Pastel de patata Dauphinoise con cebolla caramelizada
Llevo unas semanas dándole vueltas a unas recetas de pâté en croûte que quiero hacer, pero aún no he terminado de dar con la elaboración que quiero llevar a cabo. No porque no me gusten, sino porque me cuesta mucho decidirme. Además, hace casi dos años me regalaron un molde precioso que estoy deseando estrenar y que, por una razón u otra, no lo hago. Por lo que para quitarme el gusanillo, pensé en dejaros este Pastel de patata Dauphinoise con cebolla caramelizada.
Tenía muchas ganas de hacer de nuevo un pastel salado con costra y decoraciones exteriores. De hecho hace tiempo os dejé dos versiones estupendas: este pastel de patata al curry y espinacas y este pastel de morcilla, pera y piñones. Bueno, también os dejé un pâté en croûte de verduras y carne, pero aún queda mucho por mejorar.
Este pastel salado que os dejo es una receta del chef Calum y su libro “The Pie Room“, que os recomiendo mucho. Sobre todo si os gustan este tipo de elaboraciones. Hace auténticas preciosidades comestibles.
En mi caso he variado algún mínimo detalle, pero he seguido su proceso e ingredientes mayormente. Desde aquí te doy las gracias por hacernos llegar un trabajo tan espléndido e inspirador 🙂
Origen patata Dauphinoise.
Este pastel se lleva a cabo con las famosas patatas gratinadas francesas, más conocidas como patata Dauphinoise, cebolla caramelizada y queso cheddar.
Los orígenes del gratinado de patatas, o gratin dauphinois, se remontan a principios del siglo XVI, cuando este tubérculo se incorporó a las plantaciones. En la actualidad, el plato se presenta en una amplia variedad de versiones que incluyen ingredientes como carne picada, queso de cabra, camembert o calabacines, entre otros.
La historia del gratin dauphinois, se remonta al año 1500 en la región de Dauphiné, situada en el sureste de Francia y creada en el siglo XI bajo la influencia de los condes de Albon. En 1349, el Dauphiné se incorpora al territorio francés cuando Carlos V se convierte en el primer Delfín de Francia, destinado a convertirse en el futuro Rey. Esta región conserva cierta autonomía hasta que, en 1457, pasa a formar parte del dominio del hijo del rey de Francia.
El sobrenombre de “Delfín” proviene de que la gran mayoría de los herederos del condado de Viennois llevaban como segundo nombre “Dauphin“. Este nombre masculino, poco común en comparación con “Délphine“, que es más común en mujeres, se convirtió por extensión en el título otorgado a todos los primogénitos y presuntos herederos de la corona de Francia.
En la actualidad, Dauphiné se divide en cuatro departamentos: Isère, Drôme, parte del Ródano y los Altos Alpes.
La creación del primer gratin dauphinois está vinculado con la difusión de la patata en Europa. Su cultivo comenzó en 1565 en Italia y en 1589 en Suiza gracias a la adaptabilidad del tubérculo a las condiciones alpinas que facilitó su cultivo.
El 7 de junio de 1788, Grenoblefue escenario de un motín que marcó las revoluciones francesas, conocido como el “Día de las Baldosas”. En ese momento, el duque de Clermont-Tonnerre retiró sus tropas de los insurgentes para evitar el riesgo de una masacre. El duque, entonces teniente general y comandante en jefe de Dauphiné, organizó el 12 de julio una comida para los funcionarios municipales de Gap. Según el historiador del Dauphiné, Claude Muller, esta comida marcó la inscripción oficial de la palabra “gratin dauphinois“.
Shortcrust pastry o masa quebrada.
La masa quebrada, uno de los productos más reconocidos de la pastelería tradicional, es un tipo de masa que puede ser preparada incluso sin tener buenos conocimientos de pastelería. Se trata de una masa fácil de llevar a cabo que solo requiere seguir los pasos y temperaturas especificadas para obtener un buen resultado.
Esta masa se caracteriza por tener buena elasticidad, desmenuzabilidad, resistencia a la transformación y plasticidad: cualidades que destacan en masa quebrada bien llevada a cabo. Gracias a su versatilidad, es la base de numerosos postres, desde clásicas tartas de mermelada hasta las galletas, pasando por pasteles modernos o mis queridos pâté en croûte.
Aunque no hay constancia oficial de su fecha de creación u origen, parece que la masa quebrada ya se conocía en el año 1000, cuando los artesanos comenzaron a elaborarla, utilizando la abundante caña de azúcar importada de los países de Oriente Próximo.
El cocinero francés Guillaume Tirel (1326-1395) alias Taillevent, reconocido jefe de cocina de varios Reyes de la Francia Medieval, fue el primero en documentar el proceso, describiendo su preparación en su manuscrito “Le Viandier“.
Le Viander, se trata de un libro y obra importante de la gastronomía. En él se estudia la cocina europea cuando comenzaba a apartarse de las tradiciones galo-romanas. Antes de Taillevent, los chefs no disponían de guías o recetarios de cocin, tan raras copias manuscritas del De re coquinaria, a menudo mutiladas y corruptas del libro de Marco Gavio Apicio. Un siglo tras su muerte, la imprenta de libros se encargó de extender la obra de Taillevent.
La cocina pretendía convertirse en una ciencia, con sus normas y sus leyes. El libro de Taillevent es rico en la descripción de condimentos y abundante en explicaciones y procesos, además cuenta relatos de los cantares de gesta y de las novelas de caballerías de la Edad Media. Varios de sus capítulos hacen referencia a la elaboración del vino y del medieval verjus (zumo ácido de uva blanca o manzana).
Es junto con el Ménagier de Paris (libro con consejos para una ama de casa medieval francesa con el objeto de agradar a sus invitados con recetas de cocina) la obra de referencia para la cocina de la Edad Media.
Posteriormente, Bartolomeo Scappi continuó la tradición, convirtiendo la masa quebrada, con sus variantes, en una de las recetas dulces más populares y utilizadas.
Llevando a cabo el pastel de patata Dauphinoise con cebolla caramelizada.
Este pastel requiere de varios pasos en su proceso, por lo que es importante organizarse con antelación para poder llevarlo a cabo de manera relajada y tranquila. En mi caso, dividí el proceso en tres días, pero este puede reducirse a dos, inclusive uno. Aunque mi consejo es llevarlo a cabo en dos días como poco, para no ir bajo mucha presión.
Primero elaboraremos el relleno de patata. Se requiere de un primer proceso de cocción para cocinar las patatas junto con la salsa, la cebolla y el queso. Una vez que están cocinadas, debemos dejarlas enfriar y refrigerar para que adquiera firmeza. El chef Calum detalla en su libro que al menos se debe refrigerar el relleno, una vez completamente frío, al menos durante una hora. La razón es que debemos desmoldar el relleno y colocarlo sobre la masa. En mi caso opté por dejarlo en el frigorífico unas 14 horas, lo realicé por la tarde y pasó en la nevera toda la noche.
Posteriormente prepararemos la masa. Es muy sencilla de elaborar y tan solo necesita pasar una hora en el frigorífico antes de trabajar con ella.
La parte del montaje y decoración es la más larga y laboriosa, no por su dificultad, sino porque requiere de tiempo para decorarla. El proceso en sí es sencillo, tan solo debemos mantener la masa fría para trabajar bien con ella.
En el libro se lleva a cabo una decoración más sencilla, pero igualmente muy bonita, unas hojas llevadas a cabo con un cortador. Por mi parte mantuve la trenza del borde inferior, que me pareció absolutamente preciosa, pero la decoración superior fue algo que surgió mientras lo estaba realizando.
Quería seguir algo similar a los anteriores pasteles salados que os dejé, pero no sabía cómo lo iba a hacer. Me inspiré en el trabajo de mi querida Julie Jones, especialmente en esta tarta, y me dejé llevar. Un poco antes de decorarlo me acordé del molde de silicona que tenía y decidí estrenarlo (aún no lo había usado). El resto de decoraciones fueron surgiendo en el proceso.
Una vez montado y decorado el pastel, en el libro se aconseja refrigerar el pastel montado al menos durante 30 minutos. Bajo mi experiencia, siempre que preparo pasteles de este tipo, con estas decoraciones tan detalladas y en los que buscamos que las formas se mantengan perfectas e intactas, siempre dejo el pastel durante toda la noche en el frigorífico.
Este paso siempre me ha funcionado muy bien y la masa mantiene su forma en perfecto estado. Sin deformarse ni un milímetro.
Finalmente, pincelamos el pastel con yema batida con agua, dejamos reposar durante 30 minutos en el frigorífico para que se fije bien la yema y procedemos a cocer el pastel.
Sé que requiere de tiempo y trabajo, pero el resultado es tan espectacular, que os doy mi palabra que merece la pena una y mil veces.
Receta Pastel de patata Dauphinoise con cebolla caramelizada
RELLENO PATATA DAUPHINOISE:
- 1,5 kg de patata pelada, he utilizado la variedad Monalisa
- 375 g crème fraîche
- 500 g leche semi-desnatada
- 3 dientes de ajo, grandes
- 3 g romero seco
- 3 g tomillo seco
- 15 g sal
- 200 g queso Cheddar Mature
CEBOLLA CARAMELIZADA:
- 4 cebollas dulces, grandes
- 25 g aceite de oliva
- 15 g mantequilla sin sal
- pizca de sal
SHORTCRUST (MASA QUEBRADA):
- 500 g harina T45 o harina de fuerza W=260 o con 11-12% proteínas
- 250 g mantequilla sin sal, fría
- 60 g agua fría, del frigorífico
- 2 huevos L
- 10 g sal
PARA PINCELAR:
- 1 yema de huevo + 1 cucharada de agua
MATERIAL QUE NECESITAREMOS Y VISIBLE EN EL VÍDEO:
- Amasadora KitchenAid o amasadora de pie
- bol de cristal KitchenAid
- mandolina, la mía es de DeBuyer
- rodillo ajustable Joseph & Joseph
- rodillo de mármol (opcional) u otro tipo de rodillo
- molde redondo 23-25 cm de diámetro (el mío es de 23 cm)
- sartén amplia, la mía es de De Buyer de 28 cm de diámetro
- silpat o láminas de teflón
- bandeja perforada, la mía es de DeBuyer
- rasqueta
- cortadores de flores con y sin expulsor (los míos son estos)
- cuchillo afilado
- pincel de repostería
- rejilla de enfriado
Elaboración
Prepara las patatas Dauphinoise.
- Con ayuda de un pelador, preferiblemente para evitar perder la menor cantidad de patata posible, pela las patatas.
- Lava bajo un chorro de agua fría cuando estén enteras, no lo hagas una vez cortadas porque perderás el almidón que favorece que la salsa espese.
- Con ayuda de una mandolina, lamina las patatas dando un grosor de 2-3 mm. Reserva a un lado.
- Pela las cebollas, retirando la parte exterior, y lamina con la mandolina dando el mismo grosor que las patatas.
- Finalmente, pela los dientes de ajo y lamina.
Cocina las patatas.
- En una sartén amplia o bien una olla, añade la crème fraîche junto con la leche, la sal y las especias.
- Coloca a calor medio bajo y cocina hasta que adquiera un poco de temperatura.
- Incorpora las patatas en la mezcla de leche, sube ligeramente la temperatura y deja que llegue a una suave ebullición. Cocina durante 4 minutos, removiendo constantemente, para evitar que las patatas se adhieran a la base.
- Saca las patatas, escurre bien y reserva. Guarda el líquido o salsa que nos haya sobrado en un bol, la usaremos más adelante.
- NOTA: Para agilizar el proceso de montaje del relleno, te recomiendo dividir el peso de las patatas, en 3 platos o recipientes, a partes iguales.
Carameliza la cebolla.
- En una sartén amplia, añade el aceite junto con la mantequilla, coloca a calor medio y deja que se funda por completo.
- Añade la cebolla junto con la pizca de sal y cocina hasta caramelizar. Si la cebolla no tiene un bonito color dorado y necesitamos cocinarla durante más tiempo, añade un poco de agua y cocina hasta que adquiera un bonito color dorado (y el agua se haya evaporado por completo).
- Reserva a un lado.
Hornea el relleno.
- Precalienta el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
- Forra un molde redondo (23-25 cm de diámetro) con papel de horno. Para favorecer que este quede pegado al molde, unta el interior de este con un poco de mantequilla.
- Coloca 1/3 de las patatas en el molde, procurando crear una base uniforme.
- Sobre esta, ralla 100 g de queso Cheddar. Extiende el queso sobre toda la superficie de las patatas.
- Vierte 1/3 de la salsa reservada sobre el queso rallado.
- Coloca otro tercio de las patatas por toda la superficie del molde creando así una segunda capa de estas.
- Cubre la segunda capa de patatas con toda la cebolla caramelizada. Sobre esta, ralla los otros 100 g de queso Cheddar procurando cubrir toda la superficie.
- Coloca el último tercio de patatas y sobre estas, vierte otro tercio de la salsa. Reserva el tercio restante, lo usaremos más adelante.
- Cubre el molde con papel de horno y cuece durante 35 minutos.
- Retira el papel de horno, vierte el tercio restante de salsa procurando cubrir toda la superficie de las patatas y hornea a 190ºC durante 20 minutos más. Antes de sacar el molde, comprueba que las patatas están tiernas insertando un cuchillo, de no ser así, prolonga la cocción hasta que estén tiernas.
- Saca del horno y deja enfriar por completo dentro el molde y sobre una rejilla.
- Una vez que haya enfriado, cubre con film y refrigera durante 3 horas o hasta el día siguiente.
Prepara el shortcrust.
- Bate los huevos junto con el agua fría. Guarda en el frigorífico hasta el momento de su uso.
- Añade en el bol de la amasadora la harina junto con la sal y la mantequilla fría cortada en cubos.
- Mezcla con la pala hasta obtener una textura arenosa. Es posible que quede algún trocito de mantequilla, no pasa nada, está bien.
- Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y vierte la mezcla de los huevos. Bate con la pala hasta que la mezcla se una y compacte.
- Pasa la mezcla a una superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasa durante unos segundos para homogeneizar. No debemos amasar en exceso porque no nos interesa desarrollar el gluten en este caso.
- Aplana la masa formando un disco, cubre con film y refrigera durante 1 hora.
Crea la base del pastel y coloca el relleno.
- Divide la masa en dos partes, más o menos iguales. Cubre con film la mitad con la que no vas a trabajar y refrigera hasta el momento de su uso.
- Espolvorea ligeramente con harina y estira la masa con ayuda de un rodillo ajustable dando un grosor de 4 mm. Debes estirar la masa hasta lograr un diámetro ligeramente superior al molde utilizado, para poder crear el borde del pastel.
- Coloca un plato o disco con el tamaño deseado y con ayuda de un cuchillo, corta la masa. Guarda el excedente de masa envuelto en film y refrigerado para crear las decoraciones superiores.
- Para desmoldar el relleno de patata, en caso de no usar un molde desmontable (como en mi caso) procede del siguiente modo. Con ayuda de un soplete, aplica un poco de calor a la base y los laterales de este. Esto ayudará a fundir la mantequilla con la que engrasamos el molde y se desprenderá el papel del horno pudiendo desmoldarlo muy fácilmente.
- Coloca el relleno sobre el disco de masa, previamente cortado, y retira el papel de horno.
Crea la parte superior del pastel.
- Espolvorea ligeramente con harina y estira la masa con ayuda de un rodillo ajustable dando un grosor de 4 mm. Posteriormente, he usado un rodillo mármol (puede usarse un rodillo normal) para dar unas dimensiones suficientes para cubrir el pastel, parte superior y laterales.
- Coloca la masa estirada sobre el pastel y ajusta procurando que no queden ni huecos ni pliegues.
- Corta el excedente de masa del borde y sella muy bien la unión de ambas piezas; masa superior y masa de la base.
- Para dar un toque decorativo, en el vídeo os muestro como sellar el borde. Es una sugerencia, podéis hacer el que más os guste.
Crea las decoraciones superiores y laterales.
- Para la decoración de los laterales, crearemos una trenza.
- Estira una pieza de masa, sin importar la longitud. Más adelante en el vídeo os mostraré cómo decorar las uniones entre cada trenza para lograr un acabado atractivo.
- Corta tiras muy finas de masa. Cada trenza necesita seis tiras.
- Una vez cortadas, daremos a las tiras un acabado redondeado. Para ello rodaremos las piezas sobre la superficie de trabajo.
- Crea trenzas para cubrir todo el diámetro del pastel. En mi caso tuve que elaborar 3 trenzas. Recuerda que debes sellar el comienzo y el final de cada trenza para evitar que se abran.
- Corta los extremos de cada trenza, que no están trenzados, y humedece ligeramente con agua la zona donde vas a colocar la trenza. Coloca la trenza y ajusta con cuidado.
- Para decorar las uniones de las trenzas, cree pequeñas hojas (hechas con un cortador de galletas con expulsor) y una pequeña flor.
- Para llevar a cabo la decoración superior utilicé distintos moldes con y sin expulsor, además de un pequeño molde de silicona para crear la decoración central del pastel. Algunas de las hojas, las más grandes, las llevé a cabo de manera manual. Esta parte del proceso es facultativa, podéis decorar el pastel del modo que más os guste.
- Una vez decorado, refrigera el pastel durante 2 horas antes de pincelar con yema batida o bien hasta el día siguiente.
Pincela con yema y hornea.
- Pincela toda la superficie del pastel con yema batida con agua. Es importante no dejar excedente de yema en los huecos. Para pincelar los detalles puedes usar un pincel más pequeño.
- Con ayuda de un palillo, pincha por distintas partes para permitir la salida de vapor. Procura hacerlo cerca de los adornos para disimular los agujeritos.
- Refrigera durante 1 hora.
- Precalienta el horno a 190ºC con aire.
- Hornea durante 5 minutos a 190ºC con aire, reduce a 180ºC con aire y hornea durante 45-50 minutos más. La superficie exterior debe tener un bonito color dorado.
- Saca del horno, deja reposar durante 10 minutos y sirve.
Notas
- Para hacer el relleno Dauphinoise he utilizado la variedad de patata Monalisa. Para elaborar este relleno, se suele utilizar la variedad Maris Piper o Charlotte.
- La receta original se elabora con doble crema, en mi caso he usado crème fraîche.
- Si lo deseáis, y lo tenéis de manera accesible, podéis usar tomillo y romero fresco.
- La patata tiene tres cocciones; una muy corta en la mezcla de leche, otra mucho más prolongada dentro del molde y, finalmente, con la cubierta de masa.
- Para hacer la cebolla caramelizada no es necesario usar azúcar, tan solo debemos tener paciencia para dorarla.
- Este relleno se elabora con la variedad de queso Cheddar, en mi caso he usado un tipo Mature, pero podéis usar la variedad que prefiráis. Lo ideal es usar una variedad de sabor fuerte o intenso.
- La masa se elabora con una cantidad de mantequilla alta, os aconsejo siempre que sea posible, usar mantequilla de buena calidad.
- Cuando elaboréis la masa, seguid los pasos que os detallo. Respetad las temperaturas y los tiempos para obtener un buen resultado.
- Las decoraciones son totalmente facultativas, podéis llevarla a cabo del modo que prefiráis.
- En mi caso he elaborado el pastel en 3 días; el primero el relleno, el segundo la masa y el formado y el tercero la cocción. Pero puede reducirse a 1-2 días sin problema.
- Os recomiendo servir el pastel caliente o templado.
- Se puede conservar, una vez horneado, durante 4-5 días en el frigorífico, cubierto con film.
Espero que estas fiestas podáis sorprender a vuestros seres queridos y más allegados con este Pastel de patata Dauphinoise con cebolla caramelizada. Es una elaboración ideal como entrante o como acompañamiento de otras elaboraciones, además de vestir la mesa como si estuviéramos en una escena de The Gilded Age.
No solo es una receta que está increíblemente buena, sino que además nos permite dejarla preparada con antelación. Algo que es muy de valorar sobre todo en fechas tan especiales y señaladas como Navidad.
Por cierto, os recuerdo que todos mis vídeos podéis verlos en mi canal de YouTube. Si os animáis a suscribiros y activar la campanita, os estaré ¡eternamente agradecida!
¡Os deseo una tarde de domingo maravillosa!
Un fuerte abrazo,
Eva
Fuentes: Recetas francesas, Cocina Francia
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