Pastel salado de patata al curry y espinacas
Hoy os traigo una receta, algo laboriosa no os voy a mentir, pero de la que os aseguro disfrutaréis mucho. Se trata de un Pastel salado de patata al curry con espinacas que, al ver su nombre puede no llamar mucho nuestra atención. Pero os garantizo que os encantará hacerlo, no solo por su exterior, sino también por el sabor tan impresionante de su relleno.
Soy una enamorada de la Pâté en Croûte y todo lo que tiene que ver con este tipo de pasteles salados o elaboraciones envueltas en masas decoradas. Me fascinan desde hace mucho tiempo, solo que no he podido profundizar todo lo que yo hubiera querido. Hace tiempo os dejé mi primera elaboración de pâté en croûte, con un relleno de verduras y carne impresionante.
Aún me queda mucho por aprender, perfeccionar y mejorar. Es un mundo muy técnico que requiere de mucha práctica y muchas elaboraciones a la espalda para lograr buenos resultados. Además de un trabajo muy cuidado y minucioso en cada paso y detalle.
Por mi parte ya estoy haciendo mis primeras pruebas, además me he comprado dos libros (uno de ellos hace relativamente poco) y los estoy estudiando a fondo. Cuando tenga más conocimientos sobre el tema, profundizaré más y os daré el tostón, por supuesto.
El pastel que os dejo hoy es un pastel que a la hora de comerlo nos puede recordar a una empanada, por la textura de su masa (aunque esta es mucho más delicada) y por el modo en el que lo llevamos a cabo. Una masa que envuelve un relleno y se decora (en este caso, el proceso de las decoraciones, es mucho más laborioso que en una empanada gallega). Pero a mí me fascina decorar, hacer manualidades y crear cosas que después se puedan comer. Es por eso que llevaba tiempo detrás de una receta de este tipo y, por fin, os la puedo dejar.
Pastel salado de patata al curry y espinacas.
Para llevar a cabo la fórmula de esta masa decidí mezclar o combinar dos de las que ya os he dejado en el blog; pâté en croûte y la empanada. Para este pastel salado necesitaba una masa que mantuviera la forma, pero fuera fácil trabajar con ella para poder modelarla. La masa de la empanada me tentaba mucho, pero decidí combinarla con la de la pâté para lograr una masa más delicada y suave. El resultado me gustó muchísimo.
Si os recomiendo que no os saltéis ninguno de los pasos que os detallo porque, todos y cada uno de ellos, tienen un porqué para lograr el resultado deseado y esperado. También os adelanto que este tipo de elaboración no es adecuado para hacer con prisas, porque seguro saldrá mal. Vais a necesitar dos días para hacerlo porque el pastel, una vez relleno, debe reposar toda la noche en el frigorífico.
El relleno.
Este tipo de pasteles admite infinidad de rellenos, lo importante en este punto es trabajar con un relleno que no suelte líquidos o aporte mucha humedad a la masa. Idealmente, en muchos casos, deberá estar previamente cocinado, para evitar esto que os comento. Además, necesitamos que sea un relleno que podamos “modelar”. Los rellenos típicos de las empanadas, también funcionarían muy bien en este tipo de pastel.
Por mi parte adoro el curry, y el curry con patatas y especias. Por esa razón elegí este relleno que combiné con unas espinacas frescas para aportar jugosidad, frescura y color.
Sé que el corte del pastel recuerda a una tortilla de patatas jugosa… Pero nada tiene que ver, ¡os lo aseguro!
La decoración del pastel salado.
Aquí debo hacer una mención especial a la persona que me ha inspirado a la hora de querer hacer estos pasteles, Kanstantsin Larkou. Llegué a sus pasteles gracias a Pinterest, buscando elaboraciones de este tipo, y de ahí a su canal de Youtube. Es cierto que no comparte las recetas en sí, sino que muestra en pocos minutos cómo hace sus pasteles.
Me encantaron, me resultaron francamente elegantes y delicados. De hecho, quedé fascinada por este diseño e intenté replicarlo añadiendo algunos detalles más.
Aquí es donde entra a formar parte mi querida y admirada Julie Jones, una mujer maravillosa que tiene una elegancia y creatividad maravillosa a la hora de llevar a cabo sus pasteles. Sus diseños han inspirado a muchas personas y, en este caso, a mí también. Desde aquí te mando ¡un beso enorme!
No os voy a negar que el proceso decorativo requiere de tiempo y mucho cariño, pero si os gusta cocinar, crear, las manualidades y traspasar vuestras emociones y sentimientos a todo lo que hacéis, sin lugar a dudas lo vais a disfrutar mucho. Muchísimo.
Receta Pastel salado de patatas al curry y espinacas
PARA LA MASA:
- 525 g harina de tradición francesa, puede utilizarse una harina con un 11-12% proteína
- 150 g agua fría
- 65 g huevo
- 125 g mantequilla sin sal, temperatura ambiente
- 10 g azúcar
- 10 g sal
PARA EL RELLENO:
- 125 g espinacas frescas, las hojas (limpias y lavadas)
- 745 g patata cocida con piel
- 1 cebolla dulce grande. cortada en cuadraditos
- 2 dientes de ajo grandes, picados
- 5-6 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de pasta de curry rojo (en mi caso es casera, pero puede utilizarse comprada)
- 1 cucharadita de semillas de mostaza amarilla
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 120 g agua, aproximadamente
- sal al gusto
PARA PINCELAR:
- huevo batido + pizca de sal
MATERIAL QUE NECESITAREMOS:
- amasadora
- rodillo
- rasqueta*
- cuchillo afilado (el mío es de Pallarés*) o cortador de pizzas, tijeras
- cortador de pasta (facultativo)
- cortadores de flores con expulsor (los míos son estos)
- bandeja perforada*
- silpat, teflon o papel de horno
- pincel de repostería*
- sartén amplia, la mía es de De Buyer de 28 cm de diámetro*
- colador
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Elaboración
Preparamos la masa.
- Batimos el huevo en un bol.
- Disolvemos, medianamente, la sal y el azúcar en el agua, vertemos en el huevo y volvemos a batir. Reservamos.
- En el bol de la amasadora incorporamos la mantequilla y suavizamos con la pala.
- Añadimos la mezcla de huevo junto con un tercio de harina, mezclamos con la pala.
- Una vez que se haya integrado, continuamos incorporando el resto de harina mientras mezclamos.
- Cambiamos al gancho y amasamos hasta lograr una masa homogénea.
- Podemos continuar amasando en la amasadora hasta lograr una masa lisa y suave o bien podemos pasarla a una superficie de trabajo y terminar de amasar a mano.
- Una vez que tengamos la masa en este punto, aplanamos ligeramente, cubrimos con film y dejamos reposar durante 2-3 horas.
Preparamos las espinacas.
- Colocamos una sartén amplia a calor medio, una vez que tenga temperatura, incorporamos las espinacas.
- Cocinamos durante 3-4 minutos, removiendo de vez en cuando, para favorecer que se ablanden y suelten el agua.
- Pasamos a un colador y dejamos escurriendo hasta el momento de su uso.
Preparamos el relleno de patata.
- Limpiamos la misma sartén que hemos utilizado para las espinacas. Colocamos a calor medio y vertemos el aceite de oliva.
- Una vez que tenga temperatura, añadimos las semillas de mostaza y cocinamos hasta que estén doradas.
- Añadimos la cebolla junto con el ajo y cocinamos durante 8-10 minutos. No debemos dorarlo, sino ablandarlo.
- Incorporamos las semillas de comino y mezclamos para distribuir. Cocinamos durante 2-3 minutos más.
- Añadimos la patata, previamente cocida, pelada y cortada en trozos junto con la pasta de curry rojo sal y un poco de agua. Mezclamos a la vez que aplastamos hasta lograr una pasta, ligeramente grumosa o con trozos. Si fuera necesario, añadiremos más agua. El resultado debe ser un relleno jugoso, no muy fluido, pero tampoco seco.
- Pasamos el relleno a una fuente y dejamos enfriar por completo antes de rellenar el pastel salado.
Estiramos la masa para formar la primera parte del pastel.
- Dividimos la masa en dos partes iguales. Dejamos cubierta con film la mitad con la que no vamos a trabajar.
- Estiramos una de las piezas sobre una lámina de teflón, procuraremos dar un formato rectangular o alargado con unas dimensiones aproximadas de 40 x 25 cm. El grosor de la masa debe ser de unos 2 - 2'5 mm.
- Disponemos el relleno de patata en la parte central de la masa estirada. Aplanamos un poco y damos forma de hoja u otra forma a vuestra elección. La dimensión del relleno es de unos 20-25 cm de longitud aproximadamente.
- Colocamos las hojas de espinacas, cocinadas y escurridas, sobre el relleno de patata.
- Cortamos los extremos de la masa y reservamos, nos servirán para hacer el enrejado central de la decoración.
Hacemos el enrejado.
- Cortamos tiras de las piezas de masa que hemos retirado. Necesitaremos 10 tiras de masa para un lado y 6 para el otro.
- Creamos el enrejado del modo que os muestro en el vídeo.
- Cortamos el excedente de masa de los laterales y colocamos el enrejado en la parte central del pastel.
Estiramos la otra pieza de masa y cubrimos el pastel.
- Estiramos la otra pieza de masa del mismo modo que hicimos con la primera.
- Cortamos en la parte central una porción con forma de ojo, este permitirá mostrar el enrejado que hemos creado. En mi caso lo he cortado con un cortador de pasta, pero puede hacer con un cuchillo o incluso cortador de galletas.
- Hacemos unos cortes decorativos alrededor del hueco que hemos creado en la masa. Estos servirán para decorar, además de permitir que el pastel "respire" durante la cocción.
- Colocamos, con cuidado, la masa sobre el pastel y ajustamos para centrar la parte central y los bordes. Tened cuidado al coger la masa, lo ideal es repartir el peso entre las dos manos, de lo contrario la masa se estirará y perderá la forma.
- Cortamos el excedente de los bordes latearles procurando dejar un poco de masa para que no se salga el relleno y el pastel quede bien sellado.
- Sellamos los laterales y, si lo deseamos, podemos crear un patrón decorativo con el que os muestro u otro a vuestro gusto.
- Decoramos la parte superior del pastel. En mi caso he utilizado estos cortadores con expulsor para hacer flores, las hojas las he hecho a mano y, además, he creado dos cordones para crear dos espigas.
- Si alguna de las piezas no queda adherida a la masa, en lugar de presionar la pieza para pegarla, lo que haremos será utilizar un poco de agua a modo de pegamento.
- Una vez que tengamos el pastel decorado, refrigeramos sin cubrir ni tapar, hasta el día siguiente. En mi caso estuvo alrededor de 17 horas a 4ºC.
Horneamos.
- Precalentamos el horno a 190ºC con aire.
- Pincelamos el pastel salado con huevo batido con sal, debemos procurar cubrir toda la superficie de este, pero evitar que haya un exceso de huevo en los huecos. El resultado final no sería atractivo.
- Cocemos a media altura, sobre una bandeja perforada preferiblemente, durante 5 minutos. Reducimos a 180ºC con aire y cocemos durante 45 minutos más.
- Sacamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Servimos.
Notas
- La harina que he utilizado es una harina de tradición francesa, de modo que no puedo detallaros la fuerza que contiene porque no la especifica. Es una harina con un 11-12% de proteínas, por lo que podéis usar una de características similares.
- La cantidad de agua de la masa tendréis que ajustarla acorde a la harina que uséis, es posible que en algunos casos requiera de un poco más de cantidad. La masa debe ser agradable al tacto, no seca o dura.
- Batir el huevo con el agua, la sal y el azúcar, favorece mucho que estos elementos se integren en la masa y que no formen grumos (esto último por el huevo debido a su textura).
- Debemos dejar reposar la masa para que el gluten se relaje y, de ese modo, poder estirarla y trabajar con ella sin problemas.
- Os recomiendo usar espinacas frescas, en manojo, no de bolsa. El resultado no es el mismo. La espinaca fresca tiene una hoja con más cuerpo, más firme. La espinaca de bolsa pierde mucha agua y la hoja queda extremadamente blanda y sin forma.
- Las decoraciones pueden ser a vuestro gusto, os he dejado esta sugerencia, pero podéis cambiarlas si lo deseáis.
- Para cortar las flores con el cortador con expulsor, debéis marcarlas muy bien y pulsar, varias veces, el expulsor para que la masa salga sola. Si las sacamos con la mano, podemos hacer que pierdan la forma sin querer.
- Es, MUY IMPORTANTE, dejar reposar el pastel relleno y decorado en el frigorífico durante toda la noche. De ese modo la masa, al día siguiente, estará muy dura y no nos perderá la forma durante la cocción.
- Añadir un poco de sal al huevo para pincelar, favorecerá que se licue un poco, algo que nos permitirá pincelar mucho mejor el pastel y las decoraciones.
- Mucho cuidado con no pincelar con un excedente de huevo, en los huecos o flores, o el resultado final no será tan atractivo.
- La cocción con aire favorece que la superficie seque antes y, por lo tanto, otro punto a favor para que nuestro pastel mantenga la forma tras la cocción. además de lograr un color uniforme precioso.
- El relleno se puede cambiar a vuestro gusto si lo deseáis.
- La cantidad de pasta de curry rojo adaptarla a vuestros gustos. En mi caso es casera y pica muchísimo, es posible que comprada pique menos y debáis añadir más. Añadid un poco, probad y rectificad en caso de que así lo consideréis.
- Debemos dejar enfriar el pastel antes de consumirlo, o al menos dejar que temple.
- Se puede conservar en un recipiente hermético o envuelto en papel de aluminio, siempre refrigerado, durante 3-4 días.
No os podéis imagina cuanto he disfrutado elaborando este Pastel salado de patatas al curry y espinacas. Si hay algo que me gusta y me hace inmensamente feliz, evadiéndome de todo, es modelar, diseñar y crear. Además de cocinar, grabar, fotografiar y editar, por supuesto.
Puedo decir que este post me ha permitido expresarme en casi todos los campos con los que más disfruto en mi vida. No siempre preparo recetas que me llenan en tantos aspectos, cierto es que con todos disfruto, pero algunos de ellos están muy por encima de los demás. Y eso es felicidad plena.
A todo esto puedo compartirlo con vosotros y mostraros cómo hacerlo para que, en caso de que estéis tan locos como yo, podáis llevarlo a cabo también.
¡Os deseo un maravilloso fin de semana!
Un abrazo inmenso,
Eva
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