Harmony Retro Cake, tarta de crepes y frutas
Me creéis si os digo que desde el primer segundo que vi esta tarta, me enamoré. Fue un flechazo muy intenso, me pareció absolutamente preciosa, original y creativa. Esta tarta, a la que he decidido llamar Harmony Retro Cake, se la vi a una chica, Leckere Minute, en su canal de Youtube.
Encontrarla fue casualidad, porque (como me pasa infinidad de veces) estaba buscando una cosa y me salió sugerido su video. Y con esta receta… Ay, por favor. Me gustó tanto que cambié los planes de lo que iba a hacer, pero no pasa nada porque os lo dejaré más adelante.
He buscado información sobre esta tarta y no he encontrada nada al respecto. Desconozco quién fue la primera persona que la hizo, tal vez sea esta mujer que os enlazo, al igual que su nombre. Es por esa razón que le he puesto un nombre que, segurísimamente, nada tenga que ver con la original (en caso de que lo tenga).
Elaborando la tarta “Harmony Retro cake”.
Su receta me sirvió para poder desarrollar, además de inspirar, la que os dejo. La receta de crepes es similar a la suya, solo que en mi caso reduzco un poco la cantidad de agua y añado mantequilla fundida. El relleno es diferente al que ella muestra, su tarta está elaborada con sour cream y, en mi caso, la llevo a cabo con queso mascarpone, yogur y nata.
La combinación de frutas que utiliza, melocotón en almíbar y cerezas confitadas, además de gustarme mucho, me parece muy acertada. Tanto en colores, que le da un aspecto muy vintage, como en durabilidad del producto final. Es cierto que esta tarta admite cualquier tipo de fruta, ya sea en almíbar, confitada o fresca, que queramos utilizar, pero si usamos frutas que no sean frescas, prolongaremos mucho su vida útil.
A la hora de montar la tarta he seguido su proceso, a excepción de los laterales. Ella deja la tarta con el relleno a la vista, pero en mi caso preferí cubrir todo el interior del molde con los crepes. Cuando lo desmoldemos, os recomiendo cortar los excedentes de crepe tanto el los bordes como en la unión entre ellos, para evitar que queden sueltos. Esto nos traería problemas o nos dejaría un acabado poco atractivo tras bañarla con la cobertura de chocolate.
Decorando la tarta.
Me pareció todo un acierto bañar la tarta con chocolate. No solo porque es un ingrediente que me encanta, sino también porque cubre el exterior con un acabado sencillo y versátil.
Ella nos deja la tarta cubierta de chocolate sin más. Pero ya sabéis que siempre tengo que dar ese toque personal a las cosas que hago y, en este caso, lo hice en la decoración superior. Utilicé merengue italiano, nibs de cacao caramelizados y una cereza marrasquino. El resultado final fue muy retro, me representa tanto… Todo lo que sea vintage y retro, me fascina. De hecho estoy segura de que ya os habréis dado cuenta en más de una publicación.
¿Por qué Harmony Retro Cake?
La verdad que nombrar esta tarta no fue tarea fácil. Primero porque ya existen tartas de crepes y, haberla llamado de ese modo, podría dar lugar a confusión a una persona que buscara esa tarta en concreto. La solución era darle un nombre que pudiera representar o hacer llegar lo que es.
Leyendo los comentarios del vídeo de esta chica, vi uno que me gustó mucho, de Janet Planet. Ella comentaba que, puesto que no se conocía el nombre de la tarta, tras elaborarla decidió llamarla “Hundertwasser Cake“. Muy acertado por su parte y os cuento el porqué.
Friedensreich Hundertwasser , su nombre original era Friedensreich Stowasser, nacido en Viena en el año 1928, de madre judía y padre protestante. Era un artista multifacético en las que, cabe destacar, su conocimiento en pintura y escultura.
Adoptó el prefijo Sto (en checo significa “cien”) que es lo mismo que “Hundert” en alemán, siendo esta la razón por la que es denominado Hundertwasser o Stowasser. El nombre de Friedensreich significa “lugar de paz” o “reino de la paz“. Adoptó otros dos nombres, Regentag y Dunkelbunt que se traducen como “Día lluvioso” y “Oscuro, multicoloreado“. Su nombre Friedensreich Hundertwasser significa “Reino de la paz con cientos de aguas“.
Se dice que era un artista en armonía con la naturaleza. Sus obras coloridas y poco convencionales se inspiraban en experiencias sensoriales y en la naturaleza. Su filosofía de vida estaba en armonía con ella, tenía una visión de “arquitectura humana”.
Su arte surgió inspirado en Gaudí, Egon Schiele y Cheval. No le gustaban las líneas rectas y la regularidad de los objetos, según él, no se correspondían con la esencia humana. Para Hundertwasser, los edificios eran la tercera piel de los humanos, después de la epidermis y la ropa. De modo que, él consideraba que las personas debían influir en sus hogares en lo que respecta al diseño.
Su principal inspiración eran las espirales y llegó a denominar a la línea recta como la “herramienta del diablo“. Denominó a su teoría del arte “transautomatismo“, basada a su vez en el Surrealismo automático. Fue un artista que logró notoriedad gracias a sus pinturas coloridas y por sus diseños arquitectónicos revolucionarios que, incluían, características de paisajes naturales.
Y todo esto, ¿Cómo lleva al nombre de la tarta?
Ciertamente este artista podría estar presente en un diseño de estas características, guardando las distancias puesto que su trabajo es formidable, pero es cierto que cumple algunas de sus condiciones. Él basaba todo en la armonía con la esencia de la vida. Me gustó mucho y es por eso que el interior refleja esa palabra.
Como os comentaba más arriba, el aspecto me quedó muy retro. Pero esto es algo que me sale solo, siempre tiendo hacia esa línea (muchas veces me tengo que controlar). De ahí que adquiriera un segundo nombre, siendo el resultado final Harmony Retro Cake.
Receta Harmony Retro Cake
Ingredientes para un molde de 18-20 cm de diámetro
PARA LOS CREPES (19-20 unidades):
- 180 g harina floja de repostería
- 20 g cacao en polvo, sin azúcar
- 300 g leche entera
- 2 huevos L
- 170 g agua a temperatura ambiente
- 45 g azúcar
- 20 g mantequilla sin sal, fundida y enfriada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla Bourbon
- 2 g sal
PARA EL RELLENO:
- 250 g queso mascarpone
- 125 g yogur griego natural, sin azúcar
- 335 g nata líquida para montar
- 130 g azúcar glas
- 17 g gelatina en polvo + 100 g agua muy fría
Nota: con 15 g de gelatina queda bien y la textura es más cremosa
- 250-300 g melocotón en almíbar, cortado en cuadraditos
- 125 g cerezas confitadas, cortadas por la mitad (en este post podéis ver cómo hacerlas en casa)
PARA LA COBERTURA BRILLANTE DE CHOCOLATE:
- 200 g chocolate negro 70%
- 210 g nata líquida para montar
- 47 g mantequilla sin sal a temperatura ambiente
PARA EL MERENGUE ITALIANO:
- 70 g claras
- 150 g azúcar
- 34 g agua
PARA DECORAR:
- nibs de cacao caramelizados (los míos son de Valrhona)
- cereza marrasquino (en este post podéis ver cómo hacerlas en casa)
MATERIAL QUE NECESITAREMOS:
- molde 18-20 cm de diámetro, el mío es de 18 cm modelo Push-Pan
- boles
- varillas manuales
- espátula
- sartén de hierro, la mía es de De Buyer de 20 cm de diámetro(5% descuento con el código BAKESTREET)
- termómetro digital de cocina
- soplete (5% descuento con el código BAKESTREET)
- film de plástico
Elaboración
PRIMER DÍA
Preparamos los crepes.
- En un bol amplio, añadimos los huevos junto con el azúcar y la leche. Mezclamos con una varilla hasta homogeneizar.
- Añadimos la sal junto harina y el cacao, previamente tamizados, y mezclamos de nuevo hasta lograr una mezcla homogénea.
- Incorporamos la mantequilla fundida, mezclamos de nuevo hasta que se integre por completo.
- Añadimos el agua, lo haremos poco a poco y mezclando a la vez.
- Cubrimos con film y dejamos reposar durante 20 minutos.
Cocinamos los crepes.
- Colocamos una sartén de hierro a calor medio, dejamos que tome temperatura.
- Extendemos una fina capa de aceite de oliva por toda la superficie de la sartén.
- Una vez que la satén esté caliente, con ayuda de un cazo, vertemos más o menos la mitad de este. Giraremos la sartén mientras vertemos la masa, de ese modo lograremos extenderla por toda la superficie además de lograr unos crepes finos.
- Cocinamos hasta que la superficie del crepe se vea cocida.
- Damos la vuelta al crepe y terminamos de cocinar.
- Sacamos y colocamos en un plato.
- Repetimos el mismo proceso hasta acabar con la mezcla. A medida que los saquemos, los iremos apilando. De ese modo lograremos que adquieran una consistencia blanda y manejable.
- Nos saldrán alrededor de 19-20 crepes.
Preparamos el relleno.
- En un cuenco, vertemos el agua e incorporamos la gelatina. Mezclamos y dejamos que se hidrate durante 15 minutos.
- Mientras, mezclamos el resto de ingredientes.
- En un bol grande añadimos el queso mascarpone junto con el yogur, la nata y el azúcar glas. Mezclamos con la varilla hasta homogeneizar.
- Pasados los 15 minutos, observaremos que la gelatina ha solidificado. Calentamos, con mucho cuidado (podemos hacerlo al baño maría o en pequeñas tandas en el microondas) hasta que alcance los 40ºC. ayudaros de un termómetro digital.
- Vertemos la gelatina en el relleno y mezclamos de nuevo hasta lograr una mezcla uniforme.
Preparamos la tarta.
- Forramos un molde con film de plástico. Reservamos.
- Preparamos varios cuencos o vasitos, los usaremos para rellenar los crepes.
- Colocamos un crepe en la base del molde forrado con film, ajustamos bien. forramos los laterales con crepes, los colocaremos ajustándolos en la base (para evitar que queden huecos) y colocado sobre el molde para sujetarlos. Este paso lo veréis bien en el vídeo.
- Para rellenar los crepes, colocamos en un bol o vaso, rellenamos con un poco de crema de relleno y algunas frutas troceadas. Procurad que las frutas queden distribuidas de manera desigual en la crema y no todas acumuladas en un lado (os lo digo desde la experiencia). En mi caso rellené 6 crepes, pero podéis rellenar más o menos, según vuestras necesidades.
- Una vez que los tengamos rellenos, procedemos a introducirlos en el molde.
- Extendemos una capa de crema de relleno en la base del molde, sobre el crepe.
- Introducimos los crepes rellenos dentro del molde. Lo ideal es colocarlos de manera diferente para que el corte no sea igual en todas las porciones.
- Disponemos algunas frutas troceadas sobre los crepes.
- El resto de crema de relleno habrá solidificado mucho. Lo que haremos será calentarla hasta los 45ºC, para que cambie su consistencia y sea más líquida. Además, de ese modo favorecemos que se filtre por todos los huecos y el resultado final sea más vistoso.
- Vertemos la mezcla sobre los crepes y alisamos la superficie.
- Colocamos un crepe sobre el relleno, ajustamos y cortamos el excedente de los bordes. Tanto del crepe superior como de los crepes de los laterales.
- Cubrimos con film y refrigeramos un mínimo de 12 horas. En mi caso estuvo 20 horas a 4ºC.
- NOTA: La gelatina es termorreversible, esto significa que podemos volver a calentarla para modificar su consistencia de sólida a líquida. Una vez que enfríe, volverá a solidificar.
SEGUNDO DÍA
Sacamos la tarta del molde.
- Sacamos la tarta del molde, retiramos el film y colocamos sobre un disco para tartas.
- Refrigeramos mientras preparamos la cobertura brillante de chocolate.
Preparamos la cobertura brillante de chocolate.
- En un bol, añadimos el chocolate troceado junto con la mantequilla.
- Por otro lado, calentamos la nata en un cazo hasta que casi llegue a ebullición.
- Vertemos la nata sobre el chocolate y dejamos reposar durante 2 minutos.
- Mezclamos con las varillas hasta homogenizar.
- antes de verter sobre la tarta, comprobamos que la temperatura no supera los 35ºC.
Cubrimos la tarta con la cobertura de chocolate.
- Colocamos la tarta sobre una rejilla y esta sobre una fuente o recipiente donde podamos recoger el excedente de chocolate.
- Vertemos la cobertura sobre la tarta, nos ayudamos de una espátula para alisar la parte superior.
- Golpeamos, con suavidad, la rejilla con la tarta sobre la fuente. De ese modo favorecemos que el chocolate asiente y caiga el excedente. Además de lograr un acabado más uniforme.
- Dejamos a temperatura ambiente hasta que la cobertura solidifique.
- Nota: La cobertura no se volverá dura como el chocolate, estará firme, pero al tacto dejaremos huella.
Preparamos el merengue italiano.
- Incorporamos el azúcar y el agua en un cazo, por ese orden. Colocamos a calor medio.
- Utilizaremos un termómetro de cocina para conocer la temperatura del almíbar. Cuando llegue a 118ºC (el llamado punto de hebra del almíbar) retiraremos para incorporarlo a las claras semi-montadas.
- Añadimos las claras en un bol o en el bol de la KitchenAid y comenzamos a montarlas.
- Montaremos las claras hasta que estén bastante firmes, pero no demasiado o quedarán secas.
- El almíbar estará listo en lo que tardamos en llegar a este punto.
- Incorporamos el almíbar en un hilo fino y continuo sobre las claras montadas y batiendo a la vez.
- Continuaremos hasta lograr una consistencia firme. Nos quedará un merengue muy brillante.
- Si comprobamos la temperatura, debemos batir a velocidad alta hasta que la temperatura reduzca a 40ºC.
- Dejamos reposar durante 2 minutos antes de utilizarlo.
- Introducimos en una manga pastelera con boquilla estrellada. En mi caso he utilizado la boquilla SF18 de Decora.
Decoramos la tarta.
- Escudilla el merengue italiano por la parte superior de la tarta. En mi caso lo he hecho como os muestro en el vídeo, pero podéis hacerlo del modo que más os guste.
- Tostamos con un soplete, ligeramente.
- Con ayuda de una cuchara, hacemos un hueco en la parte central del merengue.
- Espolvoreamos nibs de cacao caramelizados, al gusto.
- Terminamos decorando con una cereza marrasquino.
- Servimos.
Notas
- Mi molde es de 18 cm y es bastante alto, pero estas mismas cantidades sirven para un molde de 20 cm un poco más bajo.
- Los crepes podemos hacerlos de otro sabor si lo preferimos. En mi caso los he hecho de cacao en polvo, pero se pueden hacer con té matcha, polvo de remolacha, fresa... Podemos usar cualquier ingrediente que aporte sabor y color.
- La masa de los crepes se puede elaborar sin gluten y, de ese modo, adaptarla. En el blog tengo dos recetas de crepes sin gluten (son salados, eso sí) que tal vez os puedan servir para adaptarlos. Esta es una receta y esta es otra.
- Es importante que la sartén donde los cocinemos esté caliente, pero no en exceso, para evitar que la masa se adhiera.
- La receta que vi usaba sour cream para elaborar el relleno. En mi caso decidí utilizar una combinación de queso mascarpone, yogur griego y nata. Estos ingredientes se pueden ajustar y cambiar. El resultado final me recuerda un poco a la panna cotta.
- La crema del relleno también se puede aromatizar o dar color si lo deseamos. En mi caso preferí usar solo vainilla.
- He usado las mismas frutas que la versión que seguí, pero pueden utilizarse otras sin problemas. Incluso frutas frescas. Pero, la vida útil de la tarta se acortará si utilizamos frutas frescas (frambuesas, moras, arándanos, lichis...) en lugar de frutas en almíbar o confitadas.
- Os aconsejo elaborar merengue italiano o suizo en lugar de francés, la textura final es mucho más cremosa, además de que mantiene mucho mejor la forma y el paso del tiempo.
- Si no disponéis de nibs de cacao caramelizados, podéis usar pepitas de chocolate, chocolate rallado o aquello que más os guste.
- Podemos mantenerla refrigerada durante 3-4 días.
Creo que esta tarta Harmony Retro Cake, es un pastel de crepes de lo más original y versátil que podamos encontrar. No necesitamos horno para hacerla, algo que puede jugar a nuestro favor en estos momentos con el precio de la luz.
El interior me recuerda mucho a la panna cotta, pero algo más cremoso. Os he dejado dos cantidades de gelatina, con 15 g vais a tener buenos resultados y muy buena textura. Con 17 g, aseguramos algo más su firmeza final con el paso del tiempo fuera del frío (sobre todo si hace calor).
Podéis adaptar y modificar la decoración exterior a vuestros gustos. Incluso omitir el chocolate, si no os gusta, y decorarlo con una crema de mantequilla o, sencillamente, cubrirla con un glaseado de azúcar. ¡Estoy deseando saber qué tal os ha ido!
¡Os deseo un maravilloso fin de semana!
Un abrazo,
Eva
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