Cómo hacer el mejor Mojito Cubano

Si sois de los que os gustan Mojitos, seguramente os pase como a mí cada vez que vais a un bar/terraza y lo pedís. “A ver qué es lo que me traen”. No sé por qué razón encontrar un local donde preparen bien los mojitos es realmente complicado… Es un cóctel con el que pueden sorprendernos de mil maneras, y muchas veces para mal. Pero, estáis de suerte porque hoy voy a dejaros cómo hacer el mejor Mojito Cubano.

Hay una cosa que no os he contado y es que mi “medio limón”, hace ya un tiempo, se hizo un curso de coctelería. Cuando era más joven trabajó en un bar de pinchadiscos (esto suena muy de los 90). El lugar donde trabajaba, preparaban muy buenos cocktails. Recuerdo la primera vez que me preparó un mojito y pensé – “Oh Dios mío, ¡cásate conmigo!” – jajaja.

Desde aquel momento puso el listón muy alto porque cada vez que salimos y pido un Mojito, siempre espero algo similar a como él lo prepara y la mayor parte de las veces esto no es así. La receta de hoy se la debemos agradecer a él.

Origen del Mojito Cubano.

Es curioso como muchas elaboraciones que se llevaron a cabo para camuflar un error o un sabor no muy apropiado, con el paso del tiempo, pueden llegar a convertirse en un elemento muy popular.

Este es el caso del Mojito, cuyo origen es más humilde de lo que nos podamos imaginar.

Como bien dice su nombre, este cóctel originario de Cuba se remonta al siglo XVI. El nombre con el que se le conocía era “El Draque” en honor al corsario, explorador y comerciante de esclavos inglés Francis Drake. El el año 1586 la Reina Isabel I de Inglaterra animó a los piratas a saquear las ciudades españolas del Nuevo Mundo.

Uno de los piratas era Francis Drake, cuya finalidad era saquear Cuba, lugar donde la corona española guardaba oro azteca proveniente de Mexico. Esta noticia llegó a oídos del rey Felipe II y advirtió al gobernador de Cuba, de modo que tuvieron tiempo de prepararse.

Catorce veleros piratas aparecieron frente a las costas de Cuba y permanecieron allí durante días. Drake no puso un pie en tierras cubanas, se rindió.

En sus inicios el Mojito se preparaba con Tafia.

Es una especie de ron barato hecho con jugo de caña de azúcar. Este tipo de licor no se envejece a diferencia del ron. Los marineros solían beber tafia para combatir epidemias propagadas en las rutas comerciales. Dado a su mal sabor, lo mezclaban con zumo de limón y agua para disimularlo.

Durante el s. XIX se perfecciona su elaboración con alambiques de cobre, además del proceso de añejamiento.

El nombre Mojito proviene de la palabra “mojo”, este es un aliño cubano hecho con lima, hierbas y especias que se utiliza para aderezar platos. En africano la palabra “mojo” significa “poner un pequeño hechizo en todos los que beben“.

La bebida solía pedirse “con un poco de mojo”, de ahí el hecho de pensar que su nombre derivara en Mojito.

Algunos historiadores sostienen que los esclavos africanos trabajaron duramente en los campos de caña de azúcar cubanos a raíz del origen de este cóctel. Los esclavos preparaban una bebida popular elaborada con jugo de caña destilado llamada “guarapo”.

Por lo visto, este cóctel se popularizó en la famosa Bodeguita del Medio en la Habana, situado en plena zona colonial, gracias al escritor Ernest Hemingway. Escribió en una de las paredes este texto: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita“.

Popularidad.

Este cóctel alcanzó su mayor popularidad cuando la gente escapaba de los EEUU de la prohibición del alcohol. Muchos de ellos viajaban a Cuba en sus vacaciones.

Desde finales de la década de 1930, los mafiosos estadounidenses estuvieron involucrados en juegos de azar cubanos. Era el principal punto de encuentro de los gángsters así como de celebridades.