de horneado en unos 2 minutos aproximadamente.

Una acompañante para nuestros aperitivos de lo má sencillo y delicioso, ideal para acompañar salsas caseras, queso…o simplemente para disfrutarlo acompañando una cerveza fresquita. Esperamos que os guste.

Buen provecho y feliz finde semana!!!

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