Cóctel Vampiro
Hacía mucho tiempo que tenía ganas de compartir con vosotros este Cóctel Vampiro. Pero, dadas las festividades que acabamos de pasar no me parecía una receta adecuada para compartir en esos momentos. Pero, como ya ha pasado la Semana Santa, ahora sí que sí. Es el momento para compartir y disfrutar de este cóctel tan diferente y peculiar.
Ya os lo imaginaréis, pero os lo diré de todos modos. No solo el aspecto de este cóctel fue lo que captó mi atención por completo, sino su nombre. Me encanta el nombre, me encanta el color y adoro, absolutamente, su entera composición. También es cierto que, los que seáis de mi época (nacidos en los 80’s, o años arriba o abajo) seguro que habéis consumido este cóctel en formato chupito. Dos chupitos para ser exactos.
En Madrid, hay o había porque desconozco si sigue abierto, una zona en Argüelles donde era íbamos casi todo el mundo… Los bajos de Argüelles. De hecho, pasé gran parte de mi adolescencia saliendo por allí. También íbamos a otros sitios, pero reconozco que dónde más salíamos era por aquella zona. Los que habéis salido por allí, recordaréis dos locales (uno frente al otro) en el que solo servían chupitos. Casi todo el mundo solía ir allí nada más llegar y después íbamos a los locales que más nos gustaban. Bien, pues allí había un chupito que se llamaba “Sangre de Satán“.
¿Adivináis cual era la composición? Efectivamente, los dos elementos que componen este cóctel. Te servían dos chupitos; uno con tequila y otro con una bebida roja que picaba muchísimo. En aquel momento no lo sabía, pero ahora sí, “sangrita”. Primero se tomaba el chupito de tequila y después el de sangrita. La combinación era brutal.
Origen del cóctel Vampiro.
El origen de este cóctel es mexicano. Parece ser que este combinado surgió a orillas del lago de Chapala, el lago más grande de México, situado en el pueblo de San Luis Soyatlán, en el estado de Jalisco. En esta zona del país son muy comunes los vendedores ambulantes y los puestos callejeros de comidas y bebidas.
Hace varias décadas, un vendedor de frutas llamado Oscar Hernández, preparó un trago con distintos zumos de frutas, chile picante y tequila, la bebida nacional mexicana. Decidió llamarlo Vampiro gracias al intenso color rojo.
En una sola copa consigue combinar dos de los sabores más característicos de este país; Tequila y el chile.
Al principio, Oscar, preparaba el combinado para tomárselo él. Pero conforme los clientes le veían consumirlo, su interés por esa bebida roja que él bebía fue creciendo. Como humilde vendedor, decidió preparar esta bebida para venderla a sus clientes servida directamente en bolsas de plástico con una pajita.
La fama de este combinado fue creciendo hasta convertirse en uno de los cócteles más populares de México.
A día de hoy, Oscar Hernández, sigue teniendo su puesto en la calle, aunque ha reducido su venta de frutas y se ha especializado en Vampiros. Continúa sirviéndolos en bolsas de plástico, como en sus inicios solo con la diferencia de que hoy en día hay grandes colas para adquirir uno.
La receta original se elabora con Sangrita.
La Sangrita es una bebida típica mexicana que suele acompañar al tequila cada vez que se sirve en un caballito. Tuvo su origen en Chapala, Jal, en el año 1958 aproximadamente, de la mano del señor Edmundo Sánchez, propietario de un restaurante en el área turística de Chapala. Él, junto con su esposa, además de ser conocidos por servir ricos antojitos, también lo eran porque servían un tequila que él mismo preparaba a la usanza de los pequeños hornos de piedra cociendo las piñas de agave.
Al tener una preparación rudimentariamente artesanal, se trataba de un tequila fuerte, por lo que la señora Sánchez solía poner en la mesa rodajas frescas de naranja, sal y chile rojo en polvo para acompañarlo y contrarrestar los efectos ardientes del alcohol y limpiar el paladar.
Fue tal el éxito y aceptación de este concepto que el señor Sánchez pidió a su esposa que en lugar de poner las rodajas de naranja para acompañar el tequila, mejor exprimiera el jugo en una jarra y añadiera sal y el chile en polvo. De ese modo lograrían una bebida de apetecible color rojizo, que posteriormente se denominó Sangrita, diminutivo de sangre.
Hoy en día la sangrita que se sirve en la mayoría de los restaurantes, dista mucho de ser esa sangrita original de la señora viuda de Sánchez, quien a la muerte de Don Edmundo y apoyada por su hijo, decidieron industrializar la tan popular y tradicional bebida. Hoy en día encontramos otras versiones de sangrita elaboradas con distintas combinaciones de elementos, entre ellos zumo de tomate.
Se dice que el Restaurante San Ángel Inn de la Ciudad de México se prepara la mejor Sangrita. Aunque, por lo visto, su receta es guardada celosamente con el resto del mundo.
Algunas versiones de Sangrita que podemos encontrar…
- Clásica o tradicional: Chile ancho en polvo, cebolla al gusto (1 cucharada sopera aprox.), ½ litro de zumo de naranja, un limón exprimido y sal.
- Con chile serrano: 6 jitomates sin piel, 3 naranjas (zumo), 2 ½ limones (zumo) ,1 cebolla pequeña picada, 4 cucharadas de azúcar, 4 ó 5 chiles serranos y sal.
- Tabasco y sirope: ¾ de litro de zumo de naranja, 1 oz de zumo de limón, 2 cucharadas de sirope, 2 cucharadas de tabasco y una cucharadita de sal.
- Tabasco y salsa inglesa (Worcestershire): 240 ml zumo de tomate, 120 ml zumode naranja, ¾ oz jugo de limón, 1 cucharada de salsa inglesa, 1 cucharada de cebolla picada muy fina, ½ cucharadita salsa tabasco y sal.
Todas ellas tienen algo en común, deben servirse muy frías.
Caballito, ¿Qué es este concepto?
Caballito es el nombre que se le da al vaso tequilero (también conocido como shot) y que, actualmente, es de vidrio con forma cilíndrica y cierta angulación que favorece que la boca sea más ancha.
El origen para denominar “caballito” a este vaso remonta a la época de de las haciendas donde se producía maguey o agave en México en el siglo XIX. Del maguey (o agave) se extraen diferentes mezcales, como el tequila. Los dueños del lugar acostumbraban a supervisar sus tierras montados a caballo. Con ellos portaban dos guajes (recipientes), uno para el agua y otro para el tequila. Curiosamente en inglés también se registra desde el siglo XIX el nombre pony glass (vaso de poni), debido al pequeño tamaño del vaso. Sin embargo, a diferencia del caballito, el poni es una copa, puesto que posee fuste (o tallo).
Entre los siglos XVIII y XIX, en Estados Unidos surgió un vaso similar al caballito, llamado whiskey tumbler, whiskey taster o whiskey glass. En este país, fue el whiskey la primera bebida en tomarse en caballito. En la actualidad se prefiere utilizar una copa balón o vaso Old Fashioned para tomar whiskey.
La referencia escrita más antigua que hace referencia a el shot glass es del año 1913 en el libro A History of Cass County Indiana. Aunque cuando realmente se popularizaría este vaso fue durante la ley seca en los Estados Unidos (1920-1933). Se dice que el nombre de este vaso podría provenir del cristalero alemán Friedrich Otto Schott (1884), poseedor de la fábrica de vidrio Jenaer Glaswerk Schott & Genossen, en donde se cree pudo inventarse el Schott glass.
El modelo actual del vaso caballito que todos conocemos, surge a mediados de los años 70. Se desconoce quien y donde se diseñó, aunque rápidamente se popularizó y adoptó por, prácticamente, todas las fábricas de vidrio en el mercado internacional.
¿De dónde viene la costumbre de tomar tequila, sal y limón?
Este hábito fue adquirido por los amantes del tequila, prácticamente desde sus inicios. Según los entendidos, tiene una razón de ser.
El proceso artesanal para obtener el aguardiente de las mieles del agave, que se obtenía a principios de los 1800’s, era sumamente elevado en alcohol y congéneres de la destilación, por lo que al beberlo resultaba muy agresivo. Para hacerlo más “suave”, se recurría a dos elementos; sal y limón.
Al colocar un poco de sal dentro de la boca, se produce una mayor salivación que contribuye a disminuir el impacto ardiente del tequila. Al ingerirlo e inmediatamente chupar el limón, el sabor cítrico alivia el quemazón que se sentía en la garganta.
En el año 1930, hubo una terrible epidemia que afectó el norte del país y más sensiblemente el estado de Nuevo León y ciudad de Monterrey. Un famoso médico de Monterrey tenía la costumbre de tomar su tequila con limón y sal antes de los alimentos del mediodía. Parece ser que resistió el ataque de la epidemia y lo atribuyó a su práctica de beber tequila. Esto le llevó a recetar a sus pacientes esta “medicina”, teniendo como resultado una rápida disminución de enfermos en su comunidad.
Inciso musical.
Si pudiera, os dejaría con cada uno de los posts una canción que me inspirase esa elaboración, pero no quiero ser cansina, jajaja. Ya sabéis que llevo haciéndolo hace unos años y que podéis encontrarlos todos bajo la categoría “Post con música“.
Me apetecía mucho acompañar este cóctel con una canción, tenía clara mi idea principal y, tras buscar varias opciones, al final me he quedado con la que tenía en mente. Me gusta mucho este compositor, Abel Korzeniowski, sus canciones transmiten muchas emociones. Tal vez no tenga mucho que ver con vampiros en sí… Pero me traslada a esa época y creo que le va genial, por eso os dejo esta canción “Street. Horse. Smell. Candle“.
¿De qué se compone este cóctel?
El cóctel Vampiro tiene una composición un tanto peculiar, exótico y atractivo. Además solo uno de sus ingredientes posee contenido alcohólico.
- Tequila: Se trata de una bebida alcohólica obtenida mediante un proceso de fermentación destilado del jugo extraído del agave, llamado “Agave Azul” (agave tequilana) con denominación de origen en cinco estados de la República Mexicana. Es reconocida como la bebida más representativa de México. Siendo el tequila una bebida distinta al mezcal, se cree que ambas no deberían tener ninguna relación en aspectos de elaboración ni destilación, pero es de gran importancia mencionar que el tequila es considerado como un tipo específico de mezcal, siendo este obtenido del Agave tequilana de la variedad Weber Azul, puesto que el mezcal en sus distintas variedades puede ser obtenido de catorce distintos tipos de agave. De ahí la frase popular «se llama Tequila, pero se apellida Mezcal».
La pureza de un tequila reside en que debe estar elaborado completamente a partir del agave. Cuando un tequila no especifica en su etiqueta que es 100% de agave, estamos frente a un tequila mixto. Esto significa que una proporción del azúcar obtenida del agave se mezcla con otros azúcares durante su elaboración. Los tequilas mixtos pueden tener un mínimo de cincuenta y uno por ciento de agave y un máximo de cuarenta y nueve de otros azúcares, según la ley Mexicana. En los tequilas mixtos, el agave se mezcla con jarabe de maíz o de caña de azúcar. - Sangrita: Combinado de zumos de frutas cítricos y hortalizas, mezclados con tabasco (salsa picante), salsa Worcestershire (potencia los sabores del cóctel), sal y pimenta.
- Zumo de limón: Ingrediente natural que puede utilizarse comprado o bien exprimirlo en casa. Siempre, es preferible la segunda opción.
- Sal: Ingrediente natural que acentúa los sabores y matices del cóctel.
Preparando el cóctel Vampiro en casa.
A la hora de llevar a cabo este cóctel, no tendremos ninguna complicación. El paso más “laborioso”, será elaborar la sangrita. Nada que no podamos hacer de manera sencilla y rápida en un procesador de alimentos.
Para llevarlo a cabo requeriremos de una coctelera. Tan sencillo como añadir todos los ingredientes en ella, mezclar y verter en la copa de champán o vaso (como el que utilicé en este cóctel) que habremos decorado con sal previamente.
Receta cóctel Vampiro
Ingredientes para 1 cóctel
Receta adaptada de El Charro Tequila
- zumo de medio limón o lima
- 60 ml ó 2 oz de tequila, he utilizado Sauza Hornitos añejo, pero se puede usar otra variedad de tequila o incluso blanco
- 120 ml ó 4 oz de Sangrita (receta a continuación)
- pizca de sal
- hielos
- una rodaja de naranja sanguina deshidratada y un chile o una piparra para decorar
PARA LA SANGRITA:
- 1/2 cebolla dulce troceada (50 g)
- 240 g de zumo de tomate, en mi caso casero
- 80 g de zumo de naranja, en mi caso he utilizado naranjas sanguinas
- 35 g de zumo de limón
- salsa tabasco,al gusto
- 2 cucharaditas de salsa Worcestershire
- sal y pimienta molida al gusto
MATERIAL QUE NECESITAREMOS:
- coctelera Boston
- jigger
- colador de gusano
- copa de champán recta u otro tipo de copa/vaso a vuestra elección
- procesador o picadora de alimentos
* Haz un consumo responsable
Elaboración
Preparamos la Sangrita.
- En una picadora o procesador de alimentos, añadimos la cebolla troceada junto con el zumo de limón, zumo de tomate, salsa tabasco, salsa Worcestershire y procesamos hasta lograr una textura suave y homogénea.
- Añadimos el zumo de naranja sanguina y procesamos de nuevo.
- Pasamos la mezcla por un colador para retirar la pulpa de la cebolla.
- Salpimentamos al gusto, removemos y probamos. Ajustamos de sal, pimienta y tabasco a nuestro gusto.
- Reservamos en el frigorífico durante 2 horas.
Preparamos el cóctel vampiro.
- Preparamos una copa de champán recta. En mi caso he utilizado este tipo de copa pero puede utilizarse otro tipo de vaso si no se dispone de este.
- Mojamos el borde en zumo de limón y, seguidamente, introducimos en sal para lograr un efecto escarchado en el borde. Reservamos.
- Llena con varios hielos una coctelera Boston y añade el zumo de limón recién exprimido.
- Con ayuda de un jigger añadimos el tequila, la sangrita y la pizca de sal.
- Cerramos la coctelera y agitamos con fuerza para mezclar bien todos los ingredientes. Unos 30 segundos de batido serían más que suficientes.
- Abrimos la coctelera, colocamos un colador de gusano sobre esta y vertemos el cóctel en la copa. Si fuera necesario, podéis añadir más sangrita o zumo de naranja sanguina. A vuestra elección.
- Decoramos con una rodaja de naranja deshidratada y un chile fresco o piparra.
- Servimos.
Notas para un cóctel vampiro perfecto
- La elección de la calidad de los licores al igual que el resto de ingredientes es importante para que el resultado final sea bueno.
- Podéis usar un zumo de tomate comprado, pero si lo hacéis en casa con tomates rojos de muy buena calidad, el resultado será mucho mejor.
- El jigger es muy cómodo para elaborar cócteles. En mi caso, un lado mide 15 ml (1/2 oz) y el otro 30 ml (1 oz). En coctelería se utilizan y agilizan mucho el proceso.
- La cantidad de tabasco se puede ajustar a vuestros gustos. Personalmente me gustan las elaboraciones picantes, de modo que suelo ajustar hacia ese lado.
- Una vez que añadimos los hielos junto con el resto de ingredientes, debemos agitar con fuerza para integrarlos y enfriarlo. Pero no podemos demorarnos mucho, de lo contrario los hielos comenzarán a derretirse y aguarán el cóctel en exceso.
- En caso de que se os quede atascada la coctelera tras agitarla, no os agobiéis. Esto es algo normal debido al cambio de temperatura y los gases. Para abrirla podemos hacer dos cosas; darle un golpe seco en un lateral, cerca del borde, con el canto de la mano o bien tirar del vaso en la misma dirección que está orientado.
- Este cóctel se suele presentar con un chile serrano, pero podemos ajustar este paso totalmente a nuestros gustos personales. En mi caso decidí usar naranja sanguina deshidratada y una piparra (que me encantan y tienen ese toque "diabólico", jajaja)
- Recuerda hacer un consumo responsable.
Si quieres disfrutar de un cóctel diferente, atrevido y explosivo, no dudes en probar este Cóctel Vampiro que, te aseguro, te va a encantar.
Es más, por mi parte debo decir que la Sangrita no solo ha sido todo un descubrimiento para mí, sino que ha pasado a ser una bebida indispensable para mí. La combinación de sabores es absolutamente excepcional, sorprendente y maravillosa.
Eso sí, muchos de estos no te puedes tomar... Al menos ¡en mi caso! yo con uno voy más que servida, jajaja
¡Os deseo un maravilloso comienzo de semana!
Un abrazo,
Eva
Fuentes: Acamezxtemquila, Wikipedia, Crónica, Wikipedia, El Coctelero
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