Galette de centeno con pesto y tomates
Cuantas veces nos ponemos a dar vueltas a los menús de casa, ya sea para el consumo diario o para recibir invitados. La mayoría de recetas que encontramos tienen procesos largos y elaborados, lo que muchas veces por falta de tiempo nos puede echar para atrás… Bien, si buscáis una receta sencilla, con buenos resultados y repleta de sabor, la que hoy os traigo es una maravillosa opción. Una galette de centeno con pesto y tomates.
Os doy mi palabra que no hay nada más fácil en el mundo que elaborar una galette. Tan solo tendremos que mezclar los ingredientes, dejar reposar en el frío, estirar y rellenar. Más fácil imposible.
Galettes.
La galette es un término utilizado en la cocina francesa para denominar diferentes tipos de masas o pasteles redondos planos. Podemos encontrar la Galette bretonne que es un crepé elaborado con trigo sarraceno que, tradicionalmente se rellena con ingredientes salados.
En la variedad de pasteles, podemos encontrar la tradicional Galette de Rois, se trata de un pastel relleno de crema de almendras y elaborado con hojaldre. Los Franco-Canadienses denominan galettes a las pastas o galletas grandes.
Nosotros vamos a elaborar una galette que tiene un aspecto más similar a un paste o tarta salada. Es muy habitual encontrar recetas de este tipo, ya sean saladas o dulces, cuando buscamos por ese término.
Nuestra galette de centeno y tomate.
Hay tantos tipos de masas para hacer una galette, como opciones tengamos a nuestro alcance. Se pueden encontrar elaboradas con mantequilla, sin ella, con diferentes tipos de harina, con un añadido de crema de queso, especias… Hasta donde alcance nuestra imaginación.
En nuestro caso utilizaremos mitad de harina de fuerza y mitad de harina de centeno integral. Me gusta mucho el color, aroma y sabor que aporta esta harina. Pero sentíos libres de sustituirla si no la encontráis o no os gusta.
Mi relleno tenía claro que iba constar 100% de tomates. Quería utilizar diferentes tipos y, a ser posible, en diferentes tonalidades para lograr un resultado más colorido. Tuve la suerte de que cuando fui a comprarlos, me encontré con un abanico de color en los tomates impresionante. Casi me vuelvo loca comprando tomates, jajaja.
Para aportar sabor y jugosidad, utilicé pesto que tenía casero. Siempre suelo tener en casa un recipiente de cristal con pesto, nunca es la misma receta porque suelo improvisar bastante con lo que tengo en el frigorífico o lo que en ese momento se me pasa por la cabeza… Lo bueno que tiene es que se conserva muy bien, y durante varios días, si lo cubrimos con una capa de aceite de oliva.
Para terminarla no necesitaremos demasiado. Unas hojas de eneldo fresco, un toque de sal y pimienta y un chorrito de aceite de oliva.
Ingredientes
PARA LA MASA:
- 70 g de harina de fuerza
- 70 g de harina de centeno integral
- 90 g de mantequilla sin sal fría
- 2 g de sal
- pizca de azúcar
- 60 g de agua muy fría (del frigorífico)
- 1 huevo batido + pizca de sal + 1 cucharadita de agua para pincelar
PARA EL RELLENO:
- pesto de albahaca, rúcula y almendras (receta a continuación)
- 3-4 tomates firmes y bien hermosos (verde, rojo y pintón)
- tomates cherry
- sal y pimienta negra al gusto
- un chorrito de aceite de oliva + eneldo para decorar
PARA EL PESTO DE ALBAHACA, RÚCULA Y ALMENDRAS:
- 25 g de albahaca, solo las hojas
- 20 g de rúcula
- 75 g de almendras fritas con sal
- 125 g de aceite de oliva virgen
- 100 g de parmesano
- 1 diente de ajo grande
- sal para rectificar, si se desea
Elaboración
Preparamos el pesto de albahaca y rúcula.
- Lavamos las hojas de rúcula y albahaca con agua fría, secamos con cuidado. Retiramos los tallos y nos quedamos solo las hojas.
- En un procesador de alimentos añadimos la rúcula junto con la albahaca y el aceite. Procesamos bien hasta obtener una pasta de color verde intenso.
- Añadimos las almendras junto el parmesano y el ajo. Volvemos a procesar hasta obtener una mezcla homogénea.
- Probamos y rectificamos de sal en caso de ser necesario.
- Vertemos la mezcla en un recipiente hermético, cubrimos con aceite de oliva y refrigeramos hasta el momento de su uso.
Preparamos la masa de la galette.
- En un bol amplio, o en el bol de la KA, añadimos los 2 tipos de harina junto con el azúcar y la sal. Mezclamos ligeramente.
- Incorporamos la mantequilla cortada en cuadraditos y, con ayuda de la pala, mezclamos a velocidad 1 hasta obtener una textura arenosa. En caso de hacerlo a mano, frotaremos la mezcla con ambas manos hasta obtener la textura especificada anteriormente.
- Vertemos el agua fría y mezclamos con ayuda de la pala hasta obtener una mezcla homogénea. En caso de hacerlo a mano, combinaremos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
- Pasamos la masa a una superficie limpia y amasamos durante unos segundos.
- Formamos un disco aplanado, cubrimos con film e introducimos en el frigorífico durante 2-3 horas.
Formamos la galette.
- Espolvoreamos ligeramente una superficie de trabajo con harina de centeno.
- Estiramos nuestra masa, dando forma ovalada, hasta lograr unas medidas aproximadas de 25 x 45 cm. La masa debe quedar muy fina.
- Colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno y refrigeramos mientras cortamos los tomates.
- Lavamos muy bien los tomates, los secamos y cortamos en rodajas no demasiado finas ni demasiado gruesas. Reservamos.
Rellenamos la galette.
- Sacamos el pesto del frigorífico 20 minutos antes de rellenar la galette para que adquiera una consistencia más untable.
- Sacamos la masa del frigorífico.
- Extendemos el pesto por la superficie dejando 3 cm alrededor del borde sin cubrir con este. Usaremos entre 4-5 cucharadas de pesto.
- Colocamos las rodajas de tomate sobre el pesto, intercalando los colores y tamaños de las rodajas.
- Doblamos los bordes hacia el interior, cubriendo parte de los tomates, y realizando pliegues.
- Refrigeramos durante 45 minutos para que la masa adquiera firmeza.
Horneamos la galette.
- Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Sacamos la galette del frigorífico.
- Colocamos algunos tomates cherry por la superficie, salamos al gusto.
- Pincelamos el borde con huevo batido y horneamos durante 30-35 minutos.
- Subimos la temperatura a 200ºC y horneamos durante 5 minutos más.
- Sacamos y dejamos templar unos minutos sobre una rejilla.
- Justo antes de servir, espolvoreamos pimienta negra molida al gusto, vertemos un chorrito de aceite de oliva y decoramos con unas hojas frescas de eneldo.
- Servimos.
Notas
- ¿Se pude hacer la masa sin harina de centeno? Sí, se puede. Tan solo deberéis omitirlo y utilizar más harina de fuerza o integral en su lugar. Pero os recomiendo utilizarlo porque el sabor es fantástico.
- La harina de centeno hace que las masas sean pegajosas al tacto. De modo que es completamente normal esta textura cuando la amaséis.
- Debemos respetar los tiempos de frío de la masa para favorecer que, a cada paso, tenga la consistencia y firmeza adecuada.
- El pesto puede ser esta variedad que os dejo u otra cualquiera, incluso la tradicional elaborada solo con albahaca y piñones. En el blog también podéis encontrar un pesto de salvia y avellanas y otro de kale.
- Los tomates que utilicéis procurad que sean firmes y de muy buena calidad. De este modo os garantizaréis que el sabor sea extraordinario.
Esta galette de centeno con pesto y tomates es de esas cosas que cuando las haces, piensas, he hecho poco. Su sabor es extraordinario, muy aromático y fresco. La textura de la masa es suave y ligeramente quebradizada, en absoluto es dura o densa. Casi podría decir que se funde en la boca.
En casa nos ha gustado mucho esta combinación, sobre todo para tomarla para cenar. La masa ya la había preparado en otras ocasiones, por lo que en este punto, iba sobre seguro :D
¡Espero ansiosa a ver las vuestras por las redes sociales! Me encanta cuando compartís conmigo vuestras experiencias. ¡Nada puede hacerme más ilusión!
Os deseo un maravilloso miércoles.
Un abrazo,
Eva
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