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Freakshake – Batido extremo de vainilla y café

Sé que los FreakShake o Batidos extremos se pusieron de moda en el 2016… Hace unos cuantos años ya, bueno, un porrón. Pero hay cosas que nunca dejarán de captar nuestra atención, ya sea por la originalidad, el exceso, la combinación de elementos o ingredientes… Como estos batidos. Son increíblemente extravagantes, tentadores, provocativos e imposible no mirarlos y querer disfrutarlos. Aunque nos suba el azúcar solo de verlos.

Y eso es lo que me pasó hace unas semanas cuando los volví a ver por Pinterest. Me dije – ¿Pero cómo no me ha dado por hacer alguno de estos antes? -. Sé que voy un poco a destiempo, pero en cuestión de comer, creo que todo o casi todo, es válido en cualquier momento de la vida en el que nos encontremos. Por no mencionar que si hay algo que va y vuelve, son las modas.

Origen del Freakshake.

Como os comentaba más arriba, estos batidos fueron muy populares en el año 2016. Momento que dicen que coincide con su creación, aunque en sus redes sociales hay fotos de estos batidos del año 2015. Su origen está en un pequeño café de Canberra, Australia, llamado Pâtissez.

Por lo visto, este pequeño local pasó de vender 20 batidos a la semana a 200 al día siguiente, según comenta el director de ventas Lewis Williams.

Los freakshakes surgieron de la mano de la propietaria del local, Anna Petridis, y se convirtieron en tendencia mundial. Por lo visto estuvo trabajando para innovar y crear algunos batidos nuevos y diferentes. Se le ocurrió la idea de combinar varias elaboraciones en una sola dando lugar a estos batidos helados.

Tras elaborarlos, Anna, publicó una foto en redes sociales de los 4 batidos que acaba de elaborar. Fue, desde este momento, cuando todo el mundo tuvo un flechazo con ellos y surgió el deseo por consumirlos.

Algunos medios y perfiles de redes sociales como BuzzFeed, MTV America, Good Morning America y Today Show, difundieron esta misma foto dando a conocer a todo el mundo la creación de Anna. Tras hacerse virales sus batidos, no estaban preparados para toda la gente que llenó la pequeña cafetería, pero aún así, procuraron dar el mejor servicio posible y satisfacer las necesidades de sus clientes.

Dada la velocidad con la que se popularizó el batido y viendo que muchas otras cafeterías estaban adoptando conceptos similares, decidieron comprar los derechos de la palabra “Freakshake” para evitar que otros pudieran hacerlo y adquirir su popularidad.

Gracias a su éxito y popularidad, abrieron dos tiendas más en Singapur y Malasia. Y, parece ser, que se abrió otra más en Bangkok.

Llevando a cabo el Freakshake en casa.

El proceso de elaborar el batido en sí, no nos llevará más de 5 minutos en los cuales 3 los dedicaremos en pensar la combinación de sabores de helado que queremos usar. La mayor complejidad o tiempo invertido, se lo llevará todas las elaboraciones que acompañan el batido. En mi caso vainilla y café, el primer batido tenía que ser de mis helados preferidos…

Lo bueno es que es increíblemente versátil y podemos decorar el batido con lo que nos guste; ya sean elaboraciones de dulces o incluso gominolas o chocolatinas. A mí como me gusta complicarme todo lo que puedo y más, pues me decidí por hacer 3 elaboraciones principales, además de pequeños detalles para decorar.

El freakshake de café y vainilla está acompañado por:

Receta Freakshake - Batido extremo de vainilla y café

PARA LAS GALLETAS "BUCKEYE BROWNIE COOKIES" (12 unidades): Receta de OMG Chocolate Desserts. PARA LOS GOFRES BELGAS (10 grandes/20 pequeños): PARA LA TARTA DE CHOCOLATE "HOT MILK CHOCOLATE TART" (molde 12 cm x 2): Receta de The Gardening Foodie. Para el bizcocho: Para el buttercream: PARA EL BATIDO DE HELADO DE VAINILLA Y CAFÉ: PARA DECORAR: MATERIAL QUE NECESITAREMOS:

Elaboración

PRIMER DÍA
Preparamos la masa para los gofres belgas.
  1. En el bol de la KitchenAid, o bien en un bol amplio si deseamos mezclarlo a mano, añadimos la leche junto con el agua, el huevo, la vainilla, la miel, el azúcar, la levadura y la sal.
  2. Mezclamos con ayuda de unas varillas para homogeneizar los ingredientes.
  3. Añadimos la harina y amasamos con ayuda del gancho a velocidad 1 hasta lograr una masa uniforme y con un gluten desarrollado. En caso de realizarlo a  mano trabajaremos la masa poco a poco, realizando el amasado francés,  hasta obtener una masa homogénea.
  4. Comenzaremos a integrar la mantequilla poco a poco, no añadiremos más hasta que la primera parte se haya absorbido por completo. a medida que añadimos la mantequilla, aumentaremos la velocidad de manera progresiva, de 1 a 3.
  5. Una vez que hayamos incorporado toda la mantequilla, amasaremos hasta lograr una masa suave, lisa y perfectamente desarrollada.
  6. Engrasamos un táper o recipiente, boleamos la masa e introducimos en él. Tapamos y dejamos levar hasta que casi doble su volumen. Nos llevará alrededor de 2-3 horas, dependiendo de la temperatura exterior. En mi caso fueron 2 y 1/2 horas a 21ºC.
  7. Refrigeramos la masa hasta el día siguiente.
Preparamos las galletas "Buckeye brownie cookies".
  1. Incorporamos la mantequilla de cacahuete junto con el azúcar glas. Mezclamos con unas varillas eléctricas hasta homogeneizar.
  2. Creamos 12 bolas de unos 15 g cada una. Reservamos.
  3. Precalienta el horno a 175ºC con calor arriba y abajo.
  4. En un bol resistente al calor, incorporamos el chocolate 70% junto con la mantequilla. Colocamos al baño maría y fundimos, removiendo para lograr una consistencia uniforme y homogénea. Reservamos.
  5. En un bol aparte, añadimos el huevo junto con la vainilla y el azúcar. Batimos con ayuda de unas varillas eléctricas hasta homogeneizar.
  6. Por otro lado, mezclamos la harina con el impulsor químico y la sal.
  7. Vertemos el chocolate fundido en la mezcla de huevo, removemos con ayuda de unas varillas hasta que todos los elementos se combinen perfectamente.
  8. Comenzamos a añadir poco a poco la mezcla de ingredientes secos a la vez que mezclamos para integrarlos.
  9. Es muy posible que la mezcla tenga una consistencia algo fluida, en ese caso guardamos el bol en el congelador durante 15 minutos. Durante este tiempo la masa se volverá más forme y nos permitirá manipularla mejor.
  10. Dividimos la masa de galleta en 12 porciones iguales, alrededor de 25 g cada una de ellas. Podemos ayudarnos de unas cucharas o incluso manipularlas con las manos si la consistencia nos lo permite.
  11. Colocamos sobre una bandeja perforada forrada con una silpat.
  12. Horneamos a media altura durante 11-12 minutos.
  13. Sacamos del horno y, acto seguido, colocamos sobre cada una de ellas una bola de mantequilla de cacahuete. Aplastamos ligeramente.
  14. Dejamos reposar durante 5 minutos sobre la bandeja, después retiramos y dejamos que enfríen completamente sobre una rejilla.
  15. Una vez que hayan enfriado por completo, decoramos la superficie de las galletas (solo la parte de mantequilla de cacahuete) con el chocolate con leche fundido.
  16. Dejamos endurecer a temperatura ambiente.
  17. Una vez que hayan enfriado por completo, podemos guardar en un recipiente hermético. A ser posible, no superpongáis unas encima de otras.
Preparamos el bizcocho de leche caliente de chocolate.
  1. Forramos 2 moldes de 12 cm de diámetro, reservamos.
  2. En un cazo añadimos la leche junto con la mantequilla. Colocamos a calor medio y dejamos, solo, hasta que se funda la mantequilla.
  3. Retiramos del calor e incorporamos el extracto de vainilla. Reservamos.
  4. Tamizamos la harina junto con el cacao en polvo, el impulsor y la sal. Reservamos.
  5. En un bol, añadimos los huevos junto con el azúcar. Batimos con ayuda de las varillas eléctricas hasta lograr que adquieran volumen.
  6. Con ayuda de una espátula o lengua, comenzamos a integrar poco a poco los ingredientes secos en la mezcla de huevos. Lo haremos con movimientos suaves y envolventes, no batiendo o removiendo.
  7. Finalmente, añadimos la mezcla de leche e integramos con suavidad.
  8. Repartimos la mezcla en los dos moldes. Golpeamos con suavidad para ayudar asentar la mezcla.
  9. Horneamos a media altura durante 35 minutos. Comprobad antes de sacarlo que está hecho, para ello insertamos un palillo en el centro, este debe salir limpio.
  10. Sacamos y colocamos los moldes sobre una rejilla, dejamos reposar durante 5 minutos.
  11. Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
  12. Una vez que hayan enfriado, envolvemos en film y refrigeramos hasta el día siguiente.
SEGUNDO DÍA
Preparamos el buttercream.
  1. En el bol de la KitchenAid incorporamos la mantequilla. Batimos con las varillas a velocidad media-alta, hasta que comience a blanquear y lograr una consistencia cremosa y aireada.
  2. Añadimos el azúcar glas, en mi caso lo hago en 2-3 tandas y batiendo a velocidad media hasta que se integre por completo.
  3. Añadimos el cacao en polvo junto con la vainilla y la nata. Volvemos a batir, con ayuda de las varillas, a velocidad media-alta hasta que se integre por completo y la mezcla tenga una consistencia muy aireada y cremosa.
  4. Reservamos.
Montamos la tarta de chocolate.
  1. Con ayuda de una lira, cortamos la parte abombada de cada uno de los bizcochos.
  2. Colocamos uno de ellos sobre un stand giratorio y disponemos una capa generosa de buttercream. Alisamos procurando que nos quede nivelada.
  3. Colocamos el otro bizcocho sobre el buttercream colocando la parte cortada boca abajo.
  4. Disponemos una capa de buttercream en la superficie y, ligeramente, por los laterales. Con ayuda de un alisador, retiramos el excedente de los lados a la vez que damos un acabado liso. Mi intención era dejar un aspecto como los Naked Cakes.
  5. En la parte superior hice un acabado en forma de espiral ayudándome de la pala. Este paso podréis verlo mejor en el vídeo.
  6. Refrigeramos hasta el momento de servir.
Preparamos los gofres belgas.
  1. Calentamos la gofrera. En mi caso me quedan bien colocándolos en la posición 4 de potencia, pero esto tendréis que ajustarlo a vuestra gofrera.
  2. Dividimos la masa de los gofres. Para el batido he hecho 4 gofres de 30 g cada uno de ellos. El resto los he formado de 60 g. Sentíos libres de darles el tamaño que prefiráis y teniendo siempre en cuenta la capacidad de vuestra gofrera. Pero, en líneas generales, suelen tolerar bien gofres de 100-120 g.
  3. Rodamos las piezas en el azúcar perlado procurando que también queden en el interior de la pieza. Para ello podemos "amasar" ligeramente cada pieza para favorecer que parte del azúcar quede en el interior. Debemos tener cuidado con no manipular en exceso la masa de gofres porque, a medida que pierdan temperatura, la masa se volverá más pegajosa y difícil de manipular.
  4. Colocamos los gofres, ligeramente aplanados, en la gofrera y los cocinamos. Lo haremos acorde a las instrucciones de nuestra gofrera, en mi caso están listos en 4-5  minutos. Sacamos con ayuda de unas brochetas/tenedor y colocamos sobre una rejilla para que templen ligeramente.
Preparamos el vaso para el batido.
  1. Fundimos el chocolate en un cuenco.
  2. Colocamos la boca de la jarra boca abajo e introducimos en el chocolate fundido. Procuramos cubrir bien toda la boca de la jarra.
  3. Espolvoreamos con fideos de chocolate.
  4. Si lo deseamos, disponemos en el interior un poco de chocolate o bien sirope de chocolate o caramelo líquido.
  5. Refrigeramos hasta el momento que lo necesitemos.
Preparamos el batido, freakshake.
  1. En un batidor de vaso o bien con nuestra batidora y su correspondiente vaso, añadimos el helado junto con la leche.
  2. Batimos muy bien para que ambos elementos se integren y adquieran la textura adecuada.
  3. Vertemos el batido de helado en la jarra.
  4. Decoramos con una pequeña porción de tarta de chocolate, 3-4 gofres insertados en una brocheta y una galleta "Buckeye chocolate brownie".
  5. Terminamos de decorar con un poco de nata montada, fideos de chocolate, barquillos, sirope de chocolate y una pajita.
  6. Servimos enseguida y disfrutamos. Mejor en compañía, ¡llena un montón!

Notas

Si hay una buena manera de empezar la semana, sin lugar a dudas es con un batido Freakshake - Batido extremo de vainilla y café. Esto te provee de energía y alegría para toda la semana, os lo garantizo. También os digo que es bastante difícil, por no decir casi imposible, acabártelo entero. En casa lo compartimos entre los tres, porque era imposible que una sola persona se tomara todo eso... Yo pensé que podría, pero no pude, jajajaja. Lleno antes el ojo que la barriga. La experiencia me ha gustado mucho, me resulta un postre o refresco muy atractivo y, sin lugar a dudas, elaboraré más batidos de este tipo. Si queréis alguna combinación de sabores que os guste u os gustaría que llevase a cabo, ¡no dudéis en compartirlo conmigo! ¡Os deseo un maravilloso comienzo de semana! Un abrazo, Eva Fuentes: Upstart Este post contiene enlaces afiliados
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