Loaf Cake de frambuesas y limón

Cierto es que no soy muy de San Valentín porque considero que el amor es un sentimiento que tenemos y disfrutamos cada día, solo que no podemos celebrarlo a todas horas… ¿o si? Lo bueno de todo esto es tener la certeza de que es un ingrediente principal y esencial en nuestras vidas, que cada mañana nos despierta y cuando cae la noche nos desea dulces sueños.

Por esa razón hoy os dejo una manera de celebrar ese despertar en la mañana o despedir al anochecer con este Loaf Cake de frambuesas y limón.

Siempre he pensado que la mejor manera de hacer saber a nuestro “medio limón” cuánto nos importa y cuán necesario es para nuestra vida, es dedicarle parte de nuestro tiempo en cualquier campo. Sin duda es la mayor muestra de amor que podemos ofrecer.

Creamos algo para esa persona que amamos invirtiendo parte de nuestro día, dando lo mejor de nosotros, nuestro amor, cariño, atención, dedicación… todo por sorprender y hacer feliz a ese alguien que vive de la mano con nosotros.

Creo que por esa razón adoro tanto la cocina… Me emociona hacer cada día cosas para las personas que quiero, amo y forman parte de mi vida. En cada elaboración hay mucho de mí y lo que más feliz me hace es saber que puedo transmitirlo y hacérselo llegar.
El mejor momento es cuando, por fin, puedes entregarles lo que has estado haciendo todo el día. Ver sus caras, esa reacción de sorpresa, ilusión, unas sonrisas llenas de luz, las ganas de hincarle el diente… Todo ese conjunto es fascinante y, lo bueno de todo esto, es que podemos hacerlo a diario.

Pero el día de los enamorados tiene que ser un poco más especial, qué destaque sobre el resto. Ya sea en sabores, presentación, tipo de elaboración que se sale de nuestra rutina diaria… Y no tiene porqué ser una receta elaborada en 75 horas…

Una mañana o tarde tranquila, acompañada de una taza de café, buena música de fondo (esto es imprescindible para meterse en la cocina, puede ir con micro improvisado 😉 ) y el resto os lo dejo a continuación.

El resultado será un bizcocho muy tierno, suave y esponjoso, plagado de aromas cítricos, con el punto dulce de las frambuesas y el ácido de las grosellas… Maravilloso sin más, le mire por donde se le mire.

Espero que lo disfrutéis mucho y, si os animáis a probarlo para el día de San Valentín o antes, no dudéis en compartirlo conmigo 😀

Saludos,
Eva {Mrs Hudson}

INGREDIENTES PARA UN LOAF CAKE DE FRAMBUESAS Y LIMÓN:

Receta de Sainsbury´s magazine.

PARA EL CAKE:

• 250 g de harina para repostería Shipton Mill
• 30 g de almendra molida
• 225 g de azúcar blanco
• 2 huevos L
• 125 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 125 g de leche entera
• 2 cucharaditas de levadura química tipo Royal (2 tsp)
• ralladura de un limón grande
• pizca de sal
• 50 g de frambuesas

PARA EL GLASEADO DE LIMÓN:

• 90 g de azúcar glas
• 35-40 g de zumo de limón recién exprimido

PARA DECORAR:

• 90-100 g de frambuesas
• 50 g de grosellas rojas
• hojas de menta

ELABORACIÓN:

Preparamos la masa del loaf cake.

Engrasamos y forramos con papel de horno, o bien pulverizamos con un spray desmoldante, un molde de 20.5 x10.5 x 12 cm* aprox. Reservamos.

* La altura del molde es importante porque el bizcocho sube un poco por encima de un molde de 9 cm de altura con el tamaño que os dejo. En caso de que el molde se ajuste a estas medidas y no os de la altura, al forrarlo con el papel de horno le daremos esos centímetros de más con el papel para ayudar a contener ese pequeño crecimiento de más. 
Pero también tenéis la opción de usar un molde ligeramente más grande, solo que no tendrá tanta altura.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

Lavamos y secamos el limón, rallamos la piel evitando la parte blanca (de lo contrario amargaría) y reservamos.

En un bol añadimos la harina junto con la levadura química, la almendra molida y la sal, mezclamos con ayuda de una espátula de silicona. Reservamos.

En el bol de la amasadora añadimos el azúcar junto con la ralladura y la mantequilla. Batimos con la pala y dejamos hasta que blanquee y adquiera una textura cremosa.

Añadimos los huevos de uno en uno y dejando que se integre por completo en la mezcla antes de añadir el siguiente.

Incorporamos la mezcla de harina y la leche, lo haremos en tres tandas y alternando una con otra.

No añadiremos la siguiente hasta que la primera se haya integrado por completo. Es muy importante que mezcléis solo hasta que la harina se integre en la masa, no durante más tiempo porque compactaremos su textura.

Disponemos en el molde 1/3 de la masa, nos ayudaremos de una pala o cuchara para distribuirla de manera uniforme por la superficie. Colocamos la mitad de las frambuesas salteadas y vertemos otro tercio de masa sobre ellas. Colocamos las frambuesas restantes y cubrimos con el resto de masa.

Alisamos la superficie con ayuda de una cuchara o pala e introducimos en el horno a media altura.

Hornearemos durante 75 minutos, a mitad de cocción cubriremos con una hoja de papel de aluminio para evitar que se dore en exceso. Antes de sacarlo pinchar con un palillo para asegurarnos que está correctamente horneado, este debe salir limpio.

Sacamos y dejamos reposar 10 minutos en el molde. Pasado este tiempo retiramos de este y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Preparamos el glaseado de limón.

En un bol añadimos el azúcar glas junto con el zumo de limó recién exprimido y mezclamos con ayuda de una cuchara. Dependiendo de la textura final que queramos para el glaseado podremos añadir mayor o menor cantidad de zumo.

Con ayuda de una cuchara vertemos el glaseado sobre el bizcocho y decoramos con las frambuesas, grosellas y hojas de menta. Debemos decorar al terminar de bañar para favorecer que los frutos se adhieran al loaf cake.

Si van a pasar unas cuantas horas hasta degustarlo, os recomiendo decorarlo unos 30-40 minutos antes de servir.

CONSERVACIÓN: Podemos guardarlo en una campana de cristal y aguantará en perfecto estado de 5-6 días, pero recomiendo retirar las frutas porque puede aparecer moho por la humedad.
En caso de querer conservarlo con ellas, debemos guardarlo en un recipiente hermético en el frigorífico y sacarlo un rato antes de degustarlo 😉