Helado de pepino
Hoy os dejo mi último post hasta la vuelta de las vacaciones, para aquellos que tenéis la suerte de tenerlas en estas fechas 😉
Agosto es un mes de desconexión, descanso (para algunos!), días de ocio, relajación y para dejar a un lado el mundo virtual, que viene bien de vez en cuando. La verdad que mi idea era dejar las publicaciones para septiembre pero siendo como es esta receta, un helado, pensé que era ahora o nunca… Después del verano estamos algo saturados de comerlos, o no porque son una maravilla, y vienen etapas de desintoxicación y comida ligera, hasta la llegada del invierno que con las Navidades y eso… volvemos a la carga.
De modo que aquí os traigo el helado más estupendo que vayáis a probar, ¡seguro! Helado de pepino.
Estoy más que segura que cuando lo leáis pensaréis que es totalmente imposible que un helado de pepino esté bueno, de hecho si lo vierais en una heladería sería la última opción y a lo mejor ¡ni eso! Bien, os doy mi palabra de que es el mejor helado que he probado en mucho tiempo y sin duda uno de mis preferidos a partir de ahora.
En casa cuando dije lo que iba a hacer me miraron todos con una cara de … “pobrecita, ya no sabe ni lo que hace!”, eso sí, cuando lo probaron alucinaron. El aroma a pepino es sutil, la textura es extremadamente cremosa, suave, y el sabor es muy fresco con un ligero toque salado que lo hace extremadamente alucinante, os lo garantizo.
La receta original de este helado es del joven Chef Miles Thompson, propietario del ya cerrado restaurante Allumette, a quien conocí a través de este reportaje de Tasting Table. La idea no solo me parece genial y fantástica, sino que además el resultado es tan inesperado y sorprendente que es imposible que nos deje indiferentes.
En mi caso decidí añadir un toque decorativo en la superficie acompañando con mermelada de pepino, que dejé hace tiempo en el blog en esta receta, y le va muy bien. Sin duda estoy segura de que si os animáis con él os enamorará como nos ha pasado a nosotros.
Ligero, suave, cremoso y muy fresco, no se me ocurre mejor helado para disfrutar en este caluroso verano.
Espero que lo probéis y ¡me contéis los resultados! De momento haré un pequeño descanso en el blog hasta septiembre, de modo que os deseo un feliz mes de agosto y que descanséis, disfrutéis y desconectéis ¡mucho!
Saludos,
Eva {Mrs Hudson}
INGREDIENTES:
PARA EL HELADO:
La cantidad de helado que nos sale es superior a la capacidad de la heladera de la KA, en mi caso lo hice en dos tandas. Si lo preferís podéis reducir las cantidades a la mitad.
- 500 g de pepino (necesitaremos 162 g de zumo de pepino colado)
- 800 g de leche condensada
- 380 g de nata líquida para montar
- 515 g de leche evaporada
- 1 cucharada de Golden Syrup
- 1 cucharadita de sal
PARA LA MERMELADA DE PEPINO:
- 360 g de pepino
- 250 g de azúcar blanco
- 1 y 1/2 cucharada de pasta de vainilla
ELABORACIÓN:
Preparamos el helado de pepino.
Lavamos y secamos los pepinos, cortamos y desechamos solo los extremos, troceamos en rodajas con la piel incluida y procesamos en un triturador de alimentos.
Colocamos el puré en un colador amplio, con un bol debajo, y dejamos escurrir muy bien. Podemos dejarlo alrededor de 30 minutos o incluso un poco más.
Reservamos el zumo de pepino y la pulpa la guardamos en un recipiente hermético (después os diré que podemos hacer con ella 😉 )
En un bol amplio añadimos la leche condensada junto con la nata líquida, la leche evaporada, el zumo de pepino, el Golden Syrup y la sal. Mezclamos muy bien con ayuda de unas varillas e introducimos en el frigorífico durante 3-4 horas. De este modo los sabores madurarán juntos y la mezcla tomará una temperatura muy fría.
Preparamos la heladera, en mi caso utilizo la de la Kitchen Aid.
Colocamos el cabezal y lo ajustamos hasta centrarlo.
Colocamos el bol de hacer helados, previamente congelado, en la KA y su pala en el interior. Lo ideal es añadir gradualmente la mezcla en la heladera, mientras esta se encuentra girando. Podemos utilizar el accesorio que cubre el bol específico para el vertido de líquidos, es muy práctico y limpio para ir vertiéndolo mientras gira la pala.
Dejamos trabajando a la velocidad más baja durante 25-30 minutos aproximadamente.
Pasamos la mezcla a un recipiente, en el que lo vayamos a congelar, si no es hermético lo cubriremos con film, tapamos y guardamos en el congelador durante un mínimo de 6 horas, aunque es mejor de un día para otro para permitir que cuaje bien.
Elaboramos la mermelada de pepino.
El peso que tenemos que tener de pepino es pelado.
Podemos procesarlos en un triturador de alimentos o bien rallarlos. Añadimos el puré de pepino, con su jugo incluido, a una olla mediana e incorporamos el azúcar y la pasta de vainilla. Colocamos a fuego medio durante 30 minutos aproximadamente y removiendo de vez en cuando.
Debemos tener cuidado, sobre todo en los últimos minutos, ya que es cuando comenzará a espesar y si no estamos pendientes corremos el riesgo de que se nos pegue.
Retiramos del calor y vertemos en un frasco de cristal, previamente esterilizado/hervido, y dejamos enfriar sin tapar.
Si hacéis más cantidad, en el momento de pasarlo a los frascos, aquellos que no vayamos a utilizar durante un tiempo porque queremos conservarlos los taparemos nada más rellenar los frascos, con la mermelada caliente, y colocaremos boca abajo hasta que enfríen por completo. De este modo procederemos a hacer el vacío en ellos sin necesidad de hervirlos.
Servimos el helado.
Os voy a dejar una sugerencia para presentarlos pero, por supuesto, esto siempre queda a vuestra elección 😉
En mi caso congelé los vasitos metálicos para que mantuvieran algo más la temperatura del helado, con este calor ¡se derriten enseguida!. Con una mandolina hacemos un carpaccio de pepino y colocamos en la base de los vasitos, sobre estas disponemos una o dos bolas de helado de pepino, decoramos en la parte superior con una cucharadita de mermelada de pepino acompañada de una hoja de menta o hierbabuena.
Si queréis ser más detallistas aún, el vasito con el helado podemos colocarlo sobre pequeños boles/cuencos de cristal con una base de hielo picado… Se quedarán impresionados por la presentación y el helado, os lo garantizo 😉
Y como en casa no se tira nada de nada, ¿qué podemos hacer con la pulpa de pepino?
Salsa Tzatziki.
Necesitaremos:
- pulpa de pepino
- yogur griego
- crèmè fraîche
- menta
- sal y pimenta
- ajo
- aceite de oliva
- zumo de limón
Las cantidades las voy haciendo un poco a ojo (y probando), pero procuraré ajustarme.
Para cada pulpa de un pepino necesitaremos 100 g yogurt griego, una cucharada de crème fraîche, un diente de ajo pequeño, una cucharada de menta picada, zumo de medio limón, salpimentar al gusto y un chorrito de aceite de oliva.
Tan solo tendremos que mezclar todos los ingredientes en un bol, pasar y dejar reposar en un recipiente hermético en el frigorífico al menos 2 horas antes de degustarlo. De este modo no solo madurarán los sabores sino que ademas tomará cuerpo.
En casa es una salsa que nos encanta tener para picar a media mañana o media tarde, es muy fresca y ligera, lo que también la hace perfecta para las cenas.
Espero que disfrutéis mucho de lo que queda de verano.
¡Felices vacaciones!
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