Ya sabéis que todo lo que sea celebrar, me encanta. Una de las cosas que más me gusta del invierno, son las Navidades. Adoro decorar la casa, poner el árbol (que por cierto, pienso ponerlo este fin de semana), preparar cosas especiales para mi familia, ir a ver la Cabalgata… Como si fuera una niña pequeña, vamos. Disfruto mucho con todos esos pequeños momentos que nos permiten evadirnos de la realidad y vivir, durante unos instantes, en un sueño. Hoy voy a compartir con vosotros unas galletas maravillosas. Si la Navidad tuviera un sabor, sin lugar a dudas, sería el de estas Galletas de jengibre y pasta de ciruelas.
Es indescriptible el sabor que tienen, para mí, son todos los sabores de la Navidad concentrados en una galleta. Que por cierto, su aspecto recuerda mucho a ¡un adorno del árbol de Navidad! No os digo yo, que serían unos adornos preciosos para colgar del árbol el día de Navidad y que la familia pueda cogerlos y comerlos.
Antes de continuar quiero compartir con vosotros donde vi esta receta tan preciosa. Fue en el blog de Kinuskikissa. La receta la encontré de casualidad, como ya os he comentado en muchas ocasiones, me pasa bastante a menudo. No hace falta que os diga que nada más verlas casi me muero de amor, porque ¡son preciosas! De modo que fui corriendo a su blog para ver cómo las preparaba.
Dos tipos de galleta.
Ella elabora las galletas con una masa de galletas de jengibre, una masa de hojaldre (que es la pasta blanca) y un relleno de ciruela comprado. Me gustó mucho, muchísimo, la combinación de galleta de jengibre y ciruelas. De modo que me quedé con esas 2 ideas, pero decidí modificar todo lo demás.
Para preparar estas galletas de jengibre y pasta de ciruelas, tendremos que preparar 2 tipos de masas. Una masa de jengibre que está adaptada de su receta, otra masa de galleta blanca y una pasta de ciruelas y especias que haremos casera. La masa de galleta blanca es la misma que utilicé para preparar los Rugelach.
Os recuerdo que se trata de una masa blanca elaborada con harina, mantequilla y crema de queso. Nada más. No lleva huevo, ni agentes leudantes. Su sabor es espectacular. Combinaremos ambas masas obteniendo un exterior muy crujiente y un interior más suave.
Pasta de ciruelas y especias.
Seguro que buscando podemos encontrar algún relleno de fruta que tenga la textura adecuada para rellenar estas galletas. Pero en mi caso preferí hacerla en casa, ya sabéis que de ese modo controlamos mucho mejor los ingredientes que lleva. Por no hablar del azúcar… (aunque las galletas de jengibre llevan una barbaridad!)
Para hacer esta pasta de ciruelas, necesitaremos ciruelas negras, azúcar mascabado oscuro (muy poquita cantidad), canela y anís estrellado. Lo que os decía más arriba, ¡Navidad a tope!
Bandeja perforada Buyer de Claudia & Julia
El proceso de elaboración es muy fácil de llevar a cabo, pero tendremos que tener paciencia. Debido a la poca cantidad de azúcar que lleva y la necesidad de que el agua que contiene se reduzca bastante, pues deberemos ser pacientes para que la fruta se concentre y expulse todos los aromas y sabores increíbles que tiene. Con la cantidad que os dejo obtendréis un bote de 320 g aproximadamente. Para elaborar estas galletas necesitaremos más o menos la mitad.
A tener en cuenta.
El proceso completo, en mi caso, me llevó 3 días. Esperad, esperad que os cuento porqué.
La pasta de ciruelas la preparé un viernes por la tarde que estaba preparando además fruta confitada para los dulces de Navidad y un bizcocho. Aproveché y ya que estaba en la cocina, la preparé. Si la guardáis en el bote de cristal nada más cocinarla, lo tapáis y dais la vuelta, a medida que enfría irá haciendo vacío. De modo que os aguantará muchos días hasta que hagáis las galletas.
Al día siguiente preparé las masas de las galletas y las refrigeré. Deben reposar un día en el frigorífico, sobre todo la masa de jengibre para que maduren los sabores.
Y, al fin, en el tercer día las formaremos y hornearemos. Si os lo planteáis así, os llevará un rato cada día y el proceso se hace mucho más ameno y llevadero. Os lo comento más que nada por aquellos de vosotros que trabajáis con horarios complicados y no podéis estar en casa todo lo que os gustaría.
El resultado es fabuloso, maravilloso, excepcional y exquisito. De verdad, os doy mi palabra de que son extraordinarias. No dejéis de prepararlas para los Reyes Magos este año XD
Ingredientes para 30-35 unidades
PARA LA MASA DE GALLETAS DE JENGIBRE:- 500 g de harina floja de repostería
- 2 cucharaditas de levadura química o impulsor
- 100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 145 g de azúcar mascabado oscuro
- 175 g de miel
- 1 huevo L
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de cardamomo molido
- 1 cucharadita de extracto de naranja natural
- una pizca de sal
- 190 g de harina de fuerza
- 35 g de harina floja de repostería
- 225 g de mantequilla sin sal fría
- 190 g de crema de queso (tipo Philadelphia)
- pizca de sal
- 650 g de ciruelas negras frescas, pesadas sin hueso
- 80 g de azúcar mascabado oscuro
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1 estrella de anís
Elaboración
DÍA 1Preparamos la pasta de ciruelas y especias.
- Lavamos muy bien las ciruelas, troceamos y retiramos el hueso.
- Introducimos en una olla mediana y añadimos el azúcar junto con las especias.
- Colocamos a calor medio bajo y dejamos durante 3 y 1/2 ó 4 horas, removiendo de vez en cuando.
- A medida que se vaya cocinando la pasta, esta irá adquiriendo una consistencia más triturada.
- Cuando llevemos alrededor de 2 horas cocinando las ciruelas, retiramos un momento del calor. Sacamos el anís estrellado y pasamos la batidora para obtener una pasta.
- Colocamos de nuevo al calor y seguimos cocinando. Tendremos que vigilarla y removerla cada menos tiempo porque la textura será más densa y se nos puede quemar.
- Sabremos que está lista cuando haya evaporado gran parte del agua y su textura se vuelva densa densa.
- Retiramos del calor, guardamos en un frasco de cristal previamente esterilizado, colocamos la tapadera y dejamos enfriar boca abajo.
Preparamos la masa de galletas de jengibre.
- Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Reservamos.
- En un cazo añadimos la miel junto con el azúcar mascabado. Colocamos a calor medio bajo y, removiendo de vez en cuando, dejamos que ambos ingredientes se integren por completo.
- Retiramos del calor y reservamos.
- En el bol de la KitchenAid añadimos la mantequilla junto con la melaza que hemos preparado con el azúcar mascabado y la miel. Mezclamos a velocidad 1 con ayuda de la pala hasta obtener una mezcla homogénea.
- Bajamos los restos de los laterales e incorporamos el huevo. Mezclamos de nuevo hasta que se integre por completo. Añadimos el extracto de naranja junto con las especias y volvemos a mezclar.
- Comenzamos a integrar la harina poco a poco. Mezclamos hasta que se integre por completo y volvemos a añadir más cantidad. Realizaremos este paso hasta añadir la totalidad de la harina.
- Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo limpia y amasamos un poco con las manos.
- Dividimos la masa en 2 piezas, aplanamos ligeramente y envolvemos con film.
- Refrigeramos durante 24 horas.
Preparamos la masa blanca de galletas.
- En el bol de la Kitchen Aid o de una amasadora, añadimos los dos tipos de harina junto la mantequilla cortada en cubos pequeños.
- Mezclamos con la pala a velocidad baja hasta obtener una masa de textura arenosa. Nos recordará mucho a una masa sablée.
- Añadimos la crema de queso junto con la pizca de sal y volvemos a mezclar a velocidad baja hasta conseguir una mezcla homogénea. Durante el proceso de mezclado, pararemos varias veces la amasadora para bajar la masa y facilitar que se integren bien los ingredientes.
- Pasamos la masa a una superficie de trabajo ligeramente espolvoreada con harina y aplanamos.
- Cubrimos con film y refrigeramos hasta el día siguiente.
Estiramos la masa de galletas de jengibre.
- Sacamos la masa del frío, os recomiendo hacerlo 30 minutos antes de estirarla porque sale muy fría y la consistencia es muy dura.
- Estiramos una de las masas entre dos láminas de teflón. Le daremos un grosor de 2 mm con ayuda de un rodillo ajustable. Procuraremos dar forma rectangular, no os preocupéis por la medida, no es importante.
- Con ayuda de un cortador de pastas, cortamos tiras de 1,5 cm de ancho.
- Una vez que las hayamos cortado todas, levantamos con mucho cuidado de la lámina de teflón para despegarlas.
- Repetimos el mismo proceso con la otra masa de jengibre.
- Reservamos a temperatura ambiente si no hace mucho calor. En caso contrario, refrigeramos hasta que las necesitemos.
Estiramos la masa de galletas blanca.
- Sacamos la masa del frigorífico, retiramos el film y dividimos en 2 piezas. Cubrimos con film la que no vamos a utilizar de momento para evitar que se reseque.
- Espolvoreamos una superficie de trabajo con harina y estiramos con el rodillo ajustable. Le daremos el mismo grosor que a las galletas de jengibre.
- Una vez que esté estirada, colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno y refrigeramos. Esta masa es muy blanda y pierde enseguida la temperatura, lo ideal es trabajar con ella fría.
- Repetimos el mismo proceso con la otra pieza de masa.
Formamos las galletas.
- Cogemos una tira de masa de jengibre y colocamos sobre la masa blanca. Con ayuda de un cortador de pastas, cortamos la masa blanca. De este modo nos aseguramos que ambas tiras tengan el mismo grosor y longitud.
- Cortamos un poco de los extremos para ajustar ambas masas.
- Colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno o teflón.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de tiras.
Rellenamos y damos forma.
- Introducimos la pasta de ciruelas en una manga pastelera. Cortamos un poco de la punta para escudillar un hilo fino de esta sobre las galletas. En el vídeo podréis apreciar mejor el grosor.
- Disponemos un hilo de pasta de ciruelas sobre el lado blanco de la galleta.
- Enrollamos los extremos hacia el centro, formando unas caracolas, hasta que se unan en el medio.
- Pellizcamos la parte inferior central para formar en pico del corazón.
- Colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de galletas.
- Una vez que tengamos todas formadas, refrigeramos durante 3 horas.
Horneamos.
- Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Horneamos directamente del frigorífico. Colocamos a media altura y dejamos durante 17-18 minutos, debemos vigilar que no se doren.
- Sacamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Notas
- La masa blanca es ligeramente pegajosa, para trabajar con ella y poder formar un disco, tendremos que espolvorear con harina por ambos lados antes de introducirla en el film.
- Debemos trabajar la masa blanca siempre sacada directamente del frío. Es una masa muy blanda y si la dejamos atemperar, se pegará a la superficie de trabajo.
- La masa de galleta blanca puede ser sustituida por otra masa de galletas que os guste o soláis hacer en casa.
- La miel y azúcar mascabado se puede sustituir por melaza si lo deseáis.
- La pasta de ciruelas puede ser reemplazada por otra pasta de fruta que os guste. La mermelada no funcionará bien porque tiene una textura más líquida, necesitamos que sea un poco más densa para poder trabajar con ella.
- Si no encontráis ciruelas frescas, podéis hacer el relleno con ciruelas pasas siguiendo esta receta.
- Las ciruelas se pueden sustituir por otra fruta como manzana, membrillo, pera... Tan solo tendremos que cocinarla del mismo modo que las ciruelas para obtener una pasta.
- Debemos refrigerar las galletas, después de formarlas, durante mucho tiempo para asegurarnos que no pierdan su forma durante el horneado.
- Podemos conservar las galletas guardadas en un recipiente hermético o una lata para galletas durante varios días.