¿Os habéis fijado en alguna ocasión que cuando vamos a una pastelería la mayoría de la gente cae ante los pasteles más clásicos y sencillos? Podemos encontrarnos gran diversidad de dulces, tartas y pasteles, pero como ocurre la mayor parte de las veces, ganan los clásicos. Como estos profiteroles con crema Chai de mandarina.
Siempre nos dejamos llevar por la “presencia”, ya que curiosamente comemos siempre primero con la vista antes que con cualquier otro sentido.
Si por ejemplo, vamos a visitar a unos amigos o familiares, muchas veces es costumbre tomar pasteles tras la comida con el café y …¿cuales son los que primero desaparecen? los petisús o éclairs y los bocaditos de nata. Los demás quedan en la bandeja esperando a ser degustados tan complacientemente como los primeros.
Probablemente sea porque al estar elaborados con una masa muy ligera y a penas dulce, hace que sean menos pesados y apetecibles.
Los rellenos también influyen porque a día de hoy no he encontrado a nadie que no le guste la crema pastelera…
Por lo que me decidí a prepararlos, nuestra opción de hoy son unos profiteroles elaborados con masa choux rellenos de una crema pastelera, pero algo versionada. Las variantes de la crema fueron todo un experimento, pero quede realmente contenta con los resultados y por eso la comparto con vosotros.
Le he dado aromas de especias Chai, que personalmente soy adicta a este té, y un ligero sabor a mandarina. ¿La cobertura? dulce pero sin quitarle sabor al relleno, chocolate blanco y pistachos.
Su elaboración es rápida y sencilla, con unos resultados maravillosos, por lo que es una buena receta para realizar sobretodo si no tenemos mucho tiempo.
No sé que más puedo deciros, porque estos dulces roban las palabras…solo que os animéis a probarlos y los disfrutéis.
Saludos,
Mrs Hudson.
INGREDIENTS PARA 30-32 PROFITEROLES:
PARA LA MASA CHOUX:
- 125 ml de leche
- 125 ml de agua
- 140 g de harina de trigo
- 115 g de mantequilla
- 1/2 cucharadita de sal (1/2 Tsp)
- 1/2 cucharadita de azúcar (1/2 Tsp)
- 4 huevos a temperatura ambiente (dependerá de nuestra masa)
PARA LA CREMA PASTELERA DE MANDARINAS Y ESPEICAS CHAI:
- 450 ml de leche
- 300 ml de zumo de mandarina
- ralladura de 2 mandarinas
- 2 cucharadita de extracto de vainilla o una vaina abierta en sentido longitudinal
- 6 yemas de huevo
- 180 g de azúcar
- 4 y 1/2 cucharada de harina de trigo (4 y 1/2 Tbsp)
- 4 y 1/2 cucharada de maicena (4 y 1/2 Tbsp)
- 2 ramas de canela
- 1/2 cucharadita de canela molida (1/2 Tsp)
- 8 semillas de cardamomo
- 8 granos de pimienta de jamaica
- 6 clavos de olor
- 1 cucharadita y 1/2 de anís estrellado (1 y 1/2 Tsp)
- 1/2 cucharada de jengibre en polvo o recién rallado (1/2 Tbsp)
PARA DECORAR:
- 300 g de chocolate blanco
- pistachos
ELABORACIÓN:
Comenzamos preparando la crema pastelera de mandarinas y Chai.
En un cazo ponemos a hervir la leche junto con la vainilla y todas las especias hasta llevar a ebullición.
Por otro lado, en un bol batimos las yemas junto con el azúcar, la maicena y la harina tamizadas. Removemos bien los ingredientes.
Una vez que la leche haya llegado a ebullición, incorporamos un poco de esta (con la ayuda de un colador para evitar que se cuele nata y todas las especias) a la mezcla de yemas, mezclamos bien para intentar evitar que se formen grumos.
Añadimos el resto de la leche y volvemos a mezclar.
Agregamos el zumo de mandarina y la ralladura, mezclamos con ayuda de unas varillas.
Incorporamos la mezcla en el cazo y colocamos en el fuego para llevar nuevamente a ebullición sin dejar de remover.
Una vez que llegue a hervir, dejamos durante 1 minuto más, siempre removiendo.
Observaremos que la crema espesa ligeramente, nos llevará alrededor de 10-12 minutos aproximadamente.
Retiramos del fuego y la extendemos sobre una bandeja o un recipiente para que se enfrie. Colocamos sobre ella film transparente para evitar que se forme encima una capa que le da aspecto de “costra”. Reservamos.
Preparamos la masa choux.
Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Disponemos un cazo con el agua, la leche, la 1/2 cucharadita de sal y azúcar y la mantequilla hasta llevar a ebullición.
Tamizamos la harina.
Una vez llegue a ebullición, retiramos del fuego y le incorporamos la harina de golpe. Removemos con un ritmo rápido y continuo.
Obtendremos una bola de masa que tendremos que desecar. Volvemos a colocar a medio fuego y sin dejar de remover.
Notaremos que la masa se agarra, la dejamos 2 minutos más sin dejar de remover.
El grado de secado de la masa hará depender la cantidad de huevos que admita, lo vemos a continuación.
Colocamos la masa en un bol amplio, y añadimos los 3 primeros huevos de uno en uno y removiendo muy bien después de cada adición, para que se incorpore bien y que coja aire (influirá en lo que pueda subir la masa en el horno).
El último huevo lo batimos en un plato y vamos añadiendo según se encuentre la masa. Explico como debe de estar:
El punto ideal lo tendremos cuando introduzcamos un dedo en la masa, subimos con cuidado y al darle la vuelta para colocarlo en posición vertical la masa hace un “gancho”.
Es muy importante no pasarnos con la cantidad de huevo porque entonces la masa quedaría demasiado líquida y perdería la forma en la bandeja del horno.
Conclusión: no nos serviría
Si nos ocurriera esto, podemos utilizar esta masa para hacer buñuelos, ya que van fritos y no nos pierden la forma al incorporarlo en la sartén.
Incorporaremos pequeñas cantidades de huevo batido (removiendo siempre después de cada adición) hasta obtener el punto anterior nombrado.
Preparamos la manga pastelera con una boquilla de estrella abierta o lisa, esto ya queda a nuestra elección, y disponemos la masa por la superficie de la bandeja previamente forrado con 2 papeles de horno. Hay que tener en cuenta que es una masa que crece, por lo que debemos dejar espacio entre cada profiterol.
Para evitar que las puntas queden hacia arriba, humedeceremos la yema del dedo y acariciaremos suavemente para bajarlas.
Introducimos en el horno.
Dejamos que transcurran 10 minutos (dependerá de nuestro horno, pueden oscilar entre los 10-12 minutos) o hasta que observemos que suflan (que suben), entonces abrimos la puerta del horno para que salga el vapor (3-4 segundos es suficiente) y volvemos a cerrar dejándolos 20 minutos más.
Veremos que toman un color dorado por la superficie.
Una vez que haya transcurrido el tiempo, apagamos el horno y dejamos reposar en su interior con la puerta entreabierta de 5-10 minutos.
Pelamos y machacamos ligeramente los pistachos, reservamos.
Fundimos el chocolate blanco y dejamos a un lado mientras rellenamos los profiteroles.
Preparamos la manga con la crema para rellenar los pasteles.
Introducimos la crema en una manga pastelera y pasamos a rellenarlos.
Es mejor si utilizáis una boquilla de relleno, los rellenaremos por la parte de abajo.
Una vez que tengamos todos los profiteroles listos procederemos a bañar la superficie en el chocolate blanco que teníamos reservado y espolvorearemos con un poco de pistachos triturados.
Ya tendremos preparados unos magníficos compañeros de café o té para después de comer o a media tarde, ligeros e increíblemente deliciosos.
¡Buen provecho!