Es curioso que nunca me había dado por compartir mi receta de tortitas. Pero también es cierto que al ser una receta tan fácil, sencilla y que ha formado parte de nuestra vida desde que tenemos uso de razón… Pues nunca había pensado en publicarla. Fue a raíz de subir unos vídeos a los stories de Instagram haciendo tortitas en casa. La acogida fue tan buena y fuisteis tantos los que me pedisteis que la compartiera, que aquí la tenéis. Una receta súper sencilla para hacer hoy mismo, si lo deseáis. Os dejo Cómo hacer tortitas perfectas.
Creo que las tortitas fue de las primeras cosas que aprendí a cocinar junto con las patatas fritas. La cantidad de veces que habré merendado tortitas con nata (por aquel entonces, de spray y, por supuesto, con copetazos dentro de la boca, jajajaja) o patatas fritas. Una ilusión tremenda que me hacía hacerme patatas fritas para merendar… Mi madre alucinaba, claro. Pero como era algo que había aprendido a hacer yo sola, pues lo disfrutaba como si se tratase de un manjar.
Origen de las tortitas.
Por lo visto, y al contrario de lo que muchos de nosotros podamos pensar sobre sus verdaderas raíces, las tortitas o pancakes, tienen un origen religioso. Según algunos libros de historia, los antecesores de las tortitas remontan al siglo IV ó V d.C.
Durante la Cuaresma, además de la prohibición impuesta por la iglesia de comer carne, tampoco estaban permitidos alimentos como la manteca, huevos, queso o leche. Todos ellos de origen animal. Algo muy similar a lo que pasó con el Stollen, os lo cuento en este post con detalle.
La necesidad hace que brote la creatividad y el ingenio, de modo que la gente comenzó a elaborar una pasta hecha con una base de harina y agua. Para cocinarla, extendían una capa muy fina sobre piedras calientes.
Siglos más tarde, las autoridades eclesiásticas permitieron incorporar en la dieta de Cuaresma la leche, huevos y manteca. estos se añadieron a aquella pasta de harina dando origen a lo que hoy en día son los pancakes o tortitas.
En la época medieval, era costumbre en aldeas y monasterios preparar montones de pancakes el primer martes de ayuno de Cuaresma, para compartirlos con todos los vecinos. Aquellos que sobraban, se reservaban para comerlos durante los cuarenta días de abstinencia gracias a que se conservaban muy bien.
Una receta que ha viajado por el mundo.
Al igual que muchas otras elaboraciones, las tortitas o pancakes, se pueden encontrar con muchas variantes por toda Europa y el continente americano. En Francia podemos encontrar una versión mucho más fina, los famosos crepes, en Alemania se elaboran a base de patata del mismo modo que los placki ziemniaczane. En Rusia, y otros países eslavos, se elaboran los famosos blinis, ideales para consumir en cualquier momento del día acompañados con dulce o salado.
En Sudamérica se conocen como panqueques y son muy similares a las crepes, con una masa más fina y un relleno que puede constar de mermelada o dulce de leche, en su formato dulce, y también con pollo o verduras como las espinacas en su formato salado.
Y no nos puede faltar EE.UU y sus famosísimas pancakes o tortitas americanas acompañadas de macedonia de frutas, chocolate, mermelada o jarabe de arce. Aunque también se pueden servir con platos salados.
La popularidad de esta elaboración es tal que en algunos países se celebra el “Pancake Day, Pancake Tuesday o Shrove Day”, coincidiendo con el Martes de Carnaval en el inicio de la Cuaresma.
Haciendo tortitas caseras.
Es una receta que no esconde ningún misterio. La pueden hacer hasta nuestros peques en casa. Ya os digo que fue de las primeras cosas que aprendí a hacer y de las primeras cosas que mi madre me dejaba cocinar en casa sola. Bueno, esto último era con 12 años…
Tan sencillo como añadir todos los ingredientes en un bol, mezclar y verter en una sartén. El sumum de la sencillez y el disfrute en una misma elaboración. Además, es de esas recetas que si te da antojo, la puedes estar disfrutando en los 20 minutos siguientes… El que no se consuela, es porque no quiere 😀
Receta tortitas perfectas
Ingredientes para 12-15 unidades- 200 g de harina floja de repostería (bizcochona, no)
- 2 huevos L
- 280 g de leche entera
- 30 g de azúcar
- 15 g de mantequilla fundida y enfriada
- 15 g de impulsor químico (levadura tipo Royal)
- pizca de sal
- 200 g de nata líquida para montar + 2 cucharadas de azúcar glas
- chocolate líquido, caramelo, fruta troceada, jarabe de Arce...
Elaboración
Preparamos la masa para las tortitas.
- Mientras preparamos la masa para las tortitas, calentamos la sartén a calor medio bajo (mi cocina en un rango de 1-9, utilizo el 4 y 1/2). En mi caso siempre uso mi sartén de hierro de Buyer, salen perfectas. No se pegan, no se queman y no necesitas añadir mantequilla o aceite cada vez que elaboras una.
- Es importante que la sartén esté caliente para que la masa no se pegue.
- En un bol añadimos todos los ingredientes y mezclamos ligeramente con unas varillas.
- Seguidamente, batimos con la turmix. Personalmente, me gusta mucho más hacerlo así y la razón es que obtenemos una crema densa, fina y perfectamente homogeneizada.
- Pasamos la mezcla a una jarra. Este paso es facultativo, pero quedan mucho mejor que si las vertemos con un cazo. Lograremos que nos queden redondas y del mismo grosor.
Cocinamos las tortitas.
- Vertemos la masa en el centro de la sartén, en un hilo continuo y procurando que siempre caiga en el mismo sitio. De este modo lograremos que queden perfectamente redondas puesto que la masa, conforme cae en la sartén, se expande por igual.
- La cantidad de masa que vertáis, queda a vuestro gusto. Y de esto dependerá que salgan más o menos tortitas.
- Cocinamos a calor medio bajo, este punto es importante para que nos quede un dorado bonito, pero sin quemarse.
- Una vez que la superficie comience a burbujear, volteamos la tortita. Otro punto que nos permitirá saber que debemos voltear la tortita, es la textura de los bordes. Comenzarán a adquirir una textura como de "plástico" o "plastificada" debido a que se comienza a secar.
- Una vez que volteemos, no esta´ra más de 30-40 segundos. Levantamos la tortita con una pala de madera, observamos el color de la base y, en caso de tener un bonito dorado suave, sacamos y dejamos en un plato.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de la masa.
Servimos las tortitas.
- En caso de que queramos acompañarlas con nata montada, si es casera mejor, podéis ver cómo hacerla en este post. Con la cantidad que os dejo en los ingredientes tendréis para 3 personas ó para 2 muy golosas.
- Ahora solo queda disfrutar... A la máxima potencia.
- Servimos las tortitas con nata montada, chocolate, caramelo, sirope de fresa, Nutella, fruta fresca cortada, frutos secos, yogur, crema de queso de untar y mermelada de arándanos (así me servían el desayuno en una cafetería de Noruega y, desde aquel momento, me enamoré de esta combinación)... Se llevan bien con todo ;)
Notas para unas tortitas perfectas
- La harina que necesitamos para elaborar las tortitas es harina floja de repostería. Es decir, la misma que usamos para hacer bizcochos y galletas. Ojo, no harina bizcochona que lleva impulsor añadido. Este tipo de harina no me gusta, personalmente, porque no puedo controlar la cantidad de impulsor a añadir.
- La leche que utilicemos, si es entera, mejor. Para mi usar leche desnatada es como añadir agua blanca, pero lo dejo a vuestra elección, por supuesto. También podría utilizarse una leche vegetal, en caso de ser intolerante a la lactosa.
- Si queremos que las tortitas nos queden más "abizcochadas", podemos reducir la cantidad de leche a 260 g. De ese modo obtendremos una masa un poco más densa y el resultado será... más "abizcochado", como yo suelo llamarlas, jajaja.
- La mantequilla fundida se puede sustituir por aceite de oliva suave, si lo deseáis.
- Si lo deseáis, podéis hacer un Chantilly en lugar de nata montada. Bastaría con añadir 1-2 cucharaditas de extracto de vainilla o un poco de vainilla natural.
- Cuando vertemos la masa en la sartén, no debéis hacerlo desde mucha altura. La razón es que la masa quedará con un aspecto "salpicado" en los bordes.
- Es muy importante no cocinar las tortitas con un calor muy fuerte, de lo contrario se quemarán y la superficie estará aún sin cuajar.
- Utilizar una buena sartén o plancha os ayudará a que el resultado sea mejor. En mi caso, como os comentaba más arriba, siempre utilizo mi sartén de hierro de Buyer. De hecho tengo varias (incluso otras más altas, paellera...), no puedo vivir sin ellas. Al principio la odiaba porque no me acostumbraba y no la sabía utilizar bien (si la calientas a fuego fuerte, se pega la comida). Pero desde que le di una segunda oportunidad y aprendí a usarla bien, no me separo de ellas. Vamos, que he tirado todas las de teflon que tenía XD
- Se mantienen muy bien de un día para otro guardadas en un recipiente hermético. Pero hacer tortitas y no comerlas en los 10 minutos siguientes, ¡es un sacrilegio!