El surtido de dulces que hay a nuestro alcance en Navidad es inmenso. Muchas veces tenemos la extraña sensación que todo se reduce a turrón, polvorones y roscones de Reyes. Pero nada más lejos de la realidad, existen innumerables elaboraciones maravillosas de distintas partes del mundo que no debemos dejar de probar. La receta de hoy es bastante conocida y seguro que muchos de vosotros la habéis probado o elaborado, Tronco de Navidad.
Os voy a ser totalmente sincera, jamás, en mi vida he comprado, hecho o comido este dulce. Y no es por falta de desconocimiento sobre él, pero nunca antes había pensado en hacerlo en casa. Cuando era pequeña, mis padres nunca compraron este pastel. Y no será porque no compraban dulces… La virgen. Pero este nunca formó parte de nuestras Navidades.
Tronco de Navidad.
El Tronco de Navidad o Bûche de Noël, cómo se denomina en francés en su nombre original, es un postre tradicional de Navidad en distintos países europeos. Se originó en Francia donde logró una gran popularidad.
Se trata de un bizcocho genovés u otro tipo de bizcocho que tenga una textura esponjosa, relleno y cubierto con crema, tradicionalmente crema de mantequilla elaborada con chocolate, praliné o café. Actualmente existen muchas variantes llevadas a cabo con otro tipo de bizcochos, rellenos y adornos.
Origen del Tronco de Navidad.
El origen de esta elaboración remonta a la tradición precristiana de quemar un tronco grande de madera, preferiblemente de árboles frutales, para celebrar el solsticio de invierno. El fuego avivaba la energía para comenzar el año nuevo, alejando la oscuridad.
Para hacer este ritual, debían seguirse unos pasos concretos. El tronco debía ser encendido por el mayor o menor de la familia y, en algunas ocasiones, se lleva a cabo con cenizas del tronco quemado del año anterior. El tronco debe arder, como mínimo, durante 3 días y durante ese periodo debe regarse con vino, aceite o agua.
Esta costumbre fue recuperada por la iglesia católica e incorporada a los rituales navideños.
El origen de esta tradición tuvo su nacimiento en las tribus germánicas del norte de Europa.
Se practica en distintas partes con distintos nombres:
- Yule Log en las Islas Británicas
- Etéau nedelecq en Bretaña
- Calignaou en la Provenza
- Tizón de Nadal en Galicia
- Suche, tronche, tison de Noël en distintas regiones francesas
- Toza o Tronca de Navidad en Aragón
- Tió de Nadal en Cataluña
En el s. XIX, debido al uso cada vez más extendido de las estufas en los hogares en lugar de las chimeneas, hizo que se modificara la tradición y se sustituyera este tronco de leña por un postre que lo simulara surgiendo así el tronco de navidad.
¿Quién inventó este tradicional dulce de Navidad?
Existen diversas referencias históricas que hacen mención a distintos posibles creadores del tronco de navidad; un joven aprendiz de pastelería en un barrio parisino de Saint-Germaine alrededor del año 1834 o el pastelero Bonnat de la ciudad de Lyon quien elaboraba un tronco helado con ganache de chocolate por el año 1860.
La hipótesis más extendida hace referencia al libro Mémorial de la pâtisserie et des glaces publicado en el año 1898 por el pastelero y heladero Pierre Lacam. En él, aparece la receta de un tronco de navidad elaborado con mazapán, relleno de helado y cubierto con fondant de chocolate que imitaba la apariencia de la madera.
Sea cual fuere su origen, debemos estar agradecidos a su creador. Es bonito poder disfrutar en nuestras mesas un dulce de apariencia tan atractiva acompañado de una preciosa historia, como es en este caso.
Ingredientes
PARA EL BIZCOCHO: Receta de Just in Cooking- 120 g de harina floja de repostería
- 30 g de Maizena
- 5 huevos L
- 150 g de azúcar (dividido 100 g + 50 g)
- 60 g de mantequilla sin sal, fundida y enfriada
- 5 g de levadura química o impulsor
- pizca de sal
- 200 g de queso mascarpone
- 200 g de nata líquida para montar
- 45 g de azúcar glas
- 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- unas gotas de extracto de café (al gusto)
- 100 g de agua
- 100 g de azúcar
- ron al gusto
- 200 g de chocolate negro puro
- 135 g de nata líquida para montar
- flores hechas con chocolate moldeable (receta en este enlace), decoradas con sprinkles y pintadas con colorante comestible
- cacao en polvo para espolvorear
Elaboración
PRIMER DÍAPreparamos el bizcocho.
- Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
- Tamizamos la harina junto con la Maizena, la levadura química y la sal. Reservamos.
- Separamos las yemas de las claras. Reservamos.
- Batimos las yemas con ayuda de unas varillas e integramos el azúcar (100 g) poco a poco.
- Batimos hasta obtener una mezcla aireada, esponjosa y blanquecina.
- Incorporamos la mezcla de ingredientes secos, poco a poco. Mezclaremos con ayuda de una espátula para favorecer que se integren completamente antes de añadir más.
- Añadimos la mantequilla fundida y mezclamos hasta homogeneizar.
- Montamos las claras con el resto de azúcar (50 g) hasta obtener un merengue firme, pero no seco.
- Incorporamos el merengue por tandas a la mezcla de yemas. Realizaremos movimientos suaves y envolventes para integrarlo, de ese modo no licuaremos la mezcla.
- Una vez que hayamos incorporado todo el merengue, introducimos la mezcla en una manga pastelera.
Horneamos.
- Para evitar que las puntas del papel se levanten o se mueva cuando escudillamos la masa, disponed unos pequeños “pegotes” de masa en las esquinas sobre la bandeja perforada. De esta forma el papel se quedará fijo. Este paso es facultativo.
- Cortamos la punta de la manga pastelera y escudillamos la masa. Realizaremos un rectángulo y después rellenaremos el interior procurando ejercer la misma presión durante todo momento.
- Si tenemos más masa en la manga pastelera, crearemos líneas alrededor del rectángulo.
- Introducimos en el horno durante 8-10 minutos. Veremos que adquiere un ligero color dorado por la superficie. Además si presionamos la superficie del bizcocho, volverá a su estado inicial.
- Sacamos del horno.
- Con cuidado, cortamos los extremos para igualar el tamaño y obtener un corte limpio.
- Con ayuda del propio papel de hornos sobre el que le hemos horneado, enrollamos sobre sí mismo cuando aún está caliente. Podemos envolverlo en un paño de algodón si lo deseamos.
- Dejamos enfriar completamente antes de proceder a rellenarlo.
Preparamos el almíbar con ron.
- Añadimos todos los ingredientes en un cazo. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
- Una vez que rompa a hervir, apagamos el fuego y dejamos que enfríe por completo.
- Introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo.
- Añadimos ron al gusto y agitamos para mezclar.
- Reservamos a temperatura ambiente.
Preparamos la crema de mascarpone y café.
- La nata debe estar al menos 24 horas en el frío
- El bol donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la nata.
- Vertemos la nata en el bol frío junto con el queso mascarpone y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
- Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
- Antes de que termine de montar del todo, añadimos la vainilla junto con el extracto de café y el cacao en polvo. Batimos hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla o haremos mantequilla…
- Cubrimos el bol con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a utilizarla.
Rellenamos el bizcocho.
- Con cuidado desenrollamos el bizcocho y retiramos el papel de horno.
- Humedecemos con el almíbar de ron, esperamos unos segundos a que este se absorba.
- Rellenamos el bizcocho con la crema de mascarpone y café. Comenzamos a rellenar por el extremo que es la parte que enrollaremos primero. Rellenamos generosamente con la crema.
- Cubrimos el resto del bizcocho, llegando a todos los bordes, con la crema. Extendemos con ayuda de una espátula.
- Enrollamos con cuidado sobre sí mismo. Una vez que esté enrollado, estiramos del papel, del modo que os muestro en el vídeo, para ajustarlo bien.
- Cubrimos con film y refrigeramos durante 2-3 horas o bien hasta el día siguiente.
- NOTA: Reservaremos un poco de crema de mascarpone y café (refrigerada) para unir los trozos que harán de "ramas cortadas" en el tronco.
Preparamos la ganache de chocolate.
- Troceamos el chocolate negro, reservamos.
- En un cazo añadimos la nata líquida, colocamos a calor medio y dejamos que llegue a una suave ebullición.
- Retiramos del calor, añadimos el chocolate troceado y dejamos reposar durante 2 minutos.
- Con ayuda de unas varillas mezclamos hasta lograr una textura homogénea y sedosa.
- Vertemos en un bol, cubrimos con film y dejamos enfriar.
- Una vez que haya enfriado, guardamos en el frigorífico durante 1-2 horas. Debemos lograr una consistencia untable, pero no dura. Si la dejamos enfriar demasiado, tomará demasiada consistencia y no podremos extenderla sobre el tronco de Navidad.
Preparamos el bizcocho para crear el tronco.
- Con ayuda de un cuchillo, cortamos una capa muy fina de unos de los extremos del tronco. De ese modo lograremos un corte más limpio y "perfecto".
- Cortamos un trozo, no demasiado grande, que será parte del tronco en un lateral.
- En el extremo opuesto, cortamos una lámina fina para obtener un corte limpio, del mismo modo que hicimos con el primer trozo.
- Después, cortamos de nuevo un trozo para crear parte del tronco en la parte superior. En esta ocasión realizaremos un corte longitudinal, esto nos favorecerá poder colocarlo en la superficie del tronco.
- Unimos ambos extremos con un poco de crema de mascarpone y café. Untamos en la base y disponemos sobre el tronco.
Cubrimos con la ganache.
- Con ayuda de una espátula, cubrimos todo el tronco de Navidad con la ganache de chocolate.
- Procuraremos tener cuidado cuando cubramos las piezas unidas. Al igual de asegurarnos cubrir la base lo mejor posible.
- A medida que cubráis la superficie, la ganache irá solidificando (al menos en mi casa, ¡debe ser que hacía mucho frío!)
- Si lo deseáis, podéis rallar la superficie con ayuda de un tenedor para dar más textura al tronco. En mi caso no lo hice, me gustó como quedó al extenderlo con la espátula.
- Refrigeramos mientras modelamos las flores.
Preparamos las flores de chocolate moldeable.
- Elaboramos las flores de Pascua con chocolate moldeable. Para llevarlo a cabo seguiremos el mismo proceso que os deje en la Tarta del Bosque Oscuro.
- Una vez que las tengamos hechas, podemos pintarlas con colorante comestible, colorante metalizado y purpurina.
- Dejamos que endurezcan.
Unimos los pétalos.
- Fundimos 1 onza de chocolate negro, la cantidad de chocolate a fundir dependerá de la cantidad de flores que hayáis elaborado. Para dos flores bastará con 1 onza.
- Vertemos una pequeña cantidad de chocolate fundido sobre un trozo de papel de horno.
- Colocamos los pétalos de flores sobre él.
- Decoramos la parte central con sprinkles, para simular las anteras.
- Repetimos el mismo proceso para la otra flor.
- Refrigeramos durante 10-15 minutos para que el chocolate solidifique.
Decoramos el tronco de Navidad.
- Disponemos las flores sobre el tronco de Navidad. Para unirlas a este, untaremos la base con un poco de ganache de chocolate.
- Colocamos las hojas bajo las flores, para que se queden unidas al tronco nos ayudaremos con un poco de ganache.
- Espolvoreamos la superficie con un poco de cacao en polvo, o azúcar glas si lo preferís, y un poco de purpurina comestible.
- Servimos.
Notas
- Es importante que enrolléis el bizcocho cuando aún está caliente/templado. De ese modo podréis hacerlo sin riesgo a que este se rompa.
- El almíbar puede hacerse sin licor si lo preferís.
- Para hacer la crema de café he utilizado extracto de café, pero si preferís añadir café molido, podéis hacerlo.
- En caso de que prefiráis hacer la ganache con otro tipo de chocolate, recordad que debéis ajustar la cantidad de nata acorde al chocolate utilizado.
- Para hacer el chocolate moldeable podéis utilizar chocolate para postres o cobertura.
- Respetad el tiempo de reposo del chocolate moldeable para poder trabajar con él. En caso de que este muy frío, podéis darle calor con las manos o un ligero golpe de calor en el microondas (1 ó 2 segundos).
- Recordad tapar todos los retales de pasta de chocolate que vayan saliendo. Al estar mucho tiempo en contacto con el aire comienzan a resecarse.
- El chocolate moldeable podemos estirarlo entre dos láminas de teflón para trabajar mejor con él. Además nos ayudará a aportar textura final. En caso de no tener teflón, estiradlo con papel de hornear o algún material que nos permita trabajar de este modo.
- Para pintarla he utilizado colorante en polvo metalizado, pero puede usarse otro tipo de colorante.
- La decoración puede ser totalmente a vuestra elección, en mi caso he elegido esta opción que espero que os guste.
- Podemos conservarlo refrigerada durante 2-3 días.