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Casadielles, dulce tradicional asturiano

Casadielles, dulce tradicional asturiano

Últimamente estoy muy “asturiana”… Hoy os traigo una maravillosa receta de Carnaval, Casadielles, un dulce tradicional asturiano (que, os aseguro, vais a flipar si no las habéis probado), y hace pocos días os dejé la receta de Fabes con almejas. He de decir que ha sido pura casualidad el hecho de que coincidan ambas elaboraciones en una misma semana. Este año andaba detrás de hacer para estas fechas casadiella o frisuelos y la receta de fabas ya la tenía programada.

Entre ambas elaboraciones al final me decidí por estos gracias a ese relleno de nueces fascinante. Me llamaba a gritos y con exclamaciones. Ciertamente era todo el conjunto lo que me atraía. Una masa frita, hecha con vino blanco, y rellena de nueces con licor de anís… No hubo mucho que pensar al respecto si os soy sincera.

Casadiella, en plural y en asturiano, casadielles.

Se trata de uno de los postres más típicos y tradicionales de Asturias junto con los frisuelos (ay, estos tengo aún pendiente hacerlos y los haré no a mucho tardar). Es tradición consumirlos en navidad, carnaval (antroxu) y Pascua. Por lo visto se dice que están a medio camino entre las empanadillas y las llamadas “frutas de sartén“.

¿Existe algo más maravilloso que la denominación, frutas de sartén? Me parece absolutamente magnífica.

Este término se utiliza para describir a las elaboraciones culinarias que se fríen, es decir, se cocinan en aceite caliente. La técnica de masas fritas se remonta en la cocina española a la época medieval, práctica conocida de la cocina sefardí.​

Algunos de los primeros libros de cocina española, describen este proceso de fritura con este nombre. Que, de verdad, me resulta precioso.

En el Llibre de Sent Soví del año 1324, aparece una receta sobre ffrexols y bunyols de fformatge d’ous.​ Un siglo más tarde, el cocinero Ruperto de Nola en su libro “Libro de manjares, guisados y potajes” (Llibre del Coch) del año 1477, describe como fruta a la ligera fritura de un hígado de ave.​

La mayoría de las recetas incluyen la elaboración de una masa o un rebozado que puede contener queso rallado y huevo. La fruta es descrita como una pasta de harina a la que se suele añadir huevos y azúcar. Después se fríe en aceite vegetal, mantequilla o manteca de cerdo.​ En algunas de las elaboraciones, la masa frita, se solía endulzar con miel.

Volviendo a les casadielles, si hay algo interesante en ellas es de dónde proviene su nombre.

Eduardo Méndez Riestra dice en su libro “Cocinar en Asturias” que, es posible, que proceda de una deformación de “cosadielles” (acertijos – “¿Qué cosita es…?”), puesto que la sorpresa la encontraríamos en su relleno.

Para elaborarlas podemos encontrar dos opciones; una masa de hojaldre o una masa hecha con harina, vino blanco, manteca… La receta que hoy os traigo. El tamaño es algo superior al que os he dejado, se dice que el peso que debe rondar los 70-80 g y tener una longitud de 15 cm aproximadamente. A la hora de llevarlas a cabo, el método tradicional es freírlas. Pero, hoy en día, también pueden encontrarse recetas que se cuecen en el horno.

Nosotros las prepararemos siguiendo el proceso clásico, fritas en aceite de oliva aromatizado con cítricos y canela. Si trabajamos bien la masa y freímos a la temperatura correcta, les casadielles no quedarán aceitosas en absoluto. Ni al tacto ni al degustarlas. Quedarán crujientes e increíblemente deliciosas.

Receta Casadielles

Ingredientes para 15-16 unidades Receta adaptada de La cucharina Mágica PARA LA MASA: PARA EL RELLENO: PARA DECORAR: PARA FREIR: MATERIAL QUE NECESITAREMOS:

Elaboración

Aromatizamos el aceite.
  1. En un cazo, incorporamos el aceite de oliva y colocamos a calor medio bajo.
  2. Una vez que tome temperatura, añadimos la piel de naranja y limón (previamente lavadas y secadas) junto con la rama de canela.
  3. Dejamos al calor durante 3-4 minutos.
  4. Apagamos, retiramos del calor y dejamos reposar.
Preparamos el relleno de nuez.
  1. Con ayuda de un mortero, majamos las nueces. No debemos triturarlas mucho o en exceso, porque corremos el riesgo de obtener una pasta grasienta.
  2. Pasamos las nueces majadas a un bol y añadimos el azúcar junto con el anís. Mezclamos.
  3. Incorporamos el agua, lo haremos poco a poco y mezclando cada vez. De ese modo podremos controlar la consistencia final de la mezcla, para que no quede demasiado suave o acuosa.
  4. Cubrimos con film y dejamos reposar hasta el momento de su uso.
Preparamos la masa para les casadielles.
  1. En un bol añadimos el vino blanco junto con el aceite de oliva y la sal. Mezclamos con unas varillas hasta emulsionar.
  2. Incorporamos la levadura química junto con la mantequilla fundida y enfriada, la yema de huevo y la manteca de cerdo. Mezclamos con las varillas hasta lograr una mezcla homogénea.
  3. Vertemos esta mezcla en un bol más grande y comenzamos a incorporar la harina poco a poco. añadimos una pequeña cantidad y mezclamos con ayuda de una espátula.
  4. Continuamos añadiendo a la vez que mezclamos.
  5. Una vez que hayamos incorporado toda la harina, mezclamos con ayuda de las manos.
  6. Pasamos a una superficie de trabajo limpia y amasamos hasta lograr una masa suave y homogénea.
  7. Boleamos, cubrimos con un bol y dejamos reposar durante 1 hora.
Plegamos la masa y hacemos un segundo reposo.
  1. Con ayuda de un rodillo, estiramos la masa y hacemos un pliegue sencillo.
  2. Volvemos a estirar la masa y plegamos. En total haremos 3 pliegues sencillos.
  3. Cubrimos de nuevo con el bol y dejamos reposar durante otra hora.
Formamos les casadielles.
  1. Dividimos la masa en dos porciones iguales, de ese modo nos resultará mucho más sencillo trabajar con ella. La masa con la que no vamos a trabajar, la cubrimos con film y dejamos a un lado.
  2. Con ayuda de un rodillo, estiramos la masa sobre una superficie limpia hasta lograr unas dimensiones, aproximadas, de 24 x 40 cm.
  3. Con ayuda de una rasqueta, cortamos los bordes para lograr un acabado más limpio.
  4. Dividimos la masa por la mitad y procedemos a formarlas.
  5. Colocamos un poco de relleno, cogemos una cantidad similar al tamaño de una nuez, y colocamos sobre la masa. Daremos forma alargada.
  6. Plegamos la masa sobre el relleno, humedecemos con agua y giramos la pieza de modo que se envuelva con la masa.
  7. Cortamos con ayuda de una rasqueta para separar la pieza.
  8. Sellamos bien los extremos y marcamos con un tenedor.
  9. Repetimos el mismo proceso con el resto de piezas.
Freímos.
  1. Retiramos las pieles de cítricos y la rama de canela del aceite. Observaréis que ha adquirido un color ligeramente turbio, no pasa nada.
  2. Colocamos a calor medio alto y dejamos que alcance una temperatura de 180ºC. Una vez caliente, el aceite recuperará su aspecto "cristalino".
  3. Introducimos una casadiella en el aceite, con la parte sellada o la unión boca abajo (de este modo favorecemos que se selle antes y evitaremos que pueda abrirse). Si lo deseamos, podemos sujetar la casadiella con una espumadera o dos tenedores para que quede sumergida bajo el aceite (y la unión, al estar pegada a la base del cazo, no se abra). Con este paso nos garantizamos que el sellado no sufle, se hinche y, por consiguiente, se abra y salga todo el relleno.
  4. Freiremos hasta que adquiera un bonito color dorado.
  5. Sacamos, colocamos sobre papel absorbente 5-10 segundos y, seguidamente, rebozamos en azúcar. El azúcar, solo, se adhiere a la casadiella si esta está caliente.
  6. Colocamos en una bandeja y freímos el resto de piezas.
  7. Servimos.

Notas

Seguramente ya tengáis pensados los dulces que vais a preparar durante estos días de carnaval, pero os recomiendo que probéis esta receta de Casadielles porque es cosa de otro mundo... De verdad. En general, me gustan mucho este tipo de dulces, de los de toda la vida, que se llevan a cabo con una masa frita, puede ir aromatizada o especiada, y que, además, va rellena. Cada bocado es como volver a la infancia. En mi caso, no porque estos dulces los comiera cuando era pequeña (de hecho, es la primera vez que los pruebo!). Pero este tipo de repostería me recuerda mucho a los pestiños que hace mi madre cada navidad e, inevitablemente, me trasladan a ese momento de mi vida. ¡Espero que paséis un estupendo fin de semana! Un abrazo, Eva Fuentes: Postres Originales
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