Tarta de lima y jengibre
Llevaba mucho tiempo queriendo hacer una tarta de lima, de hecho, desde que probé un maravilloso bizcocho de mi amigo Raúl, “El Oso con Botas”. Tiene una mano para la cocina extraordinaria, consigue sacar sabores súper intensos en cada una de sus elaboraciones. Y, por fin, puedo dejaros esta Tarta de lima y jengibre.
Otra cosa que tenía muchas ganas de hacer era una tarta alta, muy alta, con muchas capas. De hecho, desde que empecé a hacer tartas, solo he hecho una muy alta y fue para el cumpleaños de mi hermana el año pasado. Esta tarta que debía ser con un estilo zombie, pero terminó siendo algo en esa vía con un aire popero-vintage, jajaja. Tenía varios bizcochos (fresa, vainilla y chocolate), con su relleno correspondiente. Después la decoré con unos toppings que imprimí y plastifiqué de una camarera de los años 60 zombie, algunas manos y bichos… En fin, jajaja.
Volviendo a esta tarta. El caso es que aquella era muy alta, pero no pude publicarla porque no podía cortarla para enseñaros el interior… Y desde aquel día, se me quedó una espinita clavada.
BREVE INCISO
He sacado una nueva edición para el taller de pan online “Introducción al Pan Casero”. Dará comienzo el próximo día 21 de octubre de 2019.
Es un taller destinado a todos aquellos que queréis hacer pan en casa y no tenéis conocimientos amplios sobre panificar o estos son muy básicos. Es un taller con una duración de algo más de 4 semanas durante las que trabajaremos panes con levadura, prefermentos y masa madre. Además trabajaremos masas con diferentes tipos de hidratación, harinas, formados y tipos de fermentación. Durante estas semanas recibiréis correos diarios para segmentar la información, estando divididos en teoría, vídeos y ejercicios.Podéis acceder desde cualquier parte del mundo y en cualquier tipo de dispositivo. Para más información podéis pinchar en este enlace.
Seguimos con la tarta 😉
Tarta de lima y jengibre.
Antes de nada, quiero que sepáis que para hacer esta tarta necesitaréis muchas claras de huevo. Cuando digo muchas, son muchísimas. Diseñé esta receta para poder dar salida a todas las claras que tenía en el frigorífico, excedentes que me han ido saliendo de hacer panettones. De modo que, cuando hagáis esta tarta o bien la hacéis para sacar partido a ese excedente de claras o tened pensado alguna receta que se lleve a cabo con yemas. Porque os sobrarán muchas.
Para elaborar esta tarta tendremos que hacer dos bizcochos; una de lima y otro de vainilla. Los cortaremos en 5 capas cada uno de ellos, aunque en realidad útiles nos quedarán 4 porque el superior de todos estará ligeramente abombado, además de ser más fino.
Después elaboraremos un almíbar de lima para humedecer e intensificar el aroma y sabor de los bizcochos. ¿Existe algo en el mundo más maravilloso que el olor a lima?… Sí, estar de vacaciones. Pero hasta el año que viene ya nada de nada.
El relleno en esta ocasión será bastante sencillo.
Para contener el relleno y no rebose, dispondremos cordones de SMBC en los bordes de los bizcochos. Seguramente no hubiera sido necesario, pero me quedaba mucho más tranquila haciéndolo de este modo.
El relleno ya os sonará de otras tartas, como la que os dejé la semana pasada de Red Velvet y mousse de queso de cabra. Es una crema elaborada con crema de queso o mascarpone, nata y mermelada de jengibre. Espectacular es poco.
Estoy casi segura que no os costará trabajo encontrar mermelada de jengibre en las tiendas, aunque también podéis hacerla casera, por supuesto. Yo vivo en Madrid y puedo comprarla en varios supermercados, hay distintas calidades y la verdad que hay diferencia. Si podéis, os recomiendo comprar la marca Robertson´s, también he probado Cartwright & Butler y es una pasada… Pero esta última es muy cara. Igual para algo así, no merece la pena. Casi mejor para disfrutar en tostadas 🙂
La decoración.
En esta ocasión quería probar a hacer algo similar a un marmolado o mezcla de distintos tonos de color que se fusionaran por la superficie de la tarta. Elegí el verde porque es un color que me gusta mucho, además que iría muy bien con la decoración de hojas de chocolate que tenía en mente.
No es la primera vez que os dejo una decoración con estas hojas. Ya lo hice en la Tarta de otoño y en la Schwarzwälder Torte. Pero es que me gustan tanto que cada cierto tiempo, tengo que hacerlas…
El conjunto es maravilloso. El bizcocho de lima junto con el sirope es algo de otro mundo… Una intensidad de sabor maravillosa. Pero si ya lo unimos con la crema de jengibre, entonces ya estamos perdidos. Una combinación verdaderamente sorprendente y refrescante. Y ya no me enrollo más, vamos con el proceso 😉
Ingredientes para un molde de 20 cm de diámetro
PARA EL BIZCOCHO DE LIMA:
- 300 g de harina floja de repostería
- 180 g de azúcar
- 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 225 g de claras
- 180 g de leche entera
- 14 g de levadura química o impulsor
- pizca de sal
- ralladura de 2 limas
- 2 g de colorante en pasta verde "Party Green"
PARA EL BIZCOCHO DE VAINILLA:
- 300 g de harina floja de repostería
- 180 g de azúcar
- 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 225 g de claras (6 huevos L, aprox.)
- 180 g de leche entera
- 14 g de levadura o impulsor químico
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- pizca de sal
PARA EL ALMÍBAR DE LIMA:
- 200 g de agua
- 50 g de zumo de lima
- 250 g de azúcar
- ralladura de una lima
PARA LA CREMA DE QUESO Y JENGIBRE:
- 630 g de crema de queso o mascarpone
- 630 g de nata líquida para montar
- 350 g de mermelada de jengibre de buena calidad
PARA EL SMBC DE CHOCOLATE BLANCO:
- 150 g de claras
- 300 g de azúcar
- 430 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 200 g de chocolate blanco, de buena calidad
PARA EL SMBC VERDE:
- 85 g de claras
- 175 g de azúcar
- 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- colorante verde y negro en pasta o gel
PARA DECORAR:
- sprinkles a vuestro gusto
- hojas de chocolate
PARA LAS HOJAS DE CHOCOLATE:
- 100 g de chocolate negro 70%
- polvo de plateado
- polvo de oro
- colorante verde metálico en polvo
- hojas naturales de plantas
Elaboración
PRIMER DÍA
Preparamos el bizcocho de lima.
- Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
- Engrasamos con mantequilla y espolvoreamos con harina, retirando el exceso, un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro, reservamos.
- Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Reservamos.
- En un bol añadimos las claras junto con la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
- En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la mantequilla junto con el azúcar. Batimos con la pala, a velocidad media, hasta lograr una textura cremosa, aireada y blanca.
- Incorporamos el colorante en pasta junto con las ralladuras de lima y volvemos a mezclar.
- Comenzamos a integrar los ingredientes secos alternándolos con los líquidos.
- Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de ingredientes secos. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de mezcla de claras y mezcla de ingredientes secos. Mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
- Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno a media altura.
- Horneamos durante 70-75 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
- Sacamos y dejamos reposar 5 minutos en el molde.
- Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Una vez que esté completamente frío, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos el bizcocho de vainilla.
- Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
- Engrasamos con mantequilla y espolvoreamos con harina, retirando el exceso, un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro, reservamos.
- Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Reservamos.
- En un bol añadimos las claras junto con la vainilla y la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
- En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la mantequilla junto con el azúcar. Batimos con la pala, a velocidad media, hasta lograr una textura cremosa, aireada y blanca.
- Comenzamos a integrar los ingredientes secos alternándolos con los líquidos.
- Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de ingredientes secos. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de mezcla de claras y mezcla de ingredientes secos. Mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
- Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno a media altura.
- Horneamos durante 70-75 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
- Sacamos y dejamos reposar 5 minutos en el molde.
- Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Una vez que esté completamente frío, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos el almíbar.
- Añadimos todos los ingredientes en un cazo a excepción de la ralladura de lima. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
- Una vez que rompa a hervir, apagamos el fuego, añadimos la ralladura de lima y dejamos que enfríe por completo.
- Colamos para retirar la ralladura e introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo.
- Reservamos a temperatura ambiente.
SEGUNDO DÍA
Preparamos el Swiss Meringue Buttercream de chocolate blanco.
- En un bol resistente al calor, añadimos el chocolate blanco. Colocamos al baño maria y dejamos hasta que funda por completo, removiendo de vez en cuando.
- Retiramos del calor y reservamos.
- En otro bol resistente al calor, añadimos las claras junto con el azúcar.
- Colocamos sobre un cazo con agua al baño María a calor medio bajo. Moviendo con unas varillas, dejaremos hasta que las claras alcancen los 74ºC. Para ello nos ayudaremos de un termómetro digital.
- Retiramos del calor, volcamos las claras en el bol de la KitchenAid o una batidora con varillas y batimos a velocidad medio alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Una vez que tengamos el merengue firme, comenzamos a añadir la mantequilla cortada a cuadrados poco a poco y a la vez que la batidora sigue trabajando.
- Una vez que tengamos toda la mantequilla añadida, subimos un poco la velocidad y terminamos de montar.
- Paramos, bajamos la crema con ayuda de una espátula y añadimos el chocolate blanco. Lo haremos en un hilo fino y continuo mientras la amasadora está mezclando a la velocidad más baja.
- Batimos de nuevo a velocidad alta hasta que los ingredientes se integren por completo.
- Cubrimos con film y reservamos.
Preparamos el Swiss Meringue Buttercream de vainilla con tonalidades verdes.
- En un bol resistente al calor, añadimos las claras junto con el azúcar.
- Colocamos sobre un cazo con agua al baño María a calor medio bajo. Moviendo con unas varillas, dejaremos hasta que las claras alcancen los 74ºC. Para ello nos ayudaremos de un termómetro digital.
- Retiramos del calor, volcamos las claras en el bol de la KitchenAid o una batidora con varillas y batimos a velocidad medio alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Una vez que tengamos el merengue firme, comenzamos a añadir la mantequilla cortada a cuadrados poco a poco y a la vez que la batidora sigue trabajando.
- Una vez que tengamos toda la mantequilla añadida, subimos un poco la velocidad y terminamos de montar.
- Paramos, bajamos la crema con ayuda de una espátula y añadimos la vainilla.
- Batimos de nuevo a velocidad alta hasta que los ingredientes se integren por completo.
- Dividimos el SMBC en 4 boles y 3 de ellos los tintaremos con verde dando intensidades diferentes. Si queréis lograr un verde más oscuro, utilizad colorante negro también.
- Cubrimos con film y reservamos.
Preparamos la crema de jengibre.
- En un bol metálico, previamente enfriado en el congelador, añadimos el mascarpone o crema de queso junto con la mermelada de jengibre.
- Batimos con unas varillas eléctricas hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Vertemos la nata, muy fría, y batimos con las varillas. Observareis que la crema comenzará a adquirir consistencia y volumen. Esto es debido a que la nata se montará, de modo que tener cuidado con no sobrepasar el tiempo de batido para que no se corte y baje.
- Refrigeramos durante 30 minutos antes de disponerla sobre la tarta.
Montamos la tarta.
- Dividimos la crema de jengibre y queso en 7 partes iguales. Reservamos en el frigorífico.
- Con ayuda de una lira cortamos el bizcocho en 5 partes iguales. En esta ocasión, os recomiendo empezar por abajo y, a partir de aquí, proceded a cortar las capas.
- Colocamos en la base del molde Push-Pan 20 cm un antideslizante para fijar el disco para tartas.
- Ponemos el disco y una pequeña cantidad de SMBC sobre él, esto nos ayudará a fijar el bizcocho.
- Rodeamos con una lámina de acetato el interior del molde. Este nos ayudará a desmoldar la tarta de manera más limpia.
- Colocamos uno de los bizcochos de lima y presionamos ligeramente.
- Humedecemos el bizcocho, generosamente, con almíbar de lima.
- Disponemos un cordón doble de SMBC, de ese modo ayudaremos a contener mejor el relleno. Añadimos la crema de jengibre y queso en el interior del cordón. Alisamos ligeramente.
- Colocamos un bizcocho de vainilla y presionamos ligeramente.
- Disponemos un cordón doble de SMBC, de ese modo ayudaremos a contener mejor el relleno. Añadimos la crema de jengibre y queso en el interior del cordón. Alisamos ligeramente.
- Repetimos este mismo proceso con el resto de bizcochos. En total utilizaremos 4 bizcochos de lima y 4 bizcochos de vainilla.
- Colocamos la última capa de bizcocho, que corresponderá a uno de vainilla, y lo haremos colocando la parte más dorada hacia arriba. Presionamos con cuidado.
- Cubrimos la superficie con film y refrigeramos durante un mínimo de 4 horas o bien, si lo deseáis, hasta el día siguiente.
TERCER DÍA
Preparamos las hojas de chocolate.
- En este post, podréis ver cómo hacer las hojas de chocolate y pintarlas.
- Una vez que estén hechas, mantenedlas refrigeradas hasta el momento de colocarlas en la tarta.
Cubrimos el exterior de la tarta con SMBC de chocolate blanco.
- Desmoldamos la tarta y retiramos el acetato con cuidado. Colocamos sobre un stand para tartas.
- Repartimos el SMBC con una pala por toda la superficie de la tarta y retiramos el exceso ayudándonos de un alisador de bordes. Esta capa nos ayudará a “recoger” posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando la decoremos.
- Refrigeramos durante 30 minutos para que el SMBC endurezca.
- Sacamos del frío, disponemos otra capa de SBMC, alisamos retirando el exceso.
- Refrigeramos durante 10 minutos.
Decoramos el exterior de la tarta con SMBC en tonalidades verdes.
- Pon pequeñas cantidades de SMBC verde alternando los colores por toda la superficie de la tarta.
- Pasamos un alisador por la superficie para unificar el grosor del SMBC.
- Disponemos SMBC blanco en distintas partes de la tarta y volvemos a pasar el alisador.
- Decoramos con sprinkles de distintos tamaños a nuestro gusto.
- Finalmente, decoramos con las hojas de chocolate pintadas con polvo metalizado.
- Refrigeramos durante 30 minutos o hasta el momento que la vayamos a consumir.
- Recordad que el SMBC está mejor cuando dejamos durante un rato a temperatura ambiente.
Notas
- He utilizado un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro.
- El tiempo de cocción del bizcocho variará dependiendo del tamaño del molde que utilicéis.
- Refrigerar el bizcocho durante toda la noche, ayuda a la hora de cortarlo con la lira porque no se desmigará o lo hará en menor proporción.
- Seguir todos los pasos para obtener un buen SMBC.
- Si nos sobra SMBC, podemos refrigerarlo durante 2 días o bien congelarlo durante 30 días.
- La decoración puede ser totalmente a vuestra elección, en mi caso he elegido esta opción que espero que os guste.
- Para conservar la tarta debemos mantenerla refrigerada durante 3-4 días.
- Lo ideal antes de consumirla es atemperarla durante un rato, dependerá de la temperatura exterior.
Creo que no hay mejor manera de empezar el fin de semana que disfrutando de un trozo de esta Tarta de lima y jengibre. Reconozco que a no ser que tengáis algún evento multitudinario, será poco probable que hagáis una tarta de estas dimensiones. Pero ese momento puede llegar y entonces ya sabremos qué preparar. Esta enorme e increíble tarta.
Y si no, siempre podéis reducir la tarta al bizcocho de lima y reducir las cantidades del relleno y SMBC. Así queda todo más recogidito y podéis disfrutarla de todas maneras.
Os deseo que tengáis un maravilloso fin de semana, ¡descansad lo que podáis!
Un fuerte abrazo,
Eva
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