Aunque no os lo creáis, llevo 6 años con el blog y todavía no había preparado la receta de Kanelbullar o bollos suecos de canela para compartirla con vosotros. De estas cosas que piensas que tiene casi todo el mundo en su recetario, pero cuando te pones a buscar te das cuenta que no.
En los últimos meses me habéis preguntado que porqué no tenía la receta de estos dulces en el blog… Y eso mismo me he preguntado yo, ¿por qué? ¿por qué?! Cómo puede ser que algo que he preparado en casa mil veces no lo tenía aquí para que pudierais echarle un ojo. Pues muy probablemente porque es de esas recetas que todos nosotros hemos hecho mil veces y piensas que nadie va a necesitar.
Pero como el saber no ocupa lugar, os dejo mi versión de esta maravillosa receta que siempre se recibe con los brazos abiertos. Por que… ¿Quién está tan loco como para decir que no a un bollo de canela?
Kanelbullar o cómo ser feliz por un instante.
Este dulce no necesita presentación previa, todo el mundo lo conoce y sabe lo inmensamente rico y gratificante que es disfrutar de un bocado como este.
En Suecia existe una institución social denominada “Fika”, que podría traducirse como “pausa para beber, comer y hablar” ya sea en el trabajo u otras actividades. Es un momento que sirve para desconectar de lo que estamos haciendo, hablar con los amigos y/o compañeros mientras se disfruta de una bebida caliente acompañada de un tentempié. Como por ejemplo, estos maravillosos kanelbullar.
Estas pausas son descansos obligatorios que se hacen a lo largo de la jornada laboral para que los trabajadores puedan desconectar un rato y relajarse. Nada de tomarse un café rápido y de manera estresante. De hecho se considera que es uno de los secretos de la alta productividad en Suecia. Considerando incluso que las mejores ideas y decisiones, ocurren durante la fika.
Si hay algo bueno de trabajar en casa, es la posibilidad de hacer justo esto. Descansos cada cierto tiempo para desconectar, pensar, charlar un rato, tomar un café… y uno de estos bollos, of course! Aunque también es cierto que el hecho de trabajar en casa hace que al final trabajes más horas que las puertas. Pero siempre con gusto, todo sea dicho.
Estos bollos son increíblemente tiernos, aromáticos, sabrosos y deliciosos.
Tradicionales, sí, no lo voy a negar. Pero eso no implica que no sigan siendo increíbles. Muchas veces dejamos a un lado este tipo de dulces que estamos más acostumbrados a consumir o que nos llaman menos la atención frente a otros más novedosos. Pero cuando los comemos, ay, un mundo maravilloso se abre ante nosotros 😉
Lo tradicional no defrauda nunca.
Puesto que iba a compartir mi receta con vosotros, decidí darle una vuelta y mejorarla un poco.
Enriquecí la masa un poco más de lo habitual y la sometí a un proceso de fermentación dividido en 2 días. Aunque esto es algo que suelo hacer mucho últimamente.
El relleno que suelo elaborar no consta solo de mantequilla, azúcar y canela. Hay versiones de kanelbullar que llevan parte de almendra molida en su relleno y, en casa, es como más gustan. De modo que los llevaremos a cabo de ese modo.
Para terminar, el formado, pensé en hacerlo diferente a como estamos acostumbrados verlos. Ya sea en formato rollo o cómo se forman tradicionalmente. Siempre me ha encantado el formado que hace Feldts, una panadería/pastelería sueca que algún día tendré que visitar 🙂
Se asemejan a ovillos de lana y me parecen ¡preciosos! De modo que en esta ocasión, decidí hacerlos así. Espero que los disfrutéis inmensamente.
Ingredientes para 15 unidades
PARA LA MASA:- 600 g de harina de media fuerza W=280
- 275 g de leche entera
- 1 huevo L
- 115 g de azúcar
- 140 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 4 g de cardamomo en vainas
- 4,2 g de levadura seca de panadero
- 5,5 g de sal
- 100 g de almendra molida
- 150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 90 g de azúcar
- 30 g de canela en polvo
- 1 huevo batido + pizca de sal
- azúcar perlado
- almendra laminada
Elaboración
PRIMER DÍAPreparamos la masa.
- Majamos el cardamomo en un mortero, retiramos las vainas y molemos las semillas. Reservamos.
- Reservamos 2 cucharadas de leche.
- En un bol añadimos la harina junto con el huevo, la leche, la sal, el cardamomo molido y la mitad del azúcar. Mezclamos con el gancho a velocidad 1 o con las manos para amalgamar los ingredientes.
- Comenzamos a incorporar la mantequilla en la mezcla y trabajamos para integrarla. Alternaremos el añadido de mantequilla con parte del azúcar reservado, amasando entre medias para que los ingredientes comiencen a amalgamar.
- Disolvemos la levadura en la leche que habíamos reservado e incorporamos a la masa. Amasamos de nuevo hasta que se integre por completo.
- Una vez que hayamos añadido toda la mantequilla, amasaremos hasta obtener un buen desarrollo del gluten. La masa debe ser elástica y no quebrarse. Nos llevará mucho tiempo alcanzar este punto, debemos hacer un amasado intensivo. En mi caso me llevó alrededor de 40 - 50 minutos.
Hacemos la primera fermentación.
- Una vez que tengamos nuestra masa perfectamente desarrollada, boleamos.
- Engrasamos un tupper o recipiente hermético, introducimos la masa en su interior y dejamos levar hasta que haya crecido 1/3 de su volumen. En mi caso tardó 3 y 1/2 horas a 22ºC.
- Introducimos en el frigorífico y dejamos levar durante toda la noche.
Preparamos el relleno de canela y almendra.
- En un bol añadimos todos los ingredientes y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Cubrimos con film y reservamos a temperatura ambiente hasta el momento de su uso.
Atemperamos la masa y estiramos.
- Sacamos la masa del frío 2 horas antes de estirarla.
- Volcamos la masa sobre una superficie limpia y sin harina. Desgasificamos con suavidad y estiramos con un rodillo. Formaremos un rectángulo de 42 x 50 cm aproximadamente.
- Extendemos el relleno de canela y almendra por toda la superficie, nos ayudaremos de una espátula.
- Una vez que tengamos el relleno extendido por toda la superficie, plegamos la masa sobre sí misma como si cerrásemos un libro.
- Cortamos tiras de 1 cm de ancho, nos saldrán alrededor de 30-32 piezas.
Formamos los kanelbullar.
- Cogemos una de las tiras y estiramos ligeramente.
- Comenzamos a enrollar entre 2 dedos y, antes de terminar de enrollarla por completo, pasamos la tira por el centro procurando cerrarla en la base.
- Cogemos otra tira y estiramos igual que la primera. Comenzamos a enrollar sobre la primera pieza del mismo modo que si enrollásemos un ovillo de lana.
- Para sujetar el final de la tira, lo pasaremos por debajo de otra para que quede agarrada.
- Colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno.
- Repetimos el proceso con el resto de piezas. Necesitaremos dos bandejas para colocar todos los kanelbullar.
- Una vez que estén formados, cubrimos con film y dejamos levar hasta que dupliquen su tamaño. en mi caso tardaron 4 y 1/2 horas a 27ºC.
Horneamos.
- Precalentamos el horno a 185ºC con calor arriba y abajo.
- Pincelamos los kanelbullar con huevo batido y espolvoreamos con azúcar perlado o almendra laminada.
- Horneamos a media altura durante 18 minutos, los bollos tomarán un ligero color dorado. Recordad que la temperatura interior debe alcanzar los 88-90ºC para que su cocción haya finalizado.
- Sacamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Repetimos el proceso con la otra tanda.
Notas
- ¿Puedo utilizar levadura fresca en lugar de levadura seca de panadero? Sí, por supuesto. En ese caso recordad que la proporción es 3 g de levadura fresca por cada 1 g de levadura seca.
- Amasad mucho y muy bien, desarrollando bien el gluten os garantizáis obtener un bollo de miga muy esponjosa.
- No me gusta la almendra, me da alergia o me cuesta encontrarla. No pasa nada. En ese caso puedes elaborar el relleno sin ella, haciendo uso exclusivo de mantequilla, canela y azúcar.
- Respetad los tiempos de levado para que las piezas adquieran el volumen correcto y su textura sea muy esponjosa.
- ¿Puedo agilizar el proceso de levado de algún modo? Nunca he sido partidaria de introducir masas en el horno colocando temperaturas bajas, por ejemplo 30ºC. Esta siempre tenderá a ser más y corremos el riesgo de estropear el sabor de nuestra masa. Si queréis ayudar a la masa en una época muy fría, sí podéis colocar la masa dentro del horno solo con la luz encendida, nada más. En mi caso logro alcanzar los 24-28ºC.
- ¿Es obligatorio hacer el proceso en 2 días? No, en absoluto. Pero sí resulta mucho más cómodo y practico para no andar todo el día pendiente de la masa. Y hornear a las tantas mil de la noche...
- Procurad no exceder el tiempo de cocción de los bollos, de lo contrario quedarán secos y poco jugosos.
- Una vez que hayan enfriado por completo, podemos guardarlos en una bolsa grande con zip. Se conservarán en perfecto estado durante 3-4 días.
- Si lo deseáis, también podéis congelarlos envueltos de manera individual con film.