Torta Matera
Hacía tiempo que no os dejaba una de esas recetas súper sencillas, sin dificultad o complicación en el proceso y de las que se disfruta muchísimo. Hoy os traigo una Torta Matera que, os adelanto, es una completa maravilla a pesar de su sencillez. Antes de continuar, deciros que ha sido una receta que he tenido que elaborar varias veces. No porque sea complicada, en absoluto, sino porque había algo en las recetas que probaba que no daba buen resultado. La crema pastelera, siempre, se iba al fondo.
El problema ante esto no es que el bizcocho esté malo, en absoluto. El resultado es igual de delicioso solo que el aspecto final no lo es tanto. No es la primera vez que me pasa que con recetas muy sencillas, me encuentro con pequeños detalles que no permiten que el resultado final sea como debiera. Es curioso.
El principal problema reside en la consistencia del bizcocho.
Este debe tener cierta densidad para que al cocerlo, y teniendo en cuenta que debido al calor cambie su espesor durante el proceso hasta que este empiece a cuajar, aún así pueda mantener la crema en la superficie. Me llamaba la atención que muchas recetas seguían la misma fórmula y obtenían un buen resultado, pero leyendo los comentarios de las personas que lo habían hecho les pasaba como a mí. La crema se hundía.
A estas consultas nunca había respuesta.
En apariencia, tras hacer la masa de bizcocho, sí parecía que iba a dar buen resultado, pero no era así cuando el bizcocho se estaba cociendo. Debido a esto, decidí cambiar la fórmula y temperatura de cocción hasta obtener un buen equilibrio en aspecto, la crema queda en la superficie, y la textura y esponjosidad del bizcocho. Qué satisfacción sentí al ver que a medida que avanzaba la cocción, la crema se mantenía arriba, el bizcocho subía de manera pausada, pero segura y, lo más importante… ¡Qué bueno el resultado final!
Es posible que las harinas de pastelería o flojas, en otros países, tengan mayor cantidad de proteína y por esa razón funcione. O tal vez la fórmula no era del todo certera. No lo sé.
Origen Torta Matera.
En un primer instante, probé la receta de la Torta Nua que, curiosamente, es en la que está basada la Torta Matera. Elaborando la primera, tras obtener malos resultados, buscando por internet llegué a la segunda y decidí seguir con esta. En ambos casos los ingredientes son los mismos, pero la decoración final es diferente. Pensé que os resultaría más llamativa la decoración de la segunda y, por esa razón, cambié a esta segunda opción.
La Torta Nua es una especialidad de la región de Basilicata, en Italia, específicamente de la ciudad de Matera. Este postre tiene sus raíces en la cocina tradicional de la región y se ha convertido en un símbolo de la gastronomía local. Se trata de una torta rústica que se prepara con ingredientes básicos y accesibles como harina, azúcar, huevos, levadura y manteca de cerdo o aceite de oliva.
Su nombre, “nua“, significa “desnuda” en italiano, algo que refleja la simplicidad de la receta y la falta de adornos elaborados. Es una torta muy apreciada por su sabor delicado y su textura esponjosa. Es cierto que su origen exacto es complejo de rastrear, pero sí se conoce que la torta nua ha sido durante mucho tiempo un postre querido en Matera y en toda la región de Basilicata.
De algún modo, esta torta llegó a tierras argentinas y, allí, adquirió gran popularidad. De hecho, su aspecto final, decoración, es diferente (considero que más llamativa). Erróneamente, mucha gente cree que su nombre “Matera” proviene del hecho de acompañarlo con un “mate” para consumirlo o disfrutarlo, pero esto es incierto. Su nombre deriva de su lugar de origen.
Su origen se remonta a las tradiciones culinarias locales y se ha convertido en un símbolo de la gastronomía de Matera.
Matera es conocida por su historia antigua y su paisaje de cuevas, pero también es famosa por su gastronomía única, que incluye este delicioso bizcocho. La Torta Matera es un bizcocho esponjoso y ligero, a menudo aromatizado con limón, vainilla o ambos, y es una delicia popular en la región y más allá de esta.
Pequeñas diferencias entre la Torta Matera y Torta Nua.
Básicamente en la disposición de la crema pastelera. La torta Matera, tal y cómo os muestro, tiene una decoración superior de crema escudillada creando un patrón. Por otro lado, la Torta Nua, tiene una decoración más sencilla. Una vez vez vertida la masa de bizcocho en el molde, se dispone la crema pastelera en montoncitos, distribuidos de manera alterna por el bizcocho, y si se desea, se pueden crear espirales con un palillo en la superficie.
Este proceso, con una fórmula correcta, da un resultado precioso. De lo contrario, toda la crema se va al fondo. Como detalle, también decir que la Torta Nua usa más cantidad de crema pastelera que la torta matera.
Receta Torta Matera
BIZCOCHO:
- 300 g harina de repostería, tamizada
- 200 g azúcar
- 145 g leche entera
- 1 huevo L
- 55 g aceite de girasol u oliva suave
- 8 g levadura química o impulsor
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ralladura de un limón
- pizca de sal
CREMA PASTELERA:
- 125 g leche entera
- 125 g nata líquida para montar
- 3 yemas de huevo L
- 60 g azúcar
- 30 g Maizena
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
BRILLO:
- 82 g de agua
- 2,5 g de Pectina NH de manzana
- 50 g de azúcar
- unas gotas de zumo de limón (3-4 g)
DECORACIÓN:
- coco rallado
MATERIAL QUE NECESITAREMOS Y VISIBLE EN EL VÍDEO:
- boles
- varilla
- espátula de silicona
- molde 23 cm de diámetro
- báscula digital de cocina
- manga pastelera + boquilla 6B Wilton
- rejilla de enfriado
- pincel de repostería
Este post contiene enlaces afiliados.
Elaboración
Prepara la crema pastelera.
- En una olla mediana o sartén amplia vierte la leche junto con la nata y la vainilla. Coloca a calor medio y deja hasta que alcance una ebullición suave.
- Mientras, en un bol amplio bate las yemas junto con el azúcar y la Maizena, previamente tamizada, hasta homogeneizar por completo.
- Una vez que la leche haya llegado a ebullición, vierte un poco sobre la mezcla de las yemas.
- Bate rápido con las varillas para templar las yemas y evitar que esta cuaje formando grumos.
- Incorpora el resto de la leche poco a poco y mezclando muy bien cada vez.
- Vuelca la mezcla en la olla de nuevo y coloca a calor medio-suave sin dejar de remover. Observarás que la textura se irá volviendo más densa, pero tardará un poco. Paciencia.
- Una vez que la crema tenga una textura cremosa, estará lista.
- Aún caliente, añade la mantequilla y mezcla con la varilla hasta homogeneizar.
- Vierte en una bandeja/tupper/fuente (cuanto más amplia, mejor porque enfriará antes).
- Cubre con film transparente a piel, para evitar que encostre, y deja enfriar por completo.
- Deja enfriar por completo antes de utilizar. Si lo deseas, puedes elaborarla el día anterior y refrigerar hasta el día siguiente.
- NOTA: Es importante que la crema esté fría para escudillarla sobre el bizcocho. Una vez que enfríe, te recomiendo refrigerarla un mínimo de 3 horas antes de utilizarla.
Prepara la masa del bizcocho.
- Engrasa un molde con mantequilla y forra con papel de horno. Si lo prefieres, puedes espolvorearla con harina retirando el excedente. Reserva.
- En un bol bate el huevo junto con la leche y el azúcar hasta homogeneizar.
- Incorpora el aceite, poco a poco a la vez que bates la mezcla.
- Añade la ralladura de limón junto con la sal y la vainilla, mezcla de nuevo.
- Una vez que esté integrado, comienza a incorporar la harina tamizada junto con la levadura química poco a poco. Añade una pequeña cantidad y mezcla con la varilla realizando movimientos suaves. Solo debes mezclar hasta que se integre la harina, no durante más tiempo. De lo contrario se puede comenzar a desarrollar el gluten lo que dará lugar a un bizcocho más denso y compacto.
- Vierte la mezcla en el molde y alisa la superficie.
Escudilla la crema pastelera y hornea.
- Precalienta el horno a 175ºC, calor arriba y abajo.
- Bate la crema pastelera antes de introducirla en la manga, de este modo lograrás que adquiera una textura cremosa y suave.
- Introduce en la manga con la boquilla especificada, u otra a tu elección, y procede a decorar el bizcocho.
- Escudilla sobre la superficie de la masa, sin cocer, formando una cuadrícula o enrejado.
- Hornea durante 45 minutos o hasta que insertando un palillo en la parte central, este salga limpio.
- Deja enfriar por completo sobre una rejilla.
- Una vez que haya enfriado, desmolda con cuidado.
Prepara el brillo.
- Añade el agua en un cazo y coloca a calor medio.
- Mientras toma temperatura, mezcla el azúcar con la pectina.
- Cuando el agua comience a estar caliente, pero sin llegar a ebullición, añade la mezcla de azúcar y pectina, poco a poco, a la vez que mezclas constantemente con una varilla.
- Cocina a calor medio, sin dejar de remover, hasta que llegue a ebullición.
- En este punto, retira del calor.
- Añade el zumo de limón, mezcla y vierte en un recipiente de cristal.
- Deja enfriar por completo antes de utilizarlo.
Decora.
- Pincela la superficie del bizcocho con brillo de pastelería, almíbar, miel rebajada con agua o mermelada de albaricoque (previamente templada).
- Espolvorea los bordes con coco rallado.
- Sirve.
Notas
- He usado un molde de 23 cm, pero podéis usar uno de 22 cm o de 24 cm. Tan solo os recomiendo vigilar, minuto arriba o abajo, el tiempo final de cocción para obtener un buen resultado. No es necesario que sea desmontable, cómo podéis observar en el vídeo, el bizcocho sale se desmolda sin problemas.
- Para hacer la crema pastelera he usado una mezcla de leche y nata, pero puedes usar solo leche si lo prefieres. Me gusta añadir nata porque gracias al alto contenido graso, el resultado es más cremoso.
- No olvides templar las yemas para evitar que cuajen y se formen grumos.
- Sed pacientes cuando estés haciendo la crema pastelera, tarda un poco en cuajar y adquirir consistencia. No te sientas tentado/a en aumentar el calor porque corres el riesgo de que alguna parte de la base se queme y traspase el sabor a la crema.
- Es muy importante que la crema, cuando la escudilles, esté fría tal y cómo os detallo.
- Para aromatizar el bizcocho se suele usar ralladura de limón, pero puedes omitirla si lo deseas. O bien usar ralladura de naranja o mandarina.
- Si el brillo de pastelería gelatiniza mucho, podéis darle un ligero golpe de calor en el microondas para aligerarlo.
- Si no te gusta el coco rallado, puedes omitirlo o bien sustituirlo por frutos secos.
- Se puede conservar a temperatura ambiente durante 3-4 días, envuelto en film o bien en un recipiente para conservar tartas y bizcochos. La crema horneada aguanta en perfecto estado, sin estropearse, a temperatura ambiente.
Os aseguro que vais a disfrutar mucho de esta Torta Matera, inspirada la clásica Torta Nua. No solo es atractivo el proceso de elaboración, que se hace en un abrir y cerrar de ojos, sino que es de esas elaboraciones que se disfrutan una barbaridad al consumirlas. Sencilla, pero llena de sabor, aroma y con una textura maravillosa.
Por cierto, os recuerdo que todos mis vídeos podéis verlos en mi canal de YouTube. Si os animáis a suscribiros y activar la campanita, os estaré ¡eternamente agradecida!
¡Os deseo una tarde de domingo maravillosa!
Un fuerte abrazo,
Eva
Este post contiene enlaces afiliados.
Comentarios