Bulgur y zanahorias asadas con salsa chipotle y jengibre
Seguro que ya os habréis dado cuenta de que entre le bulgur y yo ha surgido una bonita relación. Podría decir que es la misma que tengo con los noodles. Si os preguntáis porqué, la razón es muy sencilla. Se trata de un ingrediente con el que podemos elaborar infinidad de platos en muy poco tiempo, pero a la vez, permite que comamos de manera sana y saludable. Como este bulgur y zanahorias asadas con salsa de chipotle y jengibre.
Se trata de un plato que está a medio camino entre una ensalada templada y un plato de verduras. Para llevarlo a cabo haremos uso de brotes a nuestra elección (en mi caso nunca puede faltar la rúcula, la adoro a morir), bulgur, zanahorias, aguacate, frutos secos y una salsa que os va a enamorar.
Pensando recetas de cara al buen tiempo.
Este año la primavera está siendo como hacía años que no era. Lluviosa, fría, cálida, con cambios constantes de temperatura que conllevan cambios constantes de vestimenta… A primera hora puedes salir como si fuera febrero, pero a medido día parece que estás en agosto. Por mi parte no veo el día que llegue el calor de una vez y deje de pasear la chaqueta colgada del brazo.
Dado que las recetas suelo prepararlas con bastante tiempo de antelación, la de hoy ha caído en un momento poco caluroso. Yo pensaba que casi a principios de junio tendríamos calor, pero aquí estamos, durmiendo con edredón. La ensalada está riquísima, eso sí, pero parece que no termina de ser su momento. O sí.
Lo bueno de las ensaladas es que se pueden tomar en cualquier momento del año si lo acompañamos de ingredientes cocinados. Como la versión de hoy. Y, por supuesto, tenerlas presentes para ese momento que está por llegar (querido verano, no te hagas de rogar más) en el que nos queremos mantener lejos de los fogones.
Un proceso muy simple.
Para preparar esta ensalada necesitaremos hidratar el bulgur. Si os acordáis, en la receta de la ensalada de bulgur aromatizado con sanguinas y ciruelas, os conté todo sobre el bulgur y qué usos podemos darle. Por si queréis echarle un ojo.
Mientras hidratamos el bulgur, asaremos las zanahorias. Las cortaremos en dos formatos diferentes de modo que nos permita integrarla en el plato mezclada con el bulgur y decorar la superficie de manera más atractiva. Necesitarán un horneado muy corto, lo suficiente para dorarlas y hacer que pierdan rigidez.
Y, finalmente, preparemos la salsa. En este caso podéis hacerla unas horas antes, o inclusive la noche anterior, o bien mientras se están terminando de hacer las otras dos elaboraciones. Tan sencillo como procesar todos los ingredientes, probar y rectificar. La probaréis una y mil veces, porque es una explosión de sabor increíble. Chipotle, jengibre, ajo, zanahoria, orejones, lima…
¿Quién dijo que comer bien era laborioso? 😉
Ingredientes para 2 raciones
PARA EL BULGUR:
- 120 g de bulgur (1/2 cup)
- 2 medidas de agua hirviendo por 1 de bulgur, en mi caso 1 cup
- pizca de sal
PARA EL ACOMPAÑAMIENTO:
- 5 zanahorias grandes
- aceite de oliva
- 1 aguacate
- brotes al gusto
- cacahuetes tostados
- cilantro y albahaca fresca
PARA LA SALSA:
- 100 g de zanahoria cruda
- 16 g de jengibre fresco y pelado
- 1 chipotle seco
- 30 g de orejones
- 9 g de ajo
- 10 g de zumo de lima recién exprimido
- 45 g de aceite de oliva
- 110 g de crème fraîche
- sal y pimienta negra molida al gusto
Elaboración
Preparamos el bulgur.
- Añadimos en un bol el bulgur, reservamos.
- Llenamos un cazo con un poco más de la cantidad de agua que necesitamos. colocamos a calor medio y dejamos hasta que llegue a ebullición.
- Retiramos del calor y vertemos sobre el bulgur.
- Añadimos la pizca de sal, tapamos con un plato y dejamos reposar durante 30 minutos.
- Pasado este tiempo, el bulgur habrá absorbido todo el agua.
Asamos las zanahorias.
- Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
- Pelamos las zanahorias y cortamos parte del tallo.
- Dos zanahorias las cortaremos con un cuchillo en rodajas y las otras tres, las laminaremos con ayuda de una mandolina.
- Colocamos en una bandeja forrada con papel de horno, salpimentamos, rociamos con un poco de aceite de oliva y horneamos durante 18-20 minutos.
- Sacamos y dejamos templar.
Preparamos la salsa.
- En un procesador de alimentos añadimos la zanahoria, previamente pelada y troceada, junto con el jengibre, el ajo, los orejones, el chipotle troceado y el aceite de oliva.
- Procesamos hasta obtener una pasta homogénea.
- Añadimos el zumo de lima junto con la crème fraîche y volvemos a procesar de nuevo. Tendremos que hacerlo varias veces hasta obtener una consistencia suave y homogénea.
- Salpimentamos al gusto, procesamos de nuevo y probamos. Rectificamos en caso necesario.
- Vertemos en un recipiente hermético y refrigeramos hasta el momento de su uso.
Preparamos la ensalada.
- Disponemos una base de brotes a nuestra elección en un plato o fuente donde lo vayamos a presentar.
- Colocamos el bulgur sobre ellos junto con la zanahoria asada.
- Decoramos con aguacate cortado en trozos, cacahuetes ligeramente majados, cilantro y albahaca fresca.
- Servimos acompañada de la salsa.
Notas
- El bulgur no necesita cocción, tan solo reposo con agua hirviendo. Este paso nos permitirá ir adelantando el resto de los ingredientes mientras reposa y se hidrata.
- Las zanahorias no deben quedar demasiado asadas (blandas). Deben estar tiernas, pero mantener un punto ligeramente firme.
- Os recomiendo utilizar cacahuetes tostados en lugar de fritos. Para mi gusto personal, el sabor de estos le va mejor.
- Si no os gustan o no podéis comer cacahuetes, podéis reemplazarlos por otro fruto seco que os guste más. Anacardos, almendras, avellanas... Incluso semillas de girasol o calabaza.
- Los brotes y hierbas aromáticas son totalmente a vuestra elección. Os he sugerido aquellas que más me gustan como rúcula, canónigos, cilantro, albahaca... Pero sentíos libres de usar aquellos que os gusten o tengáis a mano.
- La salsa podemos conservarla refrigerada durante 3-4 días.
No me cansaré jamás de este bulgur y zanahorias asadas con salsa chipotle y jengibre. El sabor es espectacular, refrescante, suave y ligero. Y la salsa... creo que tiene el mismo peligro que cuando preparamos lemon curd en casa. No puedes dejar de comerlo a cucharadas, con esto os pasará igual.
Tomad buena nota de estas recetas sencillas para esos días que no tenemos tiempo o que tenemos pocas ganas de cocinar. Son perfectas para prepararlas en pocos minutos y disfrutar mucho, muchísimo.
Un abrazo,
Eva
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