Batatas asadas con harissa, cacahuetes y cilantro

Aprovechando los productos de temporada, que en este momento del año son estupendos, debemos sacar partido a un ingrediente tan tradicional del otoño como son las batatas o boniatos (en mi casa, siempre, los he llamado batatas). En casa solemos comerlo mucho, nos encantan asados sin más. Pero muchas veces más vamos allá y tuneamos un poco la elaboración, como con estas batatas asadas con harissa, cacahuetes y cilantro.

Lo bueno de las verduras y hortalizas es que admiten una inmensa cantidad de aderezos y acompañamientos. Tanto es así, que casi me atrevería a decir que podemos prepararlos con cualquier cosilla y obteniendo siempre un resultado increíble.

La idea de cómo preparar estas batatas vino gracias a Sasha del blog Tending the Table.  Batatas asadas pinceladas con un poco de harissa tenían que dar un resultado fantástico. De modo que me animé a prepararlas, pero cambiando algunas cosillas a mi gusto.

Preparando la receta.

Normalmente suelo dejaros una receta de harissa elaborada con pimiento asado, pero en esta ocasión me he decidido a preparar la que nos muestra Amy Chaplin en su libro “At Home in the Whole Food Kitchen“. Una mezcla de especias y aceite de oliva mucho más sencilla de preparar y con un resultado extraordinario.

Asaremos las batatas, pero antes de terminarlas, las pincelaremos con harissa y le daremos un golpe final de calor para dorarlas y que estas se impregnen bien de todos los aromas. El acabado y sabor que adquieren tras salir del horno es maravilloso…

Después no necesitarán de mucho más, aunque es cierto que unos buenos acompañantes siempre mejoran el resultado final.

Daremos frescura al plato.

La textura de la batata es densa y mantecosa, aunque suave y con un sabor dulce muy característico. Para resaltar su sabor, junto con las especias que hemos utilizado para elaborar la harissa, haremos uso de cilantro fresco, un poco de escarola y crème fraîche. Pero recordad que no hay nada obligatorio para llevar a cabo una receta. Siempre se puede variar algún ingrediente, procurando encontrar uno similar y de nuestro agrado.

Consiguiendo texturas diferentes.

La gran parte de los ingredientes con los que elaboraremos esta receta poseen una textura suave, lo que nos puede hacer echar en falta un toque crujiente que rompa la monotonía. Lograremos dar ese punto con cacahuetes tostados, a ser posible que no sean fritos puesto que sus sabores y aromas son diferentes, y sésamo blanco tostado.

Ambos ingredientes poseen unos sabores marcados y con mucha personalidad, sin olvidar que el maravilloso resultado que se obtiene cuando los combinamos.

En este caso, además, he hecho uso de unas virutas de ternera marinadas (Biltong) que me regalaron hace poco. He de deciros que son maravillosas, pueden resultar un poco caras para la pequeña cantidad que tiene la bolsa, pero también es cierto que es un producto de muy buena calidad. Además de ser natural y sin conservantes añadidos. De modo que nunca está de más darse un capricho.

Su textura no es muy dura y seca, como pensé en un primer momento, logra conservar un punto de ternura que es bastante agradable al paladar. Para mi, el toque final para rematar este plato.