Bol de pitahaya con granola y yogurt de lima
¿Recordáis la granola casera que os dejé hace un par de días? Pues una manera de disfrutarla, y conseguir que los ojos nos hagan chiribitas, es con este bol de pitahaya con granola y yogurt de lima.
No sé si conoceréis la pitahaya o, también denominada, fruta del Dragón. Es una fruta que proviene de una planta cactácea (cactus) y, por consiguiente, es muy resistente a las sequías. La flor de la pitahaya es tan bonita cómo breve, dicen que es flor de una noche. Comienza a abrirse a última hora de la tarde consiguiendo su máximo esplendor a media noche. A medida que comienza a sentir el calor del sol, se marchita repentinamente. En este vídeo, que encontré en Youtube, podréis ver cómo evoluciona su florecimiento a lo largo de una noche.
Tiene un aroma muy penetrante e incluso sedante que atrae infinidad de insectos y murciélagos para una fecundación cruzada, a pesar de que es un planta que se autofecunda. El fruto tiene forma ovalada y podemos encontrarla en diferentes colores en su exterior; rosa o amarilla. Su piel escamosa, que nos recuerda a la piel de un dragón, fue quien le dio nombre puesto que en haitiano “pitahaya” significa “fruta escamosa”.
En el mercado podemos encontrar dos especies principales: La Hylocereus triangularis (pitaya amarilla, suave, dulce y con mucho sabor) y la H. ocamposis (pitaya roja, contiene menor cantidad de azúcar y un sabor más tenue). La pitahaya roja es mucho más delicada dificultando esto su transporte mientras que la pitahaya amarilla, al ser más resistente, ofrece más posibilidades a la hora de comercializarla.
Dentro de sus dos especies podemos diferenciar:
- Hylocereus costaricensis*: de pulpa roja y piel rosa
- H. monacanthus*: de pulpa roja y piel rosa
- H. undatus: “Reina de la noche”, de pulpa blanca y piel rosa. La más fácil de encontrar porque son las más fáciles e producir, pero poseen menos sabor que las de pulpa roja.
- Selenicereus megalanthus: de pulpa blanca y piel amarilla. Son más caras porque se cultivan menos.
- Stenocereus thurberi*: conocida como “pitaya dulce” de pulpa roja y de piel rojiza
* Son más complicadas de cultivar y por esa razón pueden ser menos frecuentes.
La pitahaya es una fruta que favorece la creación de glóbulos rojos, está formada en un 905 de agua y es muy rica en hierro, calcio y fósforo. Posee una sustancia llamada “captina” que actúa como tonificante del corazón y calmante. Destaca su presencia en vitamina C que interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos, favorece la absorción del hierro, resistencia a las infecciones y posee un efecto antioxidante.
Además es una fruta muy rica en fibra y según un proyecto de investigación del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana que se lleva realizando desde el año 1998, defiende que contiene propiedades que pueden ser beneficiosas para los diabéticos.
Cito:
“La pitahaya absorbe los derivados de la glucosa o la misma sustancia en la gente. Es decir, ayuda no tanto a reducir los niveles pero sí a evitar que entre al torrente sanguíneo, ya que en el tracto digestivo se adhiere a las películas de la glucosa y eso hace que sea más complicada la absorción en el cuerpo. Entonces aunque no hay una molécula o elemento que reaccione directamente, sí hay un efecto que impacta de manera positiva. Dicha absorción se da porque la pitaya contiene fibras que se quedan con la glucosa e impiden que la cantidad original que se consume quede totalmente en el cuerpo.”
No solo nos encontramos frente a una fruta extraordinariamente llamativa sino que, además, es una fuente de beneficios para nuestra salud. Y ¿cómo podemos hacerla aún más saludable y deliciosa? Pues con este bol de pitahaya con granola y yogurt de lima 😉
INGREDIENTES PARA 2 BOL DE PITAHAYA:
- 1 pitahaya roja
- 1 yogurt griego sin azúcar*
- ralladura de una lima
- 8-10 moras
- grosella blanca (en su defecto rojas)
- hojas de menta chocolate (en su defecto menta normal)
- granola casera
* Si lo preferís más dulce podéis utilizar un yogurt azucarado.
ELABORACIÓN:
- Cortamos la pitahaya por la mitad. Con ayuda de una cuchara parisien formaremos bolas hasta extraer toda la pulpa. Reservamos el exterior de la pitahaya para utilizarla como cuencos.
- En un cuenco pequeño vertemos el yogurt griego, añadimos la ralladura de lima y mezclamos.
- Repartimos el yogurt entre los dos “cuencos” de la piel de la pitahaya.
- Disponemos unas bolas de pitahaya roja en cada cuenco, decoramos con moras al gusto, menta chocolate y grosellas blancas.
- Finalmente añadimos granola casera al gusto y a disfrutar.
No puede haber nada más fácil, sencillo, rápido y ordinariamente placentero que este bol de pitahaya con granola y yogurt de lima. Empezar un día con estos colores, sabores y texturas ya hacen que, cómo mínimo, nos toque la lotería XD
Que lo disfrutéis,
Eva
Fuentes de información:Wikipedia, Sagarpa, Informador.
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