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Tarta Romance

Hay cosas que no podemos controlar o predecir, como las emociones o el amor. Ese sentimiento que escapa a cualquier capacidad de ser manipulado, organizado o gobernado. Posiblemente sea nuestra mayor locura, sensaciones impredecibles que brotan sin previo aviso y de las que es muy difícil escapar. Todo esto viene por el nombre que decidí dar a esta elaboración, Tarta Romance.

Desde el primer momento que empecé a elaborarla, nada fue como esperaba. Desde la elaboración, presentación hasta incluso el momento de compartirlo con vosotros. Todo fue cambiando, alterándose y tomando su propio camino. Estas cosas pasan a veces y son justo esas acciones, las que hacen que algo tome su propio sitio. O nombre, como en esta ocasión.

Esta tarta se supone que debía haberla publicado mucho antes de San Valentín. De hecho, era la receta que quería dejaros para esa fecha… Pero no pudo ser. Hoy también es un buen día para compartirla y disfrutarla con todos vosotros. Porque si hay algo de lo que no debemos privarnos nunca, es de ese sentimiento que nos ayuda con todo.

Diseñando la tarta Romance.

Cuando comencé a diseñar la tarta, me basé en una de Iginio Massari. De hecho, en realidad, en un primer momento quería preparar su torta Elena. Pero todo se fue alterando. Busqué su receta y decidí mantener el aspecto de su presentación, pero usando otro tipo de bizcocho y otros rellenos.

Cuando tuve montada la tarta, decidí cambiar el aspecto exterior también… Quise darle apariencia de columna renacentista, dentro de mis posibilidades, claro. Como mucho el pie de esta tal vez, jajaja

Aquí fue cuando, por fin, di uso a una de mis rasquetas para dar textura que compré hace casi dos años. Al terminar de texturizar el exterior, me gustó el borde superior desigual. Por lo que decidí dejarlo tal cual. Rústico, incluso con aspecto de ruinas.

De la tarta de I.Massari, no solo me gustó el interior, sino los conos o cucuruchos de chocolate… Estos debía mantenerlos. Me apetecía mucho darles ese aspecto “caprichoso” y, tal vez, con un guiño a la infancia o a ese niño interior que todos tenemos dentro. Pero, quería mantener un aspecto elegante.

Los elaboré con chocolate siguiendo este tutorial de María Lunarillos, me parecieron muy sencillos y ¡súper resultones! ¿El relleno? Algo cremoso, dulce, suave… Dulce de leche sin lugar a dudas. Además aporta una tonalidad que me encanta, me recuerda a la ganache de caramelo.

Para terminar, debía darle textura, de modo que cubrí la parte superior con nibs de chocolate caramelizados, un poco de cacao en polvo sobre los cucuruchos de chocolate y brillantina dorada comestible sobre el dulce de leche.

¿Por qué tarta Romance?

La palabra romance tiene diferentes significados: Puede referirse a un conjunto de lenguas derivadas del latín, a un subgénero de la literatura medieval, o a una singular forma de expresión afectiva entre amantes. Como tal, la palabra proviene del latín romanĭce, y significa ‘en románico’.

La palabra Romance, tal y como acabamos de ver, se puede utilizar para designar una relación amorosa, bien sea pasajera, pero muy intensa. Pasajero puede no sonar atractivo o bonito, pero se refiere a algo efímero, fugaz, momentáneo… Como es la comida.

Sí, tenemos relación con todo aquello que se cruza en nuestras vidas, ya sean personas, animales o cosas. Y todas ellas generan una emoción o sentimiento en nosotros, lo que ocurre es que estamos tan acostumbrados a vivirlo día, tras día, que no lo disfrutamos del modo que debiéramos. Vamos corriendo hacia adelante, pensando que nos dirigimos hacia algún sitio, cuando en realidad solo estamos viviendo deprisa y perdiéndonos todo lo que hay por el camino.

Al terminar la tarta, después de grabar el vídeo, hacerle las fotografías y probarla, me di cuenta de la cantidad de emociones que me había hecho sentir durante todo su proceso. Ilusión, cambios, alguna que otra decepción, felicidad y placer. Vaya, lo que viene siendo una relación, fugaz o no. Es por eso que ninguna palabra le podía ir mejor para su nombre que “Romance”.

Receta Tarta Romance

BIZCOCHO JOCONDE ROJO: GANACHE DE CHOCOLATE BATIDA: CREMA FRANCESA DE MANTEQUILLA: Para la pasta bomba: Para terminar la crema: SWISS MERINGUE BUTTERCREAM DE CHOCOLATE: ALMÍBAR: CUCURUCHOS DE CHOCOLATE: PARA DECORAR: MATERIAL QUE NECESITAREMOS:  

Elaboración

PRIMER DÍA
Preparamos los bizcochos Joconde rojos.
  1. Precalentamos el horno a 205ºC con calor arriba y abajo.
  2. Forramos una bandeja perforada con papel de horno. Reservamos.
  3. Tamizamos la harina, reservamos.
  4. Tamizamos la almendra, reservamos.
  5. En el bol de la KitchenAid o de una batidora, añadimos los huevos junto con el azúcar y la sal. Batimos, aumentando progresivamente la velocidad sin llegar a la máxima, hasta alcanzar el punto de cinta* (ver apartado NOTAS).
  6. Una vez alcanzado este punto, añadimos colorante en pasta rojo y volvemos a batir a velocidad media-alta hasta que se integre por completo.
  7. Por otro lado, en un bol, añadimos las claras. Comenzamos a montarlas a la velocidad más baja y aumentando la velocidad de manera gradual sin llegar a la máxima.
  8. En el momento en el que comiencen a espumar, iremos añadiendo el azúcar glas poco a poco y montando a la vez.
  9. Una vez que tengamos todo el azúcar glas incorporado, seguiremos montando hasta obtener un merengue brillante y de picos suaves, no firme y seco. Reservamos.
  10. Mezclamos la almendra con la harina tamizada.
  11. Comenzamos a añadir en los ingredientes secos, poco a poco, los huevos montados con el colorante rojo. Lo haremos con movimientos suaves y envolventes ayudándonos de una espátula de silicona.
  12. Incorporamos las claras montadas a la mezcla, en varias tandas, y mezclamos con movimientos suaves y envolventes.
  13. Finalmente, añadimos la mantequilla e integramos de nuevo con movimientos suaves.
  14. Introducimos la mezcla en una manga pastelera.
Horneamos.
  1. Para evitar que las puntas del papel se levanten o se mueva cuando escudillamos la masa, disponed unos pequeños “pegotes” de masa en las esquinas. De esta forma el papel se quedará fijo. Este paso puede ayudar, pero no es imprescindible llevarlo a cabo.
  2. Cortamos la punta de la manga pastelera y escudillamos la masa. Bajo el papel de horno, colocamos el disco o base de tartas de 15 cm de diámetro. Realizaremos un círculo procurando ejercer la misma presión durante todo momento. Haremos el círculo un poco más grande del diámetro del disco, la razón es que cortaremos el borde exterior para lograr un acabado limpio y de altura uniforme.
  3. En mi caso horneaba los discos de bizcocho de 2 en 2. La manga, entre cada escudillado, la colocaremos en un vaso alto con la punta final doblada hacia arriba para evitar que se salga la mezcla.
  4. Introducimos en el horno durante 8 minutos. Nos aseguraremos que el bizcocho está cocido antes de sacarlo, al presionarlo será tierno, pero recuperará su forma.
  5. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  6. Una vez que estén completamente fríos, apilaremos manteniendo la porción de papel de horno, cubrimos con film y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos el almíbar.
  1. Añadimos el azúcar seguido del agua en un cazo. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
  2. Una vez que rompa a hervir, reducimos a calor muy bajo, dejamos 2 minutos y apagamos el fuego.
  3. Añadimos el licor y dejamos que enfríe por completo.
  4. Introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo.
  5. Reservamos a temperatura ambiente, si no hace mucho calor, o refrigeramos.
Preparamos la crema de mantequilla francesa.
  1. Para ver cómo hacer la crema de mantequilla francesa, podéis verlo en este post.
  2. Una vez hecha, introducimos dentro de un recipiente hermético y refrigeramos hasta el día siguiente.
  3. Tendremos que atemperarla durante 2 horas antes de disponernos a rellenar la tarta.
  4. Os aconsejo batir la crema en la KitchenAid, una vez atemperada, durante unos 3-4 minutos antes de utilizarla. De ese modo volverá a adquirir su textura sedosa y aireada.
Preparamos los conos de chocolate.
  1. Con ayuda de un cortador de galletas de 6 cm y un rotulador comestible, creamos 5 círculos en papel de horno. Cortamos con unas tijeras.
  2. Cogemos un círculo de papel y damos forma de cono, sujetamos el pico del cono con ayuda de una pinza. Intenté unir el papel con varios tipos diferentes de cinta adhesiva y todas se despegaban... De modo que terminé sujetándolas con pinzas de la ropa. Nada estéticas, pero sí efectivas.
  3. Fundimos los 50 g de chocolate al baño maría.
  4. Con ayuda de pinceles pequeños de repostería, pincelamos el interior de los conos con chocolate procurando llegar a todos los recovecos.
  5. Colocamos el cono de lado porque al estar el chocolate fundido, si apoyamos la parte ancha, perderá la forma. Pincelamos todos los conos con chocolate y refrigeramos hasta que endurezca.
  6. Damos 2-3 capas más, hasta lograr un grosor que nos permita manipular el cono sin problema, pero que no quede muy grueso.
  7. Una vez que hayamos dado todas las capas, refrigeramos hasta el día siguiente.
  8. A la mañana siguiente, con mucho cuidado, retiramos la pinza y el papel de horno. Debemos ser cuidadosos para evitar dejar huellas en el chocolate.
  9. Mantenemos en el frigorífico hasta el momento que los necesitemos.
SEGUNDO DÍA
Preparamos la ganache batida.
  1. La nata debe estar al menos 24 horas en el frío
  2. El bol donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la nata.
  3. Vertemos la nata (265 g) en el bol frío y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
  4. Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
  5. Antes de que termine de montar del todo, añadimos la vainilla y batimos hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla o haremos mantequilla…
  6. Cubrimos el bol con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a utilizarla.
  7. Por otro lado, en un cazo añadimos 100 g de nata líquida y colocamos a calor medio. Dejamos hasta que llegue a una ebullición suave.
  8. Retiramos del calor, añadimos el chocolate troceado y mezclamos con unas varillas hasta lograr una mezcla homogénea.
  9. Pasamos la mezcla a un bol amplio y dejamos reposar durante 20 minutos para que pierda calor.
  10. Añadimos un poco de nata montada y mezclamos, realizando movimientos suaves y envolventes, con ayuda de una espátula de silicona.
  11. Continuamos añadiendo nata montada, poco a poco, e integrando siguiendo el mismo proceso.
  12. Pasamos a un bol más pequeño, cubrimos con film y refrigeramos hasta el momento de su uso.
Preparamos el SMBC de chocolate.
  1. En este post, podéis leer cómo hacer el SMBC de chocolate y en este vídeo podréis ver el proceso para elaborar SMBC.
  2. Una vez hecho, cubrimos con film y reservamos a temperatura ambiente hasta el momento de su uso.
Cortamos los bizcochos.
  1. Sacamos los bizcochos del frigorífico y colocamos un disco de 15 cm de diámetro sobre uno de los bizcochos, a modo de plantilla.
  2. Con ayuda de un cuchillo afilado, cortamos el excedente del bizcocho.
  3. Repetimos este proceso con todos los bizcochos de la tarta, en total necesitaremos 7 unidades.
Montamos la tarta.
  1. Introducimos la crema de mantequilla francesa en una manga pastelera y la ganache de chocolate batida en otra.
  2. Colocamos en la base de nuestra base giratoria para tartas un antideslizante para fijar el disco para tartas.
  3. Ponemos el disco y una pequeña cantidad de crema de relleno sobre él, esto nos ayudará a fijar el bizcocho.
  4. Colocamos uno de los bizcochos, y presionamos ligeramente. almibaramos la superficie con el almíbar de licor.
  5. Disponemos una capa del relleno de ganache  montada de chocolate y alisamos con ayuda de una pala. Nos ayudaremos de una manga pastelera para escudillar los rellenos, de ese modo lograremos un grosor uniforme en todas las capas.
  6. Colocamos otro bizcocho, presionamos ligeramente y almibaramos.
  7. En esta ocasión disponemos una capa de crema de mantequilla francesa y alisamos con ayuda de una pala.
  8. Continuamos alternando capas de bizcocho con los dos tipos de rellenos.
  9. Una vez que coloquemos la última capa de bizcocho, almibaramos.
  10. Disponemos una capa muy fina de ganache batida por la superficie y refrigeramos durante 30 minutos.
Cubrimos el exterior de la tarta con SMBC.
  1. Repartimos el SMBC con una pala por toda la superficie de la tarta y retiramos el exceso ayudándonos de un alisador de bordes. Esta capa nos ayudará a “recoger” posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando la decoremos.
  2. Refrigeramos durante 30 minutos para que el SMBC endurezca.
  3. Sacamos del frío, disponemos otra capa de SBMC por toda la superficie, más gruesa, alisamos retirando el exceso.
  4. En este punto, si lo deseamos, podemos texturizar el exterior con una rasqueta de tarta decorativa. En mi caso he utilizado esta.
  5. Colocamos la rasqueta formando un ángulo de 15-20º y deslizamos por la superficie a la vez que giramos el stand. Esta es la forma correcta para lograr texturizar y crear volumen en el SMBC. No tengáis miedo en corregir y rectificar partes, al igual que añadir más SMBC en las zonas que sean necesarias para volver a pasar la rasqueta. Lo bueno de este tipo de crema es que soporta muy bien el trabajar con ella varias veces.
  6. Refrigeramos durante 1 hora.
  7. Escudillamos en la superficie 5 puntos con SMBC que nos servirán de sujeción para los conos.
Terminamos de decorar la tarta.
  1. Rellenamos los conos de chocolate con dulce de leche y colocamos sobre los puntos de SMBC que dispusimos en la superficie de la tarta. Ajustamos y centramos.
  2. Cubrimos la superficie con nibs de cacao caramelizados.
  3. Espolvoreamos los conos con cacao en polvo y el dulce de leche con purpurina dorada comestible.
  4. Refrigeramos durante 1 hora o podemos dejarla refrigerada hasta el día siguiente. En mi caso es lo que hice.
  5. Se puede servir directamente del frío o bien atemperarla durante 30-45 minutos antes de servir, si preferimos que el SMBC esté más suave.

Notas

Sé que es esta Tarta Romance, es una tarta laboriosa... Tiene trabajo y requiere de varias elaboraciones para prepararla. Pero es cierto que, si queremos hacerla, podemos organizarnos en varios días y hacer el proceso realmente muy llevadero. El resultado final es una tarta espectacular, un bizcocho muy jugoso con dos rellenos increíbles. Los cucuruchos... Me encantaron. Me los comí ¡casi todos! Difícil no caer en la tentación de algo que contiene chocolate y dulce de leche. Animaros a prepararla para esa ocasión especial, cumpleaños, cena... Va a sorprender no solo por su interior, sino por la combinación de todos os elementos que la componen. ¡Os deseo un maravilloso fin de semana! Un abrazo, Eva Este post contiene enlaces afiliados
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