La receta de las galletas se ha hecho esperar…quería haberla compartido con vosotros el viernes, pero tantas cosas por hacer me hicieron imposible poder hacerlo. Pero ¡no pasa nada! Así iniciamos semana llenos de energía que eso siempre nos viene bien.
Las galletas que os dejo hoy tienen un ingrediente principal que es la almendra. Este fruto tiene su origen en Asia, llegó al Mediterráneo durante el primer milenio antes de Cristo. El origen de su nombre proviene de la almendra griega “amugdale”.
Su sabor es amargo en forma silvestre. Podemos encontrar dos tipos; la almendra dulce y la almendra amarga.
La almendra amarga tiene un alto contenido de amigdalina (2-3%) en comparación a la almendra dulce. Al masticarlas y entrar en contacto con la saliva se libera ácido cianhídrico, se estima que la cantidad letal para un adulto serían 100 gr de almendras amargas.
Al ingerir grandes cantidades podrían padecerse dolores de cabeza, mareos, trastornos respiratorios… Por lo que, principalmente, este tipo de almendras se utiliza para la producción de aceite de almendras amargas.
Por el contrario, las almendras dulces tienen un índice casi inexistente de amigdalina,lo cual las hacen aptas para el consumo. Tiene muchos usos en la cocina, es muy común en la cocina Mediterránea especialmente en la siciliana, como por ejemplo el granizado de almendra.
Otros usos en la repostería es la pasta de almendras, el turrón o el mazapán (además de la leche de almendras más digestiva que la leche de vaca o licores).
También podemos encontrar aceite de almendras dulces el cual está constituido principalmente por triglicéridos, más usado en cosméticos y aceites de bebé.
Este fruto es muy rico en proteínas y grasas, además de tener un alto contenido en vitamina E, hierro, magnesio y calcio.
Los antiguos egipcios utilizaban aceite de almendras como cosmético y ponían almendras en los panes que servían a los faraones.
Se relaciona a las almendras con la esperanza, en la época romana era costumbre arrojar almendras a los recién casados para asegurar su felicidad, suerte y salud además de una hermosa descendencia.
Hoy en día sigue siendo uno de los frutos secos más valorados y forman parte de los postres y elaboraciones más delicados.
Os dejo un formato clásico y muy sencillo en su elaboración, es un pequeño surtido de modo que se adapte a todos los gustos, para disfrutar a media tarde o bien en el desayuno.
Sabores como el jengibre, el caramelo o la canela serán los acompañantes principales de estas deliciosas galletas.
Espero que os guste y ¡os animéis con ellas!
Saludos,
Mrs Hudson.
La idea de presentación de las galletas de jengibre la saqué de Moje Wypieki.
INGREDIENTES:
GALLETAS DE ALMENDRA Y JENGIBRE 16-18 UNIDADES APROX.:
PARA LA MASA DE GALLETAS:
- 45 g de claras (1 y 1/2 claras de huevo grande aproximadamente)
- 150 g de almendras molidas
- 150 g de azúcar glas
- 1/2 cucharada de miel (1/2 Tbsp)
- 1 y 1/2 cucharadita de jengibre molido (1 y 1/2 Tsp)
PARA EL SIROPE DE JENGIBRE:
- 75 g de jengibre fresco pelado y troceado
- 75 g de azúcar moreno
- el zumo de 1/2 limón
- 240 g de agua
PARA DECORAR:
- azúcar glass
- almendra laminada
GALLETAS DE ALMENDRA Y CARAMELO:
PARA LA GALLETAS 8-10 UNIDADES APROX.:
- 75 g de mantequilla sin sal
- 1/2 huevo
- 1/2 cucharada de ralladura de limón (1/2 Tbsp)
- 100 g de almendras molidas
- 50 g de azúcar glas
- 100 g de harina de trigo
- 1/2 cucharada de zumo de limón (1/2 Tbsp)
PARA EL CARAMELO:
- 62,5 g de nata líquida para montar
- 85 g de azúcar granulado
- 85 g de mantequilla
- 1 cucharadita de gelatina en polvo (1 Tsp)
PARA DECORAR:
- azúcar glas
- crocanti de almendra
BOLITAS DE ALMENDRA Y CANELA 8-9 UNIDADES:
- 87 g de almendra molida
- 35 g de azúcar glass
- 1/2 cucharada de canela molida (1/2 Tbsp)
- 1 clara de huevo grande
- azúcar glas para decorar
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando las galletas de almendra y jengibre.
Preparamos el sirope de jengibre.
Este sirope lo utilicé hace poco en la Pavlova de higos y mascarpone, me gustó tanto los resultados que tuve que buscarle sitio en otra elaboración.
Pelamos y troceamos el jengibre. Incorporamos en una cacerola junto con el azúcar moreno, el zumo de limón y el agua, dejamos a calor medio hasta llegar a ebullición.
Una vez que rompa a hervir dejamos durante 5-7 minutos, transcurrido ese tiempo bajamos a fuego lento durante 20-25 minutos, debemos reducir el líquido en algo más de la mitad. Una vez en este punto retiramos del calor, tapamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente completamente.
Colamos el líquido para retirar los restos de jengibre y guardamos en un tarro de cristal en el frigorífico hasta el momento que lo vayamos a utilizar.
Si nos sobra sirope, podemos conservarlo en el frigorífico durante 1 mes.
Sacamos el sirope del frio 30 minutos antes de utilizarlo.
Preparamos la masa de galletas.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos todos los ingredientes. Mezclamos con la mariposa a velocidad 1 hasta que estén completamente integrados todos los ingredientes, dejaremos mezclando alrededor de 3 minutos.
Sacamos la masa del bol y pasamos a un film transparente, haremos un rollo e introducimos en el congelador durante 45 minutos.
La masa recién elaborada es demasiado blanda por lo tanto difícil de trabajar, el tiempo que pasa en el congelador ayuda a que tome cuerpo y podamos manejarla más fácilmente.
Transcurrido ese tiempo sacamos y procedemos a dar forma.
Preparamos una bandeja y forramos con papel de horno, reservamos. Colocamos un poco de azúcar glass en un plato el cual nos servirá para rebozar las galletas.
Precalentamos el horno a 180ºC con ambas placas.
Comenzamos a hacer bolitas del tamaño de una nuez, rebozamos por el azúcar glass y colocamos sobre la bandeja que teníamos reservada.
Una vez tengamos hechas todas las bolitas procederemos a realizarles un hueco en el centro. Nos ayudaremos de una teaspoon, presionaremos suavemente en el centro para formar un hoyito.
Al presionar la masa se agrietará ligeramente dando el aspecto que podéis observar.
Rellenaremos el hueco con el sirope de jengibre, espolvoreamos el centro con almendra laminada e introducimos en el horno durante 15 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Elaboramos las galletas de almendra y caramelo.
Comenzamos preparando el caramelo.
Esta elaboración tenemos que prepararla con un día de antelación.
En un cazo incorporamos el azúcar y lo ponemos a fuego medio sin dejar de remover. Tenemos que tener cuidado de no sobrepasar el tiempo ya que si no el caramelo nos amargará.
Cuando obtengamos un color dorado incorporamos la mantequilla y mezclamos bien hasta que esta se funda. Incorporamos la nata líquida y seguimos removiendo hasta homogeneizar completamente.
Bajamos a fuego medio bajo.
Observaremos que se hace una especie de bola dura, no dejamos de remover hasta disolver completamente todos los ingredientes y que estos estén unificados sin grumos.
Dejaremos a fuego bajo y removiendo hasta que observemos que comienza a espumar, alrededor de 5-7 minutos. Retiramos del calor.
Añadimos la gelatina en polvo y mezclamos muy bien para disolver completamente.
Pasamos a un recipiente de cristal y cubrimos con film. Dejamos templar a temperatura ambiente y una vez frío, introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Preparamos la masa de las galletas.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos la mantequilla junto con el huevo, mezclamos con ayuda de la mariposa a la velocidad más baja. Si lo hacemos a mano nos ayudaremos de unas varillas.
Quedará una textura como si se hubiera cortado.
Añadimos las almendras molidas, el azúcar glas, la harina y el zumo de limón, mezclamos todo hasta incorporar los ingredientes completamente.
Si estamos elaborandolo a mano, nos ayudaremos de una espátula o una cuchara de madera.
Incorporamos la ralladura de limón y volvemos a mezclar hasta homogeneizar la masa.
Sacamos del bol presionamos la masa ligeramente con las manos.
Formaremos un cilindro alargado, cubriremos con film e introduciremos en el congelador durante 1 hora.
Transcurrido este tiempo procederemos a elaborar las galletas.
El proceso de elaboración es idéntico al anterior.
Sacamos el ganache de caramelo del frío, reservamos.
Preparamos una bandeja y forramos con papel de horno, reservamos. Colocamos un poco de azúcar glass en un plato el cual nos servirá para rebozar las galletas.
Precalentamos el horno a 180ºC con ambas placas.
Comenzamos a hacer bolitas del tamaño de una nuez, rebozamos por el azúcar glass y colocamos sobre la bandeja que teníamos reservada.
Una vez tengamos hechas todas las bolitas procederemos a realizarles un hueco en el centro. Nos ayudaremos de una teaspoon, presionaremos suavemente en el centro para formar un hoyito.
Al presionar la masa se agrietará ligeramente dando el aspecto que podéis observar.
Formaremos bolitas con el ganache de caramelo de un tamaño pequeño ya que si no rebosará por encima y colocamos en el hueco.
Introducimos en el horno durante 15 minutos.
Sacamos, espolvoreamos con el crocanti de almendra y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Observaréis que parte del caramelo ha salido al exterior traspasando la galleta, no pasa nada. El relleno cala en el interior dejando todo el sabor.
Elaboramos las bolitas de canela.
Preparamos la masa de galletas.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos todos los ingredientes. Mezclamos con la mariposa a velocidad 1 hasta que estén completamente integrados todos los ingredientes, dejaremos mezclando alrededor de 3 minutos.
Preparamos una bandeja y forramos con papel de horno, reservamos.
Procedemos a realizar las bolitas y colocamos sobre la bandeja.
Esta masa no necesita pasar tiempo en el congelador para poder trabajarla.
Introducimos en el horno durante 15 minutos. Mientras preparamos un plato con azúcar glass para rebozarlas.
Sacamos y dejamos templar sobre una rejilla. Procedemos a rebozar las bolitas en el azúcar.
Y ya tendremos nuestro propio surtido de galletas de almendra!! Para guardarlas, podemos conservarlas en un recipiente hermético.
Un acompañamiento perfecto y muy sabroso para acompañar nuestras meriendas o desayunos.
Buen provecho!!