Helado de calabaza asada con avellanas
Estamos de vuelta después de unas vacaciones, tiempo de descanso, desconexión y relajación. Si hay algo que me gusta hacer en verano son helados. Bueno, el resto del año también, pero en esta época parece que apetece mucho más y tenemos que aprovechar antes de que llegue nuestro querido otoño. En casa lo consumimos mucho y esto me permite probar muchas recetas, como este helado de calabaza asada con avellanas.
He de reconocer que cuando lo preparé no lo recibieron con mucha ovación, hasta que lo probaron claro. El sabor y textura es muy sorprendente y suave. En absoluto llegas a imaginarte su ingrediente principal.
Para prepararlo necesitaremos asar previamente la calabaza, del modo que acostumbréis hacerlo en casa. Eso sí, no utilicéis sobre ella aceite, sal o pimienta. Asadla al natural y en trozos, para que el tiempo de cocción sea inferior. La cantidad que os especifico en la receta es de calabaza limpia, sin semillas o piel.
Veréis que entre los ingredientes necesitaremos utilizar azúcar invertido. Igual os preguntáis ¿esto qué es?
El azúcar invertido es la descomposición por hidrolización de la sacarosa en glucosa y fructosa, es decir, que mediante el proceso de hidrólisis la sacarosa se divide en dos subunidades.
Y ¿por qué necesito añadirlo en los helados?
El azúcar invertido tiene un poder anticristalizante, esto significa que dificulta la cristalización del azúcar. Permite obtener un resultado mucho más cremoso y suave, de no utilizarlo podríamos encontrar trozos pequeños de hielo.
¿Se puede hacer en casa?
Por supuesto, además es muy sencillo y se puede conservar en un lugar fresco y seco durante meses. En la elaboración os muestro cómo prepararlo.
Por supuesto podemos sustituirlo por otros ingredientes que funcionan de la misma manera pero que pueden aportar sabor, os lo cuento en la elaboración.
Para ver cómo preparar este helado y todos los consejos para obtener un resultado perfecto, no dejéis de visitar el blog de Claudia & Julia.
Finalmente podemos decorar el helado si lo deseamos. Se me ocurrió utilizar la propia flor de la calabaza pero cristalizada, como os enseñé hacer en la panna cotta de lichis y coco . De este modo lograremos una presentación muy atractiva con una flor que, además, podremos comer aportando un toque crujiente y dulce.
Este helado de calabaza asada y avellanas es perfecto para abrir camino a una nueva época de año utilizando productos de temporada. La última vez que lo preparé lo acompañamos de un toffee de naranja que os dejé hace un tiempo y que en casa nos comemos a cucharadas. ¡Está buenísimo!
Por cierto, ¡qué ganas tenía de volver por aquí con vosotros! Coged fuerzas que os tengo preparadas un montón de recetas, el verano ha sido muy productivo ;)
Un abrazo,
Eva
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