Pastel salado de bimi y portobello
Este pastel salado de bimi y portobello es una fantástica opción para cenar o incluso llevarnos al trabajo. Es de esas elaboraciones que se pueden consumir frías, como una quiche, y que su sabor mejora de un día para otro. Por supuesto el día que lo elaboramos, templadito… es un bocado excepcional.
No es la primera vez que utilizo masa filo como base de una tarta, la utilicé en esta tarta de mousse de cerezas, tarta filo de lemon curd y naranja sanguina o para la Spanakopita (en esta ocasión en un pastel enrollado que recuerda a la ensaimada). Me encanta lo ligero, crujiente y diferente que resulta. Es más habitual elaborar este tipo de pasteles con una masa sablée, quebrada, hojaldre… Así que en esta ocasión utilizaremos esta masa, que además tolera muy bien los ingredientes líquidos una vez que la hemos precocido.
Esta receta está inspirada en una de Supergolden Bakes, he de reconocer que siempre me han llamado mucho la atención los pasteles salados con las verduras enteras colocadas en la superficie. Y cuando entra antojo de algo… hay que probarlo 😉
La base cremosa puede recordarnos mucho a la que hacemos cuando elaboramos una quiche; huevos, queso a nuestro gusto y nata. Por supuesto los tipos de queso se puede variar a otros que nos gusten más, ya sean de sabor más suave o fuerte. Al igual que la nata, podéis utilizar la variedad para cocinar o incluso light… lo dejo en vuestras manos.
Las verduras que elegí para la receta fueron champiñón portobello y bimi. Ya he utilizado en otra ocasión esta verdura para hacer unos noodles con curry verde y pak choy, me gusta mucho tanto su sabor cómo su textura.
El bimi es una hortaliza con origen en Japón en el año 1993, se trata de un híbrido natural de brocoli y un tipo de col oriental (Kai-lan). En América lo denominan Broccolini.
Su aspecto puede recordarnos al brocoli solo que con tallos mucho más largos, que también se consumen. Es considerada una “súper verdura” ya que es muy rica en vitamina C, D, calcio, zinc, ácido fólico, hierro, fibra y es un poderoso antioxidante natural. Además de ser muy rico en glucosinalatos, un importante agente anticancerígeno.
Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y posee propiedades antiinflamatorias. Todos sus compuestos nutricionales son mucho más fáciles de absorber por nuestro organismo que los que obtenemos a través del brocoli, coliflor o la col.
Para consumirlo podemos hacerlo tanto en crudo para ensaladas como previamente escaldado o salteado. Su tiempo de cocción es muy corto, 3 minutos, que no debemos sobrepasar para no perder todos sus beneficios. Su sabor es muy suave y algo más dulce que el brocoli.
INGREDIENTES PARA UN PASTEL SALADO DE BIMI Y PORTOBELLO 24 X 36 CM:
PARA LA BASE:
- 10 hojas de masa filo
- 100 g de mantequilla clarificada, ghee o mantequilla fundida y enfriada
PARA EL RELLENO:
- 5 huevos L
- 135 g de crème fraîche
- 125 g de queso Gorgonzola
- 60 g de queso Parmesano
- 12 ramilletes de bimi
- 8 champiñones Portobello
- 1/2 cebolla roja grande
- 2 g de cilantro fresco
- 1 g de menta fresca
- sal marina
- pimienta negra recién molida
ELABORACIÓN:
Preparamos el bimi para el relleno.
- Preparamos una olla mediana, llenamos de agua y colocamos a calor alto. Dejamos hasta que llegue a ebullición.
- Mientras preparamos los bimis. Retiramos las hojas que puedan tener a lo largo del tallo y, en caso de que el corte esté seco, cortamos un trozo para retirarlo.
- Preparamos un bol con agua fría y hielo, lo usaremos para introducir las verduras al salir del agua hirviendo y cortar la cocción. Reservamos.
- Una vez que el agua llegue a ebullición, introducimos los bimis en la cacerola y dejamos durante 3 minutos. ¡No más! queremos obtener una textura al dente.
- Pasado este tiempo sacamos, con ayuda de un escurridor, e introducimos en el bol de agua con hielos. Dejamos durante 2-3 minutos. Sacamos, escurrimos bien y reservamos en un plato.
Preparamos los champiñones Portobello.
- Lavamos bien los champiñones y escurrimos. Si la parte baja del tallo está reseca, retiramos un trozo con ayuda de un cuchillo.
- En una sartén pequeña vertemos una cucharada generosa de aceite de oliva y colocamos a calor medio alto. Una vez que adquiera temperatura, añadimos los champiñones y salteamos durante 3-4 minutos. De este modo soltarán gran parte de agua.
- Salamos y reservamos.
Horneamos la masa filo para crear la base de la tarta.
Para hornear la base de esta tarta he utilizado un molde de 24×36 cm pero, por supuesto, podremos ajustarlo a otro que tengamos en casa y, en caso de ser más pequeño, podemos recortar un poco la masa para ajustarlo.
- Forramos la base del molde con papel sulfurizado, de este modo nos resultará mucho más sencillo desmoldar después la masa filo. Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. En caso de que vayamos a pintar con mantequilla fundida en lugar de mantequilla clarificada, tendréis que fundirla y dejarla enfriar o al menos templar bastante.
- Procedemos a montar las capas de masa, para ello lo haremos sobre una superficie de trabajo. Pintaremos cada una de ellas y las iremos apilando para llevar después todas juntas al molde.
- Con ayuda de un pincel pintamos con mantequilla la superficie de la masa filo, lo suficiente para que se adhieran las capas pero sin excedernos. Colocamos otra lámina y volvemos a pintar, así hasta colocar las 10 láminas. La parte superior de la última capa no es necesario que la pintemos.
- Disponemos un rectángulo de papel sulfurizado, del tamaño del interior sin cubrir los laterales, y sobre ella colocamos pesos o legumbres. Introducimos en el horno a media altura durante 8 minutos.
- Retiramos los pesos, pinchamos la superficie de la base e introducimos de nuevo en el horno durante 5 minutos.
- Sacamos y reservamos mientras preparamos el relleno.
Preparamos el relleno.
- En una batidora de vaso añadimos los huevos junto con la crème fraîche, los quesos el cilantro fresco y la menta. Procesamos hasta obtener una crema suave. Salpimentamos al gusto, probamos y volvemos a mezclar durante unos segundos.
- Vertemos la mezcla sobre el interior de la base de masa filo, previamente horneada. Disponemos los ramilletes de bimi, los champiñones y la cebolla morada cortada en rodajas finas.
- Introducimos en el horno a media altura durante 45 minutos. Pasados 15-18 minutos tendremos que cubrir el pastel para evitar que la masa filo se dore en exceso y las verduras se resequen. Colocamos una hoja de papel de horno y, sobre esta, otra de papel de aluminio.
- Sacamos y dejamos templar antes de desmoldar.
Nos os demoréis mucho en preparar este pastel salado de bimi y portobello, estoy segura que os encantará. Se puede preparar con antelación y nos solucionará más de una cena en esos días que no nos da la vida para más. El bimi no os costará mucho encontrarlo, cada vez es más fácil y accesible incluso en nuestros supermercados de barrio.
¡Hacedlo y contadme vuestras experiencias!
Saludos,
Eva
Comentarios